LETRAS DE COPLAS (R)

ROMEROS EN EL ROCÍO
Pasacalle (1978)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano

Versión grabada por:
Isabel Pantoja
I
Yo no sé que tiene esta Andalucía
que llaman la baja,
que en las devociones, de sus romerías,
el Ave María, se canta …,
se canta al son de sonajas.
Y ahí está la cosa, y ese es el salero,
sin ponerse triste, decirle a la virgen,
¡Ay Blanca Paloma! lo que yo te quiero.
Carretas como doseles,
jinetes con señorío,
los bueyes con cascabeles,
entre el polvo del gentío.
De romería, de romería,
loca voy llena de orgullo
con el hombre de mi vía.
Bien meresía, bien meresía,
un cariño como el suyo
el venir de romería.
De romería, de romería.
Mire usté que grasia
la de esas carretas
que van al Rosío,
con sus farolillos,
con su cadenetas
y siempre repletas de coplas,
de copla y de mujerío.
Un mantón bordao,
peines de colores,
vino amontillado
que quita el sentío
y unas caras guapas
que son como flores.
Carretas con colorines
salpicadas de claveles;
potros luciendo en sus crines
manojitos de caireles.
En ti confío, en ti confío, luz y estrella de mi vía,
virgencita del Rocío.
Con señorío, con señorío
va en sus andas, la Pastora,
aclamá por el gentío.
En el Rocío, en el Rocío.
¡Viva la virgen del Rocío!
Blanca Paloma, Blanca Paloma,
pa cantar tu letanía
en el mundo no hay idioma.
Blanca Paloma, Blanca Paloma, eres sol de mi alegría
y rosal de eterno aroma.
Blanca Paloma, Blanca Paloma.

LA JOTA DE MI BALCÓN / RONDA DE AMORES
Pasacalle / Jota (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Imperio de Triana, Isabelita Sánchez
I
Cada noche hasta mi reja me traía un juramento:
yo te juro mi Dolores que nos vamos a casar.
Mas después que me dejaba, repetía el mismo cuento
en la reja de Carmela y en la puerta de Pilar.
Como yo por aquel hombre de cariño estaba loca,
los consejos que me dieron no los quise ni atender;
porque luego ante mi llanto, con las mieles de su boca,
me borraba aquellos celos que me hacían padecer.
Estribillo:
Me caiga una maldición
si no te quiero mañica.
Me caiga una maldición
y en una calle cualquiera
me partan el corazón.
Me partan el corazón
si no te quiero mañica.
II
Yo note que aquella noche el andaba un poco inquieto,
más no quise preguntarle de su angustia la razón.
Y más pronto que otras veces se marchó con su secreto
a encontrarse con la muerte en el negro callejón.
Y sin vida lo encontraron a la puerta de Pilara,
pero nadie dio razones para el caso esclarecer.
Y los jueces no supieron, en verdad, quien lo matara
en legítima defensa de su honra y su querer.
Estribillo:
Delante de mi balcón
báilame la jota maño.
Delante de mi balcón,
para quitarme este luto
que llevo en el corazón.
Que llevo en el corazón
báilame la jota maño.

RONDALLA DE CELOS
Pasacalle (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Conchita Piquer
I
Aquí tienes niña hermosa
las guitarras a tu puerta
pero falta en la rondalla
el galán de tu pasión;
y en su puesto hay una maña
que de celos viene muerta
a decirte dos palabras
corazón a corazón.
Tú no sabes que ese hombre
que te ronda enamorado,
y al que tú tras de la reja
no te cansas de escuchar,
va a hacer ya casi dos años
que un cariño me ha jurado,
nada menos que delante
de la virgen del Pilar.
Me cantaba lo mismo que a ti
y yo ciega de amor le creí:
Estribillo:
¡Ay, mi mañica querida!,
soy en amor pordiosero,
nadie me quiso en la vida,
nadie me ha dicho te quiero;
traigo el alma hecha jirones
de vagar por los caminos,
donde yo sembré canciones
recogí tan solo espinos.
¡Ay, mi mañica querida!,
Tenme, ¡por Dios! compasión,
hasta que cierre esta herida
que llevo metida en mi corazón.
II
Yo he venido a convencerte
de que debes olvidarlo
y aventar como cenizas
la esperanza de ese amor.
Esto, maña, es un consejo,
que si no quieres tomarlo
vas a ver rodar tu fama
de zaguán en corredor.
Más si llego a convencerme
que eres tú quien lo sonsaca,
quien lo vuelve medio loco
con tus artes de mujer;
por mi madre te lo juro,
que sin gritos, ni sin faca,
con mis manos yo te arranco
la raíz de su querer
Hazme caso y olvida el cantar
que ni un día debiste escuchar:
Estribillo:
¡Ay, mi mañica querida!,
soy en amor pordiosero,
nadie me quiso en la vida,
nadie me ha dicho te quiero;
traigo el alma hecha jirones
de vagar por los caminos,
donde yo sembré canciones
recogí tan solo espinos.
¡Ay, mi mañica querida!,
Tenme, ¡por Dios! compasión,
hasta que cierre esta herida
que llevo metida en mi corazón.

ROSA CANDELARIA
Zambra - Farruca (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Lola Flores
I
Tiene unos ojos extraños
y una boca carmesí
y en la sangre veinte años
acabados de cumplí.
Rosa Candelaria le dicen de nombre
-nombre de bandera-,
en donde de celos se encienden los hombres
como en una hoguera.
Del Sacromonte a la Alhambra,
un gitano renegrío,
va deshojando una zambra
sobre la plata del río.
Estribillo:
Ay, Rosa Candelaria
–amapola y azucena-
son tus ojos luminaria
en la noche de mi pena, ay, de mi pena.
Me has quitao la voz de mando
con tu hechiso zahorí
y no sé por dónde ando
si no voy detrás de ti.
Soy mendigo en tus esquinas.
Ven y escucha mi plegaria.
Tú serás la golondrina
que me quite las espinas …
¡Ay, mi Rosa Candelaria!
II
Ella se fue de Granada
un morado atardecer
y al chaval, la puñalada,
lo acabó de enloquecer.
Rosa Candelaria, por mó de tus clisos,
que eran mis candelas,
mi color moreno se ha vuelto pajiso
como las pajuelas.
Del Sacromonte a la Alhambra,
un gitano verde oliva,
va deshojando una zambra
que es una lágrima viva.
Estribillo:
Ay, Rosa Candelaria
–amapola y azucena-
son tus ojos luminaria
en la noche de mi pena, ay, de mi pena.
Me has quitao la voz de mando
con tu hechiso zahorí
y no sé por dónde ando
si no voy detrás de ti.
Soy mendigo en tus esquinas.
Ven y escucha mi plegaria.
Tú serás la golondrina
que me quite las espinas …
¡Ay, mi Rosa Candelaria!

ROSA DE LOS VIENTOS
Pasodoble (1945)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Carmela Montes
I
Barrio marinero
y una niña blanca como un jazminero;
era de bonita
y de salerosa como una barquita.
Los hombres rondando
las cuatro esquinitas de su plazoleta;
la niña girando de un cariño en otro
como una veleta.
Cuando viene en la mañana
sale el mocito a la má
y en la cruz de su ventana
deja esta copla clavá:
Estribillo:
¡Ay rosita de los vientos!
¡Ay!, candela del alma mía,
eres luna de tormento, ay,
y campanas de alegría;
tienes buenos sentimientos,
pero maligna perdía.
Voy a hacé un juramento
a la que está en la Mercé
y es que me llegue a queré
ay, mi rosita de los vientos.
II
¡Ay como te quiero!
Decía la gorra de aquel marinero
que de noche y día
hilaba la niña que no lo creía.
Con rabia callada,
veía a otros hombres cruzá su cancela,
y una madrugada
un grito de muerte se oyó en la plazuela.
Al penal de Cartagena
el marino fue a pará
y amarrao a su cadena
repetía este cantá:
Estribillo:
¡Ay rosita de los vientos!
¡Ay!, candela del alma mía,
eres luna de tormento, ay,
y campanas de alegría;
tienes buenos sentimientos,
pero maligna perdía.
Voy a hacé un juramento
a la que está en la Mercé
y es que me llegue a queré
ay, mi rosita de los vientos.
Final:
Eres luna de tormento, ay,
y campanas de alegría;
tienes buenos sentimientos,
pero maligna perdía.
Voy a hacé un juramento
a la que está en la Mercé
y es que me llegue a queré
ay, mi rosita de los vientos.

ROSA DE PASIÓN
Pasodoble (1935)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Maruja Tomás
I
La rosa de los vergeles
nació una noche de zambra
en la cuesta de Gomeres
a la entrada de la Alhambra.
Por un chaval granaino
Rosita fue deshojá,
la fló cayó en er camino
y fue por tóos pisá.
Y un hombre de garlochí
al recogerla der suelo
con pena le dijo así:
Estribillo:
Rosa de pasión,
tu carita es graciosa
y tus ojos son mi felisiá.
Rosa de pasión,
pero tienes espinas
que en mi corasón
vienes a clavá.
Tú que a los hombres has camelao
y de ellos fuiste la perdisión,
píes orvío pa tu pasao
y pa tus curpas quieres perdón.
Yo te lo daré,
rosa de pasión.
II
Le dio en sus brasos consuelo,
hogar, cariño y amparo,
fue pa su llanto pañuelo
y pa sus tinieblas faró.
Y aquella rosa floría
su amor no supo pagá,
vorvió de nuevo a la vía
en donde fue deshojá.
El hombre de garlochí
al verla otra vé en er suelo,
con pena le dijo así:
Estribillo:
Rosa de pasión,
tu carita es graciosa
y tus ojos son mi felisiá.
Rosa de pasión,
pero tienes espinas
que en mi corasón
vienes a clavá.
Tú que a los hombres has camelao
y de ellos fuiste la perdisión,
píes orvío pa tu pasao
y pa tus curpas quieres perdón.
Yo te lo daré,
rosa de pasión.

ROSA DE PUENTE GENIL

AUTORES:
PEREZ ORTIZ Y PANCHO POCE

DIEGO BENJUMEA

Doblaito con la cara entre las manos
toitos dicen que el gitano se quedó,
y un retrato entre sus dientes fue la herencia
que en el cuerpo de aquel hombre se encontró.
Hay quien dice que esta copla muy bajito
le escucharon poco antes morir,
y el retrato con su sangre tenía escrito
no te olvida...

Rosa de Puente Genil,
la que olvidó por parné
al mas bravío cañí
de la raza del querer,
que se murió de sentir
por una mala mujer:
Rosa de Puente Genil.


Los flamencos se descubren conmovios
cuando pasan por la cueva del calé,
y se arrancan de lo hondo del sentío
pensamientos que maldicen el querer.
Una noche que la luna sonreía
anunciando a noción del mes de abril,
en la puerta de la cueva se moría
la gitana...

Rosa de Puente Genil,
la que olvido por parné
al mas bravío cañí
de la raza del querer,
que se murió de sentir
por una mala mujer:
Rosa de Puente Genil.

https://www.youtube.com/watch?v=GJ5haLfv66s&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=39

ROSA DESVELÁ
Canción (1954)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Carmen Flores
I
Por mi calle con paso marchoso
la faja granate y el aire andalú,
tú vendrás a traerme, buen mozo, guirnaldas flamencas de flores de lú.
Jazmín y clavé
será tu queré,
Rosa, Rosa desvelá …
Rosa, Rosa desvelá …
Una novia temblando de gozo
detrás de su reja soñándote está.
II
Campanitas de plata y oro
cuando tú me quieras van a repicá
y en la lumbre de tus ojos moros
de amores, los míos, se van a quemá.
La cara tendré
iguá que er papé,
Rosa, Rosa desvelá …
Rosa, Rosa desvelá …
Que bordando y bordando un: “Te adoro” …
le dan las claritas de la madrugá.
III
De tu brazo por los olivares,
iré entre luceros al anochecé.
Y en mi oído serán tus cantares
arroyos de luna tejiendo un queré.
Candela y pasión
de mi corasón.
Rosa, Rosa desvelá …
Rosa, Rosa desvelá …
¡Ay, mi novio, no me desampares
que tengo las sienes cuajadas de azahá!

ROSA LA DE LOS LUNARES

ROSA, LA DE LOS LUNARES
Pasacalle (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Una canción muy representativa en el repertorio de Antoñita Moreno, firmada por el trío Quintero, León y Quiroga estrenada en el espectáculo DOLORES LA MACARENA

Versión grabada por:
Antoñita Moreno
I
Rosa, la de los lunares,
tiene que tiene una mare
bailaora de cartel;
pero en cambio la mosita,
es la rosa más bonita
de la Puerta de Jerez,
Paco Sanlúcar, que es un niñato
de los que a Rosa piden candela,
anda sacando los pies del plato
porque la niña no lo camela.
Y de taberna en colmao,
con sus malos sentimientos,
una copla le ha cantao
para que se la lleve el viento.
Estribillo:
Rosa, la de los lunares
¡ay, que penita, pena, me da!
lo mismito que su mare
deja bastante que desear.
Y confirma este murmullo
algo que dice Sevilla:
¿A qué viene tanto orgullo?,
¿A qué viene tanto orgullo?,
de tal palo, tal astilla.
Con que no te vuelvas loca
presumiendo de azahares,
que ya está de boca en boca,
que ya está de boca en boca,
Rosa, la de los lunares.
II
Rosa, la de los lunares,
escondiendo sus pesares,
en la reja lo citó;
y Francisco el de Sanlúcar
se tragó el terrón de azúcar
que la niña le ofreció.
Y a la semana Sevilla entera
lo vio por plazas y callejones,
con el semblante como la cera
y hablando solo por los rincones.
Como un cirio requemao
se apagó poquito a poco
hasta que se lo han llevao
a la casa de los locos.
Estribillo:
Rosa, la de los lunares
tiene la fama como el cristal;
quien la lleve entre cantares
tarde o temprano lo ha de pagar.
Ya está loco y encerrao
quien la copla me inventara;
la razón se le ha nublao,
la razón se le ha nublao
los ojitos de mi cara.
Y Sevilla me coloca
mi corona de azahares;
ya no va de boca en boca,
ya no va de boca en boca,
Rosa, la de los lunares.

Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Rosa, la de los lunares,
tiene que tiene una mare
bailaora de cartel;
pero en cambio la mocita,
es la hembra más bonita
de la Puerta de Jerez,
Paco Sanlúcar, que es un niñato
de los que a Rosa piden candela
anda sacando los pies del plato
porque la niña no lo camela.
Y de taberna en colmao,
con muy malos sentimientos,
una copla le ha cantao
para que se la lleve el viento.
Estribillo:
Rosa, la de los lunares
¡ay, que penita, pena, me da!
lo mismito que su mare
deja bastante que desear.
Y confirma este murmullo
algo que dice Sevilla:
¿A qué viene tanto orgullo?,
¿A qué viene tanto orgullo?
De tal palo, tal astilla.
Conque no te vuelvas loca
presumiendo de azahares,
que ya va de boca en boca,
que ya va de boca en boca,
Rosa, la de los lunares.
II
Rosa, la de los lunares,
escondiendo sus pesares,
en la reja lo citó;
y Francisco el de Sanlúcar
se tragó el terrón de azúcar
que la niña le ofreció.
Y a la semana Sevilla entera
lo vio por plazas y callejones,
con el semblante como la cera
y hablando solo por los rincones.
Como un cirio requemao
se apagó poquito a poco,
hasta que se lo han llevao
a la casa de los locos.
Estribillo:
Rosa, la de los lunares
tiene la fama como el cristal;
quien la llevó entre cantares
tarde o temprano lo ha de pagar.
Ya está loco y encerrao
quien la copla la inventara;
la razón se le ha nublao,
la razón se le ha nublao,
los ojitos de mi cara.
Y Sevilla me coloca
mi corona de azahares;
ya no va de boca en boca,
ya no va de boca en boca,
Rosa, la de los lunares.

ROSA MALENA


Hubo en Málaga la bella
un café de marineros,
donde España fue bandera
en la voz de los flamencos.

Al café de la Marina,
Rosa Malena llegó.
Se apuntó cuatro coplillas
y a los hombres embrujó.

Desde Málaga a Marbella,
por la playa iba y venía
la fama de la Malena.

Rosa Malena es una flamenca
que canta y baila como ninguna.
Rosa Malena es como una estrella,
y es su garganta la gloria pura.

Pero que pena que no seas buena,
Rosa Malena, Rosa Malena.
Pero que pena que no seas buena,
Rosa Malena, Rosa Malena.

Cuentan que Rosa Malena
tuvo un novio marinero,
y le daba la flamenca
el martirio de los celos.

Una noche de levante
en que a la mar no salió,
el marino en un desplante
de la niña se alejó.

Conoció tarde y con daño
la Malena en un instante
la pena y el desengaño.

Rosa Malena es una flamenca
que canta y baila como ninguna.
Rosa Malena es como una estrella,
y es su garganta la gloria pura.

Pero que pena que no seas buena,
Rosa Malena, Rosa Malena.
Pero que pena que no seas buena,
Rosa Malena, Rosa Malena.

https://www.youtube.com/watch?v=zfP4WjK8BiM

ROSA VENENOSA
Zambra (1961)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Clara Montes

Eres fina de cintura
como junco marinero
pero tiene una hermosura,
pero tiene una hermosura
y un embrujo traicionero.
¿Qué le has daíto a mi niño
que no atiende a mis razones
y se muere de cariño,
llorando por los rincones?
Rosa venenosa,
cáliz de amargura,
bajo la figura
de una buena moza.
Luna de pecado
que deja señales
de penas mortales
por donde ha pasado.
Eres una estrella
de color moreno,
y en tu negro pelo
se muere cualquiera.
Vete de su vera, vete de su vera
rosa venenosa.
Vete de su vera, vete de su vera
rosa venenosa.
Eres una estrella de color moreno.
Rosa venenosa, cáliz de amargura.

Versión grabada por:
Manolo Caracol, Manolo de Vega
Eres fina de cintura
como junco marinero,
pero tiene una hermosura,
pero tiene una hermosura
y un embrujo traicionero.
¿Qué le has daíto a mi niño
que no atiende a mis razones
y se muere de cariño,
llorando por los rincones?
Rosa venenosa,
cáliz de amargura,
bajo la figura
de una buena moza.
Luna de pecao
que deja señales,
de penas mortales
por donde ha pasao.
Eres una hoguera
de color moreno,
y en tu negro pelo
se muere cualquiera.
Vete de mi vera, vete de mi vera
rosa venenosa.

ROSA Y CLAVEL
Tanguillo (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Lola Flores
I
En el rosal de mi huerto
con letras de oro voy a poné:
“De noche, pena y suspiro;
por las mañana, rosa y clavé.”
Que vengan a mis umbrales
tóos los planetas en formasión;
y que vayan tocando las palmas
que está de fiesta mi corasón
Estribillo:
¡Ay, póngame usté,
cuatro peinesillos,
perlas de dublé
y un par de sarsillos.
Sapatitos de grana, yo quiero,
mantón de Manila;
que er más fino de tóos los luseros
lo sacan de pila.
Ponerle el faldón de raso,
pañales de encaje fino
y un gorro con siete lasos
que digan: “¡Viva el padrino!”.
Que vengan los andaluse
campanas a repicá.
¡Mi gloria cómo reluse
con su ropita de cristianá!
II
A las salinas de Cái
vino la guardia munisipá,
Ponen un bando disiendo:
“Pa un huevo frito no quea sá.
Se pagan diez mil reales
ar que averigüe quien fue el ladrón.”
Como ya han bautisao a mi niño,
que metan preso mi corasón.
Estribillo:
¡Ay, póngame usté,
cuatro peinesillos,
perlas de dublé
y un par de sarsillos.
Sapatitos de grana, yo quiero,
mantón de Manila;
que er más fino de tóos los luseros
lo sacan de pila.
Ponerle el faldón de raso,
pañales de encaje fino
y un gorro con siete lasos
que digan: “¡Viva el padrino!”.
Que vengan los andaluse
campanas a repicá.
¡Mi gloria cómo reluse
con su ropita de cristianá!

ROSA
Tanguillo (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Mari Rosa
I
Como los nardos, como los nardos
fue, de blanca, la niña de San Bernardo.
Qué maravilla, qué maravilla,
era lo más grasioso que había en Sevilla.
Qué salerosa, qué salerosa,
y pa colmo tenía por nombre Rosa,
y así cantaba er galán
que, en la reja, la enamoraba.
Estribillo:
Rosa pequeña y grasiosa,
rosa de pitiminí,
rosa la más delisiosa
¡ay!, la más hermosa
que en er mundo vi.
Ay, si fuera tu jardinero,
si fueras solo pa mí,
te hisiera un invernaero
con las puertas de marfí.
Rosa pequeña y grasiosa,
rosa de Pitiminí
II
Er juramento, er juramento
que aquel hombre la diera borró ar momento.
No lo quería, no lo quería,
y a un clavé dio la rosa de su alegría.
Poquito a poco, poquito a poco,
er mosito, de selos, se gorvió loco,
y en su locura,
repetía la copla de su amargura.
Estribillo:
Rosa pequeña y grasiosa,
rosa de pitiminí,
rosa la más delisiosa
¡ay!, la más hermosa
que en er mundo vi.
Ay, si fuera tu jardinero,
si fueras solo pa mí,
te hisiera un invernaero
con las puertas de marfí.
Rosa pequeña y grasiosa,
rosa de Pitiminí

ROSALÍA
Canción (1943)
Letra: Xandro Valerio y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Maruja Tomás
I De San Bernando a Triana
todos venían a vé
a una rosita temprana
que había en la Puerta Jeré.
Se llamaba Rosalía,
nombre de reina de de fló,
y era por su galanía
un capuyito de oló.
Y una noche el la calleja
perfumá de limoneros
dijo un mosito en su reja,
sintiéndose jardinero:
Estribillo:
¡Ay, Rosa, mi Rosalía,
rosa de pitiminí,
no hay rosa más ensendía
en to er mundo pa mí!
Por ti la vía daría.
¡Qué no daría por ti
si en mi corazón metía
estás de noche y de día
desde que te conosí!
¡Ay, Rosa, mi Rosalía,
rosa de pitiminí!
II De San Bernardo a Triana
ya ninguno viene a vé
a la mosita galana
que había en la Puerta Jeré.
Alguien la arrancó del tallo
dejándola abandoná
como una rosa de mayo
en er suelo deshojá.
Y en la calleja sombría
perfumá de limoneros,
ante la reja vasía
así llora er jardinero:
Estribillo:
¡Ay, Rosa, mi Rosalía,
rosa de pitiminí,
no hay rosa más ensendía
en to er mundo pa mí!
Por ti la vía daría.
¡Qué no daría por ti
si en mi corazón metía
estás de noche y de día
desde que te conosí!
¡Ay, Rosa, mi Rosalía,
rosa de pitiminí!

ROSARIO DE PENAS
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Paquita Rico
I
A las flores de la tierra
y a las estrellas der cielo
y a las corrientes del agua
y a los suspiros der viento.
Desde mi torre de orgullo
les pregunto por misterios
de este ramo de locura
que llevo en mi pensamiento.
¿Ay, por qué lloran mis ojos?
¡Ay, que no sé lo que tengo!
La luna a la medianoche
me lo escribió en un almendro:
Estribillo:
El lucero de la tarde,
la sombra del patinillo,
los cristales de la fuente
y el perro del cieguecito;
de tu rosario de penas
todos saben el motivo:
¡que estas queriendo a un gitano
con tos tus cinco sentios!
II
Señoríos y caudales
me paseaban la acera,
con juramentos de amores
se engalanaba mi reja.
¡Dame tu mano de esposa
porque me muero de pena!
y dé fuego en otra esquina
que yo no tengo candela.
¿Quién derribó mis murallas?
¿Quién arrió mis banderas?
Que el alma tengo cautiva
de una sonrisa morena:
Estribillo:
El lucero de la tarde,
la sombra del patinillo,
los cristales de la fuente
y el perro del cieguecito;
de tu rosario de penas
todos saben el motivo:
¡que estas queriendo a un gitano
con tos tus cinco sentios!

ROSARIO LA DE MARBELLA
Marcha (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Luisa Ortega
I
Una reja y una calle
y una niña en el balcón;
negros ojos, fino talle
y en la sien un clavelón.
Un mosito, por supuesto,
sin sabé por dónde i,
pues la lumbre de sus besos
lo tienen preso de un sinviví.
Estribillo:
Más que a nadie te quiero
carita de nardo juncal.
¡Jazmín y candela!
Por tus ojos me muero
y tú no me quieres mirar.
¡Clavito y canela!
Yo te nesesito
como er pan de cada día,
no es ningún delito
que te adore con pasión
Flor de calentura
lunita ensendía
pena y alegría
de mi sinrasón
Eres mi locura,
mi muerte, mi vía
y la cruz de guía
de mi corasón.
II
Un mosito de Triana,
con engaños la embrujó
y más nueve, la semana,
pa lo restos se paró.
Con la cruz de su farsía
siempre apostaba Manué
y combina noche y día
con la agonía de su queré.
Estribillo:
Más que a nadie te quiero
carita de nardo juncal.
¡Jazmín y candela!
Por tus ojos me muero
y tú no me quieres mirar.
¡Clavito y canela!
Yo te nesesito
como er pan de cada día,
no es ningún delito
que te adore con pasión
Flor de calentura
lunita ensendía
pena y alegría
de mi sinrasón
Eres mi locura,
mi muerte, mi vía
y la cruz de guía
de mi corasón.

ROSARIO LA GRANAINA
Zambra (1956)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Angelillo
Eres tú mi amor primero,
Rosario, y en el artá
con la flor del limonero,
con la flor del limonero
yo te voy a coroná.
Tú eres la rosa divina,
orgullo de mi rosá,
la caracola más fina
de las orillas del má.
¡Rosario la Granaína!
Te di mi palabra firme,
testigo la blanca luna;
serrana, vengo a pagarte
porque como tú, ninguna.
El agua vuelve a su cauce,
mi corazón a quererte;
de ti yo no me separo
aunque me dieran la muerte.
Eres tú mi amor primero,
Rosario, y en el artá
con la flor del limonero,
con la flor del limonero
yo te voy a coroná.
Tú eres la rosa divina,
orgullo de mi rosá,
la caracola más fina
de las orillas del má.
¡Rosario la Granaína!

ROSARIO
Zambra-Farruca (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Enrique Vargas el Príncipe Gitano
I
Cuando yo soñaba llegar a figura,
que hasta me quitaba el hambre a guantasos,
siempre mi refugio de sol y ternura
era, mi serrana, la paz de tus brasos.
Pero tú, de pronto, segá por el brillo
que da el oropé,
me dejaste solo, clavado un cuchillo
de acero en mi fe.
Estribillo:
Iguá que un relicario,
Rosario,
tu cariño yo guardaba.
Te vendiste a los sicario,
Rosario,
lo mismito que una esclava.
Ningún toro me hiso daño,
ni mi sangre derramó,
como el toro de tu engaño,
que en la sombra me embistió.
Por los clavos y el sudario,
Rosario,
de la Santa Majestá
y a pesá de mi calvario,
yo te juro, mi Rosario,
que te tengo perdoná.
II
Hoy que, de aquel sueño, tu vida despierta
por las amarguras que da el abandono,
no quiero que encuentres cerrada mi puerta
ni bajo mi techo la flor del encono.
Durante tu ausencia, quizás el castigo
mayor que sufrí,
fue pasar las noches soñando contigo,
contigo y sin ti.
Estribillo:
Iguá que un relicario,
Rosario,
tu cariño yo guardaba.
Te vendiste a los sicario,
Rosario,
lo mismito que una esclava.
Ningún toro me hiso daño,
ni mi sangre derramó,
como el toro de tu engaño,
que en la sombra me embistió.
Por los clavos y el sudario,
Rosario,
de la Santa Majestá
y a pesá de mi calvario,
yo te juro, mi Rosario,
que te tengo perdoná.

ROSAS DE AYER
Canción - Mazurka (1945)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Yo salía de un baile de la Zarzuela,
por la calle venía la luz del alba,
con un traje castizo de madrileña
la verdad de mi vida se disfrazaba.
Cuando yo iba llorando la pena mía
de llamarme Rosario la de las pieles,
unos ojos me dieron los buenos días
en la esquina del Prado junto a Cibeles.
No le dije quién era;
Lo dejé confundirme con una costurera,
y a su lado sentí una dulce alegría,
como un fuego en la cara que yo desconocía,
cuando él me dijo así:
Estribillo:
¡Ay, quién tuviera, tuviera dinero
pa que tu cuerpo no fuera al taller!
¡Quiéreme, niña, que yo soy platero
y una alianza te voy a poner!
Cose que cose tu blanco vestido,
borda que borda tus flores de azahar.
Yo soy platero y en oro fundido
quiero, mi alma, ponerte un altar.
II
Por la fe de aquel hombre que me quería,
el quitarle la venda me daba pena.
Con la muerte en el alma yo le fingía
que no había en el mundo mujer más buena.
A la puerta de Apolo llegué una noche
arrastrando las pieles de mi tronío,
y al bajar de la acera, junto a mi coche,
me encontré con la sombra del amor mío.
Yo seguí postinera,
él tenía la cara más blanca que la cera,
más de pronto sentí que su voz me ponía
encima de las pieles un luto de agonía,
cuando me dijo así:
Estribillo:
¡Ay, quién tuviera, tuviera dinero
para este lujo pagarte mujer!
Falsa moneda le diste a un platero
que en oro y plata fundió tu querer.
¡Anda y descose tu blanco vestido!
¡Tira al arroyo las flores de azahar!
¡Tú eres quien eres y no has merecido
que un hombre bueno te lleve al altar!

ROSAS DE GRANÁ
Pregón (1978)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano

Versión grabada por:
Isabel Pantoja
I
Una tarde clara de verano,
su pregón gitano, le sentí cantar.
Y al mirarlo, tras la celosía,
toda el alma mía empezó a soñar.
Es moreno tiene su cintura
una galanura de sabor cañí.
Y unos ojos verdes aceraos
que me han deslumbrao desde que los vi.
El no sabe que mi amor lo espera,
que me desespera tanto padecer;
y que siempre, tras de mis balcones,
oigo sus pregones sin dejarme ver.
Estribillo:
Traigo rosas perfumás
¡ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
amarillas, blancas y colorás.
También llevo de un jardín,
¡Ay, corazón!, ¡ay, del Albaicín!,
dalias y jacintos, nardo y jazmín.
Cómprame este clavel , plántalo en tu balcón,
en prueba del querer de mi corazón.
Desde que yo te vi, lirio de mi pasión,
solo, solo por ti canto mi pregón.
II
Cuatro años llevo de casada,
nadie advierte nada a mi alrededor;
pero sigo ciega apasionada,
de la voz amada, de mi oculto amor.
Tarde a tarde pasa el pregonero,
su pregón espero como una oración
y al oírlo, loca de alegría,
sin faltar un día, lloro de emoción.
Su cariño vive tras mi frente,
la piel lo presiente, solo yo lo sé.
Y aunque el tiempo, triste, va pasando,
yo lo sigo amando, con la misma fe.
Estribillo:
Traigo rosas perfumás
¡ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
amarillas, blancas y colorás.
También llevo de un jardín,
¡Ay, corazón!, ¡ay, del Albaicín!,
dalias y jacintos, nardo y jazmín.
Cómprame este clavel , plántalo en tu balcón,
en prueba del querer de mi corazón.
Desde que yo te vi, lirio de mi pasión,
solo, solo por ti canto mi pregón.
Final:
Traigo rosas perfumás
¡ay corazón!, ¡ay que de Graná!,
amarillas, blancas y colorás.
Traigo rosas perfumás
¡ay corazón!, ¡ay que de Graná!.

ROSAS Y ESPINAS

AUTORES:
LALINDE Y MORALEDA

LOLITA SEVILLA

Me dan ganas de reir
al verte ahí dudando,
yo se a que vienes aquí
y se lo estás buscando.
Vete a rondar a otra reja
mis rosas tienen espinas,
el que se acerca se deja
a jirones la camisa.
Si no eres mas que un chiquillo,
¿cómo podré yo quererte?,
sigue chaval tu camino
que no vuelva más a verte.
Si me hacen daño tus ojos
despertando mi recuerdo,
no quiero oírte palabras
que otras bocas ya dijeron.

¡No te acerques, no te acerques!,
no me tienta tu capricho, ¡no me tiento!,
vete de mí lado,¡vete!
Malas lenguas te habrán dicho
que si soy mujer casada ,
estoy a falta de amores
porque fui abandonada...


¡No te acerques, no te acerques!,
no me tienta tu capricho, ¡no me tiento!,
vete de mí lado,¡vete!
Malas lenguas te habrán dicho
que si soy mujer casada ,
estoy a falta de amores
porque fui abandonada...,
porque fui abandonada...,
porque fui abandonada...,
porque fui abandonada...,
porque fui abandonada...

https://www.youtube.com/watch?v=3Ov5X5iXqTo&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=27

RUBIO COMO LA CANELA
Canción (1945)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

I
Yo me encontré por la calle
a un hombre de buen color;
bendita sea la hora
que nos miramos los dos.
Moreno tu me dirías
si te ofresco mi queré,
que el sol al rayar el día
sale rubio como usté.
Con cuatro palabras en la madrugá
se juntan los rumbos de nuestros caminos y fueron mis coplas y mi voluntad
de aquel hombre rubio que era mi destino.
Estribillo
Rubio como la canela, canela,
eres rubio como el pan,
del color de las candelas, candelas
de la noche de san Juan.
Quiero que seas mi amigo,
a rosa de mi pasión
quiero que seas mi trigo
y el pan de mi corazón.
Que me está dando penita
¡ay! pena, penita, pena
de mirarte a ti tan rubio
y yo verme tan morena.
II
No le llamé tan siquiera,
cuando otra noche se fue;
quien desesperado espera,
que yo me muero por él.
Me dices que has encontrado
quien te quiere mucho más;
por mí no pases cuidado,
tienes mi conformidad.
También a mi lado yo tengo un cariño
que llena de encanto mis noches de luna;
qué importa que tenga tu mismo color, para que yo le cante dormido en su cuna.
Estribillo
Rubio como la canela, canela,
eres rubio como el pan,
del color de las candelas, candelas
de la noche de san Juan.
¡Ay, qué bonito es mi niño,
el sol de mi gran pasión!
¡Sólo para él es el cariño
que llena mi corazón …!
A la nanita, nanita,
a la nana de mis penas;
que nacieras tú tan rubio
de una madre tan morena.

RUMBA DEL ZARANDILLO
Rumba (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Dolores Vargas la Terremoto
I
Ando siempre de viaje
por curpita del amó …
Abre y sierra el equipaje,
sube y baja del vapó …
Qué trajín,
don Fermín,
siempre en el bergatín.
Estrozá,
mareá
y sin sabé nadá.
Estribillo:
¡Ay, mamita, que tabardillo,
esto pa mi es un ciclón;
lo mismito que un zarandillo
voy detrás de don Levitón!
Corro el doble que el tío de la lista
no se me vaya a perdé
y persona que lo resista
no puede habé …
Pierdo el corazón,
pierdo el polisón
y hasta el corsé …
Que se va … Yo detrá
siempre p’allá y p’acá …
Que se fue … yo a corré,
siempre detrá de é.
II
Cual si fuera un molinillo,
dando vuertas voy por é …
Es un corre que te pillo,
es jugá al escondé.
Que való,
don Melchó,
esto ya es mucho arró.
Pin, pan, fué.
don Manué,
siempre como el expré.
Estribillo:
¡Ay, mamita, que tabardillo,
esto pa mi es un ciclón;
lo mismito que un zarandillo
voy detrás de don Levitón!
Corro el doble que el tío de la lista
no se me vaya a perdé
y persona que lo resista
no puede habé …
Pierdo el corazón,
pierdo el polisón
y hasta el corsé …
Que se va … Yo detrá
siempre p’allá y p’acá …
Que se fue … yo a corré,
siempre detrá de é.
Final:
Qué trajín,
don Fermín,
siempre en el bergatín.
Estrozá,
mareá
y sin sabé nadá.
Que való,
don Melchó,
esto ya es mucho arró.
Qué belén,
er vaivén
der tracatrá der tren,
der tracatrá der tren,
der tracatrá der tren.

RUPERTA
Vals (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

I Hace un año salí de la aldea por el feo que me hizo Daniel; cuando venga al servicio y me vea, el desprecio se lo hago yo a él. Si me encuentra en la Plaza de Oriente es posible que al suelo caiga cuando sepa que estoy de sirviente de unos amos que tienen un haiga. Hablado ¡Esto es vivir! ¡Una casa tan fina, siempre oliendo a caldo Maggi que da gusto, y no aquella peste a borregas que había en el baile de mi pueblo! Cuando pienso en aquellas ordinarieces: “¡Mójate el refajo si quieres peces!”, “¡Tú, chata, quítale al macho las garrapatas!”, “¡Y cuando vengas p’acá tráeme un talego de cebá!”, “¡Anda y tira pa la era!”, “¡Échale la galga al carro!”, “¡Condená, suéltame el guarro que estará en la cochiquera!”. Ahora, en cambio: “Ruperta, ¿cómo no te has fijado que el foxterrier de al lado ha mojado el felpudo de la puerta? Finura, señor, finura; aunque repita el can la mojadura. Eso lo hace en la aldea y a la primer pedrá no se menea. Aquí, al perro le dicen: ¡Guapo! ¡Sol! ¡Eso tienes que hacerlo en un farol! Estribillo Mas, yo estoy a gusto donde hay ducación y tienen con una consideración. La casa, la mesa, cien duros al mes, tres pagas en junio y en Pascua otras tres. ¡Menuda pelota que tengo guardá en una cartilla del Monte Piedá! II ¿Quién diría que aquella muchacha que a servir a la corte se fue, lleva hoy color remolacha pintaditas las uñas del pie? Y que sueña en la Plaza de Oriente, endimpués que ha servido la cena, que los duques, aún siendo sirviente, la distinguen igual que Almudena. Hablado
No, y que es verdá. Que me vengo aquí y empiezo a soñar, que como no me despierte el guarda, me privo y amanezco llena de orugas. ¡Y qué sueños! Que salgo a pasear con una piel y de pronto me encuentro con Daniel, pero un Daniel distinto, desde luego; pelado como un quinto. ¡Ruperta! ¿Dónde vas? Pero yo, sin volver la cara atrás, le digo: “El mundo es ancho y ahora te voy a ver, comiendo rancho mientras yo como atún con mayonesa. ¡Despréciame otra vez, y chúpate esa!” Despierto, voy a casa, me desnudo, me acuesto, suena el timbre… ¡y el felpudo! Que está otra vez mojado (muy fina) ¡Lo siento! Ha sucedido que el guá-guá lo han sacado, pero el farol no estaba ya encendido y el pobre ha repetido en el sitio que estaba acostumbrado. Estribillo Mas, yo estoy a gusto donde hay ducación y tienen con una consideración. Donde haiga finura da gusto servir, ya pueden los perros bajar y subir. ¡Menuda pelota que tengo guardá en una cartilla del Monte Piedá!

NOCTURNO ANDALUZ / ROSA CAUTIVA
Milonga (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Juanito Valderrama
Oye la voz buena moza,
oye la voz buena moza
de un corazón que te espera
¿quién fue la mano envidiosa
que te llevó prisionera,
con tu carita de rosa?
¿Quién le puso a tus colores
la rueda de los tormentos?
¡Mi rosa por Dios no me llores!
yo tengo mi pensamiento,
yo tengo mi pensamiento
cautivo de tus amores.
Dejarme que al rey del moro,
mi memoria, yo le escriba,
y toma mi cante sonoro,
y a cambio de mi tesoro
dame la rosa cautiva.