LETRAS DE COPLAS
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Limosna de amores
LIMOSNA DE AMORES / LA RADIO DE MI MADRE
Autores: Quintero, León y Quiroga
Esta zambra-farruca fue escrita para Luisa Ortega, que la cantó por primera vez en el espectáculo “La Copla Nueva”, y en el que debutó con su padre, Manolo Caracol. Esta gran pieza fue interpretada en 1955 por Lola Flores en la película “Limosna de amores”, rodada en México. Desde que Lola Flores la cantó en el cine y la registró en disco (1960) se apoderó de ella, por lo que “Limosna de amores” ha pasado a la historia como uno de los temas emblemáticos de la Faraona. Otras versiones de esta zambra-farruca las han realizado Carlos Vargas, Hilario, Isabel Pantoja, Papá Levante, Lolita o Siempre Así. Y en versión instrumental también hay versiones como las de Paco de Lucía y Los Relámpagos.
Versión grabada por:
Lola Flores, Isabel Pantoja
I
Yo debí serrano cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciega que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
me dijiste así:
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
II
Yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento;
me basta y me sobra que llores canales,
comío de pena y de remordimiento.
Pero lo que nunca, jamás de la vía,
podrás tu sabé,
es que hasta el momento que esté en la agonía
te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Final:
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Joana Jiménez
I
Yo debí serrano cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Y a mí , solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciega que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
me dijiste así:
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
II
Yo, yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento;
me basta y me sobra que llores canales,
comío de pena y de remordimiento.
Pero lo que nunca, jamás de la vía,
podrás tu sabé,
que hasta en el momento que esté en la agonía
te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Miguel Poveda
Yo debí serrana, cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciego que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
yo te dije así:
¡Ay!, dame limosna de amores,
Dolores,
y dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
Ya, no me niegues, mi serrana,
el agüita pa beber.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
Que ¿no te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Y dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Autores: Quintero, León y Quiroga
Esta zambra-farruca fue escrita para Luisa Ortega, que la cantó por primera vez en el espectáculo “La Copla Nueva”, y en el que debutó con su padre, Manolo Caracol. Esta gran pieza fue interpretada en 1955 por Lola Flores en la película “Limosna de amores”, rodada en México. Desde que Lola Flores la cantó en el cine y la registró en disco (1960) se apoderó de ella, por lo que “Limosna de amores” ha pasado a la historia como uno de los temas emblemáticos de la Faraona. Otras versiones de esta zambra-farruca las han realizado Carlos Vargas, Hilario, Isabel Pantoja, Papá Levante, Lolita o Siempre Así. Y en versión instrumental también hay versiones como las de Paco de Lucía y Los Relámpagos.
Versión grabada por:
Lola Flores, Isabel Pantoja
I
Yo debí serrano cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciega que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
me dijiste así:
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
II
Yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento;
me basta y me sobra que llores canales,
comío de pena y de remordimiento.
Pero lo que nunca, jamás de la vía,
podrás tu sabé,
es que hasta el momento que esté en la agonía
te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Final:
No me niegues mi serrana
el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Joana Jiménez
I
Yo debí serrano cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Y a mí , solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciega que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
me dijiste así:
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
II
Yo, yo no necesito tus pobres caudales,
ni quiero que cumplas aquel juramento;
me basta y me sobra que llores canales,
comío de pena y de remordimiento.
Pero lo que nunca, jamás de la vía,
podrás tu sabé,
que hasta en el momento que esté en la agonía
te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores,
dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
No me niegues mi serrana
y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Ay, dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Miguel Poveda
Yo debí serrana, cortarme las venas
cuando ante los ayes de una copla mía
pusiste en vilo mis carnes morenas,
con una palabra que no conocía.
Solo de pensarlo me da escalofríos.
¡Qué ciego que fui!
Cuando con tus ojos, mirando a los míos,
yo te dije así:
¡Ay!, dame limosna de amores,
Dolores,
y dámela por cariá.
Pon en mi cruz unas flores,
Dolores,
que Dios te lo pagará.
Ya, no me niegues, mi serrana,
el agüita pa beber.
Ten piedad samaritana
de lo amargo de mi sed.
Que ¿no te da pena que llore?,
Dolores,
¿No te da pena de mí?
Y dame limosna de amores,
dámela tú,
mi Dolores,
porque me voy a morir.
Limosnita
LIMOSNITA
Marcha (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmen Morell
I
Yo ni lo miraba
y se hincaba de rodilla a mi paso.
No lo camelaba
porque a mí no me divierten los pelmazos.
‘Veneno que tú me dieras
tomaba mi boca sentrañistas mías’.
Me hablaba de una manera
que igual que una loca yo me divertía.
En la esquina, una noche de enero,
lo tenía pa mi diversión,
y le vi socorré a un pordiosero
¡Ay mare del alma!
y le dije desde mi balcón:
Estribillo:
¡Ole ya los buenos mozos
los hombres de calia!
¡Viva tú por lo rumboso
bendita tu cariá!
Mi corazón has pedío
cuarenta veces en vano;
de pronto lo ha conseguío
la limosna de tu mano.
Mañana ven a mi vera
y dime que soy bonita.
¡Mi arma!, cuando tú quieras,
te pago tu limosnita.
II
Yo las cosas claras,
en amores hay que hablar sinceramente;
guapo no es de cara
y de tipo no es na más que lo corriente.
La gracia del chavalillo,
las cosas y el arte que me ha enamorado;
ni un chavo por los borsillos,
pues todo reparte con los desgraciaos.
Mire usté que finura y que talle,
mire usté que bonito perfil,
cuando tiende la mano, en la calle,
¡Ay mare del alma!
y le da de comé a un infelí.
Estribillo:
¡Ole ya los buenos mozos
los hombres de calia!
¡Viva tú por lo rumboso
bendita tu cariá!
Mi corazón has pedío
cuarenta veces en vano;
de pronto lo ha conseguío
la limosna de tu mano.
Mañana ven a mi vera
y dime que soy bonita.
¡Mi arma!, cuando tú quieras,
te pago tu limosnita.
Marcha (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmen Morell
I
Yo ni lo miraba
y se hincaba de rodilla a mi paso.
No lo camelaba
porque a mí no me divierten los pelmazos.
‘Veneno que tú me dieras
tomaba mi boca sentrañistas mías’.
Me hablaba de una manera
que igual que una loca yo me divertía.
En la esquina, una noche de enero,
lo tenía pa mi diversión,
y le vi socorré a un pordiosero
¡Ay mare del alma!
y le dije desde mi balcón:
Estribillo:
¡Ole ya los buenos mozos
los hombres de calia!
¡Viva tú por lo rumboso
bendita tu cariá!
Mi corazón has pedío
cuarenta veces en vano;
de pronto lo ha conseguío
la limosna de tu mano.
Mañana ven a mi vera
y dime que soy bonita.
¡Mi arma!, cuando tú quieras,
te pago tu limosnita.
II
Yo las cosas claras,
en amores hay que hablar sinceramente;
guapo no es de cara
y de tipo no es na más que lo corriente.
La gracia del chavalillo,
las cosas y el arte que me ha enamorado;
ni un chavo por los borsillos,
pues todo reparte con los desgraciaos.
Mire usté que finura y que talle,
mire usté que bonito perfil,
cuando tiende la mano, en la calle,
¡Ay mare del alma!
y le da de comé a un infelí.
Estribillo:
¡Ole ya los buenos mozos
los hombres de calia!
¡Viva tú por lo rumboso
bendita tu cariá!
Mi corazón has pedío
cuarenta veces en vano;
de pronto lo ha conseguío
la limosna de tu mano.
Mañana ven a mi vera
y dime que soy bonita.
¡Mi arma!, cuando tú quieras,
te pago tu limosnita.
Llévame dónde tú quieras
LLÉVAME DÓNDE TÚ QUIERAS
Zambra (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Mari Rosa
I
Me encontraste en tu camino,
me creíste de tu iguá,
de tu pan y de tu vino
me ofresiste la mitá.
Floresió como una rosa
la ilusión de tu queré
mar fin tenga la lengüita venenosa
que te habló de mi parné.
Con pena y orgullo
te fuiste de mí,
pero yo siguiendo los pasitos tuyo
iré hasta el morí.
Estribillo:
Llévame donde tú quieras,
por dinero no lo hagas;
no te apartes de mi vera
que con eso ya me pagas.
La sea de mi vestío,
silisio se vorverá,
si me lo mandas, yo pío
limosna por caría.
Con hambre y con frío,
por la carretera,
tu destino será mío.
Llévame donde tú quieras.
II
Ya, los dos, somos iguale
voy vestía de humildá
y he tirao mis caudale
en er fondo de la má.
No me importa que, mi gente,
me haya hecho raya y crú;
lo que quiero es que me mires frente a frente.
Ya soy pobre como tú.
Granito de arena
que a ti te segó
abre ya los ojos, la gloria y la pena
será pa los dó.
Estribillo:
Llévame donde tú quieras,
por dinero no lo hagas;
no te apartes de mi vera
que con eso ya me pagas.
La sea de mi vestío,
silisio se vorverá,
si me lo mandas, yo pío
limosna por caría.
Con hambre y con frío,
por la carretera,
tu destino será mío.
Llévame donde tú quieras.
Zambra (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Mari Rosa
I
Me encontraste en tu camino,
me creíste de tu iguá,
de tu pan y de tu vino
me ofresiste la mitá.
Floresió como una rosa
la ilusión de tu queré
mar fin tenga la lengüita venenosa
que te habló de mi parné.
Con pena y orgullo
te fuiste de mí,
pero yo siguiendo los pasitos tuyo
iré hasta el morí.
Estribillo:
Llévame donde tú quieras,
por dinero no lo hagas;
no te apartes de mi vera
que con eso ya me pagas.
La sea de mi vestío,
silisio se vorverá,
si me lo mandas, yo pío
limosna por caría.
Con hambre y con frío,
por la carretera,
tu destino será mío.
Llévame donde tú quieras.
II
Ya, los dos, somos iguale
voy vestía de humildá
y he tirao mis caudale
en er fondo de la má.
No me importa que, mi gente,
me haya hecho raya y crú;
lo que quiero es que me mires frente a frente.
Ya soy pobre como tú.
Granito de arena
que a ti te segó
abre ya los ojos, la gloria y la pena
será pa los dó.
Estribillo:
Llévame donde tú quieras,
por dinero no lo hagas;
no te apartes de mi vera
que con eso ya me pagas.
La sea de mi vestío,
silisio se vorverá,
si me lo mandas, yo pío
limosna por caría.
Con hambre y con frío,
por la carretera,
tu destino será mío.
Llévame donde tú quieras.
Llueve
LLUEVE
AUTORES:
LEÓN SOLANO
SARA MONTIEL
'Llueve' es un tango compuesto para Sara Montiel e incluido por la actriz-cantante en su disco "El Tango" (1960)
Letra:
Voces que se entienden casi susurrando
pasos que se pierden en la oscuridad,
mientras que la lluvia tamborileando
llora en el asfalto de la gran ciudad.
Niebla que se enreda entre las farolas
tangos empapados de ginebra y ron,
sombras apagadas de mujeres solas
siempre a la deriva de su corazón.
Querer y no dejar huellas...,
¡ay, que amargo debe ser!
Soñar sin ver las estrellas...,
¡cuanto tiene que doler!
Amar y no ser amada
vivir sin una pasión,
cantar en la madrugada
sin que entiendan tu canción.
Yiran en la noche como marionetas
de un balo de esquinas casi fantasmal
y entre la neblina surgen sus caretas
que en su pobre vida siempre es carnaval.
Llueve, llueve y llueve y una melodía
llora entre los fuelles del bandoneón
pasos van y vienen con monotonía
bajo las cambiantes luces del neón.
Querer y no dejar huellas...,
¡ay, que amargo debe ser!
Soñar sin ver las estrellas...,
¡cuanto tiene que doler!
Amar y no ser amada
vivir sin una pasión,
cantar en la madrugada
sin que entiendan tu canción.
https://www.youtube.com/watch?v=xDi3QRFsTS0&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=29
AUTORES:
LEÓN SOLANO
SARA MONTIEL
'Llueve' es un tango compuesto para Sara Montiel e incluido por la actriz-cantante en su disco "El Tango" (1960)
Letra:
Voces que se entienden casi susurrando
pasos que se pierden en la oscuridad,
mientras que la lluvia tamborileando
llora en el asfalto de la gran ciudad.
Niebla que se enreda entre las farolas
tangos empapados de ginebra y ron,
sombras apagadas de mujeres solas
siempre a la deriva de su corazón.
Querer y no dejar huellas...,
¡ay, que amargo debe ser!
Soñar sin ver las estrellas...,
¡cuanto tiene que doler!
Amar y no ser amada
vivir sin una pasión,
cantar en la madrugada
sin que entiendan tu canción.
Yiran en la noche como marionetas
de un balo de esquinas casi fantasmal
y entre la neblina surgen sus caretas
que en su pobre vida siempre es carnaval.
Llueve, llueve y llueve y una melodía
llora entre los fuelles del bandoneón
pasos van y vienen con monotonía
bajo las cambiantes luces del neón.
Querer y no dejar huellas...,
¡ay, que amargo debe ser!
Soñar sin ver las estrellas...,
¡cuanto tiene que doler!
Amar y no ser amada
vivir sin una pasión,
cantar en la madrugada
sin que entiendan tu canción.
https://www.youtube.com/watch?v=xDi3QRFsTS0&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=29
Lluvia y celos
LLUVIA Y CELOS
Vals (1978)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Isabel Pantoja
¿Qué tienes hoy en los ojos,
que no son los ojos míos?
- La tristeza de la lluvia que vi …,
que vi tras de los visillos.
¿Por qué te pones de fiesta,
corazón, si no es domingo?
- Por ver si te gusto más con este …,
con este nuevo vestido.
Y ¿por qué tienes los labios
como un clavel amarillo?
- ¡Déjame!, ¡déjame! ,
con esos celos no iremos …,
no iremos a ningún sitio.
¿Qué escondes bajo la frente,
que tu hablar suena distinto?
- Un “te quiero más que a nadie” de amor …,
de amor, pasión y delirio.
¿Por qué te noto en las manos
un calor de fuego vivo?
- Por tu piel que me hace arder igual …,
igual que el sol quema el trigo.
Y ¿por qué tienen tus besos
este sabor que da frío?
- ¡Déjame!, ¡déjame!,
con esos celos no iremos …,
no iremos a ningún sitio.
La lluvia sigue llorando
a través de los visillos.
Vals (1978)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Isabel Pantoja
¿Qué tienes hoy en los ojos,
que no son los ojos míos?
- La tristeza de la lluvia que vi …,
que vi tras de los visillos.
¿Por qué te pones de fiesta,
corazón, si no es domingo?
- Por ver si te gusto más con este …,
con este nuevo vestido.
Y ¿por qué tienes los labios
como un clavel amarillo?
- ¡Déjame!, ¡déjame! ,
con esos celos no iremos …,
no iremos a ningún sitio.
¿Qué escondes bajo la frente,
que tu hablar suena distinto?
- Un “te quiero más que a nadie” de amor …,
de amor, pasión y delirio.
¿Por qué te noto en las manos
un calor de fuego vivo?
- Por tu piel que me hace arder igual …,
igual que el sol quema el trigo.
Y ¿por qué tienen tus besos
este sabor que da frío?
- ¡Déjame!, ¡déjame!,
con esos celos no iremos …,
no iremos a ningún sitio.
La lluvia sigue llorando
a través de los visillos.
Lo de menos son los años
LO DE MENOS SON LOS AÑOS
Zambra (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Moreno
¡Déjame que yo te quiera!
¡Ay, ay, ay, ay!,
déjame que yo te quiera;
que en mi querer no hay engaño
cuando se quiere de veras.
¡Mare de mi corazón!
Cuando se quiera de veras
lo de menos son los años,
lo de menos son los años,
¡Ay!, yo seré tu compañera.
Zambra (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Moreno
¡Déjame que yo te quiera!
¡Ay, ay, ay, ay!,
déjame que yo te quiera;
que en mi querer no hay engaño
cuando se quiere de veras.
¡Mare de mi corazón!
Cuando se quiera de veras
lo de menos son los años,
lo de menos son los años,
¡Ay!, yo seré tu compañera.
Lo mismo que el trigo
LO MISMO QUE EL TRIGO
Pasacalle (1965)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Al pie de mis balcones, los torerillos,
las noches de verano forman corrillos;
son todos andaluces y es mi recreo
sentir el dulce arrullo de su ceceo.
Y aunque yo tengo a gala ser de Castilla,
digo así ante tu garbo: ¡Viva Sevilla!
Estribillo:
Torerito andaluz espigado,
moreno tostado, que siempre suspiras;
cortejar valeroso y callado,
detrás del cercado,
tu carne hecha tiras.
En la lucha por la suerte,
silencioso tu heroísmo,
y no piensas en la muerte
pues a ti te da lo mismo.
Cuantas veces cercada de espanto,
rezando a los santos,
me tienes en cruz.
Me desvelas, de noche y de día,
con tu valentía,
torero andaluz.
II
Al regresar cansado de la capea,
quisiera ser, mi vida, tu dulcinea;
bordar en tu capote mis iniciales,
cruzar los dos muy juntos los soportales.
Y que el gris de tus ojos como el acero
me dijeran: ¡cariño, cuanto te quiero!
Estribillo:
Torerito andaluz espigado,
moreno tostado, lo mismo que el trigo;
por tu afán valeroso y callado
me hubiera gustado
casarme contigo.
En la lucha por la suerte,
silencioso tu heroísmo,
y no piensas en la muerte
pues a ti te da lo mismo.
Cuantas veces cercada de espanto,
rezando a los santos,
me tienes en cruz.
Me desvelas, de noche y de día,
con tu valentía,
torero andaluz.
Pasacalle (1965)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Al pie de mis balcones, los torerillos,
las noches de verano forman corrillos;
son todos andaluces y es mi recreo
sentir el dulce arrullo de su ceceo.
Y aunque yo tengo a gala ser de Castilla,
digo así ante tu garbo: ¡Viva Sevilla!
Estribillo:
Torerito andaluz espigado,
moreno tostado, que siempre suspiras;
cortejar valeroso y callado,
detrás del cercado,
tu carne hecha tiras.
En la lucha por la suerte,
silencioso tu heroísmo,
y no piensas en la muerte
pues a ti te da lo mismo.
Cuantas veces cercada de espanto,
rezando a los santos,
me tienes en cruz.
Me desvelas, de noche y de día,
con tu valentía,
torero andaluz.
II
Al regresar cansado de la capea,
quisiera ser, mi vida, tu dulcinea;
bordar en tu capote mis iniciales,
cruzar los dos muy juntos los soportales.
Y que el gris de tus ojos como el acero
me dijeran: ¡cariño, cuanto te quiero!
Estribillo:
Torerito andaluz espigado,
moreno tostado, lo mismo que el trigo;
por tu afán valeroso y callado
me hubiera gustado
casarme contigo.
En la lucha por la suerte,
silencioso tu heroísmo,
y no piensas en la muerte
pues a ti te da lo mismo.
Cuantas veces cercada de espanto,
rezando a los santos,
me tienes en cruz.
Me desvelas, de noche y de día,
con tu valentía,
torero andaluz.
Lo nuestro no es así
LO NUESTRO NO ES ASÍ
Canción (1961)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Poema: A la deriva
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar unos labios dulcemente,
no es tener sed, es … encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
El cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perro en el corazón, candela viva.
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Versión grabada por:
Carmen Florido
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar unos labios dulcemente,
no es tener sed, es … encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
El cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perro en el corazón, candela viva.
Candela viva.
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Versión grabada por:
Bambino
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar otros labios dulcemente,
no es tener sed, es encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en el amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
Que cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perros en el corazón, candela viva.
Candela viva
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Canción (1961)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Poema: A la deriva
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar unos labios dulcemente,
no es tener sed, es … encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
El cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perro en el corazón, candela viva.
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Versión grabada por:
Carmen Florido
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar unos labios dulcemente,
no es tener sed, es … encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
El cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perro en el corazón, candela viva.
Candela viva.
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Versión grabada por:
Bambino
Decir ‘te quiero’ con la voz velada
y besar otros labios dulcemente,
no es tener sed, es encontrar la fuente
que nos brinda una boca enamorada.
Un beso así no quiere decir nada,
es ceniza de amor, no es lava hirviente;
en el amor hay que estar siempre presente,
mañana, tarde, noche … y madrugada.
Que cariño es más potro que cordero,
más espina que flor, sol, no lucero,
perros en el corazón, candela viva.
Candela viva
Lo nuestro no es así, a que engañarnos.
Lo nuestro es navegar sin encontrarnos,
a la deriva, amor, a la deriva.
Lo saben
LO SABEN
Marcha (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
I
En mi yegua canela monto orgullosa,
cuando va clareando la lú der día
y me pierdo entre jara, mirtos y rosas,
recorriendo a galope la Serranía.
En la crú de dos, de dos senderos,
se besan nuestros caballos,
y nos desimos te quiero,
te quiero, te quiero
en la mañana de mayo.
Estribillo:
¡Si, si, si!,
que nos queremos de vera
lo saben er patio, la torre y el río.
¡No, no, no!
y aunque se ve la bandera
la gente der pueblo no disen ni pío.
Saben de ti que, a caudales,
nadie te puede igualá;
saben que yo sin dos reales
no soy na, ni nadie, ni nadie, ni na.
Aquí mentira no cabe,
pues ha venido en rasón,
que tú eres, mi arma, quien te la llave,
que tú eres mi arma quien tiene la llave,
la llave y la clave de mi corasón.
Que tú eres, mi arma, quien tiene la llave,
la llave y la clave,
la clave y la llave de mi corasón.
II
Tu familia a buscao gente importante,
de dineros, negocios y señorío;
pero tú, a sus halagos, diste el portante,
pues en ti no han dejao caló ni frio.
Yo por ti no sé, no sé qué haría
pues me muero por tus huesos
y hasta mi vía daría,
daría, daría
si me faltaran tus besos.
Estribillo:
¡Si, si, si!,
que nos queremos de vera
lo saben er patio, la torre y el río.
¡No, no, no!
y aunque se ve la bandera
la gente der pueblo no disen ni pío.
Saben de ti que, a caudales,
nadie te puede igualá;
saben que yo sin dos reales
no soy na, ni nadie, ni nadie, ni na.
Aquí mentira no cabe,
pues ha venido en rasón,
que tú eres, mi arma, quien te la llave,
que tú eres mi arma quien tiene la llave,
la llave y la clave de mi corasón.
Que tú eres, mi arma, quien tiene la llave,
la llave y la clave,
la clave y la llave de mi corasón.
Marcha (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
I
En mi yegua canela monto orgullosa,
cuando va clareando la lú der día
y me pierdo entre jara, mirtos y rosas,
recorriendo a galope la Serranía.
En la crú de dos, de dos senderos,
se besan nuestros caballos,
y nos desimos te quiero,
te quiero, te quiero
en la mañana de mayo.
Estribillo:
¡Si, si, si!,
que nos queremos de vera
lo saben er patio, la torre y el río.
¡No, no, no!
y aunque se ve la bandera
la gente der pueblo no disen ni pío.
Saben de ti que, a caudales,
nadie te puede igualá;
saben que yo sin dos reales
no soy na, ni nadie, ni nadie, ni na.
Aquí mentira no cabe,
pues ha venido en rasón,
que tú eres, mi arma, quien te la llave,
que tú eres mi arma quien tiene la llave,
la llave y la clave de mi corasón.
Que tú eres, mi arma, quien tiene la llave,
la llave y la clave,
la clave y la llave de mi corasón.
II
Tu familia a buscao gente importante,
de dineros, negocios y señorío;
pero tú, a sus halagos, diste el portante,
pues en ti no han dejao caló ni frio.
Yo por ti no sé, no sé qué haría
pues me muero por tus huesos
y hasta mi vía daría,
daría, daría
si me faltaran tus besos.
Estribillo:
¡Si, si, si!,
que nos queremos de vera
lo saben er patio, la torre y el río.
¡No, no, no!
y aunque se ve la bandera
la gente der pueblo no disen ni pío.
Saben de ti que, a caudales,
nadie te puede igualá;
saben que yo sin dos reales
no soy na, ni nadie, ni nadie, ni na.
Aquí mentira no cabe,
pues ha venido en rasón,
que tú eres, mi arma, quien te la llave,
que tú eres mi arma quien tiene la llave,
la llave y la clave de mi corasón.
Que tú eres, mi arma, quien tiene la llave,
la llave y la clave,
la clave y la llave de mi corasón.
Locura de mi queré
LOCURA DE MI QUERÉ
"Mal fin tengan las lenguas cobardes que me echan cristales y luego lo niegan", se sentencia en la letra.
Tientos compuestos por Gordillo y Moles sacados del LP "Vintage Spanish Song Nº27 - EPs Collectors" (portada en al foto del vídeo), de 1958, grabado con la discográfica Columbia, y cuarta pieza de la discografía de la artista. En aquel entonces, tenía 22 años. Dicho LP era una selección de canciones que interpretara la artista en su primera película de las dos en las que actuaría, llamada "Canto Para Tí" (también de 1958).
Dicen que soy para los hombres,
tristeza y castigo,
y aunque lo sabes,
tu quieres casarte conmigo.
Yo solo puedo ofrerte la vida que tengo
y un ansia de amores,
pero eres tú de esos hombres,
que buscan veneno, veneno en las flores.
Corazón, ¡ay, que pena me dás corazón!
no distingues al rey del mendigo,
si te entregas con firme pasión,
donde está la razón,
para que jueguen contigo.
Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tu una muralla de firma roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca,
que me importa que el mundo,
por darme tormento me digan loca.
Yo siempre fuí presumiendo
de haberte querido,
y ahora eres tú quien separa
tu nombre y el mio.
Cuando tus labios de fuego,
en vez de besarme quemaron mi boca,
los potros de mis sentidos,
se me desbocaron volviéndome loca.
Corazón, fierecilla que un hombre mató,
ya estás solo con tu desventura,
no te extrañe que a este dolor,
¡ay!, morirse de amor,
se le llame locura.
Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tú una muralla de firme roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca.
Que me importa que el mundo,
por darme tormento,
me digan, ¡ay!, la loca.
MARIFÉ DE TRIANA
https://www.youtube.com/watch?v=myGZl3exq_Q
https://www.youtube.com/watch?v=rg51FWPJrkw
"Mal fin tengan las lenguas cobardes que me echan cristales y luego lo niegan", se sentencia en la letra.
Tientos compuestos por Gordillo y Moles sacados del LP "Vintage Spanish Song Nº27 - EPs Collectors" (portada en al foto del vídeo), de 1958, grabado con la discográfica Columbia, y cuarta pieza de la discografía de la artista. En aquel entonces, tenía 22 años. Dicho LP era una selección de canciones que interpretara la artista en su primera película de las dos en las que actuaría, llamada "Canto Para Tí" (también de 1958).
Dicen que soy para los hombres,
tristeza y castigo,
y aunque lo sabes,
tu quieres casarte conmigo.
Yo solo puedo ofrerte la vida que tengo
y un ansia de amores,
pero eres tú de esos hombres,
que buscan veneno, veneno en las flores.
Corazón, ¡ay, que pena me dás corazón!
no distingues al rey del mendigo,
si te entregas con firme pasión,
donde está la razón,
para que jueguen contigo.
Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tu una muralla de firma roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca,
que me importa que el mundo,
por darme tormento me digan loca.
Yo siempre fuí presumiendo
de haberte querido,
y ahora eres tú quien separa
tu nombre y el mio.
Cuando tus labios de fuego,
en vez de besarme quemaron mi boca,
los potros de mis sentidos,
se me desbocaron volviéndome loca.
Corazón, fierecilla que un hombre mató,
ya estás solo con tu desventura,
no te extrañe que a este dolor,
¡ay!, morirse de amor,
se le llame locura.
Malas lenguas me dicen la loca,
por esta locura que al verte me ciega,
mal fin tenga la lengua cobarde,
que me echa cristales y luego lo niega.
Son puñales de muerte mis celos,
y tú una muralla de firme roca,
¡ay!, mi rosa en el suelo,
¡ay!, mi vida en tu boca.
Que me importa que el mundo,
por darme tormento,
me digan, ¡ay!, la loca.
MARIFÉ DE TRIANA
https://www.youtube.com/watch?v=myGZl3exq_Q
https://www.youtube.com/watch?v=rg51FWPJrkw
Lola Clavijo
LOLA CLAVIJO
Pasodoble (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I ¿Quién es esa buena moza
que viene por la Caleta
con ese empaque de majestá?
¿Quién dice que se consume
por una pena secreta
si no la ha visto nadie llorá?
¿Por qué si es noble y es rica
no se casa esa mujé,
si le hablaba desde chica
er duque de no sé qué?
Y a la rueda Catalina
las niñas dicen la historia,
cantando por las esquinas
del barrio de la Victoria:
Estribillo:
¡Al alimón!, ahí va Lola Clavijo,
¡al alimón!, duquesa pudo sé,
con título, corona y cortijo,
y no lo quiso por otro queré.
¡Arsa, Pepa, señor duque!
tan pulido y tan amante,
que lo ha plantado la novia,
vestido de Maestrante.
¡Al alimón!, pero ninguno se entera,
¡al alimón!, ni adivina el asertijo,
¡al alimón!, de ese queré de bandera
que tiene, que tiene y tiene,
¡Que toma y dale, Lola Clavijo!
II La gente del abolengo
la mira de medio lado
porque una dama de condición,
por guapa que ella se crea,
no puede dejar plantado
al señor duque del Alimón.
En cambio la gente llana
la requiebran al pasá:
¡Ole y vivan las serranas
valientes y enamorás!
Y a la rueda Catalina
las niñas dicen la historia,
cantando por las esquinas
del barrio de la Victoria:
Estribillo:
¡Al alimón!, ahí va Lola Clavijo,
¡al alimón!, casada desde ayé,
sin título, coronas, ni cortijo,
con un mosito guapo del Perchel.
¡Arsa, Pepa, señor duque!
te fallaron los dineros.
La novia viste de blanco
y er novio, de marinero.
¡Al alimón!, y una lanchita velera,
¡al alimón!, se ha llevao el asertijo,
¡al alimón!, de este queré de bandera
que tiene, que tiene y tiene,
¡Que toma y dale, Lola Clavijo!
Final:
¡Arsa, Pepa, señor duque!
¿a qué tanto sentimiento?
Aquella lancha velera
se la ha llevaíto er viento.
Y entre la mar y la luna,
con un cante me lo dijo;
Yo no he querío a ninguna,
na más que a Lola Clavijo.
Pasodoble (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I ¿Quién es esa buena moza
que viene por la Caleta
con ese empaque de majestá?
¿Quién dice que se consume
por una pena secreta
si no la ha visto nadie llorá?
¿Por qué si es noble y es rica
no se casa esa mujé,
si le hablaba desde chica
er duque de no sé qué?
Y a la rueda Catalina
las niñas dicen la historia,
cantando por las esquinas
del barrio de la Victoria:
Estribillo:
¡Al alimón!, ahí va Lola Clavijo,
¡al alimón!, duquesa pudo sé,
con título, corona y cortijo,
y no lo quiso por otro queré.
¡Arsa, Pepa, señor duque!
tan pulido y tan amante,
que lo ha plantado la novia,
vestido de Maestrante.
¡Al alimón!, pero ninguno se entera,
¡al alimón!, ni adivina el asertijo,
¡al alimón!, de ese queré de bandera
que tiene, que tiene y tiene,
¡Que toma y dale, Lola Clavijo!
II La gente del abolengo
la mira de medio lado
porque una dama de condición,
por guapa que ella se crea,
no puede dejar plantado
al señor duque del Alimón.
En cambio la gente llana
la requiebran al pasá:
¡Ole y vivan las serranas
valientes y enamorás!
Y a la rueda Catalina
las niñas dicen la historia,
cantando por las esquinas
del barrio de la Victoria:
Estribillo:
¡Al alimón!, ahí va Lola Clavijo,
¡al alimón!, casada desde ayé,
sin título, coronas, ni cortijo,
con un mosito guapo del Perchel.
¡Arsa, Pepa, señor duque!
te fallaron los dineros.
La novia viste de blanco
y er novio, de marinero.
¡Al alimón!, y una lanchita velera,
¡al alimón!, se ha llevao el asertijo,
¡al alimón!, de este queré de bandera
que tiene, que tiene y tiene,
¡Que toma y dale, Lola Clavijo!
Final:
¡Arsa, Pepa, señor duque!
¿a qué tanto sentimiento?
Aquella lancha velera
se la ha llevaíto er viento.
Y entre la mar y la luna,
con un cante me lo dijo;
Yo no he querío a ninguna,
na más que a Lola Clavijo.
Lola de España
LOLA DE ESPAÑA
Autores: Antonio Burgos y José Juan Porlán
A las viñas de Jerez,
la torre de San Miguel,
se lo dijo con campanas,
que en el cielo de Undivé,
la gente se ha puesto en pie,
al llegar la jerezana.
Que llegó con su abanico,
abrió el pico, armò el revuelo,
que a ella le viene chico,
el escenario del cielo.
Porque es más que una mujer,
porque es más que un baile suyo,
porque es más que aquel orgullo
de española de Jerez.
Y Dios se pone a escuchar,
con qué arte está diciendo
su carné de identidad.
Pues mire usted, don Undivé,
mi nombre es Lola,
mi nombre es Lola,
pues mire usted, soy de Jerez,
soy española
soy española
y escuche usted lo que canté
y mire lo que bailé
soy la zarzamora
que enamora en un lerele,
pena, penita, pena de mi corazón
A mí me llaman, mire usted, la faraona,
bata de cola, torbellino de color.
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña porque España me parió.
Y al oirla así Undivé
le dice: pues pase usted,
y me monta aquí un tablao
con tu arte de Jerez,
con esa forma de ser
hasta el cielo te has ganao
Y miró pá cerciorarse
pa acordarse los papeles
que ponen que era la madre
que dio su vida al Lerele
Dijo Dios, que es Undivé
presidente de los cielos:
aquí saco dos pañuelos,
puerta grande para usted.
Tó el cielo le hacía el compás
cuando estaba repitiendo
su carné de identidad.
Pues mire usted, don Undivé,
mi nombre es Lola,
mi nombre es Lola,
pues mire usted, soy de Jerez,
soy española
soy española
y escuche usted lo que canté
y mire lo que bailé
soy la zarzamora
que enamora en un lerele,
pena, penita, pena de mi corazón
A mí me llaman, mire usted, la faraona,
bata de cola, torbellino de color
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña porque España me parió.
Pena, penita, pena de mi corazón.
Bata de cola, torbellino de color
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña, y no me extraña,
porque España me parió.
Autores: Antonio Burgos y José Juan Porlán
A las viñas de Jerez,
la torre de San Miguel,
se lo dijo con campanas,
que en el cielo de Undivé,
la gente se ha puesto en pie,
al llegar la jerezana.
Que llegó con su abanico,
abrió el pico, armò el revuelo,
que a ella le viene chico,
el escenario del cielo.
Porque es más que una mujer,
porque es más que un baile suyo,
porque es más que aquel orgullo
de española de Jerez.
Y Dios se pone a escuchar,
con qué arte está diciendo
su carné de identidad.
Pues mire usted, don Undivé,
mi nombre es Lola,
mi nombre es Lola,
pues mire usted, soy de Jerez,
soy española
soy española
y escuche usted lo que canté
y mire lo que bailé
soy la zarzamora
que enamora en un lerele,
pena, penita, pena de mi corazón
A mí me llaman, mire usted, la faraona,
bata de cola, torbellino de color.
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña porque España me parió.
Y al oirla así Undivé
le dice: pues pase usted,
y me monta aquí un tablao
con tu arte de Jerez,
con esa forma de ser
hasta el cielo te has ganao
Y miró pá cerciorarse
pa acordarse los papeles
que ponen que era la madre
que dio su vida al Lerele
Dijo Dios, que es Undivé
presidente de los cielos:
aquí saco dos pañuelos,
puerta grande para usted.
Tó el cielo le hacía el compás
cuando estaba repitiendo
su carné de identidad.
Pues mire usted, don Undivé,
mi nombre es Lola,
mi nombre es Lola,
pues mire usted, soy de Jerez,
soy española
soy española
y escuche usted lo que canté
y mire lo que bailé
soy la zarzamora
que enamora en un lerele,
pena, penita, pena de mi corazón
A mí me llaman, mire usted, la faraona,
bata de cola, torbellino de color
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña porque España me parió.
Pena, penita, pena de mi corazón.
Bata de cola, torbellino de color
A mí me llaman, mire usted, Lola de España
y no me extraña, y no me extraña,
porque España me parió.
Lola la de los brillantes
LOLA LA DE LOS BRILLANTES
Pasodoble (1941)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Estrellita Castro
I
Lola la de los brillantes
tiene que tiene un amante
que la jase de pená.
Y cuando la Lola canta
se le quiebra la garganta
como si fuera a llorá.
Y las que están en lo sierto
van disiendo por ahí
que ar pená que está en er Puerto
han visto a la Lola d’ir.
Estribillo:
Las murallitas de Cái
ya las están derribando,
pero en to er mundo no hay
quién contigo haga otro tanto.
Porque a queré de veras
se quea sola
y no hay otra flamenca
como la Lola.
Que a queré con fatigas,
ni ahora ni antes,
hay quien gane a la Lola
de los brillantes …
II
Lola la de los brillantes
vio de salí a su amante
y su corazón tembló,
porque ar cabo de los años
er puñá de un desengaño
en su pecho se clavó …
Y a lo jondo de una trena
la flamenca fue a pará
a cumplí una condena
pa toa una eterniá.
Estribillo:
Las murallitas de Cái
las derribaron un día,
y en toíto er mundo no hay
quién carme la pena mía.
Porque a pená de veras
se quea sola
y no hay otra flamenca
como la Lola.
Que a pená con fatigas,
ni ahora ni antes,
hay quien gane a la Lola
de los brillantes …
Pasodoble (1941)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Estrellita Castro
I
Lola la de los brillantes
tiene que tiene un amante
que la jase de pená.
Y cuando la Lola canta
se le quiebra la garganta
como si fuera a llorá.
Y las que están en lo sierto
van disiendo por ahí
que ar pená que está en er Puerto
han visto a la Lola d’ir.
Estribillo:
Las murallitas de Cái
ya las están derribando,
pero en to er mundo no hay
quién contigo haga otro tanto.
Porque a queré de veras
se quea sola
y no hay otra flamenca
como la Lola.
Que a queré con fatigas,
ni ahora ni antes,
hay quien gane a la Lola
de los brillantes …
II
Lola la de los brillantes
vio de salí a su amante
y su corazón tembló,
porque ar cabo de los años
er puñá de un desengaño
en su pecho se clavó …
Y a lo jondo de una trena
la flamenca fue a pará
a cumplí una condena
pa toa una eterniá.
Estribillo:
Las murallitas de Cái
las derribaron un día,
y en toíto er mundo no hay
quién carme la pena mía.
Porque a pená de veras
se quea sola
y no hay otra flamenca
como la Lola.
Que a pená con fatigas,
ni ahora ni antes,
hay quien gane a la Lola
de los brillantes …
Lola la naranjera
LOLA LA NARANJERA
Canción (1943)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Estrellita Castro
I
Fue Lola la naranjera
una rosa de Madrid,
y en el baile, la primera
del fandango del candil …
Todos los mozos
y los chisperos vienen y van …
Mas ninguno ha podido
ni ha conseguido ser su galán.
Y suele decir,
rompiendo a reír:
Estribillo
La naranjera
no le brinda sus besos a cualquiera,
que es más tirana
que la propia duquesa Cayetana.
Yo no creo en los cuentos
de juramentos que son quimera,
y feliz sin amores
vive Dolores la naranjera.
II
Nadie sabe si fue el Tato
o su amigo Juan León
quien robó a la naranjera
para siempre el corazón.
Y aunque con alegría
siempre escondía su padecer …
Todo Madrid sabía
que se moría por un querer.
Y más al decir
fingiendo reír:
Estribillo
La naranjera
no le brinda sus besos a cualquiera,
que es más tirana
que la propia duquesa Cayetana.
Yo no creo en los cuentos
de juramentos que son quimera,
y feliz sin amores
vive Dolores la naranjera.
Canción (1943)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Estrellita Castro
I
Fue Lola la naranjera
una rosa de Madrid,
y en el baile, la primera
del fandango del candil …
Todos los mozos
y los chisperos vienen y van …
Mas ninguno ha podido
ni ha conseguido ser su galán.
Y suele decir,
rompiendo a reír:
Estribillo
La naranjera
no le brinda sus besos a cualquiera,
que es más tirana
que la propia duquesa Cayetana.
Yo no creo en los cuentos
de juramentos que son quimera,
y feliz sin amores
vive Dolores la naranjera.
II
Nadie sabe si fue el Tato
o su amigo Juan León
quien robó a la naranjera
para siempre el corazón.
Y aunque con alegría
siempre escondía su padecer …
Todo Madrid sabía
que se moría por un querer.
Y más al decir
fingiendo reír:
Estribillo
La naranjera
no le brinda sus besos a cualquiera,
que es más tirana
que la propia duquesa Cayetana.
Yo no creo en los cuentos
de juramentos que son quimera,
y feliz sin amores
vive Dolores la naranjera.
Lola la piconera
LOLA LA PICONERA
Marcha (1952)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Los militares y los paisanos,
llevan mi nombre como bandera,
y dicen todos los gaditanos:
Lola, Lolita, la Piconera.
Desde Puerta Tierra
al barrio la Viña,
señores, ¡qué guerra!
¡ay, Lola, Lolita!
que forma esta niña,
que forma esta niña.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
II
A los que sufren el mal de amores
sin ser ni bruja, ni curandera,
los pone buenos de sus dolores,
Lola, Lolita, la Piconera,
pues tengo yo un cante,
pa los amoríos,
que cura al amante
¡Ay, Lola, Lolita!
de pena y olvío,
de pena y olvío.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Final:
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Versión grabada por:
Rocío Jurado
I
Los militares y los paisanos,
llevan mi nombre como bandera,
y dicen todos los gaditanos:
Lola, Lolita, la Piconera.
Desde Puerta Tierra
al barrio la Viña,
señores, ¡qué guerra!
¡ay, Lola, Lolita!
que forma esta niña,
que forma esta niña.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
II
A los que sufren el mal de amores
sin ser ni bruja, ni curandera,
los pone buenos de sus dolores,
Lola, Lolita, la Piconera,
pues tengo yo un cante,
pa los amoríos,
que cura al amante
¡Ay, Lola, Lolita!
de pena y olvío,
de pena y olvío.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Final:
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Marcha (1952)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Los militares y los paisanos,
llevan mi nombre como bandera,
y dicen todos los gaditanos:
Lola, Lolita, la Piconera.
Desde Puerta Tierra
al barrio la Viña,
señores, ¡qué guerra!
¡ay, Lola, Lolita!
que forma esta niña,
que forma esta niña.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
II
A los que sufren el mal de amores
sin ser ni bruja, ni curandera,
los pone buenos de sus dolores,
Lola, Lolita, la Piconera,
pues tengo yo un cante,
pa los amoríos,
que cura al amante
¡Ay, Lola, Lolita!
de pena y olvío,
de pena y olvío.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Final:
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Versión grabada por:
Rocío Jurado
I
Los militares y los paisanos,
llevan mi nombre como bandera,
y dicen todos los gaditanos:
Lola, Lolita, la Piconera.
Desde Puerta Tierra
al barrio la Viña,
señores, ¡qué guerra!
¡ay, Lola, Lolita!
que forma esta niña,
que forma esta niña.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
II
A los que sufren el mal de amores
sin ser ni bruja, ni curandera,
los pone buenos de sus dolores,
Lola, Lolita, la Piconera,
pues tengo yo un cante,
pa los amoríos,
que cura al amante
¡Ay, Lola, Lolita!
de pena y olvío,
de pena y olvío.
Estribillo:
¿Dónde vas tan bonita
Lola, Lolita, la Piconera,
que a la vez que va andando
va derramando la primavera?
A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejao,
la amargura de la hiel.
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
Final:
Con que ¡viva Andalucía
y la pena que se muera!
Lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía,
que canta Lola,
Lola, Lolita, la Piconera.
La buenaventura
BUENAVENTURA/LA BUENAVENTURA
Farruca (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Con la risa entre los labios, me entregaste una monea…
No te vayas de mi vera, gitanita sahorí,
que en la parma de la mano necesito que me leas,
de qué muerte, o de qué gloria, me tendré yo que morí.
Y leyendo en tu siniestra, vi los rumbos escondíos,
de la raya de la suerte y er camino del amó,
y encontré que eran iguales, igualitos que los míos,
y miré tus pensamientos y en er fondo estaba yo.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
II
Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes, ni tampoco en mi queré.
¿Que importaba er sufrimiento de una niña canastera?
¡Era poco una gitana, para un hombre de tu qué!
Pero er sino estaba escrito, y las güertas y regüertas,
de las rayas de tu mano, se tenía que cumplí …
Yo sabía que en tus ducas, pedirían en mi puerta,
la limosna de un cariño, que guardaba para ti.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
Farruca (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Con la risa entre los labios, me entregaste una monea…
No te vayas de mi vera, gitanita sahorí,
que en la parma de la mano necesito que me leas,
de qué muerte, o de qué gloria, me tendré yo que morí.
Y leyendo en tu siniestra, vi los rumbos escondíos,
de la raya de la suerte y er camino del amó,
y encontré que eran iguales, igualitos que los míos,
y miré tus pensamientos y en er fondo estaba yo.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
II
Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes, ni tampoco en mi queré.
¿Que importaba er sufrimiento de una niña canastera?
¡Era poco una gitana, para un hombre de tu qué!
Pero er sino estaba escrito, y las güertas y regüertas,
de las rayas de tu mano, se tenía que cumplí …
Yo sabía que en tus ducas, pedirían en mi puerta,
la limosna de un cariño, que guardaba para ti.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
La canción del ole
CANCIÓN DEL OLE
Bulerías (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Niña de los Peines
I
¿Dónde hay un sabio que explique
lo que quiere decir ole?
El ole es como repique
de palillos españoles.
Cuando un mocito
no sabe su pena cantar,
suelta dos oles
y queda la niña enterá
y unos ojitos
le responden y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
II
Cuando reluce el torero
con un quite por faroles,
mis ojos dicen te quiero
y mis labios dicen ole.
Si en una noche de luna
yo sientoe entrar
por mi ventana,
los ayes de una soleá,
yo le contesto entre sueños
con un ole, y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
Bulerías (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Niña de los Peines
I
¿Dónde hay un sabio que explique
lo que quiere decir ole?
El ole es como repique
de palillos españoles.
Cuando un mocito
no sabe su pena cantar,
suelta dos oles
y queda la niña enterá
y unos ojitos
le responden y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
II
Cuando reluce el torero
con un quite por faroles,
mis ojos dicen te quiero
y mis labios dicen ole.
Si en una noche de luna
yo sientoe entrar
por mi ventana,
los ayes de una soleá,
yo le contesto entre sueños
con un ole, y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
La canción del río loco
CANCIÓN DEL RÍO LOCO
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I Entre naranjos y olivos,
vivo penando cautivo
desde el día en que nasí,
y se refleja en mi orilla,
como una rosa, Sevilla.
Yo soy el Guadarquiví.
Desde Casorla a Bonansa,
corro desde chiquitito;
la virgen de la Esperansa
amadrina mis barquitos.
A ver quién puede desí
que no es un río bonito
el río Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
II Bajan a mí los Miuras,
el agua por la sintura,
cuando llega el mes de abrí,
yo soy un río torero,
en mí nado el Espartero,
Gallito y Pepe Luí.
Huelo a limón y asahares,
a Jeré y a pescao frito,
cuando me sargo de mare
en Triana pegan gritos.
Mas nadie puede desí
que se fue a pique un barquito
ar pie del Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I Entre naranjos y olivos,
vivo penando cautivo
desde el día en que nasí,
y se refleja en mi orilla,
como una rosa, Sevilla.
Yo soy el Guadarquiví.
Desde Casorla a Bonansa,
corro desde chiquitito;
la virgen de la Esperansa
amadrina mis barquitos.
A ver quién puede desí
que no es un río bonito
el río Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
II Bajan a mí los Miuras,
el agua por la sintura,
cuando llega el mes de abrí,
yo soy un río torero,
en mí nado el Espartero,
Gallito y Pepe Luí.
Huelo a limón y asahares,
a Jeré y a pescao frito,
cuando me sargo de mare
en Triana pegan gritos.
Mas nadie puede desí
que se fue a pique un barquito
ar pie del Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
La niña del Albaicín
LA NIÑA DEL ALBAICÍN / ME DA MIEDO DE LA LUNA
Canción Romance (1940)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer, Gracia Montes
I
La niña del Albaicín
era una rosa de oro,
morena de trigo limpio,
color de almendra en los ojos.
Color de almendra en los ojos.
La niña del Albaicín
vivía en su carmen moro
encerrada entre cancelas
con llaves y con cerrojos.
Con llaves y con cerrojos.
Cuando llegaba la noche
llegaba también su novio
que junto a la celosía
cantaba siempre celoso:
Estribillo:
Me da miedo, mucho miedo,
me da miedo de la luna.
Échate un velo a la cara,
cubre tu piel de aceituna;
apaga tus verdes ojos
que son toda mi fortuna,
porque tengo mucho miedo,
mucho miedo de la luna.
II
La niña del Albaicín
subió una tarde a la Alhambra
y allí le cogió la noche
llena de luna y albahaca.
Llena de luna y albahaca.
Quiso volver y no pudo,
la luna le dio en la cara
y un galán besó su boca
entre arrayanes y dalias.
Entre arrayanes y dalias.
La niña del Albaicín
huyó con él de Granada;
su novio la llora, llora,
la llora junto a la Alhambra:
Estribillo:
Tengo miedo, mucho miedo,
de acordarme de la luna.
Se enamoró de tu cara,
y de tu piel de aceituna;
se enamoró de tus ojos
y me robó mi fortuna,
y por eso, me da miedo
de acordarme de la luna.
Canción Romance (1940)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer, Gracia Montes
I
La niña del Albaicín
era una rosa de oro,
morena de trigo limpio,
color de almendra en los ojos.
Color de almendra en los ojos.
La niña del Albaicín
vivía en su carmen moro
encerrada entre cancelas
con llaves y con cerrojos.
Con llaves y con cerrojos.
Cuando llegaba la noche
llegaba también su novio
que junto a la celosía
cantaba siempre celoso:
Estribillo:
Me da miedo, mucho miedo,
me da miedo de la luna.
Échate un velo a la cara,
cubre tu piel de aceituna;
apaga tus verdes ojos
que son toda mi fortuna,
porque tengo mucho miedo,
mucho miedo de la luna.
II
La niña del Albaicín
subió una tarde a la Alhambra
y allí le cogió la noche
llena de luna y albahaca.
Llena de luna y albahaca.
Quiso volver y no pudo,
la luna le dio en la cara
y un galán besó su boca
entre arrayanes y dalias.
Entre arrayanes y dalias.
La niña del Albaicín
huyó con él de Granada;
su novio la llora, llora,
la llora junto a la Alhambra:
Estribillo:
Tengo miedo, mucho miedo,
de acordarme de la luna.
Se enamoró de tu cara,
y de tu piel de aceituna;
se enamoró de tus ojos
y me robó mi fortuna,
y por eso, me da miedo
de acordarme de la luna.
La niña fea
COPLILLA DE LA FEA / LA NIÑA FEA
Marcha (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
¿Por qué se fija ese hombre y arrepara
en esa niña que pasa por su lao?
¿Por qué se ríe mirándola a la cara?
¿Por qué er coló de la niña s’ha quebrao?
¿Por qué le dise a la gente
“caballeros atensión”?
¿Por qué a la triste inosente
se le parte el corasón?
Tú te diviertes,
malas ideas,
y con fatigas de muerte,
va disiendo así la fea:
Estribillo:
No sabes, niño bonito,
que me miras y te ríes,
que soy como un huertesito
de claveles y alhelíes.
Que tengo las condisiones
de la casa del rey moro,
por fuera con desconchones
y por dentro es un tesoro.
Cuando lleno de penas mortales,
sin amigos yo te vea
y la vida a los dos nos iguale,
ya verás tú lo que vale
er cariño de una fea.
II
El hombre que de la fea se reía,
miró de pronto abatirse su fortuna;
y allá a las tres de una noche de agonía
llamó a su puerta más blanco que la luna.
Con tá que me perdonaras,
que me lleven a un pená,
¿Por qué me juyes la cara
si la tengo que besá?
¡Vengo a quererte! …
Y en la pelea
murió de un beso de muerte
la coplilla de la fea:
Estribillo:
No sabes, niño bonito,
que me miras y te ríes,
que soy como un huertesito
de claveles y alhelíes.
Que tengo las condisiones
de la casa del rey moro,
por fuera con desconchones
y por dentro es un tesoro.
Cuando lleno de penas mortales,
sin amigos yo te vea
y la vida a los dos nos iguale,
ya verás tú lo que vale
er cariño de una fea.
Marcha (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
¿Por qué se fija ese hombre y arrepara
en esa niña que pasa por su lao?
¿Por qué se ríe mirándola a la cara?
¿Por qué er coló de la niña s’ha quebrao?
¿Por qué le dise a la gente
“caballeros atensión”?
¿Por qué a la triste inosente
se le parte el corasón?
Tú te diviertes,
malas ideas,
y con fatigas de muerte,
va disiendo así la fea:
Estribillo:
No sabes, niño bonito,
que me miras y te ríes,
que soy como un huertesito
de claveles y alhelíes.
Que tengo las condisiones
de la casa del rey moro,
por fuera con desconchones
y por dentro es un tesoro.
Cuando lleno de penas mortales,
sin amigos yo te vea
y la vida a los dos nos iguale,
ya verás tú lo que vale
er cariño de una fea.
II
El hombre que de la fea se reía,
miró de pronto abatirse su fortuna;
y allá a las tres de una noche de agonía
llamó a su puerta más blanco que la luna.
Con tá que me perdonaras,
que me lleven a un pená,
¿Por qué me juyes la cara
si la tengo que besá?
¡Vengo a quererte! …
Y en la pelea
murió de un beso de muerte
la coplilla de la fea:
Estribillo:
No sabes, niño bonito,
que me miras y te ríes,
que soy como un huertesito
de claveles y alhelíes.
Que tengo las condisiones
de la casa del rey moro,
por fuera con desconchones
y por dentro es un tesoro.
Cuando lleno de penas mortales,
sin amigos yo te vea
y la vida a los dos nos iguale,
ya verás tú lo que vale
er cariño de una fea.
Los guardacoches
LOS GUARDACOCHES
Canción (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Pepe Blanco
I (Vicetiples)
Que placer el de servir con este dueño,
que además de mandamás es nuestro sueño.
Lo queremos, lo entendemos, lo mimamos,
y si manda que rodemos, … pues rodamos.
Cuando nos pasa revista
en la calle de Alcalá,
no hay ni una que se resista
a decirle al mandamás:
Estribillo
Cariño mío
me tienes loca,
¡Ay, quien pudiera, mi niño
besar tu boca! …
Eres mi cielo y mi vida,
sol y lucero
y soy tu esclava rendida
¡Cuánto te quiero!
No me importa, por quererte,
que se nuble mi razón,
yo en la rueda de tu suerte
he perdido el corazón …
Cariño mío, cariño,
me tienes loca,
¡ay, quien pudiera, mi niño,
besar tu boca!
II
(Pepe Blanco) Que placer me causa al ver mis guardacoches,
porque están como champán con medias noches.
Las camelo y las castigo con salero
pa que encima me trabajen mi dinero.
Esto si que es cosa buena,
¡vaya talle! ¡qué lunar! …
¡Vivan las calés morenas!
¡Están como pa rabiar!
Estribillo
Carita guapa y bonita,
sol y lucero,
te quiero mucho chatita
por el dinero.
Cuidas del coche, mi niña,
divinamente,
y un par de pavos te endiña
cada cliente.
¡Olé y viva las maneras
de saberse ganar el pan,
aunque sea yo un boqueras
nada envidio al Aga Khan!
Cariño mío, cariño,
eres divina,
te quiero mucho, mi niño,
por la propina.
Canción (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Pepe Blanco
I (Vicetiples)
Que placer el de servir con este dueño,
que además de mandamás es nuestro sueño.
Lo queremos, lo entendemos, lo mimamos,
y si manda que rodemos, … pues rodamos.
Cuando nos pasa revista
en la calle de Alcalá,
no hay ni una que se resista
a decirle al mandamás:
Estribillo
Cariño mío
me tienes loca,
¡Ay, quien pudiera, mi niño
besar tu boca! …
Eres mi cielo y mi vida,
sol y lucero
y soy tu esclava rendida
¡Cuánto te quiero!
No me importa, por quererte,
que se nuble mi razón,
yo en la rueda de tu suerte
he perdido el corazón …
Cariño mío, cariño,
me tienes loca,
¡ay, quien pudiera, mi niño,
besar tu boca!
II
(Pepe Blanco) Que placer me causa al ver mis guardacoches,
porque están como champán con medias noches.
Las camelo y las castigo con salero
pa que encima me trabajen mi dinero.
Esto si que es cosa buena,
¡vaya talle! ¡qué lunar! …
¡Vivan las calés morenas!
¡Están como pa rabiar!
Estribillo
Carita guapa y bonita,
sol y lucero,
te quiero mucho chatita
por el dinero.
Cuidas del coche, mi niña,
divinamente,
y un par de pavos te endiña
cada cliente.
¡Olé y viva las maneras
de saberse ganar el pan,
aunque sea yo un boqueras
nada envidio al Aga Khan!
Cariño mío, cariño,
eres divina,
te quiero mucho, mi niño,
por la propina.
Las tres cautivas
CARA, … CARACOL / LAS TRES CAUTIVAS
Canción (1941)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Miguel de Molina
I
A la vera de un arroyo claro escuché esta canción,
cuando estaba la pájara pinta subía en las ramas del verde limón.
Quince años tenía la niña que me la cantó,
y que peina, que peina, peinaba sus trenzas morenas al viento y al sol.
Me miraba, se reía,
y cantando me decía:
Estribillo
“En la Torre del Oro hay tres cristianas,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
hay tres cristianas.
Con los labios tan rojos como la grana,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
como la grana.
Son las tres primas hermanas
y las tres, las tres cambian de color
que penan de amor, -¡Caracol!-,
las tres cristianas.”
II
A la vera del arroyo claro ya nunca volvió
a peinarse, con peines de plata sus trenzas morenas de viento y de sol.
Ha dejao una espina clavada en mi corasón,
y la pájara pinta no ha vuelto a cantar en las ramas del verde limón.
Y en la luz del agua clara
ya no le miro la cara …
Estribillo
Y en la Torre del Oro hay tres cautivas,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
hay tres cautivas.
Con los ojos más verdes que las olivas
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
que las olivas.
Están siempre pensativas,
que las tres, las tres penan de dolor
por un mal de amor, -¡Caracol!-,
las tres cautivas.
Canción (1941)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Miguel de Molina
I
A la vera de un arroyo claro escuché esta canción,
cuando estaba la pájara pinta subía en las ramas del verde limón.
Quince años tenía la niña que me la cantó,
y que peina, que peina, peinaba sus trenzas morenas al viento y al sol.
Me miraba, se reía,
y cantando me decía:
Estribillo
“En la Torre del Oro hay tres cristianas,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
hay tres cristianas.
Con los labios tan rojos como la grana,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
como la grana.
Son las tres primas hermanas
y las tres, las tres cambian de color
que penan de amor, -¡Caracol!-,
las tres cristianas.”
II
A la vera del arroyo claro ya nunca volvió
a peinarse, con peines de plata sus trenzas morenas de viento y de sol.
Ha dejao una espina clavada en mi corasón,
y la pájara pinta no ha vuelto a cantar en las ramas del verde limón.
Y en la luz del agua clara
ya no le miro la cara …
Estribillo
Y en la Torre del Oro hay tres cautivas,
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
hay tres cautivas.
Con los ojos más verdes que las olivas
-¡Ay, cara, caracol, gira, girasol, caracol!-
que las olivas.
Están siempre pensativas,
que las tres, las tres penan de dolor
por un mal de amor, -¡Caracol!-,
las tres cautivas.
Lola castigo
PEPA ALEGRÍA
Zambra (1945)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rosita Ferrer
I
Cuando llegaste como un balaso
yo me llamaba Pepa Alegría,
y estaba escrito que entre tus brasos
hasta mi nombre se perdería.
Un juramento donde mentabas hasta la muerte;
un torbellino donde mi gloria quedó enterrá.
Final der cuento: Pepa Alegría, pa no quererte,
se echó ar camino del cante, er vino y el ¡ole ya!
Estribillo:
No vengas con el achaque
de remediarme la vía,
ya no hay minero que saque
del poso a Pepa Alegría.
Ni llames a mi cansela,
que la fuente se ha secao.
Tengo por muchas candelas
los labios achicharrados.
La compasión que te guía
no la malgastes conmigo,
que ya a tu Pepa Alegría,
por las cosas de la vía,
le llaman Lola Castigo.
II
Donde hubo fuego, seniza quea,
pero tu idea no es de ese estilo.
Quieres pagarme con tres moneas,
por si te mueres, morir tranquilo.
Mas no hay dinero para esa cuenta sardar conmigo,
ni un abogao que eche la firma de tu perdón.
Yo sólo quiero que cobre en sangre Lola Castigo,
lo que ha llorado Pepa Alegría por tu traición.
Estribillo:
No vengas con el achaque
de remediarme la vía,
ya no hay minero que saque
del poso a Pepa Alegría.
Ni llames a mi cansela,
que la fuente se ha secao.
Tengo por muchas candelas
los labios achicharrados.
Para cien años y un día
tres veces yo te maldigo:
una, por Pepa Alegría,
una, por Pepa Alegría,
y dos, por Lola Castigo.
Zambra (1945)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rosita Ferrer
I
Cuando llegaste como un balaso
yo me llamaba Pepa Alegría,
y estaba escrito que entre tus brasos
hasta mi nombre se perdería.
Un juramento donde mentabas hasta la muerte;
un torbellino donde mi gloria quedó enterrá.
Final der cuento: Pepa Alegría, pa no quererte,
se echó ar camino del cante, er vino y el ¡ole ya!
Estribillo:
No vengas con el achaque
de remediarme la vía,
ya no hay minero que saque
del poso a Pepa Alegría.
Ni llames a mi cansela,
que la fuente se ha secao.
Tengo por muchas candelas
los labios achicharrados.
La compasión que te guía
no la malgastes conmigo,
que ya a tu Pepa Alegría,
por las cosas de la vía,
le llaman Lola Castigo.
II
Donde hubo fuego, seniza quea,
pero tu idea no es de ese estilo.
Quieres pagarme con tres moneas,
por si te mueres, morir tranquilo.
Mas no hay dinero para esa cuenta sardar conmigo,
ni un abogao que eche la firma de tu perdón.
Yo sólo quiero que cobre en sangre Lola Castigo,
lo que ha llorado Pepa Alegría por tu traición.
Estribillo:
No vengas con el achaque
de remediarme la vía,
ya no hay minero que saque
del poso a Pepa Alegría.
Ni llames a mi cansela,
que la fuente se ha secao.
Tengo por muchas candelas
los labios achicharrados.
Para cien años y un día
tres veces yo te maldigo:
una, por Pepa Alegría,
una, por Pepa Alegría,
y dos, por Lola Castigo.
Lola puñales
LOLA PUÑALES
Marcha (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I
Entre la gente de bronce
que cantaba y que bebía,
brillaba Lola Puñales.
Era una rosa flamenca
que a los hombres envorvía
iguá que los vendavales.
Vino primero don Pedro, un marqué,
enamorao y galán,
pero la Lola, con mucho sabé,
lo despreció por don Juan.
Y así la Puñales, perdiendo y ganando,
trataba a los hombres de mala manera.
Hasta que una noche, la fueron matando,
los ojos de un hombre que dijo a su vera:
Estribillo:
¿Quién ha ensendío esta hoguera,
en tus ojeras de petenera, Lola Puñales?
Y aunque no quiere dolores,
mata de amores a los mejores y más cabales.
Sin sabé cómo ni cuándo,
tú te vas a enamorá,
con er fuego estas jugando
y te tienes que quemá.
Y verás sentrañas mías,
lo que son ducas mortales,
cuando llores de agonía
y te den las claritas der día
sin dormir, Lola Puñales.
II
Con fatiguitas de muerte
y sudores de agonía
lloraba Lola Puñales.
Porque aquel hombre moreno
se llevó pa toa la vía,
las rosas de sus rosales.
Mucho ‘te quiero, y me muero, mujé’,
mucho ‘te juro por Dió’,
y si te vi no me acuerdo, despué,
de que en sus brazos cayó.
Corrió como loca, buscando la reja,
en donde de otra los besos bebía;
y un grito de muerte, se oyó en la calleja,
mientras que unos ojos quedaban sin vía.
Estribillo:
Vayan los jueces pasando, vayan firmando,
que está esperando, Lola Puñales.
Que no me importa esta pena, ni ir a la trena,
que estoy serena y en mis cabales.
Lo maté y a sangre fría,
por hacer burla de mí
y otra vez lo mataría
si vorviera a revivir.
Con que apunte el escribano,
que ar causante de mis males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarle la mano
lo mató Lola Puñales.
Versión grabada por:
Imperio de Triana
I
Entre la gente de bronce
que cantaba y que bebía,
brillaba Lola Puñales.
Era una rosa flamenca
que a los hombres envorvía
iguá que los vendavales.
Vino primero don Pedro, un marqué,
enamorao y galán,
pero la Lola, con mucho sabé,
lo despreció por don Juan.
Y así la Puñales, perdiendo y ganando,
trataba a los hombres de mala manera.
Hasta que una noche la fueron matando,
los ojos de un hombre que dijo a su vera:
Estribillo:
¿Quién ha ensendío esa hoguera,
en tus ojeras de petenera, Lola Puñales?
Que aunque no quiere dolores,
mata de amores a los mejores y más cabales.
Sin sabé cómo ni cuándo,
tú te vas a enamorá,
con er fuego estás jugando
y te tienes que quemá.
Y verás sentrañas mías,
lo que son ducas mortales,
cuando llores de agonía
y te den las claritas der día
sin dormir, Lola Puñales.
Final:
Hay que ve de mis tormentos,
cuánto diera por sentí
la carisia de tu besos
otra ves serca de mí.
Conque apunte el escribano,
que ar causante de sus males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarle la mano
lo mató Lola Puñales.
Marcha (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I
Entre la gente de bronce
que cantaba y que bebía,
brillaba Lola Puñales.
Era una rosa flamenca
que a los hombres envorvía
iguá que los vendavales.
Vino primero don Pedro, un marqué,
enamorao y galán,
pero la Lola, con mucho sabé,
lo despreció por don Juan.
Y así la Puñales, perdiendo y ganando,
trataba a los hombres de mala manera.
Hasta que una noche, la fueron matando,
los ojos de un hombre que dijo a su vera:
Estribillo:
¿Quién ha ensendío esta hoguera,
en tus ojeras de petenera, Lola Puñales?
Y aunque no quiere dolores,
mata de amores a los mejores y más cabales.
Sin sabé cómo ni cuándo,
tú te vas a enamorá,
con er fuego estas jugando
y te tienes que quemá.
Y verás sentrañas mías,
lo que son ducas mortales,
cuando llores de agonía
y te den las claritas der día
sin dormir, Lola Puñales.
II
Con fatiguitas de muerte
y sudores de agonía
lloraba Lola Puñales.
Porque aquel hombre moreno
se llevó pa toa la vía,
las rosas de sus rosales.
Mucho ‘te quiero, y me muero, mujé’,
mucho ‘te juro por Dió’,
y si te vi no me acuerdo, despué,
de que en sus brazos cayó.
Corrió como loca, buscando la reja,
en donde de otra los besos bebía;
y un grito de muerte, se oyó en la calleja,
mientras que unos ojos quedaban sin vía.
Estribillo:
Vayan los jueces pasando, vayan firmando,
que está esperando, Lola Puñales.
Que no me importa esta pena, ni ir a la trena,
que estoy serena y en mis cabales.
Lo maté y a sangre fría,
por hacer burla de mí
y otra vez lo mataría
si vorviera a revivir.
Con que apunte el escribano,
que ar causante de mis males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarle la mano
lo mató Lola Puñales.
Versión grabada por:
Imperio de Triana
I
Entre la gente de bronce
que cantaba y que bebía,
brillaba Lola Puñales.
Era una rosa flamenca
que a los hombres envorvía
iguá que los vendavales.
Vino primero don Pedro, un marqué,
enamorao y galán,
pero la Lola, con mucho sabé,
lo despreció por don Juan.
Y así la Puñales, perdiendo y ganando,
trataba a los hombres de mala manera.
Hasta que una noche la fueron matando,
los ojos de un hombre que dijo a su vera:
Estribillo:
¿Quién ha ensendío esa hoguera,
en tus ojeras de petenera, Lola Puñales?
Que aunque no quiere dolores,
mata de amores a los mejores y más cabales.
Sin sabé cómo ni cuándo,
tú te vas a enamorá,
con er fuego estás jugando
y te tienes que quemá.
Y verás sentrañas mías,
lo que son ducas mortales,
cuando llores de agonía
y te den las claritas der día
sin dormir, Lola Puñales.
Final:
Hay que ve de mis tormentos,
cuánto diera por sentí
la carisia de tu besos
otra ves serca de mí.
Conque apunte el escribano,
que ar causante de sus males,
por jurar cariño en vano,
sin siquiera temblarle la mano
lo mató Lola Puñales.
Lola sí
LOLA, … SÍ
Canción (1972)
Letra: Lola Flores y Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Lola, no de los Machado,
Carmen, no de Merimée;
Lola, sí de los tablaos,
con su cómo y su por qué.
Yo soy la que es, sentraña,
campechana y popular
canto iguá al rey de España
que al más pobre del lugar.
Estribillo:
Ole, ole, olé, yolanda,
donde voy tengo salero
y me llevan en volandas
lo mismito que a un torero.
Ole, ole, olé yolanda,
donde voy soy diferente
y me pintan las barandas
cuando paso por er puente.
Y aunque er tiempo trae goteras
yo soy como el buen Jeré,
cada año más solera;
a más tiempo más bouqué.
Cada año más solera,
¡Lola sí, Lola y olé!
II
Lola, no p’al chismorreo,
Lola, no p’hablá en inglé;
Lola, sí p’ar cachondeo
de una juerga y un sabé.
Yo soy una clavellina
reliada en un mantón
y, en Madrí y en la Argentina,
armo la revolusión.
Estribillo:
Ole, ole, olé, yolanda,
donde voy tengo salero
y me llevan en volandas
lo mismito que a un torero.
Ole, ole, olé yolanda,
donde voy soy diferente
y me pintan las barandas
cuando paso por er puente.
Y aunque er tiempo trae goteras
yo soy como el buen Jeré,
cada año más solera;
a más tiempo más bouqué.
Cada año más solera,
¡Lola sí, Lola y olé!
Canción (1972)
Letra: Lola Flores y Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Lola, no de los Machado,
Carmen, no de Merimée;
Lola, sí de los tablaos,
con su cómo y su por qué.
Yo soy la que es, sentraña,
campechana y popular
canto iguá al rey de España
que al más pobre del lugar.
Estribillo:
Ole, ole, olé, yolanda,
donde voy tengo salero
y me llevan en volandas
lo mismito que a un torero.
Ole, ole, olé yolanda,
donde voy soy diferente
y me pintan las barandas
cuando paso por er puente.
Y aunque er tiempo trae goteras
yo soy como el buen Jeré,
cada año más solera;
a más tiempo más bouqué.
Cada año más solera,
¡Lola sí, Lola y olé!
II
Lola, no p’al chismorreo,
Lola, no p’hablá en inglé;
Lola, sí p’ar cachondeo
de una juerga y un sabé.
Yo soy una clavellina
reliada en un mantón
y, en Madrí y en la Argentina,
armo la revolusión.
Estribillo:
Ole, ole, olé, yolanda,
donde voy tengo salero
y me llevan en volandas
lo mismito que a un torero.
Ole, ole, olé yolanda,
donde voy soy diferente
y me pintan las barandas
cuando paso por er puente.
Y aunque er tiempo trae goteras
yo soy como el buen Jeré,
cada año más solera;
a más tiempo más bouqué.
Cada año más solera,
¡Lola sí, Lola y olé!
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