Chistes Guasones

Un joven de unos 27 años, de aspecto robusto, se había mudado recientemente para un barrio en el cual no conocía a nadie. Había pasado una semana y decidió ir a un bar para intentar hacer algunos amigos. Al llegar, se sentó en la barra y pidió un güisqui; del otro lado, bien visible, había una jarra gigante llena hasta el borde de billetes de 10 euros y le preguntó al barman si se trataba de donaciones o de algún concurso. El barman le explicó que quien quisiera participar tenía que depositar 10 euros y si pasaba las tres pruebas necesarias ganaría todo el dinero de la jarra. El joven se interesó y le preguntó cuales eran las pruebas, pero el barman le dijo que primero tenía que depositar los 10 euros los cuales no eran recuperables una vez depositados a no ser que cumpliese las tres pruebas. La curiosidad y la tentación por aquel montón de dinero hizo con que el joven colocase en la jarra y el barman le dijo, esto es lo que tienes que hacer:

1) Tienes que beberte, de una vez, una botella entera de tequila picante sin hacer caretas. 2) En el patio detrás, hay un pit bull amarrado con cadena con una muela picada bastante dolorida; tendrás que sacárselo con tus propias manos. Y 3) Hay una señora de 90 años que está arriba y que nunca ha tenido un orgasmo en su vida; tendrás que conseguir darle ese placer.

El joven entendió el por qué aquella jarra enorme estaba llena de billetes y que nadie hubiese conseguido hacerse con todo ese dinero. Se conformó en haber pagado la novatada ya que otros lo habían hecho antes que él. Pidió otro güisqui mientras se reía de su novatada, pero la sonrisa se le fue apagando cuando tomó el tercero y al llegar al cuarto le preguntó decididamente al barman ¿Dónde está la botella de tequila?

El barman le dio la botella que agarró con las dos manos bebiéndosela de una vez y aunque las lágrimas le corrían por los carrillos no llegó hacer caretas, con lo que venció la primera prueba.

A seguir, salió al patio. Todos los que estaban en el bar escucharon el enfrentamiento, ladridos, aullidos, rugidos, gruñidos y bramidos; después, silencio total.

Cuando todos pensaban que el pobre joven estaba muerto, entró tambaleándose en el bar con la camisa hecha pedazos y cortes por todo el cuerpo y preguntó:

¿Dónde está la vieja con la muela picada?

Uno que entra en un bar, se toma dos cervezas y ya está a camino de irse tan campante. El barman lo llama y le dice: oiga que me debe 8 euros. ¿Cómo? le dice el cliente, ¿No te acuerdas de que ya te he pagado? -Está bien, si usted lo dice es porque me habrá pagado.

Ya en la calle, se encuentra con un amigo y le cuenta cómo se había tomado dos cervezas sin pagar; el amigo entra en el bar y aplica el mismo cuento y se va sin pagar.

Las voces van corriendo y entra un tercero que pide un whiqui con soda; cuando está terminando el segundo, el barman se le acerca y le dice: Sabes, hoy ha pasado algo curioso; dos tipos han venido, cada uno de ellos se ha tomado dos cervezas y no han pagado, pero han insistido que si; al próximo que me venga con ese cuento le meto la mano en la ... El cliente lo interrumpe y le dice: "Mira, barman, a mi no me molestes con tus problema, dame el cambio que yo ya me voy para casa"

[quote="Guasón"]Un joven de unos 27 años, de aspecto robusto, se había mudado recientemente para un barrio en el cual no conocía a nadie. Había pasado una semana y decidió ir a un bar para intentar hacer algunos amigos. Al llegar, se sentó en la barra y pidió un güisqui; del otro lado, bien visible, había una jarra gigante llena hasta el borde de billetes de 10 euros y le preguntó al barman si se trataba de donaciones o de algún concurso. El barman le explicó que quien quisiera participar tenía que depositar 10 euros y si pasaba las tres pruebas necesarias ganaría todo el dinero de la jarra. El joven se interesó y le preguntó cuales eran las pruebas, pero el barman le dijo que primero tenía que depositar los 10 euros los cuales no eran recuperables una vez depositados a no ser que cumpliese las tres pruebas. La curiosidad y la tentación por aquel montón de dinero hizo con que el joven colocase en la jarra y el barman le dijo, esto es lo que tienes que hacer:

1) Tienes que beberte, de una vez, una botella entera de tequila picante sin hacer caretas. 2) En el patio detrás, hay un pit bull amarrado con cadena con una muela picada bastante dolorida; tendrás que sacárselo con tus propias manos. Y 3) Hay una señora de 90 años que está arriba y que nunca ha tenido un orgasmo en su vida; tendrás que conseguir darle ese placer.

El joven entendió el por qué aquella jarra enorme estaba llena de billetes y que nadie hubiese conseguido hacerse con todo ese dinero. Se conformó en haber pagado la novatada ya que otros lo habían hecho antes que él. Pidió otro güisqui mientras se reía de su novatada, pero la sonrisa se le fue apagando cuando tomó el tercero y al llegar al cuarto le preguntó decididamente al barman ¿Dónde está la botella de tequila?

El barman le dio la botella que agarró con las dos manos bebiéndosela de una vez y aunque las lágrimas le corrían por los carrillos no llegó hacer caretas, con lo que venció la primera prueba.

A seguir, salió al patio. Todos los que estaban en el bar escucharon el enfrentamiento, ladridos, aullidos, rugidos, gruñidos y bramidos; después, silencio total.

Cuando todos pensaban que el pobre joven estaba muerto, entró tambaleándose en el bar con la camisa hecha pedazos y cortes por todo el cuerpo y preguntó:

¿Dónde está la vieja con la muela picada?


jajajajajajajaja, cuantas modificaciones ha sufrido este tu chiste, hace años era una viejecita de Tarifa.

pinfanilla escribió:

Guasón escribió:Un joven de unos 27 años, de aspecto robusto, se había mudado recientemente para un barrio en el cual no conocía a nadie. Había pasado una semana y decidió ir a un bar para intentar hacer algunos amigos. Al llegar, se sentó en la barra y pidió un güisqui; del otro lado, bien visible, había una jarra gigante llena hasta el borde de billetes de 10 euros y le preguntó al barman si se trataba de donaciones o de algún concurso. El barman le explicó que quien quisiera participar tenía que depositar 10 euros y si pasaba las tres pruebas necesarias ganaría todo el dinero de la jarra. El joven se interesó y le preguntó cuales eran las pruebas, pero el barman le dijo que primero tenía que depositar los 10 euros los cuales no eran recuperables una vez depositados a no ser que cumpliese las tres pruebas. La curiosidad y la tentación por aquel montón de dinero hizo con que el joven colocase en la jarra y el barman le dijo, esto es lo que tienes que hacer:

1) Tienes que beberte, de una vez, una botella entera de tequila picante sin hacer caretas. 2) En el patio detrás, hay un pit bull amarrado con cadena con una muela picada bastante dolorida; tendrás que sacárselo con tus propias manos. Y 3) Hay una señora de 90 años que está arriba y que nunca ha tenido un orgasmo en su vida; tendrás que conseguir darle ese placer.

El joven entendió el por qué aquella jarra enorme estaba llena de billetes y que nadie hubiese conseguido hacerse con todo ese dinero. Se conformó en haber pagado la novatada ya que otros lo habían hecho antes que él. Pidió otro güisqui mientras se reía de su novatada, pero la sonrisa se le fue apagando cuando tomó el tercero y al llegar al cuarto le preguntó decididamente al barman ¿Dónde está la botella de tequila?

El barman le dio la botella que agarró con las dos manos bebiéndosela de una vez y aunque las lágrimas le corrían por los carrillos no llegó hacer caretas, con lo que venció la primera prueba.

A seguir, salió al patio. Todos los que estaban en el bar escucharon el enfrentamiento, ladridos, aullidos, rugidos, gruñidos y bramidos; después, silencio total.

Cuando todos pensaban que el pobre joven estaba muerto, entró tambaleándose en el bar con la camisa hecha pedazos y cortes por todo el cuerpo y preguntó:

¿Dónde está la vieja con la muela picada?


jajajajajajajaja, cuantas modificaciones ha sufrido este tu chiste, hace años era una viejecita de Tarifa.

!No sabes tú las ganas que tenía de mencionar a una otra, pero en fin...!

Así me gusta, callaito que estás mas guapo, recuerda que no todo el mundo tiene el mismo sentido del humor, aunque a toro pasado tengo que confesar que estoy enamorada, no hombre que se me ha ido la frase, lo que tengo que confesar es que con este chiste estuviste a puntito de cabrearme de verdad.

pinfanilla escribió:Así me gusta, callaito que estás mas guapo, recuerda que no todo el mundo tiene el mismo sentido del humor, aunque a toro pasado tengo que confesar que estoy enamorada, no hombre que se me ha ido la frase, lo que tengo que confesar es que con este chiste estuviste a puntito de cabrearme de verdad.

Me alegro de que estés enamorada, guapa; te lo mereces. Ese chiste es americano, o por lo menos está escrito en inglés y no dice la mitad de lo que digo yo ya que intento darle mi toque personal. Yo tengo mi manera de contar los chistes y hacer las bromas; si no son fuertes o las bromas no son dichas con seriedad no me parecen ni chistes ni bromas. Muchas veces veo como se les va emblanqueciendo la cara a las cajeras, camareras y dependientas cuando les hago una broma; me pongo tan serio que llego a asustarlas o no saben como reagir ante asuntos tan serios como los que yo propongo; después, cuando ven que es una broma se hartan de reír. Imagínate en un restaurante diciéndole a la camarera que soy un investigador de inmigración, que quiero hablar con el gerente inmediatamente y que quiero todas las camareras reunidas en la entrada del restaurante. La camarera se pone blanca pensando que hay algún problema serio y antes que salga volando en busca del gerente le pregunto ¿sabes por qué quiero ver a todas las camareras? -No señor, me dice, y yo le respondo: Es que quiero ver si hay alguna más guapa que tú, porque eso es imposible. Es cuando suspira, me pone la mano en el hombro y le da un ataque de risa; después me dice !vaya manera de decir piropos!

Un tío entra en un bar y pide tres cervezas. Así que el barman se las trae, comienza a beber, de forma alternativa, un sorbo de una, de otra y de otra hasta que termina de beberse las tres. Pide otras tres y el barman le dice: mire, yo se que le gusta la cerveza fría; si quiere le pongo una y cuando esté acabando le pongo la otra hasta completar las tres, ¿qué le parece? El tío le responde: usted no entiende, es que tengo dos hermanos, uno que está en Australia y otro en Irlanda; nos hicimos una promesa de que cada sabado continuaríamos bebiendo juntos, por lo que ahora mis dos hermanos también tienen tres cervezas y estamos bebiendo juntos.

Durante varias semanas, todos los sábados venía el cliente y el le servía las tres cervezas hasta que un día pidió sólo dos. Al servirle la segunda rodada, el barman le dijo con un poco de tristeza: -sabiendo su costumbre, quiero expresarle que siento mucho el que haya perdido uno de sus hermanos. El cliente le dijo: No hombre, mis hermanos están bien es que yo he dejado la bebida.

Un tío entra en un bar y pide doce chatitos de vino fino amontillado y así que el barman se los sirve se los zampa uno atrás de otro con la mayor rapidez posible. El Barman le pregunta ¿por qué se lo ha tomado usted tan rápido sin saborearlos? El tío le dice: "si usted tuviese lo que tengo yo haría lo mismo" -¿Pero qué es lo que tiene usted? - Verás, creo que el total de mis calderillas no pasan de 85 céntimos.