Se llama copla democrático


Unirse al foro, es rápido y fácil

Se llama copla democrático
Se llama copla democrático
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

La venganza en la copla española

Ir abajo

La venganza en la copla española Empty La venganza en la copla española

Mensaje  Guasón Dom Jul 14, 2013 11:26 pm



14. La venganza

Devolver el agravio o el daño recibido es lo que se entiende por venganza. En la copla es la mujer la que se venga. Alguna vez la venganza se avisa, hay una amenaza antes de tomarse la justicia por su mano. Venganza en la copla puede significar pagar con la misma moneda, pagar con el engaño, con la traición, con las mismas palabras de desamor que se oyeron en el pasado. La venganza a veces consiste en actuar de la misma manera que él lo hizo en el pasado, es decir, cuando él vuelve ella lo rechaza aunque por dentro se esté muriendo de pena, pero la venganza puede llegar hasta el asesinato; aún no llegando a tal extremo el odio es evidente en la cantidad de insultos, maldiciones y malos augurios que se le desean al traidor. “Vengo a entregarme” es una excepción pues a pesar de que se lleva a cabo la mayor de las venganzas, la muerte, no es capaz de reunir fuerzas para aborrecerlo, pasando a ser una declaración de amor más intenso si cabe pues el amor continúa después de la muerte que ella misma provoca. El amor es aún más fuerte que el odio que da lugar a la venganza. En algunos casos la venganza no llega a llevarse a cabo, pero se tiene en el pensamiento para ejecutarla en cuanto se tenga ocasión.

[...] El señor que la quería
dicen que mujer tenía
porque era un hombre casado
y cuando llegó a saberlo
ella, para no quererlo,
se echó un hábito dorado.
Le decían los señores:
-¿Por qué te vistes así?
Porque paso los dolores
del huerto Getsemaní.
Ella callada, callada, -y olé-
Pero el filo de una espada –y olé-
Fue el que una noche habló
y al señor que la quería
y que otra mujer tenía
sobre las piedras clavó. [...]
(La Macilenta)

Como un clavel encendido
yo te entregué mi querer;
te di el agua de mis labios
pa que calmaras tu sed.
Te di mi lunita clara,
te di mi blanco azahar,
en monedas de cariño
ya no pude darte más.
Y por cosas de la vida
ahora me ves por la calle
como a una desconocida.
¡Que se me salten los ojos,
si yo te vuelvo a mirar!
¡Que la lengua se me caiga,
si yo te vuelvo a llamar!
¡Ojalá que tú cameles
a quien no te quiera a ti
y te dé a probar las hieles
que tú me distes a mí!
Pero me queda el consuelo
de que al llegar tu hora mala,
con un pañuelito blanco
yo te taparé la cara. [...]
(Con un pañuelito blanco)

[...] Maldigo estos ojos, maldigo estos labios
que fueron pa ti.
Maldigo mil veces el día y la hora
que te conocí.
Judas, más que Judas –Judas-,
qué difícil es ser fiel.
Noche del Huerto me has dado,
luna de Jerusalén.
Treinta dineros, vaya un caudal,
pa vender la rosita que estaba
cuajá en tu rosal.
Remordimientos te comerán
y en las ramas de una higuera vieja
te tendrás que ahorcar.
¡Judas, más que Judas,
Dios te castigará! [...]
Judas, más que Judas, Judas,
lo que pudo el oro en ti,
que lo mismo que un mal viento
deshojaste mi jardín. [...]
(Judas)

Póngame usted las esposas, señor Sargento Ramírez,
póngame usted los grilletes que será mejor así,
que estoy pensando una muerte, que no quiero cometerla,
que tengo un hijo y no quiero que se avergüence de mí.
Aunque no haya dao motivo, diga usted que soy ladrona,
que ando por malos caminos, que ofendí su autoridad,
pero póngame usted presa, señor sargento Ramírez,
que mis manos no responden si sigo con libertad. [...]
Si usted me hubiera escuchado cuando yo vine a entregarme,
no hubiera hecho la muerte que acabo de cometer.
Entre los juncos del río los dos se estaban besando
y una sombra blanquecina se apareció entre los dos.
Con un cuchillo de luna corté la flor de un “te quiero”,
los corales de su sangre el agua se los llevó. [...]
Señor sargento Ramírez,
martirio me dio un cristiano
y he tenido que tomarme
la justicia por mi mano.
Yo misma te he dao la muerte
pero me falta, serrano,
valor para aborrecerte.
(Vengo a entregarme)

[...Son cosas que pasan.
La vida es así.
Tú vive a tus anchas, que nadie en el mundo
me ha visto sufrir.
Yo a ti no te guardo
por esto rencor,
y ojalá que nunca por este mal pago
te castigue Dios.
Yo soy muy bonita,
muy limpia y muy buena,
soy una varita
de blanca azucena,
y a los veinte años con esta carita
me muero de pena.
(La vida es así)

[...] Yo no le mando estas ducas ni a mi peor enemigo,
que nadie sabe el calvario que estoy pasando por ti.
Yo te lo voy a jurar
por las cruces de esta reja:
-Me las tienes que pagar.
(A ver si me quieres)

[...] ¡Malditos sean mis labios
por los besos que te di!
¡Maldita sea la hora
en que yo te conocí!
Permita Dios que te vea
ir de cancela en zaguán
y que nadie te socorra
con un cachito de pan.
Descuida, serrano,
de esta cuentecita en paz quedaremos,
arrieros somos y tarde o temprano
en el caminito nos encontraremos.
Te vas a quedar reinando
en mis clisos de gitana,
y te irás enamorando
de la noche a la mañana.
Tengo que verte pidiendo
caridad por mis umbrales
y yo decirte riendo:
-Anda, ve y que Dios te ampare.
El día que tú te mueras
voy a poner por Sevilla
luminarias y banderas.
(Arrieros somos)

...Corrió como loca buscando la reja
en donde de otra los besos bebía,
y un grito de muerte se oyó en la calleja
mientras que unos ojos quedaban sin vida.
Vayan los jueces pasando,
vayan firmando, que está esperando
Lola Puñales. ...
Lo maté a sangre fría
por hacer burla de mí,
y otra vez lo mataría
si volviera a revivir.
Conque apunte el escribano
que al causante de mis males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarme la mano
lo mató Lola Puñales.
(Lola Puñales)

¿Te acuerdas de aquel instante
que yo te escuché decir:
-A mi novia, niña, no le gusta el cante,
¡vete ya de aquí!
Con esas palabras, con esa moneda
te vengo a pagar:
-Vete donde no te vea,
en mi casa estás de más. [...]
¿Te acuerdas tú de aquel día
que yo me quise morir
y en lugar de un ole a una copla mía
me echaste de aquí?
Con esas palabras, con esa moneda
te vengo a pagar.
-Vete donde no te vea,
en mi casa estás de más.
(Vete donde no te vea)

[...] Tienes que merecerme, falso cristiano,
y pasar el calvario que yo pasé, [...]
Tengo que volver a verte
llorando y arrepentido.
(Como dos barquitos)

[...] Volviste a mí después de un año
con las banderas de la paz
y te miré como a un extraño:
-¡A mí, dinero y nada más! [...]
Y ha ganao lo suficiente,
mire usted qué habilidad,
pa que no haya un juez clemente
que te quiera perdonar.
Los mimbres de mi cintura
te metieron en la trena
como en una sepultura,
¡Y de luto vestí la hermosura
de Antonia la de Aracena!
(Antonia la de Aracena)

[...] Yo he venido a convencerte de que debes olvidarlo
y aventar como cenizas la esperanza de ese amor;
esto, maña, es un consejo; que, si no quieres tomarlo,
vas a ver rodar tu fama de zaguán en corredor.
Mas, si llego a convencerme que eres tú quien lo sonsaca,
quien lo vuelve medio loco con tus artes de mujer,
por mi madre te lo juro que, sin gritos ni sin faca,
con mis manos yo te arranco la raíz de tu querer.
Hazme caso y olvida el cantar
que ni un día debiste escuchar:
(Rondalla de celos)

[...] Yendo de juerga en su coche
con corona de marqués,
le dieron muerte una noche
en la calle Lavapiés.
Nadie el motivo sabía,
nadie conoce la clave.
La niña que le vendía
la lotería sí que lo sabe.
Quizás que un mismo cuchillo
vengó una doble traición.
Envuelto en su mantoncillo
va el estribillo de este pregón: [...]
(¡Mañana sale!)

[...] Quieres pagarme con tres monedas,
por si te mueres, morir tranquilo.
Mas no hay dinero para esa cuenta saldar conmigo,
ni un abogado que eche la firma de tu perdón.
Yo sólo quiero que cobre en sangre Lola Castigo
lo que ha llorado Pepa Alegría por tu traición.
Para cien años y un día
tres veces yo te maldigo:
una, por Pepa Alegría,
y dos, por Lola Castigo. [...]
(Pepa Alegría)

[...] Y sin vida lo encontraron a la puerta de Pilara
pero nadie da razones para el caso esclarecer,
y los jueces no supieron en verdad quién lo matara
en legítima defensa de su honra y su querer. [...]
(La jota de mi balcón)

[...] quien se acerque a mis umbrales
no dirá que no le advierto,
que entre lirios y rosales
ha sembrao también puñales
Candelaria la del Puerto.
(Candelaria la del Puerto)

...Por tu madre lo juraste
con la luna por testigo
y con sangre lo pagaste
por no casarte conmigo. ...
(Bajo un limón limonero)

En “Vamos a dejarnos” la protagonista no se venga del hombre que la abandona, se venga de los hombres en general culpando de ello a quien la abandonó.

[...] Ya sabrás que a más de cuatro
le partí los corazones,
con tus mismas palabritas,
con tus mismas intenciones.
No sentí remordimientos
al mirarlos padecer
y yo escuchaba sus penas
como quien oye llover.
Si de la muerte de alguno
cuentas me quieren pedir,
tú cumplirás la sentencia
por enseñarme a decir: [...]
(Vamos a dejarnos)

Si él se venga alguna vez es levantando un falso testimonio porque ella lo ha despreciado, pero ella no se resignará y se vengará a su vez, cómo no, matándolo o volviéndolo loco y dejando así limpia su reputación. Una reputación manchada sin razón no tiene perdón en el corpus analizado.

[...] Clavado en un limonero,
con una muerte de acero,
la justicia lo encontró.
Dijeron en los papeles
que a aquel hombre lo mató
el cantar del vele, vele. [...]
Con el vele, vele, vito,
con el vele, vele, vi,
ya se acabó el señorito
que andaba detrás de mí.
Con el vele, vele, vele,
con el vele, vele, va,
que caros son mis claveles
un martes de carnaval.
Por fin se cumplió el castigo
del vele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vida.
(La Clavelona)

[...] Antonio el de Punta Umbría
le dijo que la quería,
pero Candela lo rechazó,
y el mozo en los mostradores
apuestas hizo de amores
y una calumnia le levantó. [...]
Candelaria la del Puerto ante el falso testimonio,
en lugar de echarse luto, se ha vestido de color,
y la gente la miraba ir del brazo del Antonio
que gastaba en sus caprichos más dinero que un milord.
El pueblo dijo y redijo
que fue por mor de un alijo
de unos brillantes y de un collar.
Y a Antonio el de Punta Umbría,
con un tiro y ya sin vida,
lo echó a la playa la bajamar. [...]
Candelaria la del Puerto
no sabe de na
para contestar
que si fue un delito;
y lo jura y es bien cierto
que en tocante a amor
nunca discutió
con el tal mocito.
Una copla levantaron
contra mí como un puñal,
y las olas se encargaron
de vengarme del cantar.
Soy yo misma carcelera
de las tapias de mi huerto
y, si alguno se atreviera,
por mis vivos y mis muertos,
que lo mismo que las fieras
contra tos se defendiera
Candelaria la del Puerto. [...]
Voy vestida de cristales
con el alma al descubierto,
quien se acerque a mis umbrales
no dirá que no le advierto,
que entre lirios y rosales
ha sembrao también puñales
Candelaria la del Puerto.
(Candelaria la del Puerto)

Rosa la de los lunares,
escondiendo sus pesares,
en la reja lo citó;
y Francisco el de Sanlúcar
se tragó el terrón de azúcar
que la niña le ofreció.
Y a la semana Sevilla entera
lo vio por plazas y callejones,
con el semblante como la cera
y hablando solo por los rincones.
Como un cirio requemado
se apagó poquito a poco
hasta que se lo han llevado
a la casa de los locos.
Rosa la de los lunares
tiene la fama como el cristal;
quien la lleve entre cantares
tarde o temprano lo ha de pagar.
Ya está loco y enterrado
quien la copla me inventara;
la razón se la han nublado
los ojitos de mi cara.
Y Sevilla me coloca
mi corona de azahares;
ya no va de boca en boca
Rosa la de los lunares.
(Rosa la de los lunares)


Hay mujeres que esperan que los hombres sean quienes las venguen.

[...] Ella no busca a su amante,
que a su hijo va a buscar,
para que más adelante
su dolor pueda vengar. [...]
(La Mariana)


También se le puede desear el mal a la gente que ha hecho que los enamorados se alejen.

[...] Mal fin tenga la lengüita -¡maldita! –
que de mí te murmuró,
y con cuatro palabritas -¡chiquitas!-
mi castillo derrumbó.
Han sembrado la cizaña
en las rosas de mi abril,
y no doy con la guadaña
pa segarla de raíz. [...]
(A tu puerta)

Fin
Guasón
Guasón
Admin

Mensajes : 15385
Fecha de inscripción : 30/01/2012

https://sellamacopla1.forumotion.com

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.