MIS DERECHOS SOCIALES EN EEUU

Debido a presiones por parte de los hijos, he decidido hacer algo por mí y cuidarme un poco. En apenas 2 horas he resuelto algunos problemas que tenía abandonados sobre mis derechos médicos así como financieros.

Cuanto a los derechos médicos o de salud si preferís, el resultado es el siguiente: Todos los servicios médicos incluyendo hospital, cirurgías, etc., gratuitos. Servicios dentarios: gratuitos; servicios de vista: gratuitos más 100 dólares anuales para cambiar de gafas, servicios de uñas, no cubiertos en España: gratuitos. Enfermera en casa, si fuese necesario: gratuito. Bueno, para simplificar las cosas, todo y cualquier servicio de salud lo tendré gratuito y sin tener que esperar, como se hace en España, meses para conseguir un especialista; nada de eso, lo único que tendré que esperar será debido a la cita que nunca llegaría a tardar más de cinco días.

Los servicios de especialistas son como en la época de Franco, sólo que en vez de 3 opciones tendré 10, así que si no me gusta uno siempre puedo solicitar otro y eso sin espera.

Lo único que tendré que pagar son las medicinas pero el máximo que pueden cobrarme es 3,50 dólares aunque cueste 1.000 siempre que sean genéricas, pero en caso de que yo prefiera fármacos de marca lo máximo será de 6,50 dólares.

Cuanto a la situación financiera, después de declarar mis gastos entre los que incluyo televisión, internet y teléfono fijo (considerados como una necesidad), ellos determinarán qué cantidad de ayuda adicional me darán. No espero mucho en este sentido pero al menos recibiré unos 135 dólares adicionales por mes; claro que si mis gastos aumentan me comunicaré con ellos para que me paguen cualquiera que sea el aumento siempre que sea razonable. Por ejemplo, si me voy a vivir en otro lugar y mi gasto de alquiler aumenta 400 dólares, tendrán que pagármelo.

¿Qué os parece mandar estas informaciones para el Sr. Rajoy? Además podéis informarlo de que debe estudiar los beneficios que existen en Alemania y otros países para que se de cuenta de que los españoles pagan mucho y reciben muy poco.

Recuerdo una vez que una chica necesitaba unos exámenes de un ginecólogo y le dieron una cita de aproximadamente 3 meses. Me puse como una fiera pero ella no me permitió que fuese para hacer las reclamaciones debidas. Si esa chica tuviese una enfermedad venérea, digamos SIDA y tuviese relaciones sexuales 3 veces por semana con diferentes chicos (sin ser una prostituta sino para mantenerse en buen estado de salud y no engordar) habría contagiado a 36 personas que por su vez habrían contaminado a unas otras cien personas, o más, transmitiendo el Sida a unas 150 personas en total. Y recuerdo que en Brasil, un país, al que llaman del tercer mundo, esos servicios médicos son gratuitos; los pacientes son atendidos el mismo día que recurren a esos servicios; los resultados de los exámenes los consiguen en un máxima de 3 días y la persona no es obligada a dar su nombre verdadero de manera que se animen a hacerlo y todo con la finalidad de evitar la propagación de enfermedades que como en el caso de esta chica podría haber contagiado a unas 150 personas que merecen ser protegidas por la seguridad social y además evitaría el gasto que ocasionaría tal propagación.

También recuerdo un otro amigo que tenía un problema de traumatología y le dieron una consulta para nueve meses después que visitó el médico de cabecera. !¿Nueve meses?! No, Sr. Rajoy, eso aquí sólo depende del especialista que quieras y como máximo podras marcar una consulta en tres días. !Ah, Sr. Rajoy, los médicos y especialistas aquí son privados, así que salen mucho más caros que en España pero el gobierno lo paga!

Y para completar, Sr. Rajoy, mi madre tuvo problemas con un riñon en 1962, cuando en su lugar estaba el Sr. Francisco Franco; estábamos preparándonos para emigrar a otro país y fíjese como eran las cosas en aquellos tiempos: era necesario extirpar el riñon; dieron tres especialistas para que ella decidiese; eligió al Dr. Sicre, uno de los mejores especialistas en riñones; fue operada y en febrero de 1963 emigramos sin ningún problema; hoy ella tiene cerca de 92 años, se encuentra bien de salud y lo mejor de todo: no tuvo que pagar por el hospital ni por la cirugía ni por la medicina ni por nada de nada. Quiero recordarle que lo que se le descontaba en la nómina a un trabajador en aquella época era el 8% de su salario. ¿Por qué hoy se paga más, se recibe menos y por si es poco nos dicen que la seguridad social está arruinada?