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CUENTOS CORTOS PARA EL FORO.....

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Mensaje  Habanera Sáb Jul 26, 2014 10:22 pm

EL LEÓN AFÓNICO

CUENTOS CORTOS PARA EL FORO..... - Página 2 El-leon-afnico-1-728

En un recóndito rincón africano, vivía un león al que sus cuerdas vocales le impedían rugir como sus semejantes. Un defecto de nacimiento, del que nadie estaba enterado, que le obligó a  adoptar una actitud mucho más tranquila y sosegada que la del resto de sus congéneres, gracias a la cual se granjeo la amistad de todos los animales de los alrededores.

Un día, su destino se cruzó con el jabalí más cabezón y pesado del mundo. Tan pesado era, que el león deseo fervientemente poder rugir para apartarlo de su lado. Fue tal la sensación que le produjo este inoportuno invitado, que se puso a trabajar en un invento capaz de reproducir el sonido de un rugido. Los meses pasaron y el jabalí regresó para terminar la conversación que creía tener pendiente con el león.
Harto de tantas patrañas, acciono el botón de su máquina, para lanzar el rugido más potente y aterrador jamás escuchado. Un gran rugido, que además de su objetivo, aterrorizo al resto de los habitantes del lugar.





Solo y abandonado por todo el mundo, el león comprendió que para que todo el mundo lo respetara no era necesario rugir. Muy arrepentido por su acción, pidió perdón todos sus amigos, prometiéndoles que nunca jamás les asustaría con sus rugidos.
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Mensaje  Habanera Sáb Jul 26, 2014 10:27 pm

LA PERIODISTA

CUENTOS CORTOS PARA EL FORO..... - Página 2 Pilar-Criado-Valentina-web

Siempre había soñado con convertirme en periodista. Ya de muy pequeña manifesté mi interés por esta profesión. Con tan sólo cuatro años cogía el mando de la tele y, simulando que había frente a mí una cámara, contaba las noticias: cosas que me iba inventando y que no tenían ninguna rigurosidad científica, como era de esperarse.

Estaba convencida de que los periodistas eran los seres más importantes de la tierra; sin ellos no podíamos conocer a fondo las cosas que pasaban en el mundo. Y quería ser uno de ellos para gritar la verdad a los cuatro vientos; eso solía decir.

Pero el sueño comenzó a materializarse el día en que mi tío Palmiro me regaló un pequeño librito para niños con ambición periodística. Era un manual de tapas blancas y coloridas en el que te iban mostrando paso por paso cómo realizar una nota y qué tener en cuenta para crear un copete o realizar una entrevista. En esas páginas encontré mi vocación y el incentivo para llenar mis tardes. Desde aquel día, no hubo uno sólo en mi vida que no estuviera relacionado con el periodismo.
Como lo habían vaticinado todos mis allegados, me gradué en periodismo y tuve la suerte de conseguir un trabajo fantástico viajando por muchas ciudades y haciendo notas y reportajes de todo tipo. Pero un día colapsé; me di cuenta de que había dedicado mi vida a una profesión sin entender bien por qué, dejándome llevar por una ilusión que nunca se había hecho realidad del todo.

Entonces, lo dejé todo y me encerré en mi misma; harta del mundo, de que las noticias fueran manipuladas con tanta facilidad y de que la función de los periodistas no tuviera nada que ver con ese sueño infantil y fantástico. Cuando creces, la magia de la infancia se esfuma por la claraboya de tu conciencia y te das cuenta de que nada -absolutamente NADA- es tan maravilloso o placentero como creías de niña.





El pozo era tan profundo que no podía ver; sentía que nunca saldría con vida de aquel malestar que me iba consumiendo más y mas: primero, había acabado con todas mis relaciones y más tarde, me había sepultado bajo tierra, como un topo pero con la extrañeza de quien ansía la luz. Y entonces llegó: un paquete a mi nombre que contenía algo blando en su interior. Al abrirlo lo encontré: ese librito que me había llenado de energías en la infancia estaba ahí radiante, recordándome mis razones, mis principios. Miré el remitente: mi tío Palmiro acababa de enseñarme nuevamente el camino.
Habanera
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