Una lata de mejillones

¿Es posible que una simple lata de mejillones pueda hacer feliz a alguien?

Ya en los 60's, antes de salir de España, recuerdo que frecuentaba un club de Salecianos, aunque yo no era religioso, donde jugaba ajedrez, ping-pong, billar, el de tres bolas y al "mus" un juego de cartas en el que aquellos que perdían tenían que pagar una rodada de bebidas. En los demás juegos no era necesario tener dinero ya que no se jugaba nada pero en éste lo hacía cuando me daba sed porque como no bebía agua me aliviaba con un cerveza y no teniendo dinero para pagarla decidía jugar una partidita de mus con los expertos ya que la suerte siempre estaba de mi lado. Con la cerveza venía incluída la tapita y entre ellas mi preferida era el mejillón en escabeche. En 1963 salí de España y felizmente los dichosos mejillones nunca he tenido problemas para encontrarlos en el mercado; de hecho, en las cajitas se indicaba el número aproximado de mejillones, lo que me daba una idea del tamaño de cada uno ya que el peso era el mismo. Sin embargo, en los últimos años, por mucho que he buscado por todos los supermercados que voy parece que se evaporaron y mis ganas de comer unos mejillones pasaron a ser obsesión.

El domingo pasado, con la ayuda de mi hija, conseguí encontrar los dichosos mejillones los cuales estaban casi que escondidos pero mi hija consiguió localizarlos. En total había 9 latas de mejillones; ella se quedó con dos y yo con las otras siete.

También, como hacía tiempo que no comía pesao frito por varias razones; decidí comprarme un hornillo a gas para poder freir el pescao en el patio sin impreganar la casa del humo que éste desprende, una de las razones. La otra razón es que aquí en Orlando es difícil encontrar pescado fresco y sólo en los mercados orientales es que se encuentran pero estos están un poco lejos para mí, por lo que me compré un "red snapper" muy apreciado aquí que en España creo, digo creo, que llaman pagro. Eso sí, congelado.

El martes, o sea ayer, monté el hornillo dispuesto a disfrutar de un suculento pescaito frito. El hornillo me pareció excelente y en menos de un cerrar de ojos el pescao estaba frito. !Qué desastre! Para un gaditano conocedor de un buen pescao frito aquello parecía un pescao recién desembalsamao. Llamaría de porfía el haberme comido la mitad del difunto porque ya al primer pedazo debería haber parado; pero insistí y finalmente la otra mitad no quise ni dársela a los gatos que vienen de noche a beber agua de la piscina que además de sed tienen mucha hambre.

Pasaron unas dos o tres horas desde el fracasado intento de comer pescao fresco frito y naturalmente tenía hambre pero no me atrevía ni siquiera a pensar qué comer. Durante esa disputa entre mi cerebro y mi estómago es cuando me acordé que tenía mejillones !Qué sonrisa me vino! En aquel momento me sentí la persona más feliz del mundo y sólo por unos mejillones. Abrí la lata, tosté unas rebanadas de pan y me zampé la latita divina que sabía a gloria.

Definitivamente amigo mío a tí te hace falta una buena mujer que lave y que guise y sepa coser, porque, porque no le reza usted a San Antonio bendito a ver si hace un milagrito ... el problema es el de siempre ¿quien te aguanta a tí y a tus cositas?, vamos a ver ¿que le pasaba al dichoso pescao?, la proxima vez lo descongelas con tiempo, lo troceas, le pones un ajito bien picado, un chorrito de limón, un poco de perejil y su sal, lo dejas un buen rato hasta que tome sabor y a continuación lo fries con aceite bien caliente y enharinado.

pinfanilla escribió:Definitivamente amigo mío a tí te hace falta una buena mujer que lave y que guise y sepa coser, porque, porque no le reza usted a San Antonio bendito a ver si hace un milagrito ... el problema es el de siempre ¿quien te aguanta a tí y a tus cositas?, vamos a ver ¿que le pasaba al dichoso pescao?, la proxima vez lo descongelas con tiempo, lo troceas, le pones un ajito bien picado, un chorrito de limón, un poco de perejil y su sal, lo dejas un buen rato hasta que tome sabor y a continuación lo fries con aceite bien caliente y enharinado.

Bueno, si dos días de descongelamiento no es suficiente, entonces es mejor que no lo congelen. El problema es que ese pescao habrá sufrido algún accidente durante su letargo; algo como un descongelamiento por averías del sistema frigorífico y un recongelamiento a temperaturas superiores a -40C ya que parecía tener todas sus células destruidas. Yo nunca le he colocado ni ajo ni limón al pescao frito ni lo comería si alguien que me haya invitado a su casa hace semejante disparate.

Cuanto a lo de la mujer, estoy seguro de que San Antonio me traería una parecida contigo que nunca quiere darle la razón al hombre cuando éste la tiene; coser ya está fuera de moda, la ropa se tira en buen estado para desocupar el armario, guisar, prefiero hacerlo yo que entiendo mejor de eso para mi gusto y para lavar tengo lavadora y secadora, así que tengo suficiente con lo que me dan lo que necesito que es lo único que no has mencionado.

¡No quiero ni pensarlo!, a ese no le devolvian la frescura ni todos los limones de la huerta Valenciana.

pinfanilla escribió:¡No quiero ni pensarlo!, a ese no le devolvian la frescura ni todos los limones de la huerta Valenciana.

Te cuesta darme la razón aun sabiendo que la tengo; lo reconoces pero ni siquiera me pides disculpas por haberme llamado de inútil, pero no te preocupes que yo siempre te perdonaré.

¿Desde cuando me cuesta trabajo disculparme?, pensé que habías descongelado mal el pescado, tampoco es tan grave la cosa, además hace mucho calor para discutir, nunca ha sido mi intención llamarte inutil, eres un montón de cosas pero lo de inutil no puedo demostrarlo, cuando vuelvas al lugar donde compraste el pescado se lo dices al chino/a que te lo vendió. Sigue dándome coraje no poder mandarte pescaito fresco y no es por hacerte rabiar pero hoy voy a poner unos choquitos a la plancha.

pinfanilla escribió:¿Desde cuando me cuesta trabajo disculparme?, pensé que habías descongelado mal el pescado, tampoco es tan grave la cosa, además hace mucho calor para discutir, nunca ha sido mi intención llamarte inutil, eres un montón de cosas pero lo de inutil no puedo demostrarlo, cuando vuelvas al lugar donde compraste el pescado se lo dices al chino/a que te lo vendió. Sigue dándome coraje no poder mandarte pescaito fresco y no es por hacerte rabiar pero hoy voy a poner unos choquitos a la plancha.

No fue la chinita quien me los vendió sino un mercado mixto de frutas, carnes verduras y pescados congelados. No soy de aquellos que devuelven las cosas o reclaman sino que dejo de comprar un producto desde el momento que me toca uno que no esté en buenas condiciones.

Normalmente tanto la carne como el pescado se congelan a una temperatura de -40ºC lo que llamamos congelación (congelamiento) acelerado. El motivo es porque el líquido intercelular al congelarse forma cristales cuyo tamaño será mayor cuanto mayor es la temperatura. Estos cristales destruyen las células si son muy grandes y -40ºC es la temperatura ideal para eso ya que los cristales no llegan a causar tanto daño; para otros usos como el congelamiento de un ser vivo para después descongelarlo en el futuro (personas, sangre, etc.) las temperaturas aún son más bajas pero para carne y pescado resultaría muy caro. Es obvio que ese pescado ha sufrido un segundo congelamiento y por eso, aunque no estaba deteriorado por las enzimas sus células musculares estaban destruidas si no desgarradas. Carnes y pescados se descomponen de forma diferente ya que en los primeros la descomposición la causan las bacterias cuya reprodución se acelera a los 10ºC mientras que las enzimas lo hacen a baja temperatura. Una única bacteria es capaz de reproducir un billón de bacterias en 15 horas a 10ºC. !Jajajaja, como para que te atrevas a decirme que no entiendo de carnes y pescados! Además soy gaditano como tú y se la diferencia entre un pescado fresquito recién pescado y uno que ha sido congelado. !Ah, gracias por los choquitos, pero si algún día me invitas prefiero que sean fritos! ¿Quieres que te explique la razón? !Jajajaja! Recuerda que para freir el pescado lo cubres con harina la cual tiene una función protectora, cosa que no haces cuando lo pones a la plancha. !Ohú, mejor que hables con Enrique el de "cómetelo"