La viudita Matarile
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La viudita Matarile
LA VIUDITA MATARILE
Estampa y Mazurka (1960)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
LA COPLA MORENA
ACTO SEGUNDO – Cuadro XVII
Apacible y frondoso lugar en las afueras de una localidad sudamericana, hacia mil ochocientos y tantos. Un cuartel al fondo y más allá el mar. La viudita Matarile, joven, linda y ataviada con un traje de mucho “repomporé” y pájaros en la cabeza, alegremente enlutada, sale muy modosita y canta:
I
La viudita Matarile,
en América me han puesto,
y lo mismo aquí, que en Chile,
tengo el nombre pa los restos.
Dos esposos en Tampico,
los dos siguientes en Bogotá,
han hincao, los cuatro, el pico
y es permanente mi viudedá.
Desde Barranquilla
hasta Mar de Plata
corre esta letrilla
que me mata, mata:
Estribillo:
La viudita Matarile,
matarile-rile-rón,
con sus veinticinco abriles
hace el daño de un ciclón.
Ha matado a don Ricardo,
ha matado a don Tomás,
a un teniente del Resguardo
y a su primo Nicolás.
Son sus ojos dos fusiles
que disparan a traición;
no hay varón que no aniquile
la viudita Matarile,
matarile-rile-rón.
II
Hoy adoro a don Teodoro,
brigadier de Las Antillas,
que me gusta, aunque es un loro,
más que un plato de natillas.
(Sale don Teodoro, de gracioso uniforme)
¡Qué medallas, qué bigotes!
Nadie al mirarle va a suponer
que no está para esos trotes
según confiesa mi brigadier.
Teodoro:
Pero, sus encantos,
conquistar no puedo.
¡Has matao a tantos,
que te tengo miedo!
2º Estribillo:
La Viudita:
La viudita Matarile,
matarile-rile-rón,
con sus veinticinco abriles
te dará su corazón.
Teodoro:
Has matado a don Ricardo,
has matado a don Tomás,
y aunque tú eres un petardo
a mí no me matarás.
La Viudita:
Son mis ojos dos fusiles
y no tienes salvación,
ya te hará que te espabiles
la viudita Matarile,
matarile-rile-rón.
(Mutis ambos cogidos del brazo y bailando cómicamente)
CORTINA
Estampa y Mazurka (1960)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
LA COPLA MORENA
ACTO SEGUNDO – Cuadro XVII
Apacible y frondoso lugar en las afueras de una localidad sudamericana, hacia mil ochocientos y tantos. Un cuartel al fondo y más allá el mar. La viudita Matarile, joven, linda y ataviada con un traje de mucho “repomporé” y pájaros en la cabeza, alegremente enlutada, sale muy modosita y canta:
I
La viudita Matarile,
en América me han puesto,
y lo mismo aquí, que en Chile,
tengo el nombre pa los restos.
Dos esposos en Tampico,
los dos siguientes en Bogotá,
han hincao, los cuatro, el pico
y es permanente mi viudedá.
Desde Barranquilla
hasta Mar de Plata
corre esta letrilla
que me mata, mata:
Estribillo:
La viudita Matarile,
matarile-rile-rón,
con sus veinticinco abriles
hace el daño de un ciclón.
Ha matado a don Ricardo,
ha matado a don Tomás,
a un teniente del Resguardo
y a su primo Nicolás.
Son sus ojos dos fusiles
que disparan a traición;
no hay varón que no aniquile
la viudita Matarile,
matarile-rile-rón.
II
Hoy adoro a don Teodoro,
brigadier de Las Antillas,
que me gusta, aunque es un loro,
más que un plato de natillas.
(Sale don Teodoro, de gracioso uniforme)
¡Qué medallas, qué bigotes!
Nadie al mirarle va a suponer
que no está para esos trotes
según confiesa mi brigadier.
Teodoro:
Pero, sus encantos,
conquistar no puedo.
¡Has matao a tantos,
que te tengo miedo!
2º Estribillo:
La Viudita:
La viudita Matarile,
matarile-rile-rón,
con sus veinticinco abriles
te dará su corazón.
Teodoro:
Has matado a don Ricardo,
has matado a don Tomás,
y aunque tú eres un petardo
a mí no me matarás.
La Viudita:
Son mis ojos dos fusiles
y no tienes salvación,
ya te hará que te espabiles
la viudita Matarile,
matarile-rile-rón.
(Mutis ambos cogidos del brazo y bailando cómicamente)
CORTINA
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