Azucena (estampa)
Página 1 de 1.
Azucena (estampa)
AZUCENA
Estampa (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
(Luis se dirige hacia la muchacha que se acoge a él llorando su desamparo. Tratando de consolarla comienza a cantar su zambra llena de dulzura para ella y tremante de indignación para el hijo. Éste mira y escucha inmóvil, avergonzado, mientras Azucena resucitada por la voz cariñosa y razonable de Luis, danza alrededor de éste llena de gratitud y de alegría)
MÚSICA
Zambra
No me llores, niña,
que están los luseros
desesperaítos
de verte llorá,
y ese chavalillo,
que yo tanto quiero,
tó lo que te deba
te lo ha de pagá.
(A Manuel)
¿No te da vergüensa?
¿No te da doló?
No la martirises como un bandolero,
porque antes prefiero que te lleve Dió.
(A Azucena)
Desde que te bautismaron,
con er nombre de Asucena,
tienes tú las intensiones,
limpias como una patena.
Que ninguno de mi sangre
quiera haserte una traisión,
porque yo seré cuchillo
de mi propio corasón.
Que no paga en este mundo
con sien años de condena
quién pone lirios moraos
en tu cara de Asucena.
(A Manuel)
¡Pena!
¡No te da a ti pena!
¡Dímelo, sentrañas mías!
¡Quiérela porque es tan buena
que no te la meresías!
¡Es una blanca Asusena!
Manuel:
Fandangos:
Diera mis sinco sentíos,
porque tú me perdonaras.
Luis:
Si vuelves arrepentío,
seca er llanto de esta cara
que son gotas de rosío.
(Manuel , arrepentido, se ha acercado a Luis, y éste, con el final de la canción, hace mutis llevando bajo su amparo y su autoridad a Manuel y Azucena)
CORTINA
Estampa (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
(Luis se dirige hacia la muchacha que se acoge a él llorando su desamparo. Tratando de consolarla comienza a cantar su zambra llena de dulzura para ella y tremante de indignación para el hijo. Éste mira y escucha inmóvil, avergonzado, mientras Azucena resucitada por la voz cariñosa y razonable de Luis, danza alrededor de éste llena de gratitud y de alegría)
MÚSICA
Zambra
No me llores, niña,
que están los luseros
desesperaítos
de verte llorá,
y ese chavalillo,
que yo tanto quiero,
tó lo que te deba
te lo ha de pagá.
(A Manuel)
¿No te da vergüensa?
¿No te da doló?
No la martirises como un bandolero,
porque antes prefiero que te lleve Dió.
(A Azucena)
Desde que te bautismaron,
con er nombre de Asucena,
tienes tú las intensiones,
limpias como una patena.
Que ninguno de mi sangre
quiera haserte una traisión,
porque yo seré cuchillo
de mi propio corasón.
Que no paga en este mundo
con sien años de condena
quién pone lirios moraos
en tu cara de Asucena.
(A Manuel)
¡Pena!
¡No te da a ti pena!
¡Dímelo, sentrañas mías!
¡Quiérela porque es tan buena
que no te la meresías!
¡Es una blanca Asusena!
Manuel:
Fandangos:
Diera mis sinco sentíos,
porque tú me perdonaras.
Luis:
Si vuelves arrepentío,
seca er llanto de esta cara
que son gotas de rosío.
(Manuel , arrepentido, se ha acercado a Luis, y éste, con el final de la canción, hace mutis llevando bajo su amparo y su autoridad a Manuel y Azucena)
CORTINA
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|