Se llama copla democrático


Unirse al foro, es rápido y fácil

Se llama copla democrático
Se llama copla democrático
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

El hombre en la copla española

Ir abajo

El hombre en la copla española Empty El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Jue Jul 04, 2013 3:22 pm

Cuantitativamente, los títulos de copla con nombre de varón o que de alguna manera hacen referencia a él son menos numerosos si se comparan con las coplas tituladas con nombre de mujer:

“Arturo”, “Benavides”, “Carcelero, carcelero”, “Compañero”, “Coplas de los Siete
Niños”, “Coplas del Almendro”, “Coplas de Luis Candelas”, “Coplas de Pedro Romero”,
“Francisco Alegre”, “Judas”, “Manolo Reyes”, “Los niños de la Gabriela”, “Palabra de
rey”, “Romance de Juan de Osuna”, “Silencio por un torero”, “Tú eres mi marido”.

De entre todos estos títulos sólo hay uno que haga una referencia toponímica: “Juan
de Osuna”. Será en el texto de la copla donde aparezcan otros nombres de varón y donde alguno aparezca localizado geográficamente. En el texto de las coplas cuyos títulos hacen referencia al hombre encontramos las siguientes localizaciones geográficas:

“Arturo” – Alicante
“Coplas de los Siete niños”126 – Sevilla
“Coplas de Luis Candelas” – Madrid
“Coplas de Pedro Romero” – Ronda (Málaga)
“Coplas del Almendro” – Osuna (Sevilla)
“Francisco Alegre” – Andalucía
“Los niños de la Gabriela” – Puerto de Santa María, Jerez (Cádiz); Córdoba
“Manolo Reyes” – Granada
“Silencio por un torero” – Sevilla

Como vemos la mayoría de los hombres se encuentran localizados en Andalucía
(Sevilla, Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga). En este grupo de coplas no se hace mención
a los hombres de Jaén, Huelva y Almería. Fuera de Andalucía encontramos uno en
Alicante y otro en Madrid.
Si se consideran los textos de las coplas cuyos títulos no hacen ninguna referencia al
hombre, encontramos a éste toponímicamente localizado en los siguientes lugares:

“Almudena” – Madrid
“¡Ay, Malvaloca! ” – Mairena (Sevilla)
“¡Ay, Maricruz! ” – Sevilla
“Bajo los puentes del Sena” – París (Francia)
“Bajo un limón limonero” – Málaga
“Candelaria la del Puerto” – Punta Umbría (Cádiz)
“Capote de grana y oro” – Andalucía
“Carmen de España” – Francia, Sevilla
“Compañera y soberana” – Jerez (Cádiz)
“Con divisa verde y oro” – Osuna (Sevilla)
“Coplas del Burrero” – Córdoba
“Corazón, dile a la boca” – Sevilla
“Doña Mariquita de los Dolores” – Sierra Morena (Andalucía)
“Doña Sol” – Ronda (Málaga), Madrid
“Doña Soledad” – Sevilla
“Esperanza la de Utrera” – Antequera (Málaga), Sevilla
“La Chiquita Piconera” – Córdoba
“La gente morena” – Benamejí, El Perchel (Málaga)
“La jota de mi balcón” – Aragón
“La Lirio” – Cádiz, Almería, Cuba
“La Rajahdesa” – India
“Las cositas del querer” – Sevilla
“Lola La Piconera” – Cádiz
“Macilenta” – Sevilla
“Magnolia ”– París
“¡Mañana sale! ” – Madrid
“María Amparo” – Sevilla, Madrid
“María del Valle” – Granada
“María Magdalena” – Serba la Bari
“Me da miedo la luna” – Granada
“No me digas que no” – (Puerta de Tierra) Cádiz.
“No te mires en el río” – Sevilla
“Nuria” – Barcelona
“Ojos Verdes” – Granada
“¡Ole, catapum! ” – Madrid
“Para el carro” – Castilla
“Pastora” – Puerto de Santa María (Cádiz)
“Pepa Bandera” – Triana (Sevilla), Huelva, Jerez, Loja (Granada)
“Reyes Montero” – Sierra Morena
“Rocío” – Andalucía
“Romance de la Reina Mercedes” – Sevilla, Madrid.
“Romance de valentía” – Andalucía, Salamanca.
“Rondalla de celos” – Aragón
“Rosa la de los lunares” - Cádiz
“Rosas de ayer” – Madrid
“Salomé” – Oriente
“Siempre Sevilla” – Sevilla
“Soleá” – Sevilla
“Tatuaje” – Extranjero
“Triniá” – América

Se comprueba que al igual que ocurría con la mujer, la mayoría de los hombres se localizan en Sevilla y Cádiz. Le siguen en frecuencia Granada, Málaga y Córdoba y en último lugar Almería y Huelva. Jaén no aparece. Si a la mujer no se la localiza nunca en Almería, en la copla “La Lirio” la presencia de unos marineros en esta zona es la única alusión que podemos encontrar. La presencia del hombre en Huelva, como podemos apreciar, tampoco es significativa. Fuera de Andalucía encontramos al hombre, preferentemente en Madrid; con bastante menos frecuencia lo encontramos en Aragón, Barcelona y Salamanca. Fuera de España podemos localizarlo en Francia, La India, América y Cuba. En “Tatuaje” aparece un hombre extranjero pero no se menciona su nacionalidad, ni su localización; sólo sabemos que se trata de una ciudad con mar.

126 Esta copla alude a los “Siete Niños de Écija”, grupo de bandoleros, que posiblemente fueron más de siete y a los que Fernando Villalón les dedicó este poema:

Diligencia de Carmona

Diligencia de Carmona,
la que por la vega pasas
caminito de Sevilla
con siete mulas castañas,
cruza pronto los palmares,
no hagas alto en las posadas,
mira que tus huellas, huellan
siete ladrones de fama.
Diligencia de Carmona,
la de las mulas castañas.
Remolino en el camino,
siete bandoleros bajan
de los alcores del Viso
con sus hembras a las ancas.
Catites, rojos pañuelos,
patillas de boca de hacha.
Ellas, navaja en la liga;
ellos, la faca en la faja;
ellas, la Arabia en los ojos;
ellos, el alma a la espalda.
Por los alcores del Viso
siete bandoleros bajan.
- Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas,
el que a los pobres socorre
y a los ricos avasalla.
Ve y dile a los milicianos
que la posta está robada
y vamos con nuestras novias
hacia Écija la llana.
Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas.
(Fernando de Villalón)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Vie Jul 05, 2013 12:07 pm

En ocasiones, en el texto de la copla, no hay individualización del personaje masculino, sino que éste es la colectividad masculina que también tiene su función dentro de la copla. Los hombres como colectivo aparecen contrapuestos al hombre individualizado para resaltar las cualidades de éste último. Lo que no consigue de la mujer ningún hombre de esa colectividad aparece contrapuesto a lo que consigue un hombre que es el elegido, y se le carga de atributos positivos y capaces de vencer la resistencia de la mujer. Es la clara oposición individuo-grupo. Sólo desde la indivualidad se puede establecer la tensión amorosa, clave de la copla.

[...] La prodigan piropos los caminantes
que pretenden ser dueños de su hermosura,
sin saber que hay un mozo que ronda, amante,
en las noches calladas la venta oscura. [...]
(La Deseada)

Apoyá en el quicio de la mancebía
miraba encenderse la noche de mayo;
pasaban los hombres y yo sonreía
hasta que a mi puerta paraste el caballo. [...]
(Ojos Verdes)

...los hombres a retortero
bebían sus vientos con ansias de amores.
Y una noche de la Cruz de Mayo
entró en un corral
y en los ojos de un mozo de rumbo
leyó este cantar: ...
(La Rosa de Capuchinos)

...Pepa Bandera se puso a querer
y en su ceguera dejó de bailar.
Vaya serrana sintiendo,
niguna queriendo
le pudo ganar.
Y los mocitos de Huelva y Jerez
y los gitanos de Loja y Graná
la van de noche llamando,
su calle rondando
con este cantar:
(Pepa Bandera)


En otros casos se individualiza el personaje masculino, a veces con un nombre común o un pronombre personal; otras con nombre propio y apellido, con su profesión, con su nacionalidad, etc. Entre los personajes individualizados hay muchos de ellos que existieron en realidad o bien aluden a algún personaje literario:

[...] Viendo que na daba con la solución,
al doctor Asuero127 fue y mandó a llamar,
y éste, entusiasmado, al cine tocó,
dando resultado, como es natural.
¡Ah, oh, ah! [...]
(Cine sonoro)

[...] Jeanette MacDonald128 es
el sueño de un vals
y Maurice Chevalier129
el hombre ideal,
que a mí me tiene más tarumba cada día
si en la pantalla yo
le oigo cantar.
(Cinelandia)

Una noche la Giralda se plantó en mitad del cielo
y a San Pedro el de las llaves muy furiosa le soltó:
-Necesito que en persona me transformes en un vuelo
porque dicen que en Sevilla el flamenco se acabó.
El discípulo de Cristo se quedó viendo visiones
y le dijo: -Giraldilla, lo que dices no pue ser;
pero en fin, como soy viejo y no quiero discusiones,
vete a ver qué pasa abajo y me lo cuentas después. [...]
Era ya casi de día y al cruzar la Macarena,
un mocito pinturero que la vio tan rejuncal
le dijo: -Si usted quisiera, en ese cuerpo, morena,
le iba yo a hacer más reformas que Azaña en lo militar.
(Siempre Sevilla)

Al Museo de Sevilla
iba a diario Juan Miguel
a copiar las maravillas
de Murillo y Rafael. [...]
(Triniá)

Era la Malena, cañí muy juncal,
como una medalla de bronce fundido,
y hecho con la sangre del mismo metal,
Jesús130 el platero, su amante rendido. [...]
(María Magdalena)

En medio de la plaza
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
hay un torero,
que se llama, se llama
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
Pedro Romero. [...]
¡Ay, Pedro Romero,
por tu culpa yo me muero, muero! [...]
(Coplas de Pedro Romero)

Cuando el Almendro131 torea
la plaza se bambolea. [...]
¿Dónde está ese toro negro
que tiene tanto poder?
¿Dónde, que aquí está el Almendro
para enfrentarse con él? [...]
¡Viva el Almendro y la madre
que lo hizo tan torero! [...]
Y no queda dama
que no se accidente
al ver al torero
tan macho y valiente;
y sueñan y sueñan
de noche y de día
con ver al Almendro
tras su celosía.
(Coplas del Almendro)

Decidle al señor alcaide,
decidle al corregidor
que yo por Luis Candelas132
me estoy muriendo de amor. [...]
Debajo de la capa de Luis Candelas
mi corazón amante vuela que vuela. [...]
Que estoy en vela
para ver si me roba
-¡ay!- Luis Candelas. [...]
(Coplas de Luis Candelas)

Póngame usted las esposas, señor sargento Ramírez [...]
Aunque no haya dao motivo, diga usted que soy ladrona,
pero póngame usted presa, señor sargento Ramírez,
que mis manos no responden si sigo con libertad. [...]
Señor sargento Ramírez
martirio me da un cristiano
y yo no quiero tomarme
la justicia por mi mano. [...]
Aquí tiene usted mis manos, señor sargento Ramírez,
póngame usted los grilletes, cumpla usted con su deber. [...]
Sargento Ramírez, por amor de Dios,
que a mi criatura, por lo que más quiera,
no le diga nadie lo que hice yo. [...]
Señor sargento Ramírez,
martirio me dio un cristiano
y he tenido que tomarme
la justicia por mi mano. [...]
(Vengo a entregarme)

En los carteles han puesto un nombre
que no lo quiero mirar.
Francisco Alegre ¡y olé!
Francisco Alegre ¡y olá! [...]
Francisco Alegre, corazón mío,
tiende tu capa sobre la arena del redondel.
Francisco Alegre tiene un vestido
con un “te quiero” que entre suspiros yo le bordé. [...]
Torito noble, ten compasión,
que entre bordados lleva encerrado
Francisco Alegre -¡y olé!- mi corazón.
En mi ventana tengo un letrero
pa que lo venga a mirar
Francisco Alegre ¡y olé!
Francisco Alegre ¡y olá! [...]
(Francisco Alegre)

[...] La justicia le pregunta
si no ha visto a Juan Lucena,
y ella dice: -No recuerdo,
pero ese nombre me suena. [...]
Y la ley enamorada
se olvidó de Juan Lucena. [...]
(Reyes Montero)

[...] Rafael133 ya está en el Puerto,
Fernando134 se fue a Jerez;
los dos hermanos, por cierto,
con toros de Guadalest.
Pero tengo un cuchillito
que me ronda la cintura;
en Córdoba, Joselito135,
con seis toros de Mihura. [...]
(Los niños de la Gabriela)

[...] Pero no es verdad la historia
que de mí escribió un francés,
al que haría en pepitoria
si volviera aquí otra vez.
Iba a servirme de camafeo
si traspasara los Pirineos. [...]
Tengo fuego en las pestañas
cuando miro a los gachés;
yo soy la Carmen de España
y no la de Merimée. [...]
(Carmen de España)

[...] Detrás de la celosía
la niña dijo al Don Juan:
-Cautiva soy de por vida
y esclava de mi galán. [...]
(La cautiva)

[...] -¿Pa qué quiero mi alegría,
si se ha muerto Joselito? [...]
(Silencio por un torero)

Sin amor, por razones de estado,
Don Alfonso se ha vuelto a casar, [...]
(Reina y señora)



127 El doctor Asuero, médico español, Fernando Asuero, que alcanzó gran fama porque curaba la parálisis.
128 Cantante americana que compartió reparto en algunas películas con Maurice Chevalier.
129 Cantante francés.
130 En esta copla se cita a Jesús y a María Magdalena, aunque Jesús aparece como platero. Ambos son gitanos.
131 Francisco San Pedro Rodríguez, El Almendro , Camas (Sevilla), 18 de febrero de 1946. Toma la alternativa en Sevilla el 29 de junio de 1973, apadrinado por Curro Romero. Se retira el 9 de mayo de 1982, también en Sevilla.
132 Esta copla la estrenó Mari Paz aunque luego la hayan hecho famosas tonadilleras como Concha Piquer. Luis Candelas fue un bandolero de Madrid. Nacido en 1806. Al parecer era bastante apuesto, Federico Jiménez Losantos lo llama “Don Juan de los arrabales”, pues enamoró a muchísimas mujeres. Compartió amante con Fernando VII: Lola La Naranjera. Adoptó una doble vida, una durante el día de persona respetable y otra de noche, rey de los delincuentes. Gracias a sus contactos conseguía salir de la cárcel hasta que fue condenado a muerte.
133 Rafael Gómez Ortega, El Gallo . Matador de toros nacido en Madrid el 18 de julio de 1882. Hijo del matador Fernando Gómez y de Gabriela Ortega. En 1910 contrajo matrimonio con Pastora Imperio.
134 Fernando Gómez Ortega, matador de toros, hermano de Rafael y Joselito.
135 José Gómez Ortega, Gallito o Joselito. Matador de toros nacido en Geves, Sevilla, el 8 de mayo de 1895. Hermano menor de Rafael y Fernando.

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Sáb Jul 06, 2013 9:05 am

También son muy escasas las coplas en las que el emisor es hombre, en la mayoría
de ellas el narrador, la voz que cuenta o que canta es de mujer. A pesar de que la copla sea cantada o contada por una mujer es muy frecuente que el estribillo o parte de él sea dicho por un hombre:

“Arturo”, “La Deseada”, “María del Valle”, “Romería de Quintillo”, “Manolo Reyes”, “Rocío”, “Salomé”, “Ojos Verdes”, “Coplas del Burrero”, “Doña Sol”, “Soleá”, “¡Ay, Maricruz!”, “No te mires en el río”, “Sentrañas mías”, “Doña Luz”, “Tatuaje”, “La Chiquita Piconera”, “Magnolia”, “Doña Mariquita de los Dolores”, “La Rosa de Capuchinos”, “Pepa Bandera”, “La vida es así”, “Reyes Montero”, “¡Ay, Malvaloca!”, “Romance de la Reina Mercedes”, “Lola Puñales”, “Vamos a dejarnos”, “Amparo”, “La Niña de Puerta Oscura”, “Esperanza la de Utrera”, “La jota de mi balcón”, “Picadita de viruela”, “Romance de valentía”, “Palabra de rey”. En contadas ocasiones, fuera del estribillo, podemos encontrar algunas frases, generalmente en un par de versos, enunciados por el hombre: “No te mires en el río”, “Almudena”, “Francisco Alegre”, “Romance de Juan de Osuna”, “¡Ay, Malvaloca!”, “La Ruiseñora”, “Picadita de viruela”.

Las coplas tituladas: “La Niña de fuego”, “Tú a mí no me quieres”, “Pena mora”,
“Cocidito madrileño”, “Te quiero, te quiero”, “Carcelero, carcelero” y “Tema de amor”
están íntegramente escritas para ser cantadas por un hombre. En “La Salvaora” y
“Compañera y soberana” la mitad está enunciada por una mujer y la otra mitad por un
hombre.

Hay dos profesiones de los hombres en las coplas: otorrinolaringólogo y modisto de señoras, que se salen de la tópica general. La primera de las profesiones citadas aparece en “Arturo”, una de las coplas humorísticas, y la segunda sirve de estereotipo a las profesiones desempeñada por los homosexuales. Será “Benavides” la única copla en la que nos encontremos con un homosexual. “Benavides” es de tono humorístico también.
En “Benavides” también se encuentra la profesión de marinero, pero será utilizada simplemente como un eufemismo.

[...] -Señorita, tenga en cuenta que soy otorrinolaringólogo.
(Aquel hombre o era sordo o era demasiado
exquisito.) Yo le dije: -¡Repítame esa frase! Y él me
dijo: -No puedo. -¡Ah!... ¿Después de esa perorata
me sale con ese óbice?... ¡Estulto, himenóptero,
díptero, diplodocus!... [...]
(Arturo)

Pepito Benavides
modisto de señoras,
se pasa en el espejo
las venticuatro horas.
Y dicen las comadres
Con un tono zumbón:
-Pa mí que este Pepito
parece marinero. [...]
(Benavides)

Otras profesiones desempeñadas por los personajes masculinos son: carretero, arriero, herrero, mendigo, pintor, banquero, platero, torero, magistrado, ambulante de correos, cartero, jefe de estación, soldado, alguacilillo, alcaide, corregidor, bandolero, ladrón, barbero, guardia de los padrones, farolero, tratante, juez, escribano, militar, albañil, mayoral, abogado, alfarero, cosario, bombero, boticario.

Las profesiones más mencionadas son las de torero, juez, soldado y bandolero. Se corresponden con una imagen estereotipada, con clichés de sabor romántico.


[...] Y en el sendero
se escuchan los cantares
del carretero. [...]
Que un arriero
a su ventana abierta
llegó el primero,
y enamorada
quedó del guapo mozo
La Deseada. [...]
Y en el sendero
se recordó la copla
del carretero: [...]
(La Deseada)

Manolillo Reyes, cañí muy cabal,
en su vieja fragua feliz trabajaba
y siempre cantando fundía el metal,
que de los quereres pa na se acordaba. [...]
A correr el mundo con ella se fue
y por su capricho dejó la herrería,
que era poca cosa para tal mujer
dejar junto al yunque la flor de su vida. [...]
Manolo, Manolo Reyes,
a esa mujer pronto olvida.
Manolo, Manolo Reyes,
canta ya con alegría.
El cariño verdadero
lo tienes en tu herrería,
Manolo, Manolo Reyes.
(Manolo Reyes)

[...] Una noche fría del invierno gris
en auto salimos desde el Tabarán,
y por ver cubierto de nieve París
fuimos donde locos y mendigos van.
Y entre el hampa aquella lo reconocí.
Fracasado, dijo: - Ma petí cherí, ye ne pa d`aryant. [...]
(Bajo los puentes del Sena)

Al Museo de Sevilla
iba a diario Juan Miguel
a copiar las maravillas
de Murillo y Rafael.
Y por las tardes, como una rosa
de los jardines que hay a la entrá,
pintaba a Trini pura y hermosa
como si fuera la Inmaculá. [...]
El museo sevillano
un mal día visitó
un banquero americano
que de Trini se prendó.
Y con el brillo de los diamantes
la sevillana quedó cegá
y entre los brazos de aquel amante
huyó de España la Triniá.
Y ante el cuadro no acabado
así decía el pintor:
-Tú me has hecho desgraciado,
sin ti qué voy a hacer yo.
(Triniá)

Era la Malena, cañí muy juncal,
como una medalla de bronce fundido,
y hecho con la sangre del mismo metal,
Jesús el platero, su amante rendido. [...]
(María Magdalena)

[...] La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero. [...]
(Doña Sol)

Carretero, para el carro,
para el carro, carretero,
y bebe vino en mi jarro
que yo beberé primero. [...]
Que no quede un arriero
desde Aragón a Castilla
que repare por dinero
en ver esta maravilla. [...]
Carretero dame el jarro
que ya has bebido bastante,
no vaya a ser que tu carro
no pueda seguir alante. [...]
(Para el carro)

[...] La vecinita de enfrente –sí, sía
los treinta se ha casado
con un señor de cincuenta –sí, síque
dicen que es magistrado. [...]
(A la lima y al limón)

En medio de la plaza
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
hay un torero,
que se llama, se llama
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
Pedro Romero. [...]
(Coplas de Pedro Romero)

[...Volverán las oscuras golondrinas
en mi balcón sus nidos a colgar,
pero aquel ambulante de correos,
aquél no volverá. [...
Pasaron meses y meses
y aquel galán no volvió
y Adelina se ha casado
con el jefe de estación. [...
(La Niña de la Estación)

Camino de Sevilla
van siete niños,
con uno de los siete
va mi cariño.
Que son ladrones
y roban como nadie
los corazones.
Ya vienen por el llano
los migueletes,
pero son poca cosa
para los siete. [...
Siete navajas,
siete catites rojos,
siete pares de ojos
de rompe y rasga.
Siete alazanes
y siete capas negras
de capitanes.
(Coplas de los Siete Niños)

Cuando el Almendro torea
la plaza se bambolea.
¡Ay, qué valor, qué valor! [...]
Y cuando aparece
para el paseíllo,
tiran sus sombreros
los alguacilillos, [...]
¡Viva el Almendro y la madre
que lo hizo torero. [...]
Y no queda dama
que no se accidente
al ver al torero
tan macho y valiente; [...]
(Coplas del Almendro)

Decidle al señor alcaide,
decidle al corregidor
que yo por Luis Candelas
me estoy muriendo de amor.
Decidle que es un canalla,
Decidle que es un ladrón,
y que he dejado que robe
con gusto mi corazón. [...]
(Coplas de Luis Candelas)

El pintor la respetaba
lo mismo que algo sagrado
y su pasión le ocultaba
porque era un hombre casado. [...]
(La Chiquita Piconera)

Se recortó en la puerta tu estampa de soldado
y el cafetín entero te dio la bienvenida; [...]
Perdona, Magnolia, si te ha ilusionado
por unos momentos mi forma de ser,
recuerda tan sólo que soy un soldado
y puede que nunca me vuelvas a ver. [...]
¿Me quieres decir, soldado? Y nadie me sabe dar
razón de su paradero. [...]
(Magnolia)

...Bajando por el arco
de Cuchilleros,
-¡ole catapum, pum, pum!-
de Cuchilleros,
me han besado los labios
de un arriero; ...
Caray, señores,
qué maravilla,
que los corregidores
gasten patillas, ...
(¡Ole, catapum!)

[...] ¡Quiéreme, niña, que yo soy platero
y una alianza te voy a poner! ...
Yo soy platero y en oro fundido
quiero, mi alma, ponerte un altar. ...
Falsa moneda le diste a un platero
que en oro y plata fundió tu querer. [...]
(Rosas de ayer)

...Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole,
por caridad,
¡ay, ole con ole y olé y olá.
Cuando reluce el torero
con un quite por faroles,
mis ojos dicen -¡te quiero!-
y mis labios dicen ¡ole! ...
(Canción del ole)

...La gente dice: -¡Vivan los hombres!-
cuando lo ven torear. ...
Dame tu risa, mujer,,
que soy torero andaluz
y llevo al cuello la cruz de Jesús
que me diste tú. ...
¿Quién te enamora,
carita de emperadora?
Ya no te acuerdas, mujer,
de este torero andaluz
que lleva al cuello la cruz de Jesús
que le diste tú.
(Francisco Alegre)

...Le habló primero un tratante -y olé- ...
(La Zarzamora)

Póngame usted las esposas, señor sargento Ramírez, [...]
(Vengo a entregarme)

Yo tuve un novio barbero
y una vecina me lo quitó;
tuvieron tres churumbeles
con la cabeza como un farol.
El guardia de los padrones
dijo: -¡Qué espanto! ¡Qué atrocidad!
Cabeza de esta familia,
si hay unos cuantos, ¿quién lo será?
Con el barbero
no me he casado,
del quebradero de las cabezas
yo me he librado. [...]
Con el barbero
no me he casado,
de los martirios de la cuchara
yo me he librado. [...]
Con el barbero
no me he casado,
del terremoto de San Francisco
yo me he librado.
(Compuesta y sin novio)

¿Quién es esa mano oculta
que ampara a los bandoleros? [...]
Puede pasá esta noche
la diligencia,
que yo tengo ladrones
en mi conciencia. [...]
¿Quién es el que lo persigue?
¿Quién es ese juez severo? [...
-Señor justicia, vengo a buscarlo
para casarme con su merced. [...
Soy bandolero y no quiero
que me salven los ojos de Reyes,
-ay, ay- de Reyes, Reyes Montero. [...]
(Reyes Montero)

[...] Vayan los jueces pasando,
vayan firmando, que está esperando
Lola Puñales. ...
Conque apunte el escribano
que al causante de mis males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarme la mano
lo mató Lola Puñales.
(Lola Puñales)

Que le pongan un crespón a la mezquita,
a la torre y sus campanas, a la reja y a la cruz,
y que vistan negro luto las mocitas
por la muerte de un torero caballero y andaluz. [...]
Que lloren los bandoleros
en los picachos más altos de la sierra cordobesa,
que llore Madrid entero,
las majas y los chisperos136, los reyes y las princesas.
(Capote de grana y oro)

[...] Y aunque sé mi vida que lo estoy soñando,
que estás a mil leguas y yo en la Legión,
parece talmente que te estoy mirando,
rosa dolorosa de mi corazón. [...]
Cuando por las tardes te vas al rosario
de la capillita de la Soleá,
a tu Dios le pides por el legionario
que te dio un calvario de infelicidad. [...]
(Pena mora)

[...] De ladrón no duraste ni un suspiro; [...]
Y ha ganao lo suficiente,
mire usted qué habilidad,
pa que no haya un juez clemente
que te quiera perdonar.
(Antonia la de Aracena)

Los militares y los paisanos
llevan mi nombre como bandera [...]
( Lola La Piconera)

[...] Y sin juez ni tribunales
a morir yo me sentencio
con mis duquitas mortales
en una cruz de silencio. [...]
(Silencio, cariño mío)

[...Dígame usted dónde hay un cuadro con más gracia,
con el color que da la luz del mes de abril,
cuando son dos y están debajo de una acacia,
y entre los dos un cocidito de albañil. [...
(Cocidito madrileño)

Vino en un rayo de luna,
de luna del mes de enero;
era un chiquillo de Osuna
que quería ser torero. [...
Ya es un torero de fama, [...
Y son, en mis noches
de penas mortales,
cuchillos las coplas
de mis mayorales: [...
(Con divisa verde y oro)

[...Tenedle, por Dios, clemencia,
piedad tenedle los jueces, [...
(La Ruiseñora)

[...Salero de España –salero-
derraman los toreros
cuando juegan a morir. [...
(Salero de España)

[...Mas no hay dinero para esa cuenta saldar conmigo,
ni un abogado que eche la firma de tu perdón. [...
(Pepa Alegría)

[...Al suelo vino el castillo,
porque un chaval torerillo
pudo más que los blasones,
y el barrio del Baratillo,
que vio nacer al chiquillo,
adornó hasta los balcones. [...
(Doña Soledad)

[...Y sin vida lo encontraron a la puerta de Pilara
pero nadie dio razones para el caso esclarecer,
y los jueces no supieron en verdad quién lo matara
en legítima defensa de su honra y su querer. [...
(La jota de mi balcón)

...Lo que pasó los jueces no han descubierto ...
(Bajo un limón limonero)

...Tengo un novio alfarero
y otro cosario,
y hablo con dos bomberos
y un boticario. ...
(Puente de plata)

Rondabas por mi dehesa
y un día me hablaste, llegando a mi altura:
-Su buen corazón, condesa,
hará que en el toro yo llegue a figura. ...
Subiste a los carteles
en un momento. ...
No sabes de mi amargura pues tu locura
sólo es el toro
y a solas me bebo el llanto de tanto y tanto
como te adoro. ...
De nuevo por las arenas
viste de luces; ...
(Madrina)

...Señorita la llaman el juez y el escribano,
que conocen sus años y su pena infinita. ...
Señorita, el cartero al verla ruborosa
preguntar por la carta que tanto necesita. ...
(Señorita)

136 Según el DRAE, Herrero de obras menudas y gruesas. En una segunda acepción coloquial, hombre del barrio de Maravillas de Madrid (por la abundancia de herreros que había antiguamente en este barrio).

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Dom Jul 07, 2013 8:35 am

De entre todas estas profesiones citadas, es la de torero la que más atrae a la mujer por la valentía que supone ponerse delante de un toro. Otras los admiran por su “salero”, su gracia. El valor en el hombre es un rasgo admirado por las mujeres, valor que tampoco les falta a los bandoleros. El hombre en la copla, para ser admirado, ha de ser valiente y galanteador, debe tener carisma y una personalidad que rinda la fortaleza de la mujer.

En medio de la plaza
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
hay un torero,
que se llama, se llama
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
Pedro Romero.
Traje color manzana -¡y olé!-
y medias carmesí -¡qué primor!-
y unos ojos tan grandes
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
que me muero yo.
¡Ay, Pedro Romero,
por tu culpa yo me muero, muero!
Toda Andalucía
se hace lenguas de tu valentía.
¡Viva la madre que te parió!
¡Y viva Ronda, digo yo!
¡Ay, Pedro Romero,
por tu culpa yo me muero, muero!
Ha citado a la muerte,
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
no quiero mirar.
¡Vaya valor y suerte
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
para torear!
El toro es un juguete -¡y olé!-
va donde quiere él -¡míralo!-
y rueda sin puntilla
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
por tanto valor.
(Copla de Pedro Romero)

[...Ya vienen por el llano
los migueletes,
pero son poca cosa
para los siete.
Qué valentía
la de los siete niños
de Andalucía. [...
(Coplas de los Siete Niños)

[...] Dice una niña de nardo
del barrio de San Bernardo:
-¡Ay, qué valor, qué valor!
Y una duquesa torera
dice desde la barrera:
-¡Ay, qué color, qué color!
Y no queda dama
que no se accidente
al ver al torero
tan macho y valiente;
y sueñan y sueñan
de noche y de día
con ver al Almendro
tras su celosía.
(Coplas del Almendro)

[...] Me gusta la gente morena
con olor a yerbabuena
que galopa viene y va,
valientes de raza bravía
son la flor de Andalucía
por la tierra y por el mar.
Caballo negro, bridas de plata,
vienen bajando por el Perchel,
del contrabando la flor y nata,
los más cabales en el querer. [...]
(La gente morena)

[...] Capote de valentía
de su vergüenza torera,
que a su cuerpo te ceñías
lo mismo que una bandera. [...]
(Capote de grana y oro)

[...Salero de España –salero
derraman los toreros
cuando juegan a morir. [...
(Salero de España)

...Los brillos de tus caireles
son mi tormento. ...
(Madrina)


Si encontramos mujeres que eligen el camino de la religión e ingresan en conventos para ser monjas, no aparece ningún sacerdote en los textos y pocos son los hombres que muestran sus pensamientos religiosos. Es extraño que un hombre piense en el pecado. Es el hombre el que da lugar a numerosas formas de desacralización al comparar a la mujer con la Virgen como se comprobó al analizar el físico de la mujer, lo mismo se observa en los piropos que el hombre le dedica a las mujeres.

[...Dame tu risa, mujer,
que soy torero andaluz
y llevo al cuello la cruz de Jesús
que me diste tú. [...
(Francisco Alegre)

[...La manita en el Evangelio
la pongo aunque yo me muera
que yo no he matado a nadie
de noche en la carretera. [...
Tos los malos pensamientos
los borran tus lagrimitas,
es como el que entra en el templo
y toma el agua bendita.
(Romance de Juan de Osuna)

Aparecen duques, marqueses, reyes, hombres que no sólo tienen dinero o pertenecen a una buena familia sino que poseen título nobiliario.

[...] Almudena, mi Almudena,
no te vayas tú de aquí,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid.
A ese hombre lo hemos visto
con el rey ir y venir,
con su sable y su plumero
y su capa carmesí.
Arroyo claro, fuente serena.
Si te vas con el duque,
¡pobre Almudena, pobre Almudena! [...]
Arroyo claro, fuente serena.
Olvídate del duque,
¡pobre Almudena, pobre Almudena! [...]
No lo esperes, Almudena,
porque nunca ha de venir,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid. [...]
(Almudena)

[...] -¡ole catapum, pum, pum!-
pues tras la capa,
¡qué coincidencia!,
estaba la sonrisa
de Su Excelencia. ...
(¡Ole, catapum!)

[...] Arsa Pepa, señor duque,
tan pulido y tan amante,
que lo ha plantado la novia
vestido de maestrante. ...
La gente del abolengo la mira de medio lado,
porque una dama de condición,
por guapa que ella se crea, no puede dejar plantado
al señor duque del Alimón. [...]
(Lola Clavijo)

...Le habló primero a un tratante –y oléy
luego fue de un marqués
que la llenó de brillantes –y oléde
la cabeza a los pies. ...
(La Zarzamora)

[...] Puede venir la tropa
con mi sentencia,
que yo no he de pedirle
ni al rey clemencia. [...]
¡Ay, doña Reyes Montero!
¿Cómo has tenido valor
pa casarte tú conmigo
cuando el rey me perdonó? [...]
(Reyes Montero)

[...] ¡Vivan los hombre rumbosos
que presumen de apellido! [...]
(Arrieros somos)

[...] Cuentan que tiene landó,
hablan que tiene un baquet,
dicen que es más que señor
el que reina en su querer. [...]
Se anunciaron bodas de blasón real
y hubo por entonces fiestas en Sevilla. [...]
Mas, cuando el rey se casó,
no la volvieron a ver, [...]
(María Amparo)

[...] De Madrid con chistera y patillas
vino un real mozo muy cortesano
y a Mecedes besó en las mejillas
pues son los niños primos hermanos. [...]
En hombros por los Madriles,
cuatro duques la llevaron [...]
España viste de duelo
y el rey no tiene consuelo,
¡María de las Mercedes!
(Romance de la Reina Mercedes)

[...] Vino primero don Pedro, un marqués
enamorado y galán,
pero la Lola con mucho saber
lo despreció por don Juan. [...]
(Lola Puñales)

[...] De negro todos los cantes
y las mujeres flamencas con negras batas de cola,
de luto los maestrantes
y la moña deslumbrante de la guitarra española. [...]
Que lloren los bandoleros
en los picachos más altos de la sierra cordobesa,
que llore Madrid entero,
las majas y los chisperos, los reyes y las princesas.
(Capote de grana y oro)

[...] De un coche de dos caballos
sale una voz con corona: [...]
Yendo de juerga en su coche
con corona de marqués, [...]
(¡Mañana sale!)

Sin amor, por razones de estado,
Don Alfonso se ha vuelto a casar,
y Madrid por entero ha notado
que a Mercedes no puede olvidar.
Es gentil, delicada y prudente,
la joven reina María Cristina
y, aunque va con el rey sonriente,
por dentro oculta lleva una espina. [...]
Tú sabes que el soberano
pidió tu mano
sin alegría, [...]
Hacia el Pardo la muerte camina
y del rey precipita el final, [...]
Y después de correr desolada
junto al monarca de sus delirios, [...]
(Reina y señora)

Podemos ver la palabra “rey” usada de forma cariñosa hacia un niño. En “Reina y señora” el hijo, Alfonso XIII, será rey desde su nacimiento.

[...] Llorando junto a la cuna
me dan las claras del día;
mi niño no tiene padre
¡qué pena de suerte mía!
-Anda, rey de España, vamos a dormir. [...]
(Y sin embargo te quiero)

[...] Duérmete gitanito
de mis entrañas
que eres tú más bonito
que el rey de España. [...]
(Nana vidalita)

[...] Pues saben que va escondido
dentro del nido
de tus entrañas
el que ha de ser de tu mano
Rey soberano
de las Españas. [...]
(Reina y señora)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Lun Jul 08, 2013 1:35 pm

Si en muchas de las coplas tituladas con nombre de mujer éste consiste en un apodo, no sucede lo mismo en el caso de los hombres. Hay dos apodos: “Judas”, apodo negativo que alude a la traición, en este caso, como no podía ser de otra manera, alude a la traición amorosa y “Coplas del Almendro” donde “El Almendro” es el apodo de un torero. Lo más frecuente es encontrar el nombre propio o éste y el apellido. El título de la copla “Benavides” no podemos decir exactamente que sea un apodo, es un nombre pero con el que se hará un juego de palabras para dar a entender la homosexualidad del personaje masculino (“¡Ay, qué vena, Benavides!”). Las que sí son más frecuentes son las coplas conmemorativas y ensalzadoras del personaje masculino: “Coplas de los Siete niños”, “Coplas del Almendro”, “Coplas de Luis Candelas”, “Coplas de Pedro Romero”, “Romance de Juan de Osuna”, “Silencio por un torero”, contraponiéndose a muchos de los apodos de mujer que aluden a su sometimiento: “La cautiva”, a su mala suerte: “Dolores La Petenera”, a su maldad: “La Loba”, a su sufrimiento: “La Macilenta”, a su afán de protagonismo: “Manolita La Primera”, a sus malos pasos en la vida: “María
Magdalena”, a un defecto físico: “Picadita de viruela”, al peligro de su belleza:
“Carcelera”, “Rosa venenosa”, a su soltería: “Señorita”. Posiblemente esta contraposición
no llegue a ser demasiado significativa si tenemos en cuenta que el número de coplas
tituladas con nombre de mujer es mucho más numeroso que el de las tituladas con nombre de varón; también las hay en las que el título ensalza o elogia a la mujer: “La clavel”, “La Clavelona”, “Compañera y soberana”, “La Deseada”, “Madre hermosa”, “La Rajhadesa”, “Reina y señora”, etc. El universo de la copla es femenino, que no feminista pues no hay una reivindicación de los derechos por parte de ésta, como mucho se da una pulsión pasional que la lleva a tomarse la justicia por su mano. La copla no entiende de leyes a pesar del trabajo, más que discutible, de Rosa Peñasco137.

En el texto de las coplas podemos encontrar algún otro apodo de hombre:

“Amparo” – Paco el del lunar
“¡Ay, Malvaloca!” – El de Mairena
“Benavides” – Juanito Travieso
“Candelaqria la del Puerto” – Antonio el de Punta Umbría
“Manolo Reyes” – Chorrojumo
“Ojos Verdes” – Jesús el platero
“Rosa la de los lunares” - Paco Sanlúcar
“Salomé” – Juan El Romero

137 Rosa Peñasco , La copla sabe de leyes. El matrimonio, la separación, el divorcio y los hijos en nuestras canciones, Alianza Editorial, 2000.


Al igual que hicimos en el apartado anterior con la mujer vamos a estudiar cómo es el físico del hombre en la copla. Normalmente es un hombre joven. Como ocurre con la mujer, el hombre también es nominado con la palabra “niño”, expresión típica en Andalucía, aunque en este caso no tiene nada que ver con su inocencia, ni con su falta de experiencias sexuales. El término “niño” es utilizado por la mujer como expresión de dulzura, de amor. No es infrecuente en Andalucía que tanto él como ella se llamen “niño” o “niña” respectivamente a pesar de que sus edades sean avanzadas. Cuando la palabra “niño” es usada por un padre, sí se refiere a la corta edad del hijo. Otras formas de aludir a la juventud del hombre son estas palabras: “mozo”, “mocito”, “chiquillo”, “chaval”. El hombre es guapo, galán, de piel morena, de pelo negro y rizado, pinturero, plantado, de ojos verdes o negros, ojos de almendra, labios de trigo y muy rojos, suele llevar patillas.
Lo podemos encontrar con la cara blanca por los celos, por el desengaño, porque la mujer le hace ver que está haciendo algo mal, porque le pasa un mal pensamiento por la cabeza o por haber perdido la razón. Como pasa con la mujer, el cuerpo del hombre no se describe, pero sí sabemos que la mujer se siente atraída por él, sobre todo, por sus brazos y sus muslos.

[...] La prodigan piropos los caminantes
que pretenden ser dueños de su hermosura,
sin saber que hay un mozo que ronda, amante,
en las noches calladas la venta oscura. [...]
Que un arriero
a su ventana abierta
llegó el primero,
y enamorada
quedó del guapo mozo
La Deseada. [...]
(La Deseada)

[...] Pero escucha con halago
y llena de vanidad
esta copla que el mocito
a su reja va a cantar. [...]
(María del Valle)

[...] Y caminito adelante
mientras las palmas sonaban
se oyó una copla en el aire
que un guapo mozo cantaba: [...]
Y como un gemir de celos
mientras las palmas sonaban,
se oyó en el aire una copla
que un guapo mozo cantaba: [...]
(Romería de Quintillo)

[...] Era ya casi de día y al cruzar la Macarena,
un mocito pinturero que la vio tan rejuncal
le dijo: -Si usted quisiera, en ese cuerpo, morena,
le iba yo a hacer más reformas que Azaña en lo militar. [...]
(Siempre Sevilla)

[...] Tras de su cancela de hierro forjado
hay una mocita de tez bronceá
y juntito a ella, moreno y plantado,
un mozo encendido que hablándole está.
La luna, rosa de plata,
bañó el patio con su luz,
muy cerquita de su novia
dijo el mocito andaluz. [...]
La luna rosa de plata,
el patio bañao de luz,
mas ya no suena la copla
de aquel mocito andaluz.
(Rocío)

[...] Y decía el chavalillo:
-Pa qué voy a entrar ahí,
si es la Virgen de Murillo
la que tengo frente a mí. [...]
(Triniá)

[...] Dejaste el caballo
y lumbre te di,
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaditos en mi corazón. [...]
(Ojos verdes)

[...] La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero,
calé y hermoso,
que en la plaza de Ronda
se hizo famoso. [...]
(Doña Sol)

[...] Quiso volver y no pudo,
la luna le dio en la cara
y un galán besó su boca
entre arrayanes y dalias. [...]
(Me da miedo de la luna)

[...] A la fuente del Potro
voy con mi niño
que se muere de amores
por mi cariño,
mas si en su agüita clara
me miro yo al pasar,
se le pone enseguida blanca la cara
pues tiene celos
pa da y tomar. [...]
(Coplas del burrero)

[...Vente tú, mi moreno,
vente a Puerta de Tierra,
que hay un barco de guerra
y lo vamos a ver.
Vente tú, mi moreno,
y verás tú qué bien.
Y luego los dos juntitos
daremos un paseíto
y tomaremo un chatito
de vino del Tres.
Vente ya tú, mi moreno,
que este vinillo es muy bueno,
nos sentará bien. [...
(No me digas que no)

[...Y más que mi suerte,
y más que la muerte,
más negros toavía
son esos sacáis que me están matando.
¡Ay, Santa Lucía! [...]
Tus ojos negros, tus ojos,
candiles de mi dolor,
tus ojos tienen la culpa,
tienen la culpa de to. [...
Y de esta negrura,
y de esta amargura,
y de esta agonía
la culpa la tienen tus ojitos negros.
¡Ay, Santa Lucía!
(Tus ojos negros)

[...] Si no me mirasen tus ojos de almendra,
el pulso en las sienes se me pararía;
si no me besaran tus labios de trigo,
la flor de mi boca se deshojaría.
Si no me abrazasen tus brazos morenos,
por siempre los míos en cruz quedarían
y si me dijeras que ya no me quieres,
no sé la locura que cometería. [...]
(Dime que me quieres)

[...Ella vendóle la frente
y lo cuidó como a un niño,
y él, que era guapo y valiente,
juróle eterno cariño. [...
(La Niña de la Estación)

Camino de Sevilla
van siete niños,
con uno de los siete
va mi cariño. [...
Qué valentía
la de los siete niños
de Andalucía. [...
(Coplas de los Siete Niños)

[...] Era hermoso y rubio como la cerveza,
el pecho tatuado con un corazón. [...
(Tatuaje)

[...] Es gitano y es de Osuna,
con un color de aceituna.
¡Ay, qué color, qué color! [...]
(Coplas del Almendro)

Unos ojos muy negros
van por el Prado,
-¡Ole catapum, pum, pumvan
por el Prado,
y yo al ver su negrura
me he desmayado. ...
Caray, señores,
qué maravilla,
que los corregidores
gasten patillas,
para que luego,
tras el embozo,
confunda yo sus ojos
con los de un mozo.
(¡Ole, catapum!)

[...] Tú eres alto y yo bajita, [...]
(Las cositas del querer)

[...] Moreno de sierra y mares,
luna de sangre en los labios,
era mi vida y mi muerte
sobre un potro jerezano. [...]
(Doña Mariquita de los Dolores)

[...] Al alimón, ahí va Lola Clavijo,
al alimón, casada desde ayer,
sin título, corona, ni cortijo,
con un mocito guapo del Perchel. [...]
(Lola Clavijo)

[...] Yo seguí postinera,
por no mirar su cara más blanca que la cera, [...]
(Rosas de ayer)

[...] La cara del negociante
se quedó como una vela
mientras que sangraba un cante
en los labios de Manuela. [...]
(Manuela la de Jerez)

[...] ¡Qué razón tenía
la pena traidora
que el niño sufría
por la Salvaora!
Diecisiete años
tiene mi criatura,
y yo no me extraño
de tanta locura. [...]
(La Salvaora)

[...] y te pones amarillo
cuando miras el cuchillo
como si te diera espanto de una mala tentación? [...]
(Tú eres mi marido)

...Y una noche de la Cruz de Mayo
entró en un corral
y en los ojos de un mozo de rumbo
leyó este cantar: ...
Ni un minuto
el querer de aquel mocito le ha durado, ...
(La Rosa de Capuchinos)

[...] Cuando un mocito
no sabe su pena cantar,
suelta dos oles
y queda la niña enterá. ...
(Canción del ole)

...Y los mocitos de Huelva y Jerez
y los gitanos de Loja y Graná
la van de noche llamando,
su calle rondando
con este cantar:
(Pepa Bandera)

[...] –Cumplirá mi niño... Yo le obligaré. [...]
(La vida es así)

[...] Se anunciaron bodas de blasón real
y hubo por entonces fiestas en Sevilla.
Y a María Amparo la vieron de hablar
con un guapo mozo de negras patillas. [...]
¿Se pue saber de qué y por qué
la María Amparo no está en Sevilla?
¿Y el din y el don, el qué y el con
del guapo mozo de las patillas? [...]
(María Amparo)

[...] De Madrid con chistera y patillas
vino un real mozo muy cortesano
y a Mecedes besó en las mejillas
pues son los niños primos hermanos. [...]
(Romance de la Reina Mercedes)

[...] Vino primero don Pedro, un marqués
enamorado y galán,
pero la Lola con mucho saber
lo despreció por don Juan. [...]
porque aquel hombre moreno se llevó pa toa la vida
la rosa de sus rosales. [...]
(Lola Puñales)

Yo soy Carmen la gitana,
cigarrera de Sevilla,
que a los guapos de Triana
hago andar de coronilla. [...]
Tengo fuego en las pestañas
cuando miro a los gachés [...]
(Carmen de España)

[...] Y a la semana Sevilla entera
lo vio por plazas y callejones,
con el semblante como la cera
y hablando solo por los rincones. [...]
(Rosa la de los lunares)

[...Un mocito bueno, color de aceituna,
pudo ser la tabla de mi salvación: [...
(Yo soy ésa)

[...Bendito, bendito sea,
tu pelo más negro que noche sin luna.
Bendita, bendita sea,
tu cara gitana de piel de aceituna.
Benditos tus clisos
cuando me miraron,
benditos tus rizos
que me acariciaron. [...
(Como castigo de Dios)

Vino en un rayo de luna,
de luna del mes de enro;
era un chiquillo de Osuna
que quería ser torero. [...
(Con divisa verde y oro)

Yo no quiero pa vivir una montaña
de oro fino y pedrería,
ni un palacio con tapices y una araña
con las luces encendidas.
Pero, en cambio, si un mocito pinturero [...
(Salero de España)

[...] Lo que pasó los jueces no han descubierto
y en el Perchel no han dado con la novela
de aquel galán moreno que hallaron muerto
junto al portal cerrado de Micaela. [...]
(Bajo un limón limonero)

[...Al suelo vino el castillo,
porque un chaval torerillo
pudo más que los blasones,
y el barrio del Baratillo,
que vio nacer al chiquillo,
adornó hasta los balcones. [...
(Doña Soledad)

[...] Cuando la vio el de Antequera, hasta cambió de color. [...]
(Esperanza la de Utrera)

Aquí tienes, niña hermosa, las guitarras a tu puerta,
pero falta en la rondalla el galán de tu pasión, [...
(Rondalla de celos)

[...] y la vio to el pueblo salir al zaguán
a decirle adioses a un niño tostado –a un niño tostado
que se fue a galope sobre su alazán.
Amante de abril y mayo,
moreno de mi pasión,
te llevo como a caballo
sentado en mi corazón. [...]
Hablaron más de la cuenta
las niñas de Peñaflor,
que si ella tiene cuarenta
y que él sólo veintidós.
Pero contra el viento de la comidilla –de la comidilla
Y a pesar del tango de lo de la edad,
la vio todo el pueblo salir de mantilla –salir de mantilla
con aquel mocito de la catedral.
(Amante de abril y mayo)

[...] y lo jura y es bien cierto
que en tocante a amor
nunca discutió
con el tal mocito. [...]
(Candelaria la del Puerto)

[...] Y el mozo que la cantara
volvió otra vez a pasar: [...]
(Picadita de viruela)

[...] Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un niño muy hombre
que está delante de un toro. [...]
Pero, en cambio, entre azucenas
y entre velas enrizás,
en San Gil la Macarena
sí que lloraba de pena
por la muerte del chaval.
(Romance de valentía)

[...] De noche suena una llave
y un hombre cruza el cancel,
mas nadie en el mundo sabe
el nombre de aquel doncel. [...]
-Cautiva soy de por vida
y esclava de mi galán. [...]
(La cautiva)

[...Cuando un querer concluye –morenonadie
se mata.
A enemigo que huye,
puente de plata. [...]
Te has equivocaíto
de parte a parte,
tengo ya otro mocito
para olvidarte.
Y por si éste no fuera
como es debido,
tengo a un niño de Utrera
comprometido. ...
(Puente de plata)

[...] Poned candelas en las montañas
y luminarias por los tejados,
que ando a la busca de unas pestañas
y de unos ojos negros rasgados. [...]
(Candiles y luminarias)

...Me olía tu cuerpo a trigo y clavel
y en tu boca roja como una granada
saciaba mi sed. ...
Sombra de mi sombra, pena de mi pena,
cómo echo de menos cuando estoy a solas
tus carnes morenas.
Tus brazos de hombre, tus muslos de trigo,
en la noche negra de mi desventura
ya no están conmigo. ...
(Sombra de mi sombra)

...Negro pelo, negro pelo
que trasmina a menta y limón,
negros ojos, negros celos,
primo hermano de mi corazón. ...
(Un rojo, rojo clavel)

...Contigo besando incierta
tu boca de llamarada.
Contigo siempre estaría
hecha un ramo de alegría
junto a tu cuerpo de trigo. ...
(Contigo)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Mar Jul 09, 2013 11:13 am

Únicamente el hombre aparece relacionado con el trigo: “Labios de trigo”, “muslos
de trigo”, “cuerpo de trigo”. Es el hombre el que huele a trigo. Es clara la simbología del
trigo como semilla, como don de vida; es el hombre el que puede darla. Sólo el hombre y
Dios son los que pueden dar la vida con lo que el hombre queda elevado a la categoría de Dios. Como es sabido, el trigo es símbolo de la Eucaristía y evoca la naturaleza humana en Cristo, en la copla, el cuerpo de trigo del hombre lo identifica con la divinidad hecha materia y encarnada en el varón.

Como algo excepcional encontramos hombres rubios, pero en uno de los dos casos, él no es español sino extranjero. Excepcional también es encontrar a un hombre tatuado.

Él vino en un barco de nombre extranjero,
lo encontré en el puerto un anochecer,
cuando el blanco faro sobre los veleros
su beso de plata dejaba caer.
Era hermoso y rubio como la cerveza,
el pecho tatuado con un corazón. [...
Mira su nombre de extranjero
escrito aquí, sobre mi piel. [...
(Tatuaje)

[...Tú eres alto y yo bajita,
tú eres rubio y yo tostá; [...
(Las cositas del querer)

En otras ocasiones el hombre no es joven. Hay hombres que le llevan muchos años a la mujer y, aunque a veces esta diferencia de edad supone un impedimento para que la relación llegue a buen fin, en otros casos el amor vence a los años.

Yo tenía veinte años
y él me doblaba la edad.
En mis sienes había noche
y en las suyas madrugá. [...]
(No me quieras tanto)

[...] Con la misma simpatía,
con su voz de terciopelo,
sino que éste ya tenía
muchas lunas en el pelo. [...]
(La vida es así)

[...] Cuando miro tu carita
en la torre de mis años
repican las campanitas. [...]
(Romance de Juan de Osuna)

[...] No me vengas ni me vayas,
corazón, que me haces daño,
al poner como muralla
que me llevas veinte años.
Al querer le importa poco de la hora y de la edad.
Al querer, cuatro suspiros, un “te quiero” y nada más. [...]
No vengas, cariño, sintiéndote viejo
ni quieras tu frente pintar de ceniza. [...]
(No me vengas ni me vayas)

Cuando nos vieron del brazo
cruzar platicando la calle Real,
entre la gente del pueblo
fui la letanía de nunca acabar.
-Que si puede ser su padre,
que es mucho lo que ha corrido,
que un hombre así de sus años
no es bueno para marido. [...]
No se me importan tus canas
ni el decir de los demás,
lo que me importa es que sepas
que te quiero de verdad. [...]
Tú a lo mejor te imaginas
que yo por mis años me voy a cansar,
y en el cariño, serrano,
yo me considero de tu misma edad. [...]
No le tengas miedo a mi juventud,
que pa mi persona no existe en el mundo
nadie más que tú.
(Te he de querer mientras viva)

Si el hombre no es joven puede que el amor no sea verdadero y es por otro motivo por el que una mujer está con él: el dinero. Si el amor no existe, la infidelidad es inevitable.

[...] Un indio sesentón, mi viejo esposo,
a solas no me deja ni un momento,
y como me resulta tan celoso
siempre gozo mirando su tormento.
(La Rajhadesa)

La vejez del hombre puede ser un grado de autoridad que le permite dar consejos
gracias a su experiencia. El hombre mayor puede aconsejar al hombre joven en asuntos de amor pues después de lo vivido ya sabe reconocer cuándo una mujer es “mala”.

[...] Y Chorrojumo, el calé
más viejo de toa Graná,
en la cuestión del querer
le quiso así aconsejar: [...]
Y Chorrojumo, el calé
más viejo de toa Graná
le dijo con gran saber
cuando lo vio de llorar: [...]
(Manolo Reyes)

Encontramos a numerosos hombres de la raza gitana.

Manolillo Reyes, cañí muy cabal,
en su vieja fragua feliz trabajaba
y siempre cantando fundía el metal,
que de los quereres pa na se acordaba. [...]
Y Chorrojumo, el calé
más viejo de toa Graná
en la cuestión del querer
le quiso aconsejar: [...]
Pasó lo de siempre porque estaba escrito:
por un rico payo al cañí dejó,
y el pobre gitano desengañadito
a su vieja fragua de nuevo volvió.
Y Chorrojumo, el calé
más viejo de toa Graná,
le dijo con gran saber
cuando lo vio de llorar. [...]
(Manolo Reyes)

Por Juan Romero, rumí de Oriente,
bebe los vientos la Salomé,
gitana pura de sangre ardiente
que está loquita por su querer.
Su hermoso cuerpo de bronce vivo
quiere en la danza darle al rumí,
pero el gitano, despreciativo,
cuando ella baila se va de allí. [...]
(Salomé)

[...] Era la pareja calé más feliz
que jamás en Serba la Bari se vio;
pero la Malena se escapó de allí
y a la mala vida sin pena se echó.
Y así decía el gitano,
al ver que como moneda
rodaba de mano en mano: [...]
(María Magdalena)

[...] – Serrana, ¿me das candela?
Y yo te dije: -Gaché138,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré. [...]
(Ojos Verdes)

[...] La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero,
calé y hermoso,
que en la plaza de Ronda
se hizo famoso. [...]
(Doña Sol)

[...No tengas celos de mí,
ni dudes de mi querer,
que si yo vivo y si muero
es porque te quiero
de veras, gaché. [...
(No me digas que no)

[...] Es gitano y es de Osuna,
con un color de aceituna. [...]
(Coplas del Almendro)

...Que digan los jerezanos
que una rosa había en Jerez
y se le llevó un gitano.
(Compañera y soberana)

...Y los mocitos de Huelva y Jerez
y los gitanos de Loja y Graná
la van de noche llamando,
su calle rondando
con este cantar:
(Pepa Bandera)

...Bendita, bendita sea,
tu cara gitana de piel de aceituna. ...
(Como castigo de Dios)

[...] Y cualquier cosa te hiere
como a mí me está pasando,
que me despierto llorando
con temblores de agonía,
porque tus ojos, mi vida,
y ese color de tu pelo
aun dormida me dan celos,
-gitano- gitano del alma mía. [...]
Por tu avenate de loco
ya me duele el pensamiento
de este puñal que presiento
que llenará de agonía
tu alegría y mi alegría,
-gitano- gitano de mis tormentos.
(Tengo miedo)

[...] Un gitano va cantando
con globos de colores [...]
(Sevillanas de triana)

138 DRAE: Entre los gitanos, andaluz.

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Miér Jul 10, 2013 8:57 am

En cuanto a la forma de vestir encontramos al hombre usando botines de piel de saurio del verde Nilo, chaquetilla corta, traje de luces azul y oro o de color manzana, medias carmesí y montera, sable, plumero y capa carmesí, traje negro de pana y sombrero de ala ancha, catites rojos y capas negras, sombrero de alguacilillo, sombrero y traje de campero, chistera, con una cruz de Jesús al cuello, con una rosa en la solapa de la chaqueta.

Era repugnante, / era de Alicante,
era vanguardista / y revisionista.
Usaba botines, / tomaba litines,
se llamaba Arturo / y olía a carburo. [...]
Yo le dije: -Caballero, ¿por qué usáis botines de
piel de saurio del verde Nilo, cuando eso es más cursi
que jugar al dominó con guantes? Y él me dijo: [...]
(Arturo)

[...] Y se puso su traje
de azul y oro
y, buscando la muerte,
se fue pa el toro. [...]
(Doña Sol)

[...] A ese hombre lo hemos visto
con el rey ir y venir,
con su sable y su plumero
y su capa carmesí. [...]
(Almudena)

[...] Traje color manzana -¡y olé!-
y medias carmesí -¡qué primor!-
y unos ojos tan grandes
-¡olé y olé! ¡tenedme que me caigo!-
que me muero yo. [...]
(Coplas de Pedro Romero)

[...Cuando el domingo te pones
tu traje negro de pana
y ese clavel en la boca
y ese sombrero de ala ancha; [...
(No me llames Dolores)

[...Siete navajas,
siete catites rojos,
siete pares de ojos
de rompe y rasga.
Siete alazanes
y siete capas negras
de capitanes.
(Coplas de los Siete Niños)

[...] Y cuando aparece
para el paseíllo,
tiran sus sombreros
los alguacilillos, [...]
(Coplas del Almendro)

...La otra noche en el baile
me he columpiado,
-¡ole catapum, pum, pum!-
me he columpiado
por culpa de los ojos
de un embozado,
-¡ole catapum, pum, pum!-
pues tras la capa,
¡qué coincidencia!,
estaba la sonrisa
de Su Excelencia. ...
(¡Ole, catapum!)

[...] De Madrid con chistera y patillas
vino un real mozo muy cortesano
y a Mecedes besó en las mejillas
pues son los niños primos hermanos. [...]
(Romance de la Reina Mercedes)

...Dame tu risa, mujer,
que soy torero andaluz
y llevo al cuello la cruz de Jesús
que me diste tú. ...
Francisco Alegre tiene un vestido
con un “te quiero” que entre suspiros yo le bordé.
Torito bravo,
no me lo mires de esa manera,
deja que adorne
tus rizos negros con su montera. ...
Ya no te acuerdas, mujer,
de este torero andaluz
que lleva al cuello la cruz de Jesús
que le diste tú.
(Francisco Alegre)

Lo noté por una rosa
que llevaba en la solapa cierto día. ...
(Compañero)

...De nuevo por las arenas
viste de luces; ...
(Madrina)

[...Un vestido colorado
y una chaquetilla corta:
banderas por el tejado. [...
(Tu ropita con la mía)

[...Silencio en Andalucía,
rezadle un avemaría
y quitadse los sombreros; [...
(Silencio por un torero)

...Los mozos con el sombrero
y sus trajes de campero,
valentía y gallardía. ...
(Qué guapa que está Sevilla)

El hombre huele a carburo, a yerbabuena, a clavel, a trigo, a menta, a limón. Puede oler a charrán; en este caso el verbo oler está usado metafóricamente adquiriendo el significado de sospechar un daño o fraude.

Era repugnante, / era de Alicante,
era vanguardista / y revisionista.
Usaba botines, / tomaba litines,
se llamaba Arturo / y olía a carburo. [...]
(Arturo)

[...] Me gusta la gente morena
con olor a yerbabuena [...]
(La gente morena)

[...] En tus manos un aroma
que trasminaba como el clavel, [...]
(A ciegas)

[...] Mi vieja me lo decía:
-Muchacha, ese hombre me huele a charrán. [...]
(Con mis propios ojos)

Quisiera encadenarme contigo,
contigo y con tu amor, vida mía,
contigo para estar noche y día
más cerca del olor de tu trigo. ...
(Bajo el sol de tu fragua)

...Me olía tu cuerpo a trigo y clavel ...
(Sombra de mi sombra)

...Negro pelo, negro pelo
que trasmina a menta y limón,
negros ojos, negros celos,
primo hermano de mi corazón. ...
(Un rojo, rojo clavel)

La voz del hombre también tiene características especiales en las coplas. Puede tener:“voz de primavera”, “voz ronca de aguardiente”, “voz dolorida”, “voz amarga”, “voz de terciopelo”, “voz soñadora”, “voz con corona”, “voz que llora”, “voz de niño”. Una mujer puede enamorarse de un hombre “por el eco de su voz”, la voz del hombre la conmueve.
La voz de un hombre puede dejar cicatrices en el corazón de una mujer.

[...] -¿Me querrás un poquito?
él me dijo bajito
con voz de primavera. [...]
(Almudena)

[...] Y de Cai a Almería,
con voz ronca de aguardiente,
canta la marinería: [...]
Y de Cai a Almería
canta el novio de La Lirio
con una voz dolorida:
(La Lirio)

[...] En su voz amarga había la tristeza
doliente y cansada del acordeón. [...]
(Tatuaje)

Llegó hasta mi oído su voz soñadora
con un dulce acento de plata y de miel, [...]
(Nuria)

No lo quise por valiente
ni rumboso y gran señor
que lo quise solamente
por el eco de su voz. [...]
De su voz de entonces tengo cicatrices
hasta en las raíces de mi corazón. [...]
Con la misma simpatía,
con su voz de terciopelo,
sino que éste ya tenía
muchas lunas en el pelo. [...]
(La vida es así)

[...] De un coche de dos caballos
sale una voz con corona:
-Si quieres, rosa de mayo,
seré el vasallo de tu persona. [...]
(¡Mañana sale!)

[...] Dentro del penal,
ahora sé de quién,
es la voz que llora en la madrugá
que como un martillo golpea mi sien: [...]
(Pastora)

[...] De noche y de día
canta el de Mairena
con voz dolorida: [...]
(¡Ay, Malvaloca!)

[...] Mi voz, igual que un niño,
te pide con cariño:
-Ven a mí y abrázame. [...]
(Te quiero, te quiero)

[...Y ordené a mis mayorales,
conmovida por su voz:
-Apartadle dos erales,
que a éste lo apadrino yo. [...
(Madrina)

En cuanto a su personalidad y rastreando los adjetivos que se le aplican a los
hombres encontramos los siguientes: repugnante, vanguardista, revisionista, antipático,
estúpido, cursi, sordo, demasiado exquisito, estulto, himenóptero, díptero, diplodocus,
moderno, fino, zoquete, gaznápiro, esquimal, precioso, zalamero, pordiosero,
melancólico, idiota. Todos los adjetivos enumerados corresponden a “Arturo”, copla
disparatadamente humorística.

Era repugnante, / era de Alicante,
era vanguardista / y revisionista.
Usaba botines, / tomaba litines,
se llamaba Arturo / y olía a carburo.
Le vi en un té aristocrático
y al pronto me fue antipático,
mas luego de hablar con él
yo me convencí de su estupidez.
Yo le dije: -Caballero, ¿por qué usáis botines de
piel de saurio del verde Nilo, cuando eso es más cursi
que jugar al dominó con guantes? Y él me dijo:
-Señorita, tenga en cuenta que soy otorrinolaringólogo.
(Aquel hombre o era sordo o era demasiado
exquisito.) Yo le dije: -¡Repítame esa frase! Y él me
dijo: -No puedo. -¡Ah!... ¿Después de esa perorata
me sale con ese óbice?... ¡Estulto, himenóptero,
díptero, diplodocus!...
No puedo, no puedo / con tanta idiotez,
No puedo, no puedo / con la ordinariez.
A mí me repugna la vulgaridad
pues soy un prodigio de modernidad...
A los pocos días / lo vi en el tranvía
y para remate / leyendo El Debate.
Se inclinó muy fino / igual que un pingüino,
pero el muy zoquete / no pagó el billete.
Yo le dije que era un gaznápiro
pues me hizo cambiar un pápiro,
mas luego se arrepintió
y el muy esquimal la gorda me dio.
Me invitó, rehusé; insistió, acepté. En un taxi devoramos
los kilómetros y en el restorán devoramos los
entremeses. Él, ante el menú me acució: -¿Qué prefieres,
ensalada de piano de cola o mondadientes con
mayonesa? –Gracias, soy abstemia... precioso. Me
alimento de libélulas insomnes y rosas de papel...
Por fin un idilio / en su domicilio.
Tomaba morfina / y cafiaspirina.
Se hizo zalamero / como un pordiosero,
hasta que cansada / le di la patada.
Se puso muy melancólico,
le dieron dos o tres cólicos
y a Recoletos se fue
y allí un camión lo hizo puré.
Se suspendió la circulación en el paseo y dentro de
sus venas. Un guardia de la porra se acercó y le dijo:
-¿Dó vive? Y él, olvidándose por completo de que
tenía que morirse, le contestó: -Calle armonía de los
batracios, vulgo Cantarranas, guarismos dos y tres.
(¡Aquel hombre era idiota hasta para morirse!...)
(Arturo)

Exceptuando la copla citada anteriormente nos encontramos con las siguientes calificaciones: valiente, gallardo, altanero, dulce, macho, canalla, con gracia, bueno, de rumbo, cabal, rumboso, gran señor, simpático, cortesano, enamorado, orgulloso, caballero, charrán, niñato, con salero, mal alma, alegre.

[...Ella vendóle la frente
y lo cuidó como a un niño,
y él, que era guapo y valiente,
juróle eterno cariño. [...
(La Niña de la Estación)

[...] Era gallardo y altanero
y era más dulce que la miel [...]
(Tatuaje)

[...] ¿Dónde está ese toro negro
que tiene tanto poder?
¿Dónde, que aquí está el Almendro
para enfrentarse con él? [...]
Dice una niña de nardo
del barrio de San Bernardo:
-¡Ay, qué valor, qué valor!
Y una duquesa torera
dice desde la barrera:
-¡Ay, qué color, qué color!
Y no queda dama
que no se accidente
al ver al torero
tan macho y valiente;
y sueñan y sueñan
de noche y de día
con ver al Almendro
tras su celosía.
(Coplas del Almendro)

[...] Decidle que es un canalla,
decidle que es un ladrón,
y que he dejado que robe
con gusto mi corazón. [...]
(Coplas de Luis Candelas)

Traía todas las noches
en lo alto del caballo
la gracia y la valentía
de sus veinticinco años. [...]
(Doña Mariquita de los Dolores)

[...] ¡Tú eres quien eres y no has merecido
que un hombre bueno te lleve al altar! [...]
(Rosas de ayer)

...Y una noche de la Cruz de Mayo
entró en un corral
y en los ojos de un mozo de rumbo
leyó este cantar: ...
Y otra noche de la Cruz de Mayo
llenita de azahar
se encontró frente a frente a los ojos
de un hombre cabal. ...
(La Rosa de Capuchinos)

No lo quise por valiente
ni rumboso y gran señor
que lo quise solamente
por el eco de su voz. [...
En mi puerta estaba un hombre
con la misma estampa de él.
Con la misma simpatía, [...
(La vida es así)

Yo te doy la enhorabuena
por el gusto que has tenido.
¡Vivan los hombres rumbosos
que presumen de apellido! [...]
(Arrieros somos)

[...] De Madrid con chistera y patillas
vino un real mozo muy cortesano
y a Mecedes besó en las mejillas
pues son los niños primos hermanos. [...]
(Romance de la Reina Mercedes)

[...] Yo era una gitana de rango y tronío
tú ibas derramando nobleza y orgullo, [...]
(Vete donde no te vea)

Que le pongan un crespón a la mezquita,
a la torre y sus campanas, a la reja y a la cruz,
y que vistan negro luto las mocitas
por la muerte de un torero caballero y andaluz. [...]
(Capote de grana y oro)

[...] Mi vieja me lo decía:
-Muchacha, ese hombre me huele a charrán. [...]
(Con mis propios ojos)

[...] Paco Sanlúcar, que es un niñato
de los que a Rosa piden candela,
anda sacando los pies del plato
porque la niña no lo camela. [...]
(Rosa la de los lunares)

[...Un mocito bueno, color de aceituna,
pudo ser la tabla de mi salvación: [...
(Yo soy ésa)

[...Un ¡ole! en la tienta
por su valentía [...
(Con divisa verde y oro)

[...Tiene un salero que es de oro y plata
la bulería de los calés
y ese soldado que se retrata
fumando un puro más grande que él. [...
(Salero de España)

[...Mi gloria son los desprecios
que ese mal alma tiene pa ti.
Ese mal alma es su amante
que un día se le casó,
y ella publica en un cante
la pena de su dolor. [...
(La Clavel)

[...Me miró Manolo alegre y valiente, [...
(Pastora)

[...] Romance de valentía,
escrito con luna blanca
y gracia de Andalucía
en campos de Salamanca.
¡Embiste, toro bonito!
¡Embiste por caridad!
¡Morir se me importa un pito,
pues nadie me iba a llorar!
Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro,
aquí hay un niño muy hombre
que está delante de un toro.
En matarme no repares,
te concedo hasta el perdón,
y como no tengo madre,
la Macarena me ampare
si me cuelgas de un pitón.
Todas las noches saltaba
sin miedo la talanquera
y a cara y cruz se jugaba
al toro la vida entera. [...]
(Romance de valentía)

...Los mozos con el sombrero
y sus trajes de campero,
valentía y gallardía. ...
(Qué guapa que está Sevilla)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Jue Jul 11, 2013 8:02 am

El tabaco no aparece con la frecuencia que sería predecible. Un hombre fuma y a otro, la amada le compra un cigarro. Frente a esos, los que beben son numerosos. La bebida es un elemento activo en la historia que se narra.

[...Tiene un salero que es de oro y plata
la bulería de los calés
y ese soldado que se retrata
fumando un puro más grande que él. [...
(Salero de España)

[...Y ante dos copas de aguardiente
sobre el manchado mostrador,
él fue contándome entre dientes
la vieja historia de su amor. [...
(Tatuaje)

[...Y en las tinieblas del aguardiente
igual que un loco pronto se hundió; [...
(Dolores La Golondrina)

Hay hombres que enamoran a las mujeres y después las abandonan presumiendo de haber conseguido todo de ellas, haciendo así que pierdan su fama y su honra. Los hombres se jactan de haber conseguido el amor de una mujer y haberla abandonado después.

[...] Al borde del camino hay una venta
que por los caminantes ya está olvidada
desde que en mala hora, según se cuenta,
huyó por un cariño La Deseada.
Al correr de los años dicen que un día
una sombra cruzaba la carretera
y en sus ojos de negra melancolía
todos reconocieron a la ventera.
Y en el sendero
se recordó la copla
del carretero:
La Deseada
por un querer maldito
se vio burlada.
Fue malquerida
del hombre en cuyos brazos
dejó su vida.
Que, haciendo alarde,
después de que fue suya,
huyó cobarde.
Y despreciada
está por todo el pueblo
La Deseada.
(La Deseada)

[...No tengas celos de mí,
que es un pecado mortal
eso que estás tú pensando
y vas publicando
de mi voluntad. [...
(No me digas que no)

Como un clavel encendido
yo te entregué mi querer;
te di el agua de mis labios
pa que calmaras tu sed.
Te di mi lunita clara,
te di mi blanco azahar,
en monedas de cariño
ya no pude darte más.
Y por cosas de la vida
ahora me ves por la calle
como a una desconocida. [...]
(Con un pañuelito blanco)

[...] Y cuando lograste que yo te quisiera,
quisiste, serrano, burlarte de mí.
El llanto por fuera, la risa por dentro,
viniste a mi vera diciéndome así:
-Rosita de abril y mayo,
rosita firme en el tallo,
dame niña tu perdón.
Y mientras yo perdonaba
tú mi engaño publicabas
como quien echa un pregón. [...]
(Vete donde no te vea)

Otros hacen promesas de amor, de entrega e incluso de futuro matrimonio, pero al final no hacen lo que dicen. No cumplen su palabra. En su juramento, a algunos incluso no les importa pedir el castigo de Dios en el caso de que estén mintiendo, el castigo no les asusta, mienten; en alguna ocasión el castigo les llegará. Esto no les ocurre a las mujeres como podemos comprobar en coplas como: “Te lo juro yo”. Cuando se están despidiendo de la mujer con la que ya no quieren continuar la relación que mantenían, se acuerdan de Dios. El incumplimiento del juramento es una de las estructuras claves en el significado de la copla. El amor exige lealtad y fidelidad pero la realidad es el ámbito del principio de la acción contraria.

Lo dejé que se acercara hasta mi vera
una noche de claveles y de luna
y que bajo, muy bajito, me dijera
lo que nunca, según él, dijo a ninguna. [...
¡Ay, sentrañas de mi vida! Yo te quiero
blanca como los azahares
que da el limón limonero,
pa llevarte a los altares
delante del mundo entero.
Te lo juro por mi madre
y no es falso el juramento:
Yo te querré mientras viva,
Dios me castigue si miento.
Yo te camelo
de noche y día,
porque tú eres mi cielo,
sentrañas mías.
Yo soñé con la mentira del cariño
que sus labios muchas veces me juraron;
pero un día me trataron como a un niño
y el juguete de mis manos me quitaron. [...
(Sentrañas mías)

[...¡Ay, que sí!
Se va a casar con ella
para el mes de abril.
¡Ay, que no!
Que él tiene otra novia,
que bien lo sé yo! [...
(Nuria)

[...] Anda, dame un beso, y hasta que Dios quiera.
Vamos a dejarnos. [...]
(Vamos a dejarnos)

[...] Por fin se cumplió el castigo
del vele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vida. [...]
(La Clavelona)

[...] Mientes de noche y de día
y a jurarme en falso llegas. [...]
(A ciegas)

[...] Tú no sabes que ese hombre que te ronda enamorado,
y al que tú, tras de la reja, no te cansas de escuchar,
va a hacer ya casi dos años que un cariño me ha jurado
nada menos que delante de la Virgen del Pilar, [...]
(Rodalla de celos)

...Un juramento donde mentabas hasta la muerte;
un torbellino donde mi gloria quedó enterrá. ...
(Pepa Alegría)

...Cada noche hasta mi reja me traía un juramento:
-Yo te juro, mi Dolores, que nos vamos a casar.
Mas después que me dejaba repetía el mismo cuento
en la reja de Carmela y en la puerta de Pilar. ...
Me caiga una maldición
si no te quiero, mañica,
me caiga una maldición
y en una calle cualquiera
me partan el corazón.
si no te quiero, mañica. ...
Y sin vida lo encontraron en la puerta de Pilara
pero nadie dio razones para el caso esclarecer,
y los jueces no supieron en verdad quién lo matara
en legítima defensa de su honra y su querer. ...
(La jota de mi balcón)

-Y tuvo que ser tu boca-
Tuvieron que ser tus ojos, y tuvo que ser tu boca,
mentirosa de quereres.
-Mentirosa de quereres- [...]
-Tantas cosas, tantas cosas-
Me dijiste tantas cosas
que a tu embrujo me rendí,
-engañosas, engañosastodas
ellas engañosas
pero yo me las creí. [...]
-De tu engaño y tu falsíaa
mí no me importa nada, de tu engaño y tu falsía,
que todo fue una locura
-que todo fue una locuray
fui más feliz que nadie soñando que me querías
con fiebre de calentura. [...]
(Como a nadie te he querido)

...Lo juraste por tu madre
con la luna por testigo:
-Que la sangre se me pare
si no me caso contigo. ...
Por tu madre lo juraste
con la luna por testigo
y con sangre lo pagaste
por no casarte conmigo. ...
(Bajo un limón limonero)

No vine a sacarte los ojos
con una sentencia por falso y hereje
que al cielo le pido de hinojos
que de tu presencia pa siempre me aleje.
Yo solamente venía
a ver si tienes valor
de negar delante mía
tu juramento de amor:
Te doy palabra de casamiento,
palabra firme de hombre cabal,
que Dios me niegue los sacramentos
si a mi promesa llego a faltar.
Toma, niña, esta pulsera
pa lucirla en los altares;
llévala hasta que muera
que es recuerdo de mi madre.
Me voy a casar contigo –ay, contigoante
Dios y ante la ley
y yo cumplo lo que digo,
tengo palabra de rey.
Anoche tu hembra en la calle
me dijo: -Mercedes, te voy a hacer daño:
el hombre que ronda tu talle
hace que me habla ya va pa dos años.
Como una reina venía
y después se derrumbó,
al saber por boca mía
tu juramento de amor:
“Te doy palabra de casamiento,
palabra firme de hombre cabal” [...]
Presumes de buen cristiano –ay, cristianoante
Dios y ante la ley.
Tu palabra es de villano
y no palabra de rey.
(Palabra de rey)

En “Esperanza la de Utrera”, encontramos a Juan Manuel de Antequera pidiéndole sinceramente a la Virgen de la Macarena que Esperanza lo quiera.

...de rodillas, que me quiera,
ante la Virgen yo se lo imploro. ...
Esperanza dolorosa,
por el martirio que tú sufrieras,
yo te pido que esa rosa
no se aparte de mi vera,
porque quiero hacer mi esposa
a Esperanza la de Utrera.
(Esperanza la de Utrera)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Vie Jul 12, 2013 9:33 am

Hay hombres que intentan provocar la compasión en la mujer para que ésta le haga caso.

[...] Soy en amor pordiosero,
nadie me quiso en la vida,
nadie me ha dicho “te quiero”.
Traigo el alma hecha jirones
de vagar por los caminos;
donde yo sembré canciones,
recogí tan sólo espinos.
¡Ay, mi mañica querida!
Tenme, por Dios, compasión,
hasta que cierre esta herida
que llevo metida
en mi corazón. [...]
(Rondalla de celos)

Otros se ven empujados a mentir a petición de la mujer que los ama. Si ellos dicen la verdad y esta verdad es dolorosa para la mujer, ésta preferirá no creerlo.

[...] Dime que me quieres, dímelo por Dios,
aunque no lo sientas, aunque sea mentira,
pero dímelo.
Dímelo bajito,
te será más fácil decírmelo así,
y el “te quiero” tuyo será pa mis penas
lo mismo que lluvia de mayo y abril.
Ten misericordia de mi corazón,
dime que me quieres,
dímelo por Dios. [...]
(Dime que me quieres)

Por la gloria de tu madre
miénteme por caridad,
para que yo me lo crea
como si fuera verdad.
Jura que me quieres mucho,
que a nadie quisiste más,
dilo cerrando los ojos
como si fuera verdad.
¿No estás viendo mi martirio
o es que te cuesta jurar
que me quieres con delirio
como si fuera verdad? [...]
(Como si fuera verdad)

[...] Mientes de noche y de día
y a jurarme en falso llegas.
¡Sigue mintiendo, alma mía,
para yo quererte a ciegas! [...]
(A ciegas)

[...] ¿Por qué en ti reino, cariño mío,
si a cada paso dice tu boca
que ni me quieres ni me has querido?
¿A qué me sigo engañando
si me has dicho la verdad?
Mi veleta está girando;
no sé pa dónde tirar. [...]
(No sé pa dónde tirar)

Hay hombres que se ven obligados a casarse sin amor.

Sin amor, por razones de estado,
Don Alfonso se ha vuelto a casar,
y Madrid por entero ha notado
que a Mercedes no puede olvidar. [...]
(Reina y señora)

Hay quienes mientras aseguran que su amor es verdadero y hacen promesas de futuro matrimonio, dejan embarazada a la mujer y después, a pesar de que ella ha esperado y el niño ya tiene edad suficiente como para preguntar por su padre, las abandonan para casarse con otra. Un hijo no será razón suficiente para que un hombre, casado o no, continúe sus relaciones con una mujer, como veremos en el apartado dedicado a la madre. La traición o el abandono no encuentran freno por el hecho de tener un hijo. El hijo cuando sea mayor puede seguir los mismos pasos de su padre.

[...] -Y papá ¿nunca viene?-
me pregunta quien tiene
derecho a preguntarme.
Y le digo: -Mañana.
Y miro a la ventana
para no delatarme. [...]
¿Dónde vas, pobre Almudena?
¿Dónde vas triste de ti?
Voy en busca de mi amante
que ayer tarde no lo vi.
Nosotros sí que lo vimos
con su capa carmesí,
dando el brazo a una duquesa
más bonita que un jazmín. [...]
Él me dijo que vendría
antes que llegase abril,
con un anillo de oro
para conmigo cumplir.
No lo esperes, Almudena,
porque nunca ha de venir,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid. [...]
(Almudena)

[...Yo no comprendo toavía
cómo pudiste fingir
un querer que no sentías
y que yo ciega creí.
Pero entre beso y caricia
me estabas vendiendo tú
y un papel iba firmando
con mi sentencia y mi cruz.
Ni padre, ni madre, ni carne de hijos,
ni amor de mujer,
que sólo, tan sólo por treinta dineros
por su culpa fue. [...
(Judas)

[...Vives con unas y otras
y na se te importa de mi soledad;
sabes que tienes un hijo
y ni el apellido le vienes a dar.
Llorando junto a la cuna
me dan las claras del día;
Mi niño no tiene padre
¡qué pena de suerte mía! [...]
(Y sin embargo te quiero)

...-¡Qué pena, Manuel Centeno,
que no quieras de venir
a ve este clavel moreno
que me ha nacido de ti!
Bordando pañales
pa su criatura,
lloraba a canales
la de Puerta Oscura.
(La Niña de Puerta Oscura)

...Si no te sigo los pasos
cual sería mi deber,
es por miedo a verte en brazos
de quien no te quiero ver.
Y además, por ese hijo
que me alivia los pesares
y no tiene más cobijo
que los brazos de su madre. ...
(Duérmete lunita clara)

La risa en los labios, la noche en el pelo,
soñando vestirse de blanco azahar;
y un día sus rosas cayeron al suelo
con cuatro palabras: -No te quiero ya. ...
La Loba pa el que hace alarde
de jugar con un querer
y pa llamarle ¡cobarde!
al que engaña a una mujer. ...
Un día una moza la viene a buscar,
y ve que su hijo la aparta diciendo:
-Perdóname madre. No la quiero ya.
Palabras de negra historia,
palabras de desengaño,
que vuelven a su memoria
al cabo de tantos años. ...
(La Loba)

Encontramos un caso en el que un hombre está dispuesto a poner sus apellidos al hijo de la mujer que ama aunque no sea hijo suyo y así terminar con los comentarios de la gente que la hace sufrir.

[...] Y pa callar a la gente
canta Paco el del lunar
en la taberna de enfrente. [...]
Alegra, bien mío,
tus ojitos claros,
que ese niño tuyo
tendrá mi apellido
¡Amparo, mi Amparo!
(Amparo)

El hombre-padre en la copla puede presentar diferentes actitudes. Se encuentran, como se ha señalado, padres que no se hacen responsables de sus hijos, pero también padres que intentan reparar los errores de sus hijos obligando a éstos a cumplir con su obligación con una mujer. Si la mujer-madre en la copla aparece despojada de todos sus atractivos no ocurre lo mismo con el hombre-padre, pues éste puede llegar a enamorar a la mujer a la que quiere su propio hijo.

[...La palabra de sus labios
fue mi gloria y mi castigo;
lloré queriendo a aquel padre
más que por mí lloró el hijo. [...
Tengo a mi niño embrujado
por culpa de tu querer,
si yo no fuera casado
contigo me iba a perder. [...
(La Salvaora)

[...En mi puerta estaba un hombre
con la misma estampa de él.
Con la misma simpatía,
con su voz de terciopelo,
sino que éste ya tenía
muchas lunas en el pelo.
Con palabra humilde vino y fue y me dijo:
-Cumplirá mi niño... Yo le obligaré.
Cuando vi en su cara la cara del hijo
contestó mi boca: -¿De qué me habla usted? [...
(La vida es así)

Hay padres que intentan defender a sus hijos de una mujer que consideran peligrosa.

[...¿Qué le has daíto a mi niño
que no atiende a mis razones
y se muere de cariño
llorando por los rincones? [...
Vete de su vera,
rosa venenosa.
(Rosa venenosa)

En “Reina y señora” el padre, Alfonso XII, muere antes de ver nacer a su hijo.

[...] Pues saben que va escondido
dentro del nido
de tus entrañas
el que ha de ser de tu mano
Rey soberano
de las Españas. [...]
(Reina y señora)

Las razones por las que un hombre, casado o no, abandona, desprecia o engaña a una mujer son diversas:

- Hay hombres que entre el amor y la libertad, prefieren la libertad. Así amor y libertad aparecen como incompatibles. Nos encontramos con la idea tradicional de “te casaste y te ahorcaste”, “te has dejado cazar”, “Solterón y cuarentón, ¡qué suerte tienes cabrón!”, “te han echado la soga al cuello”. En este caso el hombre consigue librarse de la presión que hace que la mayoría se case: cuando el hombre alcanzaba cierta edad y no se había casado se sospechaba de su homosexualidad, los casados tenían más posibilidades para encontrar trabajo pues supuestamente ya habían asentado la cabeza, las madres presionan al hombre para que se case porque así hay alguien que los cuide cuando ellas ya no estén, etc. Si la mujer en algún momento prefiere la libertad al hombre que ama, termina arrepintiéndose; el amor de un hombre se convierte para la mujer en algo más valioso que la libertad, como ejemplo : “Cárcel de oro”.
- Otra de las razones puede ser que la mujer a la que abandonan no sea de su misma clase social o de su misma cultura y las dejen para irse con otra que pertenezca a su estatus.
- A veces las abandonan simplemente por “cosas de la vida”o porque “la vida es así”.
Fatalismo que entra en el imaginario del destino y de lo predeterminado.
- Por otra mujer, que puede ser su esposa o no.
- Por tener que alejarse para conseguir ganar más dinero.
- Por ser un soldado que va a la muerte.
- Por razones desconocidas. No hay ningún dato en el texto para conocer la razón del abandono.
- Por descubrir que ella no es quien decía ser y enterarse de que en realidad es una prostituta.
- Porque ella lleva demasiadas alhajas y esto le hace pensar mal de ella.
- Porque considera que querer es un sinvivir innecesario. Él piensa que no es conveniente querer ni sufrir por un amor que considera poca cosa.
- Porque cuando él sale de la cárcel ve que la mujer a la que ama tiene mucho dinero y entonces considera que mientras él estaba preso ella se ha dedicado a la prostitución.
El hecho de que ella haya caído en la prostitución para poderlo sacar a él de la cárcel no es motivo suficiente para que permanezca a su lado, muy por el contrario, se lo reprocha.
- Porque él piensa que es mucho mayor que ella. Él piensa que es un problema mantener una relación con una mujer mucho más joven que él.
- Porque ella tiene un defecto físico.
- Porque está celoso. Criterio que, implícitamente, se encuentra en muchos de los casos anteriores.
- Porque se casa con otra.

[...] Bajo los puentes del Sena
quise ofrecerle felicidad;
mas en su locura
cambió mi ventura
por su libertad.
(Bajo los puentes de Sena)

[...] Almudena, mi Almudena,
no te vayas tú de aquí,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid. [...]
(Almudena)

[...] Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes ni tampoco en mi querer.
¿Qué importaba el sufrimiento de una niña canastera?
¡Era poco una gitana para un hombre de tu aquel! [...]
(Buenaventura)

[...] Se anunciaron bodas de blasón real
y hubo por entonces fiestas en Sevilla.
Y a la María Amparo la vieron de hablar
con un guapo mozo de negras patillas.
Los sevillanos dijeron
que por San Telmo la vieron
con el rostro esmorecío,
y se perdieron sus huellas
como la luz de una estrella
a la orillita del río. [...]
(María Amparo)

[...] Te di mi lunita clara,
te di mi blanco azahar,
en monedas de cariño
ya no pude darte más.
Y por cosas de la vida
ahora me ves por la calle
como a una desconocida. [...]
(Con un pañuelito blanco)

[...Y de pronto un día viene y va y me dice:
-No pue ser. ¿Comprendes? Hay una razón. [...
Son cosas que pasan.
La vida es así. [...
(La vida es así)

Lleva ya casi un siglo con un nombre en la boca
y jamás lo pronuncia delante de la gente.
Es el nombre de un hombre que bordó como loca
en sábanas de hilo apasionadamente.
Cuando llega la noche su pesar desemboca
en canción sin palabras, amarilla y doliente,
y en el mar del espejo su sonrisa retoca,
por si acaso aquel hombre volviera de repente. [...
Señorita, el cartero al verla ruborosa
preguntar por la carta que tanto necesita. [...
(Señorita)

La risa en los labios, la noche en el pelo,
soñando vestirse de blanco azahar;
y un día sus rosas cayeron al suelo
con cuatro palabras: -No te quiero ya. ...
(La Loba)

...Primeros de mayo, últimos de abril,
con otra persona que más te gustaba
te fuiste de mí. ...
(Sombra de mi sombra)

Es tanto lo que decías
“te quiero más que a mi madre”,
que fui de tu brazo un día
delante de los altares.
Y luego, ¿qué ha sucedido?,
¿quién de mí te separó?,
¿qué sombra es la que ha venido
y se ha puesto entre los dos? [...]
Anoche seguí sus pasos
hasta donde vive ella
y vi como la besabas
junto al quicio de la puerta.
Me puse blanca de luna
cuando te escuché decir:
-Como nadie te ha querido,
mi alma, te quiero yo a ti. [...]
(Yo no me quiero enterar)

[...] ¡Ay, que sí!
Se va a casar con ella
para el mes de abril.
¡Ay, que no!
Que él tiene ya otra novia,
que bien lo sé yo! [...]
Vi pasar a mi lado un landó charolado
y dentro iba una novia que alegre sonreía.
Me quedé cual la cera, pues llevaba a su vera
la adoración del hombre que yo tanto quería. [...]
(Nuria)

[...] Yo soy la otra, la otra,
y a nada tengo derecho,
porque no tengo un anillo
con una fecha por dentro.
No tengo ley que me ampare
ni puerta donde llamar,
y me alimento a escondidas
con tus besos y tu pan.
Con tal que vivas tranquilo,
¡qué importa que yo me muera!
Te quiero, siendo ¡la otra!,
como la que más te quiera! [...]
El nombre que te ofrecían
ya no es tuyo, compañera;
de azahares y velo blanco
se viste la que lo lleva. [...]
(Romance de la otra)

[...] Yo tuve un novio barbero
y una vecina me lo quitó; [...]
(Compuesta y sin novio)

[...] Corrió como loca buscando la reja
en donde de otra los besos bebía, [...]
(Lola Puñales)

[...¡ay! madre que yo lo vi;
que lo vi con esa persona
que de él hace paz y guerra
y es un cuchillo pa mí. [...
(Con mis propios ojos)

[...] –A mi novia, niña, no le gusta el cante,
¡vete ya de aquí! [...]
(Vete donde no te vea)

Lo noté por una rosa
que llevaba en la solapa cierto día.
Ya tú ves que poca cosa
y el dolor que me causó no se me olvida.
Lo afirmaron las señales,
sus ojeras, su manera de mirar.
Empezaron los puñales
y el venir dando el reloj la madrugá. [...]
Anteayer me dijo Lola
y después quiso enmendarlo con María; [...]
Yo ya sé dónde la tienes
y que vale doble más que valgo yo, [...]
(Compañero)

[...] Al Tres de Espadas corrió celosa
con la carita despavorida
y vio a su Paco que con la Rosa
en una mesa se divertía. [...]
(La Ruiseñora)

[...] Ese mal alma es su amante
que un día se le casó,
y ella publica en un cante
la pena de su dolor. [...]
(La Clavel)

[...] Cuántas noches hablando dormido
te siento, bien mío,
que en sueños la llamas. [...]
¿Qué motivo te he dado sentrañas,
que soy una extraña
y no tu mujer?
(Pozo de muerte)

[...] –El mundo está lleno de finos metales;
me voy a buscarlos pa ti, reina mía. [...]
Cuano nadie lo pensaba,
casao con otra mujer,
volvió el hombre que esperaba
Manuela la de Jerez. [...]
(Manuela la de Jerez)

[...] Magnolia,
olvida ese beso que yo te he pedido
y no me has sabido
muchacha, negar.
Magnolia,
olvida esta fecha y olvida mi nombre
y búscate un hombre
que puedas amar.
Perdona, Magnolia, si te ha ilusionado
por unos momentos mi forma de ser,
recuerda tan sólo que soy un soldado
y puede que nunca me vuelvas a ver. [...]
(Magnolia)

[...] La Niña de Puerta Oscura
a verlo no ha vuelto más, [...]
(La Niña de Puerta Oscura)

[...] Cuando yo más te quería
tú te alejaste de mí;
nadie sabe la agonía
que por tu culpa sufrí.
Serrano, desde el minuto
que te fuiste de mi vera,
hasta el corazón de luto
se vistió La Piconera. [...]
(Callejuela sin salida)

...Ni un minuto
el querer de aquel mocito le ha durado,
y de luto
se vistió su corazón abandonado. ...
(La Rosa de Capuchinos)

[...] Mas, sin que mediara ni un menos ni un más,
te fuiste una tarde de mayo muy clara,
sin que ni volvieras la cara pa atrás. [...]
(Candiles y luminarias)

[...] ¡Ay, quién tuviera, tuviera dinero
para ese lujo pagarte mujer!
Falsa moneda le diste a un platero
que en oro y plata fundió tu querer.
¡Anda y descose tu blanco vestido!
¡Tira al arroyo las flores de azahar!
¡Tú eres quien eres y no has merecido
que un hombre bueno te lleve al altar! [...]
(Rosas de ayer)

[...] Esperanza la de Utrera,
es una mina -mina- de oro,
en diamantes y pulseras,
dicen que tiene -tiene- un tesoro.
¿Cómo y de dónde ha venido
a su mano el capital?
¿Cuántos sacáis han tenido
por su culpa que llorar?
Es más blanca y más garbosa
que toas las rosas de primavera;
pero siendo tan hermosa
no hay un hombre que la quiera,
y por eso está ojerosa
Esperanza la de Utrera. [...]
(Esperanza la de Utrera)

[...] Vamos a dejarnos porque este cariño
es un sinvivir,
y no te conviene seguirme queriendo
ni tampoco a mí.
Por tan poca cosa, ¿por qué atormentarnos? [...]
(Vamos a dejarnos)

[...] Y me valí de muchas cosas
para lograr su libertad;
con los colores de mis rosas
le abrí las puertas del penal.
Pero al verme cuajá de brillantes
me dio el nombre de “mala mujer”
y llorando desprecio en un cante
se fue calle alante con otro querer. [...]
(Antonia la de Aracena)

[...No me vengas ni me vayas,
corazón, que me haces daño,
al poner como muralla
que me llevas veinte años.
Al querer le importa poco de la hora y de la edad.
Al querer, cuatro suspiros, un “te quiero” y nada más.
¿Cuándo vas a convencerte
que en cariño no hay frontera
y que tengo que quererte
hasta el día que me muera?
No vengas, cariño, sintiéndote viejo
ni quieras tu frente pintar de ceniza. [...
(No me vengas ni me vayas)

[...Uno le dijo bonita,
por él la niña se cuela
y al verla señaladita
no ha vuelto por la plazuela. [...
(Picadita de viruela)

[...] Por mor de los negros celos
tendió El Ruiseñor el vuelo
y a verla no quiso más. [...]
(Dolores La Golondrina)

[...] Se ha casado Pepe Mora
y al momento doña Aurora
sus vestidos de esponsales
desentierra del arcón; [...]
(Dicen)

El hombre puede engañar a más de una mujer.
[...] Quizás que un mismo cuchillo
vengó una doble traición. [...]
(¡Mañana sale!)

(continúa)
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Guasón Sáb Jul 13, 2013 10:43 am

Al hombre se le nota que está engañando a la mujer en: que no mira a la cara directamente, está más pensativo que de costumbre, se le quitan las ganas de comer, a veces está a punto del llanto sin una razón aparente, que se va antes de casa y llega muy tarde, que duerme intranquilo, que suspira con frecuencia, el olor a un perfume diferente, que olvida algún objeto femenino entre sus cosas, que da demasiadas explicaciones, el cambio en la forma de vestir, las ojeras, la manera de mirar, en la confusión de un nombre por otro, que puede beber más de lo acostumbrado, que ya no tiene los mismos gestos cariñosos que tenía hacia su pareja, que se muestra inquieto. Cuando la mujer intenta tratar el tema, en lugar de hablar con la verdad se enfada con ella.

¿Por qué inclinas la cabeza?
¿Por qué llegas a la mesa
sin mirarme cara a cara? ¿Qué cavilas? ¿Dónde estás? [...
¿Qué te pasa a ti, alma mía,
que desprecias la comida,
que te está asomando el llanto sin motivo ni razón [...
¿Por qué duermes intranquilo?
¿Por qué vives siempre en vilo,
si yo no te pido cuentas de ande vienes ni ande vas?
¡Si es por mí por quien suspiras! [...
Ni mereces un castigo
porque, hablando tú conmigo,
te equivoques y me sueltes otro nombre de mujer. [...]
Ese olor que llevas
a mí no me asusta.
Tú te has perfumado por hacer la prueba,
pa ver si me gusta.
Toma este pañuelo.
¿Quién te lo ha prestado?
No me gastes bromas para darme celos.
¡Qué susto me has dado! [...
(Tú eres mi marido)

Yo muchas noches sentía, cercano ya el día,
tus pasos en la sala. [...
En tus manos un aroma
que trasminaba como el clavel, [...
No tienes que darme cuentas,
que no te las he pedido; [...
(A ciegas)

Lo noté por una rosa
que llevaba en la solapa cierto día. [...
Lo afirmaron las señales,
sus ojeras, su manera de mirar.
Empezaron los puñales
y el venir dando el reloj la madrugá. [...
Anteayer me dijo Lola
y después quiso enmendarlo con María; [...
(Compañero)

[...Pero Paco antes de un año
empezó a volver de día
y a beber sin ton ni son, [...
(La Ruiseñora)

¿Cómo quieres que no esté celosa
si estoy viendo cosas
que son mi castigo?
Y en lugar de venirte a razones
encima te pones
a malas conmigo. [...
Cuántas noches hablando dormido
te siento, bien mío,
que en sueños la llamas. [...
Ya no busca tu brazo mi talle
al ir por la calle
lo mismo que ayer. [...
(Pozo de muerte)

Yo sé dónde vas ahora
y no lo quiero saber,
cuando vuelvas a la aurora
por costumbre callaré.
Y dirás: -Se me hizo tarde.
¿Me perdonas, compañera?
Y yo, como soy cobarde,
te diré: -Lo que tú quieras. [...
(Duérmete lunita clara)

...Yo noté que aquella noche él andaba un poco inquieto
mas no quise preguntarle de su angustia la razón,
y más pronto que otras veces se marchó con su secreto ...
(La jota de mi balcón)

Otros son traicionados y engañados como vimos en el apartado de la mujer. Él puede no notar que su pareja se ha enamorado de otro hombre.

[...Tú no te diste ni cuenta, pero luego en la ventana
rompí de pronto a llorar
y a tus porqués por mi llanto respondí: -vuelve mañana-,
pa no clavarte un puñal. [...
(Corazón, dile a la boca)

Hay hombres que no pueden olvidar el amor que acabó y que nunca volverá. Una nueva mujer podrá enamorarse locamente de él pero él no podrá corresponder a este sentimiento al haber quedado marcado por una pasión.

[...] Mira mi brazo tatuado
con este nombre de mujer.
Es el recuerdo del pasado
que nunca más ha de volver.
Ella me quiso y me ha olvidado,
en cambio yo no la olvidé,
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer. [...]
(Tatuaje)

Como se señalará en el apartado de los celos también los hombres los sufren, se muestran posesivos: “La Rajhadesa”, “Romería de Quintillo”, “Salomé”, “Coplas del Burrero”, “Me da miedo la luna”, “No me digas que no”, “No te mires en el río”. Piensan que son los dueños de las mujeres.

[...Cuando el querer de una mujer le dice al dueño
de su hermosura y su pasión:
-Toma, mi bien, tu cocidito madrileño,
que dentro va mi corazón.
(Cocidito madrileño)

Aunque “los hombres no lloran ni tienen miedo” sí lo hacen en la copla. Si un hombre lloraba o tenía miedo en la época en la que fueron escritos estos textos se consideraba una debilidad que rozaba la homosexualidad. Aún no llegando al llanto podemos encontrarlo quejándose amargamente por la muerte o la falta de amor de su amada.

[...] Me da miedo, mucho miedo,
me da miedo de la luna.
Échate un velo a la cara,
cubre tu piel de aceituna;
apaga tus verdes ojos
que son toda mi fortuna,
porque tengo mucho miedo,
mucho miedo de la luna. [...]
La niña del Albaicín
huyó con él de Granada;
su novio la llora, llora,
la llora junto a la Alhambra:
Tengo miedo, mucho miedo,
de acordarme de la luna. [...]
(Me da miedo de la luna)

[...Ay, ay, ay, ay,
¡Cómo se la lleva el río!
Ay, ay, ay, ay,
¡Lástima de mi querer!
Con razón tenía celos de él.
¡Ay, qué dolor del amor mío!
¡Ay qué dolor!
¡Qué dolor del amor mío!
¡Ay qué dolor!
¡Madre de mi corazón!
Matarile, rile, rilerón.
(No te mires en el río)

[...] Ella rompió aquel cariño
y le dio un cambio a su vida,
y el pintor igual que un niño
lloró al mirarla perdida. [...]
(La Chiquita Piconera)

[...] Malvaloca, ¡ay, Malvaloca!
laberinto de mis penas,
que tienes cosas de loca
y tienes cositas buenas.
Tu cariño me equivoca,
candela de mi dolor,
por la noche eres de roca
y de día pan de flor.
Me tienes aprisionado
en los besos de tu boca
y me harás un desgraciado,
Malvaloca, ¡ay, Malvaloca! [...]
(¡Ay, Malvaloca!)

[...] Yo no quiero flores, dinero, ni palmas,
quiero que me dejen llorar tus pesares
y estar a tu vera, cariño del alma,
bebiéndome el llanto de tus soleares. [...]
(¡Ay, pena, penita!)

[...¿Qué le has daíto a mi niño
que no atiende a mis razones
y se muere de cariño
llorando por los rincones? [...
(Rosa venenosa)

[...] Abre carcelero,
abre ya el presidio,
pa que no me vean llorar por las calles
igual que un chiquillo.
(Carcelero, carcelero)

Un hombre puede perder el sentido por una cara bonita, por unos ojos; puede volverse loco y desesperarse por amor o incluso preferir la muerte o la cárcel si no es posible estar con la mujer que ama. Él puede llegar a pensar en matarla pues los celos lo atormentan. Él puede olvidar todos sus malos pensamientos al ver las lágrimas de una mujer, estas lágrimas se identifican con el agua bendita. De la misma manera que el agua bendita libera de los pecados, las lágrimas de ella lo liberan a él de los malos pensamientos. Puede sentir que muere de amor. Intenta separarse de ella pero no puede. Como vemos el hombre también es capaz de sentir amor sincero y sufrir por no tenerlo pero no padece con la intensidad de la mujer.

[...] -¡Ay, chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Esta carita de cera
a mí el sentido me quita. [...]
(La Chiquita Piconera)

Si tu gente no me quiere,
ni a ti te traga la mía
porque tú te has vuelto loco
y yo estoy loca perdida; [...]
(Las cositas del querer)

Se fue de la vera mía
triste y desesperadito [...]
Diecisiete años
tiene mi criatura,
y yo no me extraño
de tanta locura. [...]
Tengo a mi niño embrujado
por culpa de tu querer, [...]
(La Salvaora)

[...] Me quería con locura, con tos sus cinco sentidos, [...]
(No me quieras tanto)

[...] Vas a sacrificarte
por culpa mía;
yo prefiero mil veces
perder la vida. [...]
(Reyes Montero)

[...] Tos los malos pensamientos
los borran tus lagrimitas,
es como el que entra en el templo
y toma el agua bendita.
(Romance de Juan de Osuna)

[...] –Este querer me está matando
-dice Miguel el de Mairena- [...]
(¡Ay, Malvaloca!)

[...] María de las Mercedes,
mi rosa más sevillana,
¿por qué te vas de mis redes
de la noche a la mañana?
De amores son mis heridas
y de amor mi desengaño
al verte dejar la vida
a los dieciocho años.
Adiós, princesita hermosa,
que ya besarme no puedes.
Adiós, carita de rosa,
adiós, mi querida esposa,
María de las Mercedes. [...]
(Romance de la Reina Mercedes)

[...] Pena mora, pena mora,
que es martillo de tormento
en mi sien a todas horas.
Pena mora, pena mora,
que me quema a fuego lento
desde la noche a la aurora.
Con un cuchillo yo me abriría
para que vieras mi corazón
y qué penita que te daría
al verlo negro como el carbón.
Pena mora, pena mora,
que me nubla la razón
y es lo mismo que un león
que por dentro me devora. [...]
Aunque soy, mi vida, novio de la muerte,
no pasa un minuto que no piense en ti,
porque no he dejado nunca de quererte,
rosa dolorosa de mi garlochí.
(Pena mora)

[...] Soy como un navío
sin luna y sin faro,
que en un mar de penas
me encuentro perdido,
¡Amparo, mi Amparo! [...]
¡Mi cielo, mi luna, mi estrella y mi faro! [...]
(Amparo)

[...] Y a la semana Sevilla entera
lo vio por plazas y callejones,
con el semblante como la cera
y hablando solo por los rincones.
Como un cirio requemado
se apagó poquito a poco
hasta que se lo han llevado
a la casa de los locos. [...]
Ya está loco y enterrado
quien la copla me inventara;
la razón se la han nublado
los ojitos de mi cara. [...]
(Rosa la de los lunares)

[...] Mas, si llego a convencerme que eres tú quien lo sonsaca,
quien lo vuelve medio loco con tus artes de mujer, [...]
(Rondalla de celos)

[...] Me miró Manolo alegre y valiente,
José con orgullo de hallarse a mi vera,
y ahora por mi culpa están frente a frente
igual que dos locos, igual que dos fieras. [...]
y mi corazón te llora –Pastorasin
que me pueda valer.
Yo juré poner un muro
de distancia entre los dos
y no cumplo lo que juro
porque no tengo valor.
Eres luna, sol y aurora -Pastora -,
tus ojitos son mi luz
y esta pena me devora,
quiéreme por tu salud.
¡Ay, Pastora, mi Pastora
que tu amor me tiene en cruz! [...]
¡Sálvame remediadora
aunque no me quieras tú!
¡Ay, Pastora, mi Pastora,
ponme rosas en la cruz!
(Pastora)

De por qué te estoy queriendo
no me pidas la razón
pues yo mismo no me entiendo
con mi propio corazón;
al llegar la madrugada
mi canción desesperada
te dará la explicación:
Te quiero, vida mía,
te quiero noche y día,
no he querido nunca así.
Te quiero con ternura,
con miedo, con locura,
sólo vivo para ti.
Yo te seré siempre fiel
pues para mí quiero en flor
ese clavel de tu piel
y de tu amor.
Mi voz, igual que un niño,
te pide con cariño:
-Ven a mí y abrázame.
Porque te quiero, te quiero, te quiero,
te quiero, te quiero, te quiero
y hasta el fin te querré.
(Te quiero, te quiero)

[...] Por mor de los negros celos
tendió El Ruiseñor el vuelo
y a verla no quiso más.
Y en las tinieblas del aguardiente
igual que un loco pronto se hundió;
noche tras noche lo ve la gente
hablando a solas con su dolor. [...]
(Dolores La Golondrina)

Carcelero, carcelero,
¿por qué no abres puertas y cerrojos?
Porque no quiero perderme
por culpita de unos ojos.
Salgo por las calles solo
porque estoy atormentaíto por unos celos,
porque no quiero ahogarla
con la trenza de su pelo,
-de su pelo negro, Dios mío, qué pelo.
Abre carcelero,
abre ya el presisio,
pa que no me vean llorar por las calles
igual que un chiquillo.
(Carcelero carcelero)

...Si por otro me dejaras
de pena moriría;
cariño, te quiero y te querré,
eres mi norte y mi guía,
Triana, Triana y olé. ...
(Sevillanas de Triana)

Otros hombres se vuelven locos después de haber tenido que soportar la enagenación mental de su esposa, como en la canción “Lolita La Musaraña”, único caso de perturbación mental que no tiene orígenes amorosos, pero es necesario tener en cuenta que es una copla humorística. Pocos son los esclavos de amor.

[...] ¿Qué sombra lo tiene esclavo? [...]
(La Ruiseñora)


Algunos personajes masculinos piden a la mujer que no los desprecie y que les conceda su amor pues sus intenciones son buenas y su amor verdadero. Él hace promesas de amor verdadero que pueden culminar en lo que a la mujer verdaderamente le interesa, en boda, a no ser que la muerte lo impida como en el caso de “No te mires en el río”, “Doña Mariquita de los Dolores”, o bien un engaño por parte de ella como en “Rosas de ayer”, o porque ella se entera de que olvidó a otra mujer por ella como en “Con divisa verde y oro”. Él, además de prometer verdadero amor si ella le hace caso, le puede presentar un futuro lleno de beneficios materiales.

Un tesoro de gracia es María del Valle,
la mocita más guapa del Albaicín,
que a las locas promesas de Arturo Reyes
su rosal de ilusiones no quie rendir. [...]
No me desprecies, tirana,
que soy tu amante rendido.
Tú me desprecias, tirana,
tú me desprecias ufana
por cuentos que te han traído.
Quizá te pese mañana
hacer lo que haces conmigo.
No me desprecies, tirana,
que soy tu amante rendido,
no me desprecies ufana;
quizá te pese mañana
hacer lo que haces conmigo.
La tenaz insistencia de Arturo Reyes,
por lo firme y honrada, logró vencer,
y, temblando de gozo, María del Valle
le entregó para siempre to su querer.
Se casaron los mocitos
ante la imagen sagrá,
la Virgen de las Angustias
que es patrona de Graná.
Y en las juergas de la boda,
donde la gente bailó,
entre palmas de contento
esta copla se escuchó:
Me despreciabas, tirana,
siendo tu amante rendido,
y yo te di una palabra
¡la misma que te he cumplido!
(María del Valle)

[...Quiéreme tú,
ay, quiéreme tú bien mío,
quiéreme tú,
niña de mi corazón,
matarile, rile, rilerón. [...
(No te mires en el río)

[...Quíteme usted esta penita,
esta penita de amores.
¡Ay, doña Mariquita –mi Mariquita217
de los Dolores! ...
(Doña Mariquita de los Dolores)

[...¡Ay, quién tuviera, tuviera dinero
pa que ese cuerpo no fuera al taller!
¡Quiéreme, niña, que yo soy platero
y una alianza te voy a poner!
Cose que cose tu blanco vestido,
borda que borda tus flores de azahar.
Yo soy platero y en oro fundido
quiero, mi alma, ponerte un altar. [...
Falsa moneda le diste a un platero
que en oro y plata fundió tu querer.
¡Anda y descose tu blanco vestido!
¡Tira al arroyo las flores de azahar!
¡Tú eres quien eres y no has merecido
que un hombre bueno te lleve al altar! [...
(Rosas de ayer)

...Pepa, no me des tormento,
Pepa, déjalo correr,
Pepa, vivo de tu aliento,
Pepa, y muero por él.
Si tú me quisieras podrías tener
pulseras y anillos de plata y coral,
y na más pedirlo te habrían de poner
un trono en la tierra y un barco en el mar.
Pepa, no me des tormento,
Pepa, déjalo correr,
que se lleve el viento
ese mal querer. ...
(Pepa Bandera)

...Yo soy en tu mano como un cieguecito,
barco que navega por tu voluntad,
si tú me quisieras si quiera un poquito,
no me dejaras padesé este mal. ...
(Tú a mí no me quieres)

[...] -Ganadera salmantina,
yo la nombro por madrina,
que el dinero y el cartel,
si algún día los consigo,
pongo al cielo por testigo
que me caso con usted. ...
Ya es un torero de fama,
dinero y categoría;
ya es su pasión una llama
que me ronda noche y día.
Por tres veces me ha pedido
que lo tome por marido, ...
(Con divisa verde y oro)

...Esperanza la de Utrera
es una rosa de plata y oro,
de rodillas, que me quiera,
ante la Virgen yo se lo imploro.
¡Ay, Macarena bonita,
que alegría yo sentí
viendo en tus manos benditas
sus collares relucir!
Esperanza dolorosa,
por el martirio que tú sufrieras,
yo te pido que esa rosa
no se aparte de mi vera,
porque quiero hacer mi esposa
a Esperanza la de Utrera.
(Esperanza la de Utrera)

Hay hombres que, aunque entregan todo a la mujer que aman, son despreciados pero tendrán la oportunidad de pagarle con la misma moneda y, cuando ella vuelva arrepentida y enamorada, él le repetirá las palabras de desprecio que ella le dijera con anterioridad.

[...Antes que yo lo pensara mi gusto estaba cumplido;
na me faltaba con él.
Me quería con locura, con tos sus cinco sentidos,
yo me dejaba querer.
Amor me pedía
como un pordiosero,
y yo le clavaba, sin ver que sufría,
cuchillos de acero.
¡No me quieras tanto
ni llores por mí!
No vale la pena que por mi cariño
te pongas así.
Yo no sé quererte
lo mismo que tú,
ni pasar la vida pendiente y esclava
de esa esclavitud.
¡No te pongas triste, sécate ese llanto!
Hay que estar alegre, mírame y aprende:
¡No me quieras tanto!
Con los años y la vida
ha cambiado mi querer
y ahora busco de sus labios
lo que entonces desprecié.
Cegadita de cariño yo le ruego que me ampare,
que me tenga caridad.
Se lo pido de rodillas por la gloria de su madre
y no me sirve de na.
Como una mendiga
estoy a su puerta
y con mis palabras mi pena castiga
dejándome muerta. [...
(No me quieras tanto)

Otros hombres se ofrecen como salvación de una mujer que ha sido “mala” y que tiene la oportunidad de purgar sus pecados estando con él que es bueno y la compadece y, por supuesto, la quiere. No siempre la mujer acepta este ofrecimiento, sobre todo, si ella se encuentra en esa situación por culpa de él. Otra razón para no aceptar el ofrecimiento es por agradecimiento al hombre que la ama.

[...Mujer, que llora y padece,
te ofrezco la salvación.
El cariño es ciego.
Soy un hombre bueno que te compadece.
¡Anda, vente conmigo!
¡Ay, Niña de Fuego!
(La Niña de Fuego)

[...Un mocito bueno, color de aceituna,
pudo ser la tabla de mi salvación:
-Como a ti te quiero no quise a ninguna,
te ofrezco la rosa de mi corazón.
Y yo, que mintiendo me gano la vida,
me sentí orgullosa del cariño aquél,
y para pagarle lo que me quería
con cuatro palabras lo desengañé:
(Yo soy ésa)

[...No vengas con el achaque
de remediarme la vida,
ya no hay minero que saque
del pozo a Pepa Alegría.
Ni llames a mi cancela,
que la fuente se ha secado.
Tengo por muchas candelas
los labios achicharrados.
La compasión que te guía
no la malgastes conmigo,
que ya a tu Pepa Alegría,
por las cosas de la vida,
la llaman Lola Castigo.
Donde hubo fuego, ceniza queda,
pero tu idea no es de ese estilo.
Quieres pagarme con tres monedas,
por si te mueres, morir tranquilo.
Mas no hay dinero para esa cuenta saldar conmigo,
ni un abogado que eche la firma de tu perdón. [...
(Pepa Alegría)

En otras ocasiones es a ellos a quien la mujer pide que la quiera y que no la deje.

[...Por Dios, no,
no, no me digas que no,
que tú a mí
siempre me has dicho que sí,
Que sí... que sí...
(No me digas que no)

Otros están dispuestos a matar al hombre que desprecia y causa celos a la mujer que él ama. Los hombres pueden caer rendidos de amor ante una mujer e incluso perdonarle que después de él haya tenido otras aventuras con tal de continuar al lado del amor de esa mujer a la que adoran, siempre que ésta se arrepienta de todo lo que ha hecho. Los hombres pueden pelearse y llegar a la muerte por el amor de una mujer. Es la culminación del proceso de relación triangular.

[...] Baila y ríe, Salomé,
bajo la luz de la luna,
que ya que tuyo no fue,
no será para ninguna.
Con la sangre suya
teñiré mis manos,
pa vengar con creces
tus celos gitanos. [...]
Y mientras ella baila sin velos,
Juan El Romero de allí se va.
José lo sigue, loco de celos,
y entre la sombra brilla un puñal. [...]
(Salomé)

Era la Malena, cañí muy juncal,
como una medalla de bronce fundido,
y hecho con la sangre del mismo metal,
Jesús el platero, su amante rendido.
Era la pareja calé más feliz
que jamás en Serba la Bari se vio;
pero la Malena se escapó de allí
y a la mala vida sin pena se echó. [...]
¡Ay, María Magdalena,
que a tos tus besos has dado,
rosa de carne morena!
Por lo mucho que has pecado
yo te perdono, mujer;
por lo mucho que has amado
y me has hecho padecer.
Vuelve otra vez a ser mía;
vuelve otra vez a ser buena,
pero vuelve arrepentida...
¡Ay, María Magdalena!
(María Magdalena)

[...] Yo no sé qué lengua buena
te hizo entrar en razones;
quien quiere mucho perdona
que el perdonar es de hombres. [...]
(No me mires a la cara)

[...] Dos hombres riñeron una madrugá
dentro del colmado donde ella cantaba.
Y el que cayó herido dijo al expirar:
-Por tu culpa ha sido, Trini La Parrala. [...]
(La Parrala)

Otros, por el contrario, desprecian a la mujer que los quiere, pero en alguna ocasión volverá arrepentido.

[...] Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera, [...]
Pero el sino estaba escrito, y las vueltas y revueltas
de las rayas de tu mano se tenían que cumplir.
Yo sabía que tus ducas pedirían en mi puerta
la limosna de un cariño que guardaba para ti.
(Buenaventura)

Por Juan Romero, rumí de Oriente,
bebe los vientos la Salomé,
gitana pura de sangre ardiente
que está loquita por su querer.
Su hermoso cuerpo de bronce vivo
quiere en la danza darle al rumí,
pero el gitano, despreciativo,
cuando ella baila se va de allí. [...]
(Salomé)

Sevilla del novecientos; en el Café de las Flores
Esperanza la de Utrera pone a la gente de pie
y mientras baila por tientos, llora un secreto de amores
por Juan Manuel de Antequera, que no la puede ni ver.
Ella es más pura que los brillantes
y que las perlas de su collar
pero el Manolo, por mor de un cante
hasta a las piedras les dio qué hablar. [...]
(Esperanza la de Utrera)

Encontramos a hombres sin dinero y capaces de enamorar más que otros que lo poseen todo. Es posible que un hombre se enamore de una mujer de elevada posición social y que sea precisamente esta diferencia la que haga que el amor no llegue a buen puerto.

[...] Y al pedirle alegre: -¡Llévame al Mulán!
él me dijo triste: -Ma petí cherí, ye ne pa d`aryant.
Bajo los puentes del Sena
se abrió a sus besos mi boca en flor.
Bajo los puentes del Sena
fue mi primera noche de amor. [...]
La bohemia aquella para mí pasó.
Sueño de miseria y amor que se fue.
Ya París es mío y ahora luzco yo
joyas y vestidos de la rue la Pé.
Una noche fría del invierno gris
en auto salimos desde el Tabarán,
y por ver cubierto de nieve París
fuimos donde locos y mendigos van.
Y entre el hampa aquella lo reconocí.
Fracasado, dijo: - Ma petí cherí, ye ne pa d`aryant.
Bajo los puentes del Sena
mi boca amante le dio calor.
Bajo los puentes del Sena
fue mi segunda noche de amor. [...]
(Bajo los puentes del Sena)

Fue doña Sol de Saavedra
dama de ilustre blasón,
sobre su escudo de piedra
campeaba un corazón.
La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero,
calé y hermoso,
que en la plaza de Ronda
se hizo famoso.
Y a su palacio sombrío
de la calle de Alcalá,
para vencer su desvío
el torero fue a cantar: [...]
(Doña Sol)

[...] si tú no tienes dinero
y yo no tengo dos reales,
¿qué vamos a hacer, sentrañas
con tan grandes capitales?
¡Válgame la Soledad!
si somos uno del otro,
¿quién nos puede separar? [...]
(Las cositas del querer)

Encontramos una identificación entre payo-rico y gitano-pobre. La mujer suele dejar al gitano e irse con el payo, es decir, intenta ascender económicamente o si ella es de clase superior simplemente no lo acepta por esta diferencia social (gitano y pobre). En alguna ocasión a pesar de tenerlo todo, la mujer se arrepiente de haber dejado el amor por el dinero. El hombre con dinero seduce a la mujer con cosas materiales como manifestación de su amor.

[...] La luna que yo pida,
la luna que me dan,
que pa eso mi payo abiya más parnés
que tiene un sultán. [...]
Maldito parné,
que por su culpita dejaste al gitano
que fue tu querer. [...]
-¡Serás más que reina!
me dijo a mí el payo y yo lo creí.
Mi vida y mi oro
daría yo ahora por ser lo que fui.
(María de la O)

[...] Pasó lo de siempre porque estaba escrito:
por un rico payo al cañí dejó,
y el pobre gitano desengañadito
a su vieja fragua de nuevo volvió.
(Manolo Reyes)

[...] La cortejaban todos
los caballeros
y el que más la quería
era un torero,
calé y hermoso,
que en la plaza de Ronda
se hizo famoso. [...]
Doña Sol, lucero mío,
eres tú lo que más quiero.
Es muy pobre mi cuna para tu señorío,
pero más que a mi Virgen de San Gil te venero. [...]
(Doña Sol)

El hombre con dinero puede ser amado de verdad y no sólo por su riqueza, pero si hay algo más fuerte que el amor, el dinero no será un impedimento para ser abandonado e incluso asesinado.

[...] De mi rinconcito del Patio Banderas,
un día de Feria de Abril me escapé
con un señorito139 flamenco de veras
al que por entero le di mi querer.
Tuve cuanto quise, brillantes y oro,
recorrí la tierra en marcha triunfal,
pero me acordaba de mi patio moro
y quise de nuevo volverlo a pisar.
Volví una noche de mayo
y todo igual lo encontré,
pero me faltó una copla,
una copla y un querer.
(Soleá)

[...] Con el vele, vele, vito,
con el vele, vele, vi,
ya se acabó el señorito
que andaba detrás de mí. [...]
(La Clavelona)

Hay hombres que mantienen una relación con una mujer por su dinero, abandonando a la que no lo tiene a pesar de estar enamorado de ella.

[...] Ni padre, ni madre, ni carne de hijos,
ni amor de mujer,
que sólo, tan sólo por treinta dineros
por su culpa fue. [...]
(Judas)

[...] Buscaba un negocio, por fin lo he encontrado:
pa mí es lo de menos que no sea española. [...]
¡Compañero!
¡Viva el lujo, compañero,
por tres perras te has vendido!
No sigo el ejemplo tuyo,
ni por hacerte sufrir;
yo tengo a gala y orgullo
no parecerme a ti. [...]
(Manuela la de Jerez)

139 Si “señorito” significa hijo de un señor de representación, amo con respecto a los criados, joven acomodado y ocioso, en Andalucía toma connotaciones que afectan a una forma especial de vestir y de comportarse. Actualmente decir de alguien que es un “señorito andaluz” es casi un insulto pues significa hombre adinerado, dueño de tierras, de escasa formación cultural que mira por encima del hombro a todos los que trabajan para él y abusa de su poder llegando a ser un auténtico tirano, dando lugar a situaciones feudales. A pesar de ser absolutamente conservadores y católicos sus grandes pasiones son el alcohol, el juego y las mujeres. Ejemplo de falsa sencillez, de falso paternalismo.


Encontramos a hombres cabales y trabajadores que son felices siendo así pero que pierden la cabeza por el capricho de una mujer y lo abandonan todo por seguirla,

quedando desengañados después.
Manolillo Reyes, cañí muy cabal,
en su vieja fragua feliz trabajaba
y siempre cantando fundía el metal,
que de los quereres pa na se acordaba.
Pero poco tiempo duró su alegría
que una mala hembra por Graná pasó
y entre los hechizos de su brujería
a Manolo Reyes loquito volvió. [...]
A correr el mundo con ella se fue
y por su capricho dejó la herrería,
que era poca cosa para tal mujer
dejar junto al yunque la flor de su vida.
Pasó lo de siempre porque estaba escrito:
por un rico payo al cañí dejó,
y el pobre gitano desengañadito
a su vieja fragua de nuevo volvió. [...]
(Manolo Reyes)

Algo que se considera típico español es el piropo. La evolución de las costumbres ha hecho que el piropo se use cada vez menos en España. De hecho, “oficialmente” está estigmatizado. Sin embargo, como ocurre con tantas otras realidades, el piropo tiene plena vigencia en Hispanoamérica. Los hombres en las coplas son grandes piropeadores, dados a la lisonja. El piropo puede usarse como primer paso antes de conseguir algo más. Hay que pensar que en una época donde la represión sexual era ley, el piropo era la forma más decorosa de mostrar el interés hacia una mujer sin que ésta se ofendiera. En la actualidad algunas mujeres lo consideran machista, pero hay que situarse en contexto y en la época, si el piropo era simpático y halagüeño la mujer se ruborizaba al tiempo que sentía una íntima satisfacción al oír la exaltación de su belleza. El hombre puede llegar a igualar a una mujer con la Virgen por su belleza.

[...] Rajahdesa de mi alma,
la de los labios de fresa,
quién pudiera conseguir
la Rajahdesa
y en su brazos morir. [...]
(La Rajahdesa)

[...] La novia que yo tengo
Carmen se llama
y de toas las mocitas
lleva la palma. [...]
(Romería de Quintillo)

[...] Era ya casi de día y al cruzar la Macarena,
un mocito pinturero que la vio tan rejuncal
le dijo: -Si usted quisiera, en ese cuerpo, morena,
le iba yo a hacer más reformas que Azaña en lo militar. [...]
(Siempre Sevilla)

[...] Rocío, ay mi Rocío,
manojito de claveles,
capullito florecido,
de pensar en tus quereres
voy a perder el sentido,
porque te quiero, mi vida,
como nadie te ha querido,
Rocío, ay mi Rocío. [...]
(Rocío)

[...] Y por las tardes, como una rosa
de los jardines que hay a la entrá,
pintaba a Trini pura y hermosa
como si fuera la Inmaculá.
Y decía el chavalillo:
-Pa qué voy a entrar ahí,
si es la Virgen de Murillo
la que tengo frente a mí.
Triniá, mi Triniá,
la de la Puerta Real,
carita de nazarena,
con la Virgen Macarena
yo te tengo compará;
algo tu vida envenena,
qué tienes en la mirá
que no me pareces buena,
Triniá, mi Trini, -ay- mi Triniá. [...]
(Triniá)

[...] ¡Ay, María Magdalena,
que a tos tus besos has dado,
rosa de carne morena! [...]
(María Magdalena)

[...] – Sal a mi encuentro, niña,
que por tus besos yo estoy penando,
rosa de abril. [...]
(Copla del Burrero)

[...] Doña Sol, lucero mío,
eres tú lo que más quiero. [...]
(Doña Sol)

[...] ¡Soleá... Soleá del alma mía!
blanca rosita de abril,
me estás quitando la vida. [...]
(Soleá)

[...] ¡Ay, Maricruz, Maricruz!
Maravilla de mujer;
del barrio de Santa Cruz
eres un rojo clavel. [...]
(¡Ay, Maricruz)

[...-¡Ay, corazón- qué bonita es mi novia!
¡Ay, corazón- asomá a la ventana! [...]
(No te mires en el río)

[...y los manolos
te andan buscando
y por las calles
pasan gritando:
-¡Viva el jaleo, que viva!
¡Viva la Alhambra!
¡Que vivan los ojos negros,
negros, negritos de La Caramba!
(La Caramba)

...Rosita de Capuchinos,
vara de nardo y clavel,
dame el ramito más fino
del jardín de tu querer.
¿De qué rosal has robado
la sangre de tus mejillas,
si eres lo más delicado
de los parques de Sevilla? ...
(La Rosa de Capuchinos)

...Desde la arena
me dice: -¡Niña morena!,
¿por qué me lloras,
carita de emperadora? ...
(Francisco Alegre)

[...Tú eres muy bonita,
muy limpia y muy buena,
tienes la carita
de la Macarena, [...
(La vida es así)

Dentro de mi pulso te llevo metida,
eres la candela de mi pensamiento,
me bebo en tus labios la muerte y la vida,
y con tus achares, ceguera y tormento. [...
(Tú a mí no me quieres)

[...] -Rosita de abril y mayo,
rosita firme en el tallo, [...]
(Vete donde no te vea)

...Esperanza la de Utrera
es una rosa de plata y oro, ...
(Esperanza la de Utrera)

[...] Eres luna, sol y aurora – Pastora-,
tus ojitos son mi luz [...]
(Pastora)

...Y el mozo que la cantara
volvió otra vez a pasar:
-Los hoyitos de esa cara
yo los tengo que besar. ...
(Picadita de viruela)

Son numerosos los hombres casados que en la copla tienen relación con mujeres fuera del matrimonio, considerándose este amor por parte de la mujer como “un amor de pecado”, como “una mala pasión”. En la copla “No me mires a la cara” se menciona la palabra “delito” pero en este caso es la mujer casada quien abandona a su marido y se va de la casa, caso claro de adulterio. Lo que no queda claro es si la palabra “delito” se refiere a la infracción de las leyes o está usada como expresión hiperbólica de una traición muy grave a una persona que no se la merece, como expresión de una acción reprochable; todos sabemos que esta hipérbole también se usa con la palabra “crimen”. De todas maneras, por la legislación de la época, era un delito castigado por la ley, aunque es de carácter general el uso de esa unidad léxica. Lo mismo ocurre en “Tú eres mi marido”, pero en este caso es el hombre el adúltero. La palabra “delito” también aparece en “Con un pañuelito blanco”, pero en este caso está claro que no se refiere a ningún acto que haya atentado contra las leyes. En “Juan de Osuna” encontramos un “delito de conciencia” y en “Candelaria la del Puerto” aparece otro tipo de delito: un asesinato.

Para que un hombre cometiese adulterio tenía que hacer ostensible que tenía una querida, la cual era peor considerada que la engañada consentida y que la prostituta por lo que ocultaba su relación. El hombre casado cae en esta relación embrujado por una mujer a pesar de ser consciente de que este tipo de relación lo puede hacer “desgraciado”, pero no tiene fuerzas para dejar él la relación y pide que sea ella quien lo deje. El texto no nos explica en qué puede consistir esta desgracia, pero aparece como víctima cuando sabemos que la verdadera víctima de la sociedad es ella. Se observa que para ella este tipo de relación tiene connotaciones religiosas, “amor de pecado”, mientras para él tiene connotaciones sociales o familiares. El hombre aparece como títere: es ella quien lo embruja, es ella quien tiene la opción de dejarlo o seguir con él, es ella quien lo arranca de los brazos de la mujer-esposa, es ella quien lo deja para que la mujer-esposa no sufra, es la mujer-esposa quien lo perdona. En otros casos es la mujer la que tras enterarse de que él es casado se pone un hábito, es decir, hace una promesa para no quererlo y no siendo suficiente lo mata; o bien, completamente enamorada, no le importa enfrentarse a la pena y a las habladurías por amor. El hombre empieza una relación engañosa pues no dice cuál es su situación, pero será ella quien tome las riendas y no sólo lo deje sino que lo asesine por traidor, a él se le puede pasar por la cabeza matar a su esposa aunque no lo hace, pero ella no puede evitar por mucho que se engañe, ver los indicios de remordimiento. No es extraño que estas canciones, que independientemente de cuando fueran compuestas, desde entonces hasta hoy han sido cantadas, tuvieran tanto éxito en un tiempo donde la mujer era la que se veía dominada por el hombre. Si la mujer es la gran indefensa de la sociedad, es el actante que se puede calificar de fuerte en la copla, sólo pueden rendirla sus sentimientos.

Era un amor de pecado,
era una mala pasión,
porque era un hombre casado
y le di mi corazón.
Yo de mis padres no tuve miedo,
estaba loca por su querer,
y, con la fiebre de mi deseo
y de mis besos, a él lo embrujé.
igual que un preso entre rejas
él en mis brazos cayó,
y entre caricias y quejas
así le escuchaba yo:
Carcelera, carcelera,
la del color bronceado,
morenita y con ojeras
de terciopelo morado.
Apártame de tu vera,
que soy un hombre casado,
y, si dejas que te quiera,
me vas a hacé un desgraciado.
¡Carcelera, mi carcelera!
No me importó de la gente,
ni lo que hablaron de mí,
que me importó solamente
verlo gozar y sufrir.
Yo, que no tuve miedo ni pena
cuando a otros brazos se lo arranqué,
al ver el llanto de otra mujer.
-Vengo aquí por lo que es mío
arrodillá me pidió.
Le juré darlo al olvido
y ahora ya no escucho yo:
(Carcelera)

[...] El señor que la quería
dicen que mujer tenía
porque era un hombre casado
y cuando llegó a saberlo
ella, para no quererlo,
se echó un hábito morado. [...]
Ella callada, callada, -y olé
Pero el filo de la espada –y oléfue
el que una noche habló
y al señor que la quería
y que otra mujer tenía
sobre las piedras clavó. [...]
(La Macilenta)

Es tanto lo que decías
“te quiero más que a mi madre”,
que fui de tu brazo un día
delante de los altares. [...]
Anoche seguí tus pasos
hasta donde vive ella
y vi cómo la besabas
junto al quicio de la puerta.
Me puse blanca de luna
cuando te escuché decir:
-Como nadie te ha querido,
mi alma, te quiero yo a ti. [...]
(Yo no me quiero enterar)

El pintor la respetaba
lo mismo que algo sagrado
y su pasión le ocultaba
porque era un hombre casado. [...]
Ella rompió aquel cariño
y le dio un cambio a su vida,
y el pintor igual que un niño
lloró al mirarla perdida. [...]
(La Chiquita Piconera)

¿Por qué inclinas la cabeza?
¿Por qué llegas a la mesa
sin mirarme cara a cara? ¿Qué cavilas? ¿Dónde estás?
Como si un remordimiento
te amargara el pensamiento
y un delito me ocultaras que no puedes confesar.
¿Qué te pasa a ti, alma mía,
que desprecias la comida,
que te está asomando el llanto sin motivo ni razón [...]
¿Por qué duermes intranquilo?
¿Por qué vives siempre en vilo,
si yo no te pido cuentas de ande vienes ni ande vas? [...]
(Tú eres mi marido)

...-Lleva anillo de casado
me vinieron a decir,
pero ya lo había besado
y era tarde para mí.
Que publiquen mi pecado
y el pesar que me devora
y que tos me den de lado
al saber del querer desgraciado
que embrujó a La Zarzamora.
(La Zarzamora)

Yo no sé qué lengua mala
sopló aquel nombre en mi oído,
que yo abandoné tu casa
cuando aún estabas dormido.
Otro galán en mi puerta
esperaba mi delito. [...]
(No me mires a la cara)

[...] ¿Qué delito he cometido,
si sólo te he camelado
con tos mis cinco sentidos? [...]
(Con un pañuelito blanco)

En algún caso, el hombre casado, por el hecho de serlo, oculta su amor hacia la
mujer que no es su esposa y que, por las mismas razones, también ella calla el amor que siente hacia él. Más extraño todavía es que el hombre se enamore de una mujer y no tenga relaciones con ésta por respeto a su esposa. Como vemos el hombre casado o es infiel o no lo es por respeto a su esposa o por miedo a las consecuencias posteriores, pero no se encuentra a hombres enamorados de sus esposas, excepto en el “Romance de la Reina Mercedes”. La copla distingue claramente entre amor y matrimonio. En la institución no se encuentra el sentimiento y, mucho menos, la pasión. El amor se articula en un universo de carencias, de ausencias, en el dolor, no en la felicidad que es siempre transitoria y siempre está amenazada por toda clase de peligros.

El pintor la respetaba
lo mismo que algo sagrado
y su pasión le ocultaba
porque era un hombre casado.
Ella lo camelaba con alma y vida,
hechizá por la magia de su paleta,
y al igual que una llama se consumía
en aquella locura negra y secreta.[...]
¡Válgame San Rafael,
tener el agua tan cerca
y no poderla beber! [...]
¡Válgame la Soleá,
haber querido olvidarte
y no poderte olvidar!
(La Chiquita Piconera)

[...] si yo no fuera casado
contigo me iba a perder. [...]
(La Salvaora)

[...] De amores son mis heridas
y de amor mi desengaño
al verte dejar la vida
a los dieciocho años.
Adiós, princesita hermosa,
que ya besarme no puedes.
Adiós, carita de rosa,
adiós, mi querida esposa,
María de las Mercedes. [...]
España viste de duelo
y el rey no tiene consuelo,
¡María de las Mercedes!
(Romance de la Reina Mercedes)


En “La Ruiseñora” el hombre mata a su esposa, a pesar de que él la engaña con otra, porque lo ha desobedecido.

[...] -Se acabó lo que se dabale
dijo Paco Olivares
y la llevó hasta el altar.
Y ella que lo camelaba
se puso blanca de azahares,
y nunca volvió a cantar. [...]
Al Tres de Espadas corrió celosa
con la carita despavorida
y vio a su Paco que con la Rosa
en una mesa se divertía.
Subió derecha al tablado:
-¡Aquí está La Ruiseñora
pa lo que gusten mandar!
¡Lo de ése y yo se ha acabado!
¡Vuelvo a ser la cantaora!
¡Conque vamos a cantar!
-¡Pues se va a cumplir tu suerte!
Y al relámpago de un tiro
el café se iluminó;
ella vio llegar la muerte [...]
(La Ruiseñora)

Fin
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

El hombre en la copla española Empty Re: El hombre en la copla española

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.