HABLEMOS DE LAS VALORACIONES

Si consideramos los diferentes aspectos que deben ser analizados para valorar a los concursantes nos encontramos con la incoherencia que existe y siempre ha existido por parte del jurado.

Habría que analizar la diferencia que existe entre arte y técnica; por ejemplo, no es lo mismo arte interpretativa que técnica interpretativa. La primera es natural e indica aquello que se suele decir que es algo que se tiene o no se tiene, que no se compra ni se vende ni se estudia ni se aprende. Sólo unos pocos la tienen y sólo esos pocos pueden llegar a ser considerados genios (de la copla, en este caso) merecedores de ser valorados con un 10 o que quizá nunca lo alcance al sumar otras valoraciones.

De lo dicho arriba se puede deducir que será digno de un 10 en interpretación aquellos que que lo hacen de forma natual y como máximo un 7 aquellos que lo hacen técnicamente. No podría ser más que eso ya que de lo contrario el arte perdería importancia si la técnica pudiese llegar a su altura. De esto se puede deducir y afirmar categóricamente que quien no tenga arte jamás debería recibir un 10 por parte del jurado ya que sería incapaz de alcanzar la perfección.

Pasamos a la valoración de la puesta en escena en la que igualmente participa el arte; unos lo hacen naturalmente y otros técnicamente, por lo que las valoraciones máximas serían 10 y 7 respectivamente.

A seguir pasaríamos algunos aspectos de la voz en las que encontraremos: timbre, tesitura y entonación (o acentuación, o énfasis al pronunciar las palabras).

El timbre no se puede valorar ya que sería subjetivo si consideramos que es algo único de cada persona y que no existen dos personas en el mundo que tengan el mismo timbre.

La tesitura sí que es variable y se puede juzgar; no es lo mismo quien tiene una tesitura capaz de ser usada en el canto con una octava que otros que llegan a cinco; sin embargo habría que valorar el uso de la misma dentro de una canción y si puede cantar todo tipo de canciones ya que algunas pueden exigir una tesitura superior; es ahí que aparecen las definaciones ya que al exceder la tesitura se hace imposible que la voz suene como es deseable y llega a romperse al no conseguirlo. Es donde se juzga tanto la vocalización como la afinación.

La entonación también hace parte del arte, así que habrá los que entonen artísticamente que jamás podrían ser superados por los que entonen técnicamente.

Se puede concluir que sólo quien posee arte puede llegar a ser un genio ya sea en el canto, como en la música, la pintura, la arquitectura, etc., etc., etc.

En resumen, Adam Lopez, con una extensión vocal de 6 octavas podría dar una excibición de voz pero nunca de arte si ese don no lo posee. Veamos un vídeo suyo que comprueba lo que digo ya que nunca lo he oído cantar.

https://www.youtube.com/watch?v=Kdp4NHWr7G8