LETRAS DE COPLAS (I)

EN CONSTRUCCIÓN

INÉS DE CASTRO

Autores: Del Valle, Rivas y Gardey

Doña Constanza salió
de España para Coimbra.
Doña Inés la acompañaba,
su mejor dama y amiga.
Don Pedro salió al encuentro
con su corte a recibirlas
y de Inés quedó prendado;
nunca vio mujer tan linda.
Doña Constanza de pena,
por el rey se moría
y el rey por Doña Inés,
daba su alma y su vida.

Doña Constanza murió
y Portugal que sabía,
la pena que la mató,
la muerte de Inés de Castro,
el pueblo entero pidió.
La condenaron a muerte;
la condena se cumplió,
y al rey Don Pedro dejaron,
viviendo sin corazón,
viviendo sin corazón.

Reina para Portugal,
el pueblo a voces pedía,
y el rey busca la venganza,
del amor que fue su vida.
Le consumía la pena,
no tuvo noche, ni día
y sin descanso buscaba
a quien le quitó la vida.
Y por fin Inés vengada,
en el Palacio Real;
fue proclamada la reina
del reino de Portugal.

Doña Constanza murió
y Portugal que sabía,
la pena que la mató,
la muerte de Inés de Castro,
el pueblo entero pidió.
La condenaron a muerte;
la condena se cumplió,
y al rey Don Pedro dejaron,
viviendo sin corazón,
viviendo sin corazón.

CARMEN MORELL
https://www.youtube.com/watch?v=o6n5BZWHeFo

ISABEL PANTOJA
Marcha (1973)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano

Versión grabada por:
Isabel Pantoja
I
¡Isabel! yo me llamo Isabel
¡Isabel Pantoja!
¡Maribel! también soy Maribel,
pa que usté escoja.
Porque en esto del folclore,
la fe de nacimiento,
no te sirve para ná;
pues te cogen los autores
y te cambian de momento
el carné de identidá.
Pero en mi no caben líos,
ni tío pásame el río,
ni tangos por carnavales;
pues desde que yo he nasío
mi nombre y mis apellíos
son los míos son los míos naturales.
Y de Córdoba a Almería
y de Sevilla hasta Loja
los datos de de mi partía
¡No, no, no, no, no, no!
no tienen vuelta de hoja.
¡Isabel, Isabel, Isabel!
¡Isabel! yo me llamo Isabel
¡Isabel Pantoja!
¡Maribel! también soy Maribel,
pa que usté escoja.
¡La Pantoja, la Pantoja, la Pantoja!
¡Isabel Pantoja!
II
No me gusta que a mi paso,
las lenguas vespertinas pantojeen sin pará,
es mejó no hacerlas caso y dejar a las vecinas
con la muí en libertá.
Que si le hablo a un furbolero,
que a un guapo peliculero,
que a un duque con mucha guita
y le cuelgan, del brasero,
un cantante y dos toreros
a la pobre, a la pobre Isabelita.
Y de Córdoba a Almería
y de Sevilla hasta Loja
los datos de de mi partía
¡No, no, no, no, no, no!
no tienen vuelta de hoja.
¡Isabel, Isabel, Isabel!
¡Isabel! yo me llamo Isabel
¡Isabel Pantoja!
¡Maribel! también soy Maribel,
pa que usté escoja.
¡La Pantoja, la Pantoja, la Pantoja!
¡Isabel Pantoja!
¡La Pantoja, la Pantoja, la Pantoja!
¡Isabel Pantoja!
¡La Pantoja, la Pantoja, la Pantoja!
¡Isabel Pantoja!

ISABEL
Asturiana por bulerías (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Lola Flores
I
Cuando voy de mañana a la fuente
me dise Vicente: - Serás mi mujé;
y don Pedro m’ha dicho: - Mi vida,
mi esposa querida te tengo que hasé.
Igualmente m’ha hablado don Juan
y lo jura y perjura Julián;
pero en cambio quien yo más quisiera
me ronda a la vera de mi corazón
con esta canción:
Estribillo:
Isabel tu boca es de miel,
me huele a clavel, colorín, colorao.
Colorao, y a vino y a asahá;
Colorín, a rosa y jazmín.
Isabel, mi niña Isabel
aprende a romper el amor que te apena
¡Ay que te mueres de pena y ojeras,
cuando llama el amó ya no espera!
¡Isabel no seas cruel!
¡Isabel no vivas aprisa
y suelta tu risa como un cascabel!
II
De Toledo y en oro labrada
un par de arrancadas me trajo a mi Andrés,
y en señal de amistad de esperanza
con una alianza me vino Ginés;
una cinta me trajo don Juan,
con un cuento me vino Julián
pero en cambio quien yo más quisiera
ni un beso siquiera me trajo el bribón.
¡Ay, mi corazón!
Estribillo:
Isabel tu boca es de miel,
me huele a clavel, colorín, colorao.
Colorao, y a vino y a asahá;
Colorín, a rosa y jazmín.
Isabel, mi niña Isabel
aprende a romper el amor que te apena
¡Ay que te mueres de pena y ojeras,
cuando llama el amó ya no espera!
¡Isabel no seas cruel!
¡Isabel no vivas aprisa
y suelta tu risa como un cascabel!

ISLAS CANARIAS

Pasodoble
1944

Vergel de belleza sin par
Son nuestras Islas Canarias
Que hacen despierto soñar.
Jardín ideal siempre en flor
Son las mujeres las rosas
Luz del cielo de amor.

ESTRIBILLO
El corazón de las guanches
El murmullo de la brisa
todos suspiran amantes
por el amor de una Isa.

El sol tu divino fulgor
Puso en sus ojos de fuego
De encanto fascinador.
Raudal de belleza y primor,
Las deliciosas Canarias
Son la gloria mayor.

ESTRIBILLO
El sol tiene rayos de oro
Las flores sus pasionarias
Y España el mayor tesoro
Que son las Islas Canarias.

RECITADO
La gloria con ser la gloria
Creyó cosa necesaria
Hacer un cielo en la tierra
¡que son las Islas Canarias!

ILUSIÓN Y ESPERANZA

Letra y música: Juan Martinez Abades

Cuando Lucila era niña
Oyó la historia contar
De un príncipe que encantado
Está en el fondo del mar.
Que traidora una sirena
Con su canto le arrulló
Y estrechándole en sus brazos
Hasta el fondo le arrastró.
Y el doncel tiene por cárcel
Una concha nacarada
Con hilos de oro cerrada
Y este encanto ha de durar
Hasta que un rayo plateado,
Según cuenta la leyenda,
De la luna se desprenda
Y llegue al fondo del mar.

Y en noches de luna la niña en la roca
Con ansia infinita se sienta a esperar
Que el rayo de plata los mares penetre
Y el principe surja del fondo del mar.
Y así una noche tras otra
Los años pasando van
Sin que la niña del cuento
Viera logrado su afán.

Fueron de oro sus cabellos
Mas hoy ya de plata son
Y allí sigue suesperanza
Manteniendo su ilusión.
Y viendo al fin que la luna
Con su gesto sonriente
A su pena indiferente
Aún su rayo no prestó,
De su blanca cabellera
Viendo que su afán la mata
Arrojó un hilo de plata,
Pero el mar se lo llevó.
Y allí la cuitada sentada en la roca
Con ansia infinita y amargo pesar
La vida acabando aún sigue esperando
Que el principe surja del fondo del mar.

Para el alma dolorida
Cuando sufre el corazón
Puede mucho una esperanza
Manteniendo una ilusión.

INDIFERENTE

Salinas, Escobar y Moraleda
1949

Cuando llega el momento
De la hora azul
Y la noche despacio
Va matando el sol,
Las estrellas empiezan
A despertar
Y su luz despiadada,
Me hiela el corazón,
Y una espada de duda
Vienes a clavar
Y me abrasa por dentro
Tu frío mirar.

Indiferente,
Por qué tan indiferente
No te importa de mí
Ni si vivo, si muero,
Si sufro por ti.

Indiferente,
Siempre tan indiferente;
No me mires así,
Si no me envuelves en hielo
Que me muero por ti.