Se llama copla democrático


Unirse al foro, es rápido y fácil

Se llama copla democrático
Se llama copla democrático
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

EL VIVIR HUMILDE

Ir abajo

EL VIVIR HUMILDE Empty EL VIVIR HUMILDE

Mensaje  achl Miér Jul 11, 2012 5:34 pm

Aquel ambiente artesano que envolvía la ciudad y que se podía ver, y casi tocar, cuando se entraba en el taller de mecánica de mi padre, me parece ya lejanísimo; su recuerdo representa para mí el tono de una estampa sepia, desvaído, como si hubiera salvado siglos desde entonces. Un pasado que no lo harían mejor todas las nostalgias juntas del tiempo ido, desacreditado por el actual acontecer, y al que no quisiera volver, amén de los recuerdos, ni en sus mejores momentos, aunque el desvaimiento y la distancia le den la atrayente irrealidad de los sueños. Sí, es cierto que la vida era más fácil, no por cómoda, sino por menos complicada y porque respondía a unas limitaciones y a unas exigencias mínimas.

La gente adulta que vivió aquéllos tiempos de obligada tacañería no podía imaginar, como el futuro de entonces, el ahora de una sociedad que no conserva y desecha todo lo que antes iba de compostura, en chapuzas entonadas a golpe de pregón, en “el tente mientras cobro”, que aún pervive pero que entonces tendía a desaparecer gracias a productos que salían al mercado con aquella moderación que en lo alimentario suponía: lentejas, chícharos, arroz, garbanzos, leche en polvo… y para de contar. Y a Dios gracias. ¡Ay, aquellos medios bollos con un hoyito en su migajón, para alojar aceite y azúcar…!

El Vivir Humilde estaba divinamente representado en mi querida y añorada madre, que destacaba en humildad, sumisión, respeto, bondad __ésta a su forma, la que permitían sus circunstancias__. Yo, como persona y como hijo suyo, nada que reprocharle. Todo lo contrario. Maravilla. El alma y el corazón usan una sensibilidad especial con los seres queridos, y más aún si ya no están entre nosotros. Y esa sensibilidad, sólo el alma y el corazón la conocen, la comprenden, la manejan y la ejercen.

La Cartilla de Racionamiento establecida en España, antes y durante la Guerra Civil, en nosotros los hermanos no recuerdo que hiciera mella la hambruna. Y esto sería, con total probabilidad, porque todos nacimos a partir del 39; es decir, cuando la guerra había terminado ya. No obstante, sí recuerdo que todos teníamos verdaderas ansias por lo que se podría llamar “golosinas” (chocolates, galletas, bizcochos, tortas...).

Y siguiendo con El Vivir Humilde se debe tener presente que no ataña sólo a lo alimentario y al comprar superfluo, sino a la forma de comportarse la persona, pues hay quien siempre ha gozado de posibilidades económicas y ha dispuesto de remanente para explayarse en lo que quiera, y, por su talante o por la educación recibida, no se lo permite; en cambio, quien nunca tuvo disponibilidades y a la mínima fallan.

El Vivir Humilde se podría definir como una especie de dogma, una creencia que va más allá de la riqueza y la pobreza, como un traje único que nunca se lleva a la tintorería, por la sencilla razón de que siempre está limpio, listo para usar. Y la educación tiene mucho que ver en El Vivir Humilde, reconocido por ella misma.

Es comentario de calle que la gente inteligente, segura de sí, millonaria en dinero y en conocimientos y de un elevado estatus social, puede deslumbrar más por su sencillez, su actitud cívica y tolerante, sin que por ello deje de ser lo que es. Pero no se puede obviar que si en algún momento se nos ocurriera tildarla de gili, echaría mano de su poder para contrarrestar el maltrato ajeno, a la vez que pasaría de sencilla a suficiente e incluso a ogresa.

Para vivir humildemente hay que ser sobre todo humilde, que en absoluto es incompatible con la altivez. Y si esto fuera genético, tendría el beneficioso riesgo de correr de generación en generación.

El Vivir Humilde es un estado normal en la gente normal, y nada hay más lejos de la realidad que emplearse en ello por conveniencias personales, de patas cortas, a todas luces.

El Vivir Humilde está en la manera de pensar, de hablar, de hacer. ¿Cuánto no daría el rico infeliz por obtener el sosiego del pobre feliz? Este axioma es de una clara tendencia por alcanzar un equilibrio espiritual, que es donde se halla en plenipotenciaría el ser humano. Pero no se debe descartar lo opuesto. Es decir, ¿vendería su alma al diablo el pobre feliz por lograr la tranquilidad económica del rico infeliz? Es un hecho irrefutable que cuando se sufre en propias carnes la escasez, con la sempiterna humildad como escudo, la parte de El Vivir Humilde que incumbe a la supervivencia es difícil de desdeñar por uno, que no por que se produzca así deja de ser lamentable.

Lo que parece claro es que El Vivir Humilde no es de imposición para nadie. Que cada uno y cada cual se observe, elija y adopte, y si su forma de vivir coincide con su modo de ser y de actuar, la conciencia es una cuestión muy distinta.

El Vivir Humilde es una decisión vocacional,
que nada tiene que ver con una situación;
contra más se luche por defender la humildad,
en todo el mundo reinará siempre la ilusión

Autor:
Antonio Chávez López
Sevilla 1999

achl
achl
achl

Mensajes : 28379
Fecha de inscripción : 06/05/2012

Volver arriba Ir abajo

EL VIVIR HUMILDE Empty Re: EL VIVIR HUMILDE

Mensaje  achl Dom Jul 15, 2012 9:29 am

achl escribió:Aquel ambiente artesano que envolvía la ciudad y que se podía ver, y casi tocar, cuando se entraba en el taller de mecánica de mi padre, me parece ya lejanísimo; su recuerdo representa para mí el tono de una estampa sepia, desvaído, como si hubiera salvado siglos desde entonces. Un pasado que no lo harían mejor todas las nostalgias juntas del tiempo ido, desacreditado por el actual acontecer, y al que no quisiera volver, amén de los recuerdos, ni en sus mejores momentos, aunque el desvaimiento y la distancia le den la atrayente irrealidad de los sueños. Sí, es cierto que la vida era más fácil, no por cómoda, sino por menos complicada y porque respondía a unas limitaciones y a unas exigencias mínimas.

La gente adulta que vivió aquéllos tiempos de obligada tacañería no podía imaginar, como el futuro de entonces, el ahora de una sociedad que no conserva y desecha todo lo que antes iba de compostura, en chapuzas entonadas a golpe de pregón, en “el tente mientras cobro”, que aún pervive pero que entonces tendía a desaparecer gracias a productos que salían al mercado con aquella moderación que en lo alimentario suponía: lentejas, chícharos, arroz, garbanzos, leche en polvo… y para de contar. Y a Dios gracias. ¡Ay, aquellos medios bollos con un hoyito en su migajón, para alojar aceite y azúcar…!

El Vivir Humilde estaba divinamente representado en mi querida y añorada madre, que destacaba en humildad, sumisión, respeto, bondad __ésta a su forma, la que permitían sus circunstancias__. Yo, como persona y como hijo suyo, nada que reprocharle. Todo lo contrario. Maravilla. El alma y el corazón usan una sensibilidad especial con los seres queridos, y más aún si ya no están entre nosotros. Y esa sensibilidad, sólo el alma y el corazón la conocen, la comprenden, la manejan y la ejercen.

La Cartilla de Racionamiento establecida en España, antes y durante la Guerra Civil, en nosotros los hermanos no recuerdo que hiciera mella la hambruna. Y esto sería, con total probabilidad, porque todos nacimos a partir del 39; es decir, cuando la guerra había terminado ya. No obstante, sí recuerdo que todos teníamos verdaderas ansias por lo que se podría llamar “golosinas” (chocolates, galletas, bizcochos, tortas...).

Y siguiendo con El Vivir Humilde se debe tener presente que no ataña sólo a lo alimentario y al comprar superfluo, sino a la forma de comportarse la persona, pues hay quien siempre ha gozado de posibilidades económicas y ha dispuesto de remanente para explayarse en lo que quiera, y, por su talante o por la educación recibida, no se lo permite; en cambio, quien nunca tuvo disponibilidades y a la mínima fallan.

El Vivir Humilde se podría definir como una especie de dogma, una creencia que va más allá de la riqueza y la pobreza, como un traje único que nunca se lleva a la tintorería, por la sencilla razón de que siempre está limpio, listo para usar. Y la educación tiene mucho que ver en El Vivir Humilde, reconocido por ella misma.

Es comentario de calle que la gente inteligente, segura de sí, millonaria en dinero y en conocimientos y de un elevado estatus social, puede deslumbrar más por su sencillez, su actitud cívica y tolerante, sin que por ello deje de ser lo que es. Pero no se puede obviar que si en algún momento se nos ocurriera tildarla de gili, echaría mano de su poder para contrarrestar el maltrato ajeno, a la vez que pasaría de sencilla a suficiente e incluso a ogresa.

Para vivir humildemente hay que ser sobre todo humilde, que en absoluto es incompatible con la altivez. Y si esto fuera genético, tendría el beneficioso riesgo de correr de generación en generación.

El Vivir Humilde es un estado normal en la gente normal, y nada hay más lejos de la realidad que emplearse en ello por conveniencias personales, de patas cortas, a todas luces.

El Vivir Humilde está en la manera de pensar, de hablar, de hacer. ¿Cuánto no daría el rico infeliz por obtener el sosiego del pobre feliz? Este axioma es de una clara tendencia por alcanzar un equilibrio espiritual, que es donde se halla en plenipotenciaría el ser humano. Pero no se debe descartar lo opuesto. Es decir, ¿vendería su alma al diablo el pobre feliz por lograr la tranquilidad económica del rico infeliz? Es un hecho irrefutable que cuando se sufre en propias carnes la escasez, con la sempiterna humildad como escudo, la parte de El Vivir Humilde que incumbe a la supervivencia es difícil de desdeñar por uno, que no por que se produzca así deja de ser lamentable.

Lo que parece claro es que El Vivir Humilde no es de imposición para nadie. Que cada uno y cada cual se observe, elija y adopte, y si su forma de vivir coincide con su modo de ser y de actuar, la conciencia es una cuestión muy distinta.

El Vivir Humilde es una decisión vocacional,
que nada tiene que ver con una situación;
contra más se luche por defender la humildad,
en todo el mundo reinará siempre la ilusión

Autor:
Antonio Chávez López
Sevilla 1999

achl

Algún comentario, porfa Wink
achl
achl
achl

Mensajes : 28379
Fecha de inscripción : 06/05/2012

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.