LETRAS DE COPLAS (L)
Página 1 de 20.
Página 1 de 20. • 1, 2, 3 ... 10 ... 20
La ausencia
LA AUSENCIA
CONCHA PIQUER
Al laurel que está en el campo
le cuento lo que me pasa,
porque no encuentro en el mundo
persona de confianza.
Mi amor se fue a lo Marruecos,
licencia le he dado yo;
si mi amor ya no volviera
para mí será el dolor.
Si mi amor ya no volviera
para mí será el dolor.
Dolor de ausencia es el mío
que se marchó y no volvió.
Si yo estoy de vela a vela,
centinela de mi amor.
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
Y yo estoy de vela a vela
centinela de mi amor.
Casada estoy, bien casada,
y siempre casada bien;
el mundo de Extremadura
no casa más que una vez.
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
Paloma que vas y vienes
por la tierra y por el mar,
dile a mi amor allá lejos
que mi vida es esperar.
Un lazo de terciopelo
le puse cuando marchó,
y en el lazo puse un beso
y en el beso, el corazón.
¿Cuándo vendrá?
¿Dónde estará?
CONCHA PIQUER
Al laurel que está en el campo
le cuento lo que me pasa,
porque no encuentro en el mundo
persona de confianza.
Mi amor se fue a lo Marruecos,
licencia le he dado yo;
si mi amor ya no volviera
para mí será el dolor.
Si mi amor ya no volviera
para mí será el dolor.
Dolor de ausencia es el mío
que se marchó y no volvió.
Si yo estoy de vela a vela,
centinela de mi amor.
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
Y yo estoy de vela a vela
centinela de mi amor.
Casada estoy, bien casada,
y siempre casada bien;
el mundo de Extremadura
no casa más que una vez.
¿Dónde estará?
¿Cuándo vendrá?
Paloma que vas y vienes
por la tierra y por el mar,
dile a mi amor allá lejos
que mi vida es esperar.
Un lazo de terciopelo
le puse cuando marchó,
y en el lazo puse un beso
y en el beso, el corazón.
¿Cuándo vendrá?
¿Dónde estará?
La avioneta
LA AVIONETA
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel Lopez-Quiroga
Versión grabada por:
Pepe Blanco
I
Ni la cama de un eslipín elegante
de Madrid a Zaragoza y Alicante,
ni un crucero en el mar Mediterráneo,
ni un paseo por el túnel subterráneo;
ni andar la nieve sobre patines,
ni con las lluvias en limusine,
ni en el verano con la bicicleta,
nada se iguala a mi avioneta.
Más que el julepe, más que el amor,
es mi locura ser aviador.
Estribillo:
Ay, que lavi-lavi-lavi la avioneta.
Ay, que lavi, que no puede estarse quieta.
Ay, que lavi, que se pierde ya de vista.
Que cualquiera con mi lavi se despista.
Sube mi lavi como una fiera,
da volatines en la atmósfera,
es la reoca de la emoción.
Ay, que lavi-lavi-lavi, la avioneta,
con la cola y con la aleta
forma la revolución.
II
Se ha subido la otra tarde a mi aparato
una niña con su tita que era un gato
y al cogerme a sus abuelos en un bache
me miró como si fuera yo un apache.
Y así me dijo: Oiga, tío feo,
yo por los aires nunca flirteo;
que yo he subido con mi sobrina
pa curarle la tosferina.
Vaya locura, qué sensación;
la tos de cura en avión.
Estribillo:
Ay, que lavi-lavi-lavi la avioneta.
Ay, que lavi, que no puede estarse quieta.
Ay, que lavi, que se pierde ya de vista.
Que cualquiera con mi lavi se despista.
Sube mi lavi como una fiera,
da volatines en la atmósfera,
es la reoca de la emoción.
Ay, que lavi-lavi-lavi, la avioneta,
con la cola y con la aleta
forma la revolución.
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel Lopez-Quiroga
Versión grabada por:
Pepe Blanco
I
Ni la cama de un eslipín elegante
de Madrid a Zaragoza y Alicante,
ni un crucero en el mar Mediterráneo,
ni un paseo por el túnel subterráneo;
ni andar la nieve sobre patines,
ni con las lluvias en limusine,
ni en el verano con la bicicleta,
nada se iguala a mi avioneta.
Más que el julepe, más que el amor,
es mi locura ser aviador.
Estribillo:
Ay, que lavi-lavi-lavi la avioneta.
Ay, que lavi, que no puede estarse quieta.
Ay, que lavi, que se pierde ya de vista.
Que cualquiera con mi lavi se despista.
Sube mi lavi como una fiera,
da volatines en la atmósfera,
es la reoca de la emoción.
Ay, que lavi-lavi-lavi, la avioneta,
con la cola y con la aleta
forma la revolución.
II
Se ha subido la otra tarde a mi aparato
una niña con su tita que era un gato
y al cogerme a sus abuelos en un bache
me miró como si fuera yo un apache.
Y así me dijo: Oiga, tío feo,
yo por los aires nunca flirteo;
que yo he subido con mi sobrina
pa curarle la tosferina.
Vaya locura, qué sensación;
la tos de cura en avión.
Estribillo:
Ay, que lavi-lavi-lavi la avioneta.
Ay, que lavi, que no puede estarse quieta.
Ay, que lavi, que se pierde ya de vista.
Que cualquiera con mi lavi se despista.
Sube mi lavi como una fiera,
da volatines en la atmósfera,
es la reoca de la emoción.
Ay, que lavi-lavi-lavi, la avioneta,
con la cola y con la aleta
forma la revolución.
La bien pagá
LA BIEN PAGÁ
ZAMBRA
PERELLÓ Y MOSTAZO
Esta pieza clásica del repertorio coplero nacional fue dada a conocer a mediados de los años treinta, en plena República, por una olvidada cantante llamada Pastora Solís. Sin embargo, el gran éxito de “La bien pagá” no se produjo hasta que Miguel de Molina la incluyó en su repertorio, eso si, con algunos cambios.
Na te debo
na te pio
me voy de tu vera
orviame ya
que he pagao con oro
tus carnes morenas
no maldigas paya
que estamos en paz
No te quiero
no me quieras
si to me lo diste
yo na te pedí
no me eches en cara
que to lo perdiste
también a tu vera
yo to lo perdí
Bien paga
si tu eres la bien paga
porque tus besos compre
y a mí te supiste dar
por un puñao de parne
bien paga, bien paga
bien paga fuiste mujer
No te engaño
quiero a otra
no creas por eso
que te traicione
no cayo en mis brazos
me dio solo un beso
el único beso
que yo no pague
Na te pió
na me llevo
entre esas paredes
han quedao sepultas
penas y alegrias
que te dao y me diste
y esas joyas
que ahora pa otro luciras
Bien paga
si tu eres la bien paga
porque tus besos compre
y a mí te supiste dar
por un puñao de parne
bien paga, bien paga
bien paga fuiste mujer
ZAMBRA
PERELLÓ Y MOSTAZO
Esta pieza clásica del repertorio coplero nacional fue dada a conocer a mediados de los años treinta, en plena República, por una olvidada cantante llamada Pastora Solís. Sin embargo, el gran éxito de “La bien pagá” no se produjo hasta que Miguel de Molina la incluyó en su repertorio, eso si, con algunos cambios.
Na te debo
na te pio
me voy de tu vera
orviame ya
que he pagao con oro
tus carnes morenas
no maldigas paya
que estamos en paz
No te quiero
no me quieras
si to me lo diste
yo na te pedí
no me eches en cara
que to lo perdiste
también a tu vera
yo to lo perdí
Bien paga
si tu eres la bien paga
porque tus besos compre
y a mí te supiste dar
por un puñao de parne
bien paga, bien paga
bien paga fuiste mujer
No te engaño
quiero a otra
no creas por eso
que te traicione
no cayo en mis brazos
me dio solo un beso
el único beso
que yo no pague
Na te pió
na me llevo
entre esas paredes
han quedao sepultas
penas y alegrias
que te dao y me diste
y esas joyas
que ahora pa otro luciras
Bien paga
si tu eres la bien paga
porque tus besos compre
y a mí te supiste dar
por un puñao de parne
bien paga, bien paga
bien paga fuiste mujer
La blanca paloma
LA BLANCA PALOMA
Pasodoble (1942)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Virgensita del Rosío
cuantas grasias te he de dá;
lo que tú me has consedío
no te lo pago con ná.
Yo tengo el año que viene
que llevarte una corona
para que adorne tus siene;
Señora y Blanca Paloma.
Y tú conmigo vendrás
y quitándote er sombrero
ante la virgen dirás:
Estribillo:
Por donde quiera que vaya,
cumpliendo lo prometío,
por donde quiera que vaya,
pendiente der cuello mío
he de llevar tu medalla;
virgensita del Rosío.
II
A un lao de mi cansela,
tu imagen ví a poné,
y una lamparita en vela
día y noche has de tené
No tengo con que pagarte,
si no es con mi vía misma,
y a toas horas resarte;
Señora de la Marisma.
Y el año que viene iré
y debajo de tu manto,
virgensita, te diré:
Estribillo:
Por donde quiera que vaya,
cumpliendo lo prometío,
por donde quiera que vaya,
pendiente der cuello mío
he de llevar tu medalla;
virgensita del Rosío.
Pasodoble (1942)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Virgensita del Rosío
cuantas grasias te he de dá;
lo que tú me has consedío
no te lo pago con ná.
Yo tengo el año que viene
que llevarte una corona
para que adorne tus siene;
Señora y Blanca Paloma.
Y tú conmigo vendrás
y quitándote er sombrero
ante la virgen dirás:
Estribillo:
Por donde quiera que vaya,
cumpliendo lo prometío,
por donde quiera que vaya,
pendiente der cuello mío
he de llevar tu medalla;
virgensita del Rosío.
II
A un lao de mi cansela,
tu imagen ví a poné,
y una lamparita en vela
día y noche has de tené
No tengo con que pagarte,
si no es con mi vía misma,
y a toas horas resarte;
Señora de la Marisma.
Y el año que viene iré
y debajo de tu manto,
virgensita, te diré:
Estribillo:
Por donde quiera que vaya,
cumpliendo lo prometío,
por donde quiera que vaya,
pendiente der cuello mío
he de llevar tu medalla;
virgensita del Rosío.
La bomba gitana
LA BOMBA GITANA
Rumba (1972)
Letra: Lola Flores y Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Lola Flores
¡Brrrrrrrrrrrrrrrr!,
¡Booom!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Es la bomba del verano, ¡tron, tron!
La bomba de tocotrón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba de tocotrón, ¡tocotrón!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Con recortes de melena, ¡tron, tron!
y pepitas de melón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
Esta bomba es un cañón, ¡trocotrón!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¡Atensión!,
¡atensión a la explosión!
¡Ay, ay, ay, ay, ay!
¡cuatro!
¡tres!
¡dos!
¡uno!
¡ aaahhhhhh!
¡Boooom!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Con recortes de melena, ¡tron, tron!
y pepitas de melón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
Esta bomba es un cañón, ¡trocotrón!
Rumba (1972)
Letra: Lola Flores y Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Lola Flores
¡Brrrrrrrrrrrrrrrr!,
¡Booom!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Es la bomba del verano, ¡tron, tron!
La bomba de tocotrón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba de tocotrón, ¡tocotrón!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Con recortes de melena, ¡tron, tron!
y pepitas de melón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
Esta bomba es un cañón, ¡trocotrón!
¿Usté tiró la bomba?... ¡No!
¿y usté?… ¡No!
¿y usté?... ¡No!
¿Pues quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¿Qué quién tiro la bomba?,
¿la bomba quién tiró?
¡Atensión!,
¡atensión a la explosión!
¡Ay, ay, ay, ay, ay!
¡cuatro!
¡tres!
¡dos!
¡uno!
¡ aaahhhhhh!
¡Boooom!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
La bomba que traigo yo, ¡trocotrón!
Con recortes de melena, ¡tron, tron!
y pepitas de melón, ¡tocotrón!
Esta bomba tiene age, ¡tron, tron!
Tiene ritmo del mejó, ¡trocotrón!
Esta es la bomba gitana, ¡tron, tron!
Esta bomba es un cañón, ¡trocotrón!
La buenaventura
BUENAVENTURA/LA BUENAVENTURA
Farruca (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Con la risa entre los labios, me entregaste una monea…
No te vayas de mi vera, gitanita sahorí,
que en la parma de la mano necesito que me leas,
de qué muerte, o de qué gloria, me tendré yo que morí.
Y leyendo en tu siniestra, vi los rumbos escondíos,
de la raya de la suerte y er camino del amó,
y encontré que eran iguales, igualitos que los míos,
y miré tus pensamientos y en er fondo estaba yo.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
II
Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes, ni tampoco en mi queré.
¿Que importaba er sufrimiento de una niña canastera?
¡Era poco una gitana, para un hombre de tu qué!
Pero er sino estaba escrito, y las güertas y regüertas,
de las rayas de tu mano, se tenía que cumplí …
Yo sabía que en tus ducas, pedirían en mi puerta,
la limosna de un cariño, que guardaba para ti.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
Farruca (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Con la risa entre los labios, me entregaste una monea…
No te vayas de mi vera, gitanita sahorí,
que en la parma de la mano necesito que me leas,
de qué muerte, o de qué gloria, me tendré yo que morí.
Y leyendo en tu siniestra, vi los rumbos escondíos,
de la raya de la suerte y er camino del amó,
y encontré que eran iguales, igualitos que los míos,
y miré tus pensamientos y en er fondo estaba yo.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
II
Con la risa entre los labios te alejaste de mi vera,
ni creías en mis leyes, ni tampoco en mi queré.
¿Que importaba er sufrimiento de una niña canastera?
¡Era poco una gitana, para un hombre de tu qué!
Pero er sino estaba escrito, y las güertas y regüertas,
de las rayas de tu mano, se tenía que cumplí …
Yo sabía que en tus ducas, pedirían en mi puerta,
la limosna de un cariño, que guardaba para ti.
Estribillo
¿Por qué leí yo en tu mano
la buenaventura?
¿Por qué te quiero, serrano,
con esta locura?
Nuestra suerte estaba escrita;
se cumplió, quieras que no,
y ahora vivo yo en las ermitas
der desengaño mayó.
La calle de mi amargurá, de mi amargurá,
sale de las esquinitas
de aquella buenaventura.
La Camelia
LA CAMELIA
Pasodoble (1950)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión cantada por:
Carmela Montes
I No se llamaba María ni se llamaba Pilar, la llamaban La Camelia y pare usté de contar.
Empaque de soberana, andares de emperatriz coló de rosa temprana, oló de nardo en abrí.
Y una copla entre los dientes, que ella misma pregonaba, se mezcló entre toa la gente:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que dicen los hombres que es una flor sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
II Vino un gitano de Ronda y otro de Puerto Reá, un cantaor de Sanlúcar y no consiguieron na.
Los años se van pasando, y la Camelia también, de tanto que está penando ya tiene blanca la sien.
Y va su copla en el viento como un llanto de agonía, como un eco de lamento:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que dicen los hombres que es una flor sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
Versión cantada por:
Estrellita Castro
I No se llamaba María ni se llamaba Pilá, le llamaban La Camelia y pare usté de contá.
Empaque de soberana, andares de emperatrí, coló de rosa temprana, oló de nardo en abrí.
Y una copla entre los dientes, que ella misma pregonaba, pa darle gusto a la gente:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que disen los hombres que es una fló sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
II Vino un gitano de Ronda y otro de Puerto Reá, un cantaó de Sanlúca y no consiguieron na.
Los años se van pasando, y la Camelia también; de tanto que está penando ya tiene blanca la sien.
Y su copla va en el viento como un llanto de agonía, como un eco de lamento:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que disen los hombres que es una fló sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
Pasodoble (1950)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión cantada por:
Carmela Montes
I No se llamaba María ni se llamaba Pilar, la llamaban La Camelia y pare usté de contar.
Empaque de soberana, andares de emperatriz coló de rosa temprana, oló de nardo en abrí.
Y una copla entre los dientes, que ella misma pregonaba, se mezcló entre toa la gente:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que dicen los hombres que es una flor sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
II Vino un gitano de Ronda y otro de Puerto Reá, un cantaor de Sanlúcar y no consiguieron na.
Los años se van pasando, y la Camelia también, de tanto que está penando ya tiene blanca la sien.
Y va su copla en el viento como un llanto de agonía, como un eco de lamento:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que dicen los hombres que es una flor sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
Versión cantada por:
Estrellita Castro
I No se llamaba María ni se llamaba Pilá, le llamaban La Camelia y pare usté de contá.
Empaque de soberana, andares de emperatrí, coló de rosa temprana, oló de nardo en abrí.
Y una copla entre los dientes, que ella misma pregonaba, pa darle gusto a la gente:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que disen los hombres que es una fló sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
II Vino un gitano de Ronda y otro de Puerto Reá, un cantaó de Sanlúca y no consiguieron na.
Los años se van pasando, y la Camelia también; de tanto que está penando ya tiene blanca la sien.
Y su copla va en el viento como un llanto de agonía, como un eco de lamento:
Estribillo: La Camelia, ¡ay! la Camelia, se está muriendo de amó, y eso que disen los hombres que es una fló sin oló. ¡Vamos, que vamos andando, vamos andando y olé!; la vía le están quitando y nadie sabe el por qué. Que la Camelia se muere, y se muere de cariño porque ninguno la quiere.
La canción del ole
CANCIÓN DEL OLE
Bulerías (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Niña de los Peines
I
¿Dónde hay un sabio que explique
lo que quiere decir ole?
El ole es como repique
de palillos españoles.
Cuando un mocito
no sabe su pena cantar,
suelta dos oles
y queda la niña enterá
y unos ojitos
le responden y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
II
Cuando reluce el torero
con un quite por faroles,
mis ojos dicen te quiero
y mis labios dicen ole.
Si en una noche de luna
yo sientoe entrar
por mi ventana,
los ayes de una soleá,
yo le contesto entre sueños
con un ole, y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
Bulerías (1943)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Niña de los Peines
I
¿Dónde hay un sabio que explique
lo que quiere decir ole?
El ole es como repique
de palillos españoles.
Cuando un mocito
no sabe su pena cantar,
suelta dos oles
y queda la niña enterá
y unos ojitos
le responden y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
II
Cuando reluce el torero
con un quite por faroles,
mis ojos dicen te quiero
y mis labios dicen ole.
Si en una noche de luna
yo sientoe entrar
por mi ventana,
los ayes de una soleá,
yo le contesto entre sueños
con un ole, y ole ya.
Estribillo:
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
El ole, primito mío,
yo no lo quiero entendé
pero quiero que me digas
ole con ole y olé.
Señor farolero
que enciende el gas,
dígame usted ole
por cariá, ¡por cariá!
¡Ay, ole con ole y olé y olá!
La canción del río loco
CANCIÓN DEL RÍO LOCO
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I Entre naranjos y olivos,
vivo penando cautivo
desde el día en que nasí,
y se refleja en mi orilla,
como una rosa, Sevilla.
Yo soy el Guadarquiví.
Desde Casorla a Bonansa,
corro desde chiquitito;
la virgen de la Esperansa
amadrina mis barquitos.
A ver quién puede desí
que no es un río bonito
el río Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
II Bajan a mí los Miuras,
el agua por la sintura,
cuando llega el mes de abrí,
yo soy un río torero,
en mí nado el Espartero,
Gallito y Pepe Luí.
Huelo a limón y asahares,
a Jeré y a pescao frito,
cuando me sargo de mare
en Triana pegan gritos.
Mas nadie puede desí
que se fue a pique un barquito
ar pie del Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I Entre naranjos y olivos,
vivo penando cautivo
desde el día en que nasí,
y se refleja en mi orilla,
como una rosa, Sevilla.
Yo soy el Guadarquiví.
Desde Casorla a Bonansa,
corro desde chiquitito;
la virgen de la Esperansa
amadrina mis barquitos.
A ver quién puede desí
que no es un río bonito
el río Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
II Bajan a mí los Miuras,
el agua por la sintura,
cuando llega el mes de abrí,
yo soy un río torero,
en mí nado el Espartero,
Gallito y Pepe Luí.
Huelo a limón y asahares,
a Jeré y a pescao frito,
cuando me sargo de mare
en Triana pegan gritos.
Mas nadie puede desí
que se fue a pique un barquito
ar pie del Guadarquiví.
Estribillo
Guadarquiví,
la luna va disiendo por mi ribera. Guadarquiví,
quisiera sé pa siempre tu compañera;
río cañí,
espejo de reflejo verde esmeralda,
Sevilla la surtana se mira en ti,
novio de la Giralda,
Guadarquiví.
La Caramba
LA CARAMBA
Pasacalle (1942)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
La más famosa tonadillera española del siglo XVIII, la granadina (de Motril), María Antonia Vallejo Fernández, debió su nombre artístico a la cancioncilla que le escribiera su enamorado maestro Estévez, quien hizo para ella la música y la letra:
“Un señorito muy petimetre
Se entró en mi casa cierta mañana
Y así me dijo al primer envite:
Oiga usted: ¿Quiere usted ser mi maja?...
Yo le respondí con mi sonsonete,
Con mi canto, mi baile y mi soflama:
¡Qué chusco que es usted, señorito!
Usted quiere… ¡Caramba! ¡Caramba!
¡Que si quieres, quieres, ea!
¡Vaya, vaya, vaya!
Me volvió a decir muy tierno y fino:
“María Antonia, no seas tirana,
Mira niña, te amo y te adoro,
Yo le respondí con mi sonsonete,
Con mi canto, mi baile y sonsonete,
Con mi canto, mi baile y mi soflama:
¡Qué chusco que es usted, señorito!
Usted quiere… ¡Caramba! ¡Caramba!
Y tendrás las pesetas a manta…”
es que, a veces, los caminos de la celebridad, como los de la Providencia, son también inescrutables…
Según los datos que constan en el archivo parroquial de Motril (granada), el día 9 de Marzo de 1750 nace en esta población María Antonia Vallejo Fernández, ”La Caramba”, hija de Bernardo Vallejo, natural de Granada y de María Fernández, natural de Motril.
No existen datos sobre sus primeros años, pero sí se conoce, según el historiador Bravo Morata, que de ella nos ha dejado una acertada semblanza, que muy joven marchó a Cádiz, centro de artistas de la época, con alguna compañía de músicos, o cómicos ambulantes.
Mujer alta, esbelta, morena, y más que bonita, graciosa, con gran personalidad sobre toda otra condición, su vida está cargada de leyendas.
La Caramba dio mucho que hablar en el Madrid de Carlos III, ciudad a la que llegó sobre 1776, y en la que de inmediato comenzó a trabajar como tonadillera, dado que en aquella época, la comedia comenzaba a resurgir con fuerza después de yacer largo tiempo suprimida. La acogida que tuvo por parte del público fue espectacular.
De la noche a la mañana la Caramba fue una copla, una bandera, la novia de la Corte. Su cálida voz, sus arranques de hembra andaluza, sus “jondos” y bien sentidos jipíos flamencos levantaron un impresionante oleaje de entusiasmo y su popularidad creció vertiginosamente.
Sus extravagantes atuendos a la última moda, la gracia y donaire con que los lucia, le granjearon muy pronto la admiración de las mujeres. El traje de maja era muy vistoso y parecía creado para mujeres “de banderas”, como María Antonia.
Muchos fueron los hombres que perdieron la cabeza por ella. Hubo duelos, bofetadas, celos, odios, rencillas e intrigas, en torno a la tonadillera “La Caramba”.
Cualquier adorno que se ponía en el pelo o en el vestido era inmediatamente copiado por las damas de la Corte. Un lazo que sacó varias veces a escena pasó pronto a ser adorno de rigor en los paseos de Madrid. El lazo se llamaba Caramba, y la palabra se hizo popular en poco tiempo.
El diccionario dice: “la caramba era una moña o lazo que llevaban las mujeres sobre la cofia a final del siglo XVIII”. Ella lo sacó al escenario en 1778 y la moda duró casi hasta la guerra de la independencia.
En 1778 y 1779 es la figura artística más afamada del mundo del espectáculo, pero en 1780, María Antonia decide retirarse del teatro. Andaba en amores con un pretendiente (Agustín Sauminque), de origen francés y perteneciente a una familia acomodada, que nada tenía que ver con el mundo artístico, un hombre joven, tímido e intelectual, que a base de su constante presencia en las actuaciones de la tonadillera, consiguió llamar su atención y enamorarla y comprometerse en matrimonio.
Por supuesto la familia del joven se opuso rotundamente a esa relación. La fama que María Antonia tenía como tonadillera de los teatros de la corte, repleta de toda clase de aventuras, fue la causa de que la rechazaran, por lo que la pareja optó por casarse en secreto, llegando incluso a falsificar los documentos que se les exigían para el enlace.
La celebración del matrimonio tuvo lugar en Madrid, el día 10 de Marzo de 1780, en la parroquia de los cómicos.
Lamentablemente el matrimonio duró solamente un mes. El motivo de la separación es otra incógnita en la vida de “La Caramba”. Unos opinan que el causante de la ruptura fue él, otros dicen que ella, pues su carácter libertino la alejaban de la sumisión y austeridad de la esposa tradicional, haciendo que el matrimonio fuera para ella una condena.
Así, La Caramba volvió a aparecer en los escenarios, más bella y voluptuosa que nunca, siendo considerada en 1785, cuando contaba treinta y cuatro años, la reina de la tonadilla que gozaba del favor del público. Su prestigio, gracia y pasión que mostraba en sus actuaciones la seguían manteniendo en un alto pedestal, tanto en Madrid como en la Corte.
Se cuenta que ese mismo año de 1785, cuando daba su paseo habitual por el Prado como cada tarde, estalló una tormenta terrible y la tonadillera entró a guarecerse en el convento de capuchinos de San francisco del Prado, en el momento en el que los feligreses se preparaban para la Semana Santa.
La entrada de La Caramba en el convento levantó murmuraciones entre los devotos y las beatas que allí se encontraban, considerando un escándalo que una mujer de “su clase” tuviera la osadía de entrar en aquél santo lugar.
María Antonia permaneció en el convento mientras el religioso pronunciaba su sermón, y observaba con atención un cuadro de Lucas Jordán que representaba a la Magdalena. La visión de la Magdalena causó en ella tal impresión que se arrepintió de sus veleidades y juró regenerarse, juramento que llegó a cumplir, anunciando al llegar a su casa, a su madre con la que convivía, que nunca más volvería a los teatros.
Jamás regresó a los escenarios, ni acudió a las corridas de toros ni a los paseos por el Prado. María Antonia se convirtió en una beata, pasando a ser conocida como “la beata María Antonia”.
Se desprende de todos sus lujos y comodidades y cambia sus provocativos vestidos por un sayo basto y negro, viviendo en la más increíble miseria, y pasando los días entrando y saliendo de las iglesias.
Metida cada vez más de lleno en esta nueva vida, comienza a odiar su propia carne. Su rostro cambia bruscamente debido los frecuentes sacrificios y mortificaciones, y se hace irreconocible, debilitando su cuerpo hasta tal punto que enferma gravemente.
Presintiendo su cercano final, en 1878 hace testamento, declarando su matrimonio con Agustín Saumique y nombrando como albacea y testamentaria a su madre.
La historia de La Caramba ha prevalecido durante generaciones, siendo recordada en tonadillas, romances y canciones, llevada al teatro y al cine, hasta convertirla en leyenda.
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I La Caramba era una rosa
cuando vino de Motril
a sentar plaza de maja
en la villa de Madrid.
El pelo como la mora,
los ojos como los celos,
y en la cabeza, temblando,
un lazo de terciopelo.
Y el Madrid de aquel entonces
que por ella enloquecía,
entre caramba y caramba,
a La Caramba decía:
Estribillo: !Ay, María Antonia Fernández!,
te quiero a ti, ¡ay, Caramba, Caramba mía!
!Ay, María Antonia Fernández!,
todo Madrid por ti canta de noche y día.
Y los manolos que van al Prado
se han vuelto locos y enamorados,
que la Caramba, cuando va andando,
canela en rama va derramando.
¡Viva el jaleo, qué viva, viva la Alhambra!
!Qué vivan los ojos negros,
negros, negritos de La Caramba!
II Hablaron de que era un duque,
juraron que era un marqués,
murmuraron del monarca,
dijeron de un portugués.
Lo cierto es que María Antonia
renegó de los Madriles,
y cambió el traje de maja
por unas tocas monjiles.
Y el Madrid de aquel entonces
que sin ella no vivía,
entre caramba y caramba,
a La Caramba decía:
Estribillo:
!Ay, María Antonia Fernández!,
¡pobre de ti!, ¡ay, Caramba, Caramba mía!
!Ay, María Antonia Fernández!,
todo Madrid por ti llora de noche y día.
Que a tu persona no hay quien la vea,
ni por ventana, ni por zotea,
y los manolos te están buscando
y por las calles pasan gritando:
¡Viva el jaleo, qué viva, viva la Alhambra!
!Qué vivan los ojos negros,
negros, negritos de La Caramba!
Pasacalle (1942)
Letra: Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
La más famosa tonadillera española del siglo XVIII, la granadina (de Motril), María Antonia Vallejo Fernández, debió su nombre artístico a la cancioncilla que le escribiera su enamorado maestro Estévez, quien hizo para ella la música y la letra:
“Un señorito muy petimetre
Se entró en mi casa cierta mañana
Y así me dijo al primer envite:
Oiga usted: ¿Quiere usted ser mi maja?...
Yo le respondí con mi sonsonete,
Con mi canto, mi baile y mi soflama:
¡Qué chusco que es usted, señorito!
Usted quiere… ¡Caramba! ¡Caramba!
¡Que si quieres, quieres, ea!
¡Vaya, vaya, vaya!
Me volvió a decir muy tierno y fino:
“María Antonia, no seas tirana,
Mira niña, te amo y te adoro,
Yo le respondí con mi sonsonete,
Con mi canto, mi baile y sonsonete,
Con mi canto, mi baile y mi soflama:
¡Qué chusco que es usted, señorito!
Usted quiere… ¡Caramba! ¡Caramba!
Y tendrás las pesetas a manta…”
es que, a veces, los caminos de la celebridad, como los de la Providencia, son también inescrutables…
Según los datos que constan en el archivo parroquial de Motril (granada), el día 9 de Marzo de 1750 nace en esta población María Antonia Vallejo Fernández, ”La Caramba”, hija de Bernardo Vallejo, natural de Granada y de María Fernández, natural de Motril.
No existen datos sobre sus primeros años, pero sí se conoce, según el historiador Bravo Morata, que de ella nos ha dejado una acertada semblanza, que muy joven marchó a Cádiz, centro de artistas de la época, con alguna compañía de músicos, o cómicos ambulantes.
Mujer alta, esbelta, morena, y más que bonita, graciosa, con gran personalidad sobre toda otra condición, su vida está cargada de leyendas.
La Caramba dio mucho que hablar en el Madrid de Carlos III, ciudad a la que llegó sobre 1776, y en la que de inmediato comenzó a trabajar como tonadillera, dado que en aquella época, la comedia comenzaba a resurgir con fuerza después de yacer largo tiempo suprimida. La acogida que tuvo por parte del público fue espectacular.
De la noche a la mañana la Caramba fue una copla, una bandera, la novia de la Corte. Su cálida voz, sus arranques de hembra andaluza, sus “jondos” y bien sentidos jipíos flamencos levantaron un impresionante oleaje de entusiasmo y su popularidad creció vertiginosamente.
Sus extravagantes atuendos a la última moda, la gracia y donaire con que los lucia, le granjearon muy pronto la admiración de las mujeres. El traje de maja era muy vistoso y parecía creado para mujeres “de banderas”, como María Antonia.
Muchos fueron los hombres que perdieron la cabeza por ella. Hubo duelos, bofetadas, celos, odios, rencillas e intrigas, en torno a la tonadillera “La Caramba”.
Cualquier adorno que se ponía en el pelo o en el vestido era inmediatamente copiado por las damas de la Corte. Un lazo que sacó varias veces a escena pasó pronto a ser adorno de rigor en los paseos de Madrid. El lazo se llamaba Caramba, y la palabra se hizo popular en poco tiempo.
El diccionario dice: “la caramba era una moña o lazo que llevaban las mujeres sobre la cofia a final del siglo XVIII”. Ella lo sacó al escenario en 1778 y la moda duró casi hasta la guerra de la independencia.
En 1778 y 1779 es la figura artística más afamada del mundo del espectáculo, pero en 1780, María Antonia decide retirarse del teatro. Andaba en amores con un pretendiente (Agustín Sauminque), de origen francés y perteneciente a una familia acomodada, que nada tenía que ver con el mundo artístico, un hombre joven, tímido e intelectual, que a base de su constante presencia en las actuaciones de la tonadillera, consiguió llamar su atención y enamorarla y comprometerse en matrimonio.
Por supuesto la familia del joven se opuso rotundamente a esa relación. La fama que María Antonia tenía como tonadillera de los teatros de la corte, repleta de toda clase de aventuras, fue la causa de que la rechazaran, por lo que la pareja optó por casarse en secreto, llegando incluso a falsificar los documentos que se les exigían para el enlace.
La celebración del matrimonio tuvo lugar en Madrid, el día 10 de Marzo de 1780, en la parroquia de los cómicos.
Lamentablemente el matrimonio duró solamente un mes. El motivo de la separación es otra incógnita en la vida de “La Caramba”. Unos opinan que el causante de la ruptura fue él, otros dicen que ella, pues su carácter libertino la alejaban de la sumisión y austeridad de la esposa tradicional, haciendo que el matrimonio fuera para ella una condena.
Así, La Caramba volvió a aparecer en los escenarios, más bella y voluptuosa que nunca, siendo considerada en 1785, cuando contaba treinta y cuatro años, la reina de la tonadilla que gozaba del favor del público. Su prestigio, gracia y pasión que mostraba en sus actuaciones la seguían manteniendo en un alto pedestal, tanto en Madrid como en la Corte.
Se cuenta que ese mismo año de 1785, cuando daba su paseo habitual por el Prado como cada tarde, estalló una tormenta terrible y la tonadillera entró a guarecerse en el convento de capuchinos de San francisco del Prado, en el momento en el que los feligreses se preparaban para la Semana Santa.
La entrada de La Caramba en el convento levantó murmuraciones entre los devotos y las beatas que allí se encontraban, considerando un escándalo que una mujer de “su clase” tuviera la osadía de entrar en aquél santo lugar.
María Antonia permaneció en el convento mientras el religioso pronunciaba su sermón, y observaba con atención un cuadro de Lucas Jordán que representaba a la Magdalena. La visión de la Magdalena causó en ella tal impresión que se arrepintió de sus veleidades y juró regenerarse, juramento que llegó a cumplir, anunciando al llegar a su casa, a su madre con la que convivía, que nunca más volvería a los teatros.
Jamás regresó a los escenarios, ni acudió a las corridas de toros ni a los paseos por el Prado. María Antonia se convirtió en una beata, pasando a ser conocida como “la beata María Antonia”.
Se desprende de todos sus lujos y comodidades y cambia sus provocativos vestidos por un sayo basto y negro, viviendo en la más increíble miseria, y pasando los días entrando y saliendo de las iglesias.
Metida cada vez más de lleno en esta nueva vida, comienza a odiar su propia carne. Su rostro cambia bruscamente debido los frecuentes sacrificios y mortificaciones, y se hace irreconocible, debilitando su cuerpo hasta tal punto que enferma gravemente.
Presintiendo su cercano final, en 1878 hace testamento, declarando su matrimonio con Agustín Saumique y nombrando como albacea y testamentaria a su madre.
La historia de La Caramba ha prevalecido durante generaciones, siendo recordada en tonadillas, romances y canciones, llevada al teatro y al cine, hasta convertirla en leyenda.
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I La Caramba era una rosa
cuando vino de Motril
a sentar plaza de maja
en la villa de Madrid.
El pelo como la mora,
los ojos como los celos,
y en la cabeza, temblando,
un lazo de terciopelo.
Y el Madrid de aquel entonces
que por ella enloquecía,
entre caramba y caramba,
a La Caramba decía:
Estribillo: !Ay, María Antonia Fernández!,
te quiero a ti, ¡ay, Caramba, Caramba mía!
!Ay, María Antonia Fernández!,
todo Madrid por ti canta de noche y día.
Y los manolos que van al Prado
se han vuelto locos y enamorados,
que la Caramba, cuando va andando,
canela en rama va derramando.
¡Viva el jaleo, qué viva, viva la Alhambra!
!Qué vivan los ojos negros,
negros, negritos de La Caramba!
II Hablaron de que era un duque,
juraron que era un marqués,
murmuraron del monarca,
dijeron de un portugués.
Lo cierto es que María Antonia
renegó de los Madriles,
y cambió el traje de maja
por unas tocas monjiles.
Y el Madrid de aquel entonces
que sin ella no vivía,
entre caramba y caramba,
a La Caramba decía:
Estribillo:
!Ay, María Antonia Fernández!,
¡pobre de ti!, ¡ay, Caramba, Caramba mía!
!Ay, María Antonia Fernández!,
todo Madrid por ti llora de noche y día.
Que a tu persona no hay quien la vea,
ni por ventana, ni por zotea,
y los manolos te están buscando
y por las calles pasan gritando:
¡Viva el jaleo, qué viva, viva la Alhambra!
!Qué vivan los ojos negros,
negros, negritos de La Caramba!
La Cautiva
LA CAUTIVA
Zambra (1959)
Letra: Andrés Molina Moles y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión cantada por:
Conchita Martín
I Cautiva de reyes moros, yo dejé la morería, por un sueño de cantares que eran rosas de mi vía.
En su Marruecos me besó con besos encedíos; con luz de fuego me bañó mis coplas y mi pío.
Y en mis carnes puso brillo de metá que con mis canciones son to mi caudá. to mi caudá. to mi caudá. to mi caudá.
Estribillo: ¡Calé!, moruna yo nací, y al moro le ofrecí mi carne renegría. ¡Calé!, y a España me vorví, pensando solo en ti, gitano de mi vía. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Viva Grana, saracatrú, saracatrú, viva Graná.
II Camino de blanca luna yo volví por mi gitano, que su nombre estaba escrito en la palma de mi mano.
Al fin en un viejo limoná mis ojos le encontraron, y allí después de caminá mis labios le besaron.
Y en su boca puse flores de mujé que con mis canciones son to mi queré, to mi queré, to mi queré, to mi queré,
Estribillo: ¡Calé!, moruna yo nací, y al moro le ofrecí mi carne renegría. ¡Calé!, y a España me vorví, pensando solo en ti, gitano de mi vía. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Viva Grana, saracatrú, saracatrú, viva Graná.
Zambra (1959)
Letra: Andrés Molina Moles y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión cantada por:
Conchita Martín
I Cautiva de reyes moros, yo dejé la morería, por un sueño de cantares que eran rosas de mi vía.
En su Marruecos me besó con besos encedíos; con luz de fuego me bañó mis coplas y mi pío.
Y en mis carnes puso brillo de metá que con mis canciones son to mi caudá. to mi caudá. to mi caudá. to mi caudá.
Estribillo: ¡Calé!, moruna yo nací, y al moro le ofrecí mi carne renegría. ¡Calé!, y a España me vorví, pensando solo en ti, gitano de mi vía. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Viva Grana, saracatrú, saracatrú, viva Graná.
II Camino de blanca luna yo volví por mi gitano, que su nombre estaba escrito en la palma de mi mano.
Al fin en un viejo limoná mis ojos le encontraron, y allí después de caminá mis labios le besaron.
Y en su boca puse flores de mujé que con mis canciones son to mi queré, to mi queré, to mi queré, to mi queré,
Estribillo: ¡Calé!, moruna yo nací, y al moro le ofrecí mi carne renegría. ¡Calé!, y a España me vorví, pensando solo en ti, gitano de mi vía. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Ajulají, jamalaja, vaya calé; Saracatrú, vengajamá, viva Graná. Viva Grana, saracatrú, saracatrú, viva Graná.
La chiquita piconera
LA CHIQUITA PICONERA
Canción (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Este pasodoble es una de las piezas del repertorio coplero que más veces ha sonado en el cine, pues se ha escuchado en muchas películas. “Francisco Alegre” fue interpretado por Juanita Reina en la película “La Lola se va a los puertos” y también formó parte del espectáculo “Salero de España nº 3”, que Juanita estrenó en 1945.
Maria Teresa López (La chiquita piconera) posó para el famoso cuadro de Julio Romero de Torres en 1930, cuando ella tenía 16 años y el pintor 56. Se cuenta que “La chiquita piconera” fue la última obra que Julio Romero pintó antes de su muerte y también se dice que aquella joven fue amante del pintor. Ese es el asunto que se trata en “La chiquita piconera”, preciosa canción escrita para la película “La Blanca Paloma”, de Juanita Reina, aunque solo se incluyó en esta cinta de forma instrumental. A principios de 1942 la grabó Estrellita Castro, y casi al mismo tiempo Concha Piquer la estrenaba en directo dentro de su espectáculo “Ropa tendida”, que se presentó en el teatro Reina Victoria de Madrid, el 13 de enero de 1942. Hay también dos buenas versiones de esta romántica y deliciosa pieza, las que hicieron Imperio de Triana y el cantaor Pepe Pinto.
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I
El pintor la respetaba lo mismo que algo sagrao y su pasión le ocultaba porque era un hombre casao.
Ella lo camelaba con alma y vía hechisá por la magia de su paleta y al igual que una llama se consumía en aquella locura negra y secreta. Estribillo: Y cuando de noche Córdoba dormía... y era como un llanto la fuente del Potro, una voz decía: ¡Ay, chiquita piconera, mi piconera chiquita! Esta carita de cera a mí el sentío me quita. Te voy pintando, pintando ar laíto der brasero y a la vez me voy quemando de lo mucho que te quiero. ¡Várgame San Rafael, tener el agua tan cerca y no poderla bebé!
II Ella rompió aquel cariño y le dio un cambio a su vía, y el pintor iguá que un niño lloró al mirarla perdía.
Y cambió hasta la línea de su pintura, y por calles y plazas lo vio la gente deshojando la rosa de su amargura como si en este mundo fuera un ausente. Estribillo: Y cuando de noche Córdoba dormía... y era como un llanto la fuente del Potro, el pintor gemía: ¡Ay, chiquita piconera, mi piconera chiquita! Toa mi vía yo la diera por contemplar tu carita. Mira tú si yo te quiero que sigo y sigo esperando ar laíto der brasero para seguirte pintando. ¡Várgame la Soleá, haber querío orvidarte y no poderte orviá!
Canción (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Este pasodoble es una de las piezas del repertorio coplero que más veces ha sonado en el cine, pues se ha escuchado en muchas películas. “Francisco Alegre” fue interpretado por Juanita Reina en la película “La Lola se va a los puertos” y también formó parte del espectáculo “Salero de España nº 3”, que Juanita estrenó en 1945.
Maria Teresa López (La chiquita piconera) posó para el famoso cuadro de Julio Romero de Torres en 1930, cuando ella tenía 16 años y el pintor 56. Se cuenta que “La chiquita piconera” fue la última obra que Julio Romero pintó antes de su muerte y también se dice que aquella joven fue amante del pintor. Ese es el asunto que se trata en “La chiquita piconera”, preciosa canción escrita para la película “La Blanca Paloma”, de Juanita Reina, aunque solo se incluyó en esta cinta de forma instrumental. A principios de 1942 la grabó Estrellita Castro, y casi al mismo tiempo Concha Piquer la estrenaba en directo dentro de su espectáculo “Ropa tendida”, que se presentó en el teatro Reina Victoria de Madrid, el 13 de enero de 1942. Hay también dos buenas versiones de esta romántica y deliciosa pieza, las que hicieron Imperio de Triana y el cantaor Pepe Pinto.
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I
El pintor la respetaba lo mismo que algo sagrao y su pasión le ocultaba porque era un hombre casao.
Ella lo camelaba con alma y vía hechisá por la magia de su paleta y al igual que una llama se consumía en aquella locura negra y secreta. Estribillo: Y cuando de noche Córdoba dormía... y era como un llanto la fuente del Potro, una voz decía: ¡Ay, chiquita piconera, mi piconera chiquita! Esta carita de cera a mí el sentío me quita. Te voy pintando, pintando ar laíto der brasero y a la vez me voy quemando de lo mucho que te quiero. ¡Várgame San Rafael, tener el agua tan cerca y no poderla bebé!
II Ella rompió aquel cariño y le dio un cambio a su vía, y el pintor iguá que un niño lloró al mirarla perdía.
Y cambió hasta la línea de su pintura, y por calles y plazas lo vio la gente deshojando la rosa de su amargura como si en este mundo fuera un ausente. Estribillo: Y cuando de noche Córdoba dormía... y era como un llanto la fuente del Potro, el pintor gemía: ¡Ay, chiquita piconera, mi piconera chiquita! Toa mi vía yo la diera por contemplar tu carita. Mira tú si yo te quiero que sigo y sigo esperando ar laíto der brasero para seguirte pintando. ¡Várgame la Soleá, haber querío orvidarte y no poderte orviá!
La cinta de mi sombrero
LA CINTA DE MI SOMBRERO
(Cintas y Castellano)
“La cinta de mi sombrero” es una dulce canción por bulerías que Alejandro Cintas y el maestro cordobés Carlos Castellano crearon para Marifé de Triana y que ésta incluyó en uno de los cinco discos de cuatro canciones que editó con la casa Columbia durante 1965.
Anoche perdí la cinta
perdí la cinta de mi sombrero
huyendo de los chavales
que me seguían por el sendero.
Anoche la media luna
la media luna cascabelera
andaba por los caminos
de centinela, de centinela.
En la fuente del agua
donde me diste tu amor primero,
en la fuente del agua
se ve la luna con los luceros;
En la fuente del agua
se vio tu cara junto a la mía;
en la fuente del agua
tus ojos verdes perdía.
Del huerto de los limones
cortó jazmines para mi pelo;
las niñas de la ribera
tuvieron celos, tuvieron celos.
Pensando, cariño mío,
que te quería, que te quería,
la cinta de mi sombrero
me la traías, me la traías.
En la fuente del agua
donde me diste tu amor primero,
en la fuente del agua
se ve la luna con los luceros;
En la fuente del agua
se vio tu cara junto a la mía;
en la fuente del agua
tus ojos verdes perdía.
(Cintas y Castellano)
“La cinta de mi sombrero” es una dulce canción por bulerías que Alejandro Cintas y el maestro cordobés Carlos Castellano crearon para Marifé de Triana y que ésta incluyó en uno de los cinco discos de cuatro canciones que editó con la casa Columbia durante 1965.
Anoche perdí la cinta
perdí la cinta de mi sombrero
huyendo de los chavales
que me seguían por el sendero.
Anoche la media luna
la media luna cascabelera
andaba por los caminos
de centinela, de centinela.
En la fuente del agua
donde me diste tu amor primero,
en la fuente del agua
se ve la luna con los luceros;
En la fuente del agua
se vio tu cara junto a la mía;
en la fuente del agua
tus ojos verdes perdía.
Del huerto de los limones
cortó jazmines para mi pelo;
las niñas de la ribera
tuvieron celos, tuvieron celos.
Pensando, cariño mío,
que te quería, que te quería,
la cinta de mi sombrero
me la traías, me la traías.
En la fuente del agua
donde me diste tu amor primero,
en la fuente del agua
se ve la luna con los luceros;
En la fuente del agua
se vio tu cara junto a la mía;
en la fuente del agua
tus ojos verdes perdía.
La Clavel
LA CLAVEL
Marcha (1954)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
La Clavel está cantando
en el patio del Tronío
y de lo que está escuchando
a la gente le da frío.
-Dejadme que diga recio
to lo que esconde mi garlochí.
Mi gloria son los desprecios
que ese mal alma tiene pa ti.
Ese mal alma es su amante
que un día se le casó,
y ella publica en un cante
la pena de su dolor.
Pa ducas, duquitas, mare,
las que pasa La Clavel,
no tengo más -¡Dios te ampare!-
que la cruz de su querer.
Remedio no hay pa lo mío
ni yo me quiero curar,
ni a voces llamo al olvío,
que no lo quiero olvidar.
¿Dónde está la criatura,
que muriéndose de pie,
quiera con esta locura
¡Ay, Virgen de la Amargura!,
como quiere La Clavel?
La Clavel está acechando
los jardines de Murillo;
bajo el sol están jugando
a la rueda los chiquillos.
De pronto mira una boca
y unos ojitos que son los de él,
y besa como una loca
aquellos labios de rosa y miel.
¿Por qué me besa, señora?,
dice muy serio el chaval.
Por una ilusión que ahora
tendría tu misma edad.
Marcha (1954)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
La Clavel está cantando
en el patio del Tronío
y de lo que está escuchando
a la gente le da frío.
-Dejadme que diga recio
to lo que esconde mi garlochí.
Mi gloria son los desprecios
que ese mal alma tiene pa ti.
Ese mal alma es su amante
que un día se le casó,
y ella publica en un cante
la pena de su dolor.
Pa ducas, duquitas, mare,
las que pasa La Clavel,
no tengo más -¡Dios te ampare!-
que la cruz de su querer.
Remedio no hay pa lo mío
ni yo me quiero curar,
ni a voces llamo al olvío,
que no lo quiero olvidar.
¿Dónde está la criatura,
que muriéndose de pie,
quiera con esta locura
¡Ay, Virgen de la Amargura!,
como quiere La Clavel?
La Clavel está acechando
los jardines de Murillo;
bajo el sol están jugando
a la rueda los chiquillos.
De pronto mira una boca
y unos ojitos que son los de él,
y besa como una loca
aquellos labios de rosa y miel.
¿Por qué me besa, señora?,
dice muy serio el chaval.
Por una ilusión que ahora
tendría tu misma edad.
La Clavela
LA CLAVELA
Canción
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Rocío Jurado
I Clavela, clavo y canela, Clavela, tu corazón. Clavela, vuela y revuela, Clavela, vela, sin ton ni son. Vives que vives, lampando, Clavela, vela, por un queré y otro en ti, reina, reinando, sin tú, Clavela, llegarlo a vé. Clavela vaya novela, Clavela déjalo estar, Quique te engaña y te encela porque te tiene, tiene chalá. y Pepe que te camela, tú no lo quieres, quieres, tú no lo quieres, quieres pá ná. Estribillo ¡Clavela! Clavela clavo y canela Clavela rosa de abrí Clavela de centinela Clavela que sin viví. Clavela quien tú chanelas, que no Clavela, ¡Clavela! que no te chanela a ti. Clavela por más que duela tendrá Clavela, Clavela. való pa quererlo así. Való pa quererlo así. II Clavela, nieve y candela Clavela,nardo y limón Clavela, vive en vela Clavela, vela, con tu pasión. Quique te clava la espuela, Clavela, vela de su traición. Pepe por ti se rebela y está tocao de la razón. Clavela tierna gacela Clavela tu perdición, Quique te la está buscando como un palomo negro y ladrón, y Pepe mientras llorando, sus dese, desengaños, sus desengaños, en un rincón. Estribillo ¡Clavela! Clavela, nieve y candela Clavela, nardo y limón Clavela, tras la cancela Clavela, qué desazón. Clavela vaya secuela de hiel, Clavela, ¡Clavela! desangra tu corazón. Clavela, cela que cela de amor, Clavela, ¡Clavela! te mueres en un rincón.
Te mueres en un rincón.
Canción
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Rocío Jurado
I Clavela, clavo y canela, Clavela, tu corazón. Clavela, vuela y revuela, Clavela, vela, sin ton ni son. Vives que vives, lampando, Clavela, vela, por un queré y otro en ti, reina, reinando, sin tú, Clavela, llegarlo a vé. Clavela vaya novela, Clavela déjalo estar, Quique te engaña y te encela porque te tiene, tiene chalá. y Pepe que te camela, tú no lo quieres, quieres, tú no lo quieres, quieres pá ná. Estribillo ¡Clavela! Clavela clavo y canela Clavela rosa de abrí Clavela de centinela Clavela que sin viví. Clavela quien tú chanelas, que no Clavela, ¡Clavela! que no te chanela a ti. Clavela por más que duela tendrá Clavela, Clavela. való pa quererlo así. Való pa quererlo así. II Clavela, nieve y candela Clavela,nardo y limón Clavela, vive en vela Clavela, vela, con tu pasión. Quique te clava la espuela, Clavela, vela de su traición. Pepe por ti se rebela y está tocao de la razón. Clavela tierna gacela Clavela tu perdición, Quique te la está buscando como un palomo negro y ladrón, y Pepe mientras llorando, sus dese, desengaños, sus desengaños, en un rincón. Estribillo ¡Clavela! Clavela, nieve y candela Clavela, nardo y limón Clavela, tras la cancela Clavela, qué desazón. Clavela vaya secuela de hiel, Clavela, ¡Clavela! desangra tu corazón. Clavela, cela que cela de amor, Clavela, ¡Clavela! te mueres en un rincón.
Te mueres en un rincón.
La clavelera
LA CLAVELERA
Habanera (1940)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Maruja Tomás
I Como una golondrina de alma viajera,
con las primeras flores de la primavera,
por esas calle surge mi personita
y dicen a mi paso: ¡Ay, clavelera!
no hay flor como tu cara ni más bonita.
Comprar quieren mis rosas y mis claveles
y la flor de mis labios, que sabe a mieles, comprármelo todo en un momento
y hasta quieren comprarme los pensamientos, mis pensamientos.
Estribillo:
Ya está aquí la clavelera,
la clavelera aquí está,
la más barbi y postinera
de la calle de Alcalá.
Pídale a la clavelera
lo que quiera usté, señor;
toas las flores que usté quiera
menos la flor del amor.
II Pa los que son nerviosos hay flor de tila
y ahora y en tó el año también hay lilas;
yo llevo los azahares para las bodas
y las novias me dicen: ¡Ay, clavelera!
esa flor no podemos lucirla todas.
A mí suelen pararme ciertos señores
que en lugar de comprarme pues me echan flores, gustan de mis magnolias por lo exquisitas,
pero luego se quieren ir de rositas,
ir de rositas.
Estribillo:
Ya está aquí la clavelera,
la clavelera aquí está,
la más barbi y postinera
de la calle de Alcalá.
Pídale a la clavelera
lo que quiera usté, señor;
toas las flores que usté quiera
menos la flor del amor.
Habanera (1940)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Maruja Tomás
I Como una golondrina de alma viajera,
con las primeras flores de la primavera,
por esas calle surge mi personita
y dicen a mi paso: ¡Ay, clavelera!
no hay flor como tu cara ni más bonita.
Comprar quieren mis rosas y mis claveles
y la flor de mis labios, que sabe a mieles, comprármelo todo en un momento
y hasta quieren comprarme los pensamientos, mis pensamientos.
Estribillo:
Ya está aquí la clavelera,
la clavelera aquí está,
la más barbi y postinera
de la calle de Alcalá.
Pídale a la clavelera
lo que quiera usté, señor;
toas las flores que usté quiera
menos la flor del amor.
II Pa los que son nerviosos hay flor de tila
y ahora y en tó el año también hay lilas;
yo llevo los azahares para las bodas
y las novias me dicen: ¡Ay, clavelera!
esa flor no podemos lucirla todas.
A mí suelen pararme ciertos señores
que en lugar de comprarme pues me echan flores, gustan de mis magnolias por lo exquisitas,
pero luego se quieren ir de rositas,
ir de rositas.
Estribillo:
Ya está aquí la clavelera,
la clavelera aquí está,
la más barbi y postinera
de la calle de Alcalá.
Pídale a la clavelera
lo que quiera usté, señor;
toas las flores que usté quiera
menos la flor del amor.
La Clavelona
LA CLAVELONA / CON ER BELE, BELE
Pasodoble (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmela Montes, Juanita Reina
I En un palacio de ensueño,
como una esclava sin dueño,
como un cirio sin altar,
vivía La Clavelona
con la misma majestad
de una reina sin corona.
La gente la murmuraba
porque en limosnas tiraba
los dineros a puñaos:
-Que si cumple un juramento.
- Que si es un remordimiento,
¿quién sabe de qué pecao?
Lo que ella quería
con oro enterrar
era un bele,bele,
que iba y venía
por el Limonar.
Estribillo:
Con er bele, bele, vito,
con er bele, bele, vi.
¿Quién era aquel señorito
que andaba detrás de ti?
Con er bele, bele, bele,
con er bele, bele, va.
¿Quién te quitó los claveles
un martes de carnaval?
Que hasta el corazón me duele
de verte tan afligía,
por culpa de un bele, bele,
Clavelona de mi vía.
II
Clavado en un limonero,
con una muerte de acero,
la justicia lo encontró.
Dijeron en los papeles
que a aquel hombre lo mató
el cantar der bele, bele.
Y entonces La Clavelona
su negro luto abandona,
se vistió de colorao,
y entre palmas y alegría
le dan las claras del día
cantando por los colmaos.
Y a muchas personas
les da qué pensar,
cuando suena er bele
de La Clavelona
por el Limonar.
Estribillo:
Con er bele, bele, vito,
con er bele, bele, vi,
ya se acabó el señorito
que andaba detrás de mí.
Con er bele, bele, bele,
con er bele, bele, va.
Qué caros son mis claveles
los martes de carnaval.
Por fin se cumplió el castigo
der bele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vía.
Final:
Qué caros son mis claveles
los martes de carnaval.
Por fin se cumplió el castigo
der bele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vía.
Pasodoble (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmela Montes, Juanita Reina
I En un palacio de ensueño,
como una esclava sin dueño,
como un cirio sin altar,
vivía La Clavelona
con la misma majestad
de una reina sin corona.
La gente la murmuraba
porque en limosnas tiraba
los dineros a puñaos:
-Que si cumple un juramento.
- Que si es un remordimiento,
¿quién sabe de qué pecao?
Lo que ella quería
con oro enterrar
era un bele,bele,
que iba y venía
por el Limonar.
Estribillo:
Con er bele, bele, vito,
con er bele, bele, vi.
¿Quién era aquel señorito
que andaba detrás de ti?
Con er bele, bele, bele,
con er bele, bele, va.
¿Quién te quitó los claveles
un martes de carnaval?
Que hasta el corazón me duele
de verte tan afligía,
por culpa de un bele, bele,
Clavelona de mi vía.
II
Clavado en un limonero,
con una muerte de acero,
la justicia lo encontró.
Dijeron en los papeles
que a aquel hombre lo mató
el cantar der bele, bele.
Y entonces La Clavelona
su negro luto abandona,
se vistió de colorao,
y entre palmas y alegría
le dan las claras del día
cantando por los colmaos.
Y a muchas personas
les da qué pensar,
cuando suena er bele
de La Clavelona
por el Limonar.
Estribillo:
Con er bele, bele, vito,
con er bele, bele, vi,
ya se acabó el señorito
que andaba detrás de mí.
Con er bele, bele, bele,
con er bele, bele, va.
Qué caros son mis claveles
los martes de carnaval.
Por fin se cumplió el castigo
der bele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vía.
Final:
Qué caros son mis claveles
los martes de carnaval.
Por fin se cumplió el castigo
der bele que dijo un día:
-Me voy a casar contigo,
Clavelona de mi vía.
La copla en mi voz
LA COPLA EN MI VOZ
Autores: De Juan y Marvizón
La Copla empezó a perder presencia en nuestro país a partir de mediados los años sesenta. Esta falta de presencia de la Copla en el mundo del espectáculo se acentuó en los años ochenta y noventa. Por eso, llama la atención una pieza como “La copla en mi voz”, pues se trata de una de los pocos temas compuestos en los últimos años que está a la altura de los grandes clásicos del género. Editada en 1993 por una estupenda intérprete sevillana llamada Patricia Vela, esta copla es una reivindicación de la Canción Española.
Dicen...
dicen que la copla ha muerto,
y hay quien dice,
que hace tiempo,
su sonido se olvidó.
Dicen...
dicen que anda malherida,
dicen que estará escondida,
que el mundo la maltrató.
Que no hay músicos poetas,
que tengan inspiración
para escribir unas letras
que lleguen al corazón.
Que se secó su semilla,
que se perdió el sentimiento,
pero la verdad del cuento,
yo se la cuento, desde Sevilla.
Porque la copla en mi voz
se hace bandera de España,
y tengo pá defenderla
reaños en mis entrañas,
y el arte que Dios me dió.
Porque en mi tierra nació,
y tiene el alma andaluza,
y en el puerto es marinera,
y en la sierra, bandolera.
Y es capote de paseo
grana y oro
sobre el ruedo del amor,
del amor de algún torero.
Fue Tatuaje en mi pecho,
yo fui, la Carmen de España,
y recorrí la verea,
desde tu puerta a mi casa.
Y fueron cinco farolas,
las que alumbraron mi via,
y en una carcel de oro
por la copla fui prendia.
Porque la copla en mi voz
se hace bandera de España,
y tengo pá defenderla
reaños en mis entrañas,
y el arte que Dios me dió.
Porque en mi tierra nació,
y tiene el alma andaluza,
y en el puerto es marinera,
y en la sierra, bandolera.
Y es capote de paseo
grana y oro
sobre el ruedo del amor,
del amor de algún torero.
Autores: De Juan y Marvizón
La Copla empezó a perder presencia en nuestro país a partir de mediados los años sesenta. Esta falta de presencia de la Copla en el mundo del espectáculo se acentuó en los años ochenta y noventa. Por eso, llama la atención una pieza como “La copla en mi voz”, pues se trata de una de los pocos temas compuestos en los últimos años que está a la altura de los grandes clásicos del género. Editada en 1993 por una estupenda intérprete sevillana llamada Patricia Vela, esta copla es una reivindicación de la Canción Española.
Dicen...
dicen que la copla ha muerto,
y hay quien dice,
que hace tiempo,
su sonido se olvidó.
Dicen...
dicen que anda malherida,
dicen que estará escondida,
que el mundo la maltrató.
Que no hay músicos poetas,
que tengan inspiración
para escribir unas letras
que lleguen al corazón.
Que se secó su semilla,
que se perdió el sentimiento,
pero la verdad del cuento,
yo se la cuento, desde Sevilla.
Porque la copla en mi voz
se hace bandera de España,
y tengo pá defenderla
reaños en mis entrañas,
y el arte que Dios me dió.
Porque en mi tierra nació,
y tiene el alma andaluza,
y en el puerto es marinera,
y en la sierra, bandolera.
Y es capote de paseo
grana y oro
sobre el ruedo del amor,
del amor de algún torero.
Fue Tatuaje en mi pecho,
yo fui, la Carmen de España,
y recorrí la verea,
desde tu puerta a mi casa.
Y fueron cinco farolas,
las que alumbraron mi via,
y en una carcel de oro
por la copla fui prendia.
Porque la copla en mi voz
se hace bandera de España,
y tengo pá defenderla
reaños en mis entrañas,
y el arte que Dios me dió.
Porque en mi tierra nació,
y tiene el alma andaluza,
y en el puerto es marinera,
y en la sierra, bandolera.
Y es capote de paseo
grana y oro
sobre el ruedo del amor,
del amor de algún torero.
La copla jerezana
LA COPLA JEREZANA
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel Lopez-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Los cantes de Andalucía
son puñales de pasión
que te clavan su alegría
en mitad del corazón.
Va la copla por el viento
como paloma zurita,
en el ala un juramento
en er pico una penita.
Estribillo:
Jerezana, jerezana,
que transmites desde lejos
a limón y a mejorana.
Jerezana, jerezana,
que al andar vas repicando
con más son que las campanas.
No me tengas en la esquina
que mi sé no tiene espera,
amapola y clavellina
de Jerez de la Frontera.
II
La viña y los olivare,
el molino y el lagar,
están llenos de cantare
y de parmas a compá.
Dise un cante de los selos
y otro de amor y alegría
y se juntan en los sielos
por fandango y bulería.
Estribillo:
Jerezana, jerezana,
que transmites desde lejos
a limón y a mejorana.
Jerezana, jerezana,
que al andar vas repicando
con más son que las campanas.
No me tengas en la esquina
que mi sé no tiene espera,
amapola y clavellina
de Jerez de la Frontera.
Canción (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel Lopez-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores
I
Los cantes de Andalucía
son puñales de pasión
que te clavan su alegría
en mitad del corazón.
Va la copla por el viento
como paloma zurita,
en el ala un juramento
en er pico una penita.
Estribillo:
Jerezana, jerezana,
que transmites desde lejos
a limón y a mejorana.
Jerezana, jerezana,
que al andar vas repicando
con más son que las campanas.
No me tengas en la esquina
que mi sé no tiene espera,
amapola y clavellina
de Jerez de la Frontera.
II
La viña y los olivare,
el molino y el lagar,
están llenos de cantare
y de parmas a compá.
Dise un cante de los selos
y otro de amor y alegría
y se juntan en los sielos
por fandango y bulería.
Estribillo:
Jerezana, jerezana,
que transmites desde lejos
a limón y a mejorana.
Jerezana, jerezana,
que al andar vas repicando
con más son que las campanas.
No me tengas en la esquina
que mi sé no tiene espera,
amapola y clavellina
de Jerez de la Frontera.
La copla no tiene amante
LA COPLA NO TIENE AMANTE
Homenaje a la copla en la voz de la cigarrera.
PASODOBLE
Juan Solano
ANTOÑITA MORENO
Dentro de un negro vestío
con la voz hecha un temblor
la copla muerde un jipio
y se abre como una flor.
Desde el jueves santo a las claras del alba
de noche buena
ella tiende el manto
donde está la alegría
y están las penas.
y la voz que se escucha en la celosía
es la voz caliente de tu Andalucía.
La copla está siempre sola
la copla no tiene amante
bajo su bata de cola
se estremece con su cante.
La copla en pié es una torre
plantada en el redondel
en el mundo no habrá
quién la borre
sangre de España le corre
sangre de España le corre
por su talle de clavel.
Tiene un cuchillo la copla
para el bien y para el mal
el viento que a ella le sopla
la corta como un cristal
porque el monte cala con su filo
la sombra de Andalucía
mientras la Parrala
en Moguer, una noche perdió la via
Desde entonces, la pena de los Górgomez
llora en lo más hondo de los corazones.
LA COPLA ESTÁ SIEMPRE SOLA.....
https://www.youtube.com/watch?v=BCIc0oV4fTg
Homenaje a la copla en la voz de la cigarrera.
PASODOBLE
Juan Solano
ANTOÑITA MORENO
Dentro de un negro vestío
con la voz hecha un temblor
la copla muerde un jipio
y se abre como una flor.
Desde el jueves santo a las claras del alba
de noche buena
ella tiende el manto
donde está la alegría
y están las penas.
y la voz que se escucha en la celosía
es la voz caliente de tu Andalucía.
La copla está siempre sola
la copla no tiene amante
bajo su bata de cola
se estremece con su cante.
La copla en pié es una torre
plantada en el redondel
en el mundo no habrá
quién la borre
sangre de España le corre
sangre de España le corre
por su talle de clavel.
Tiene un cuchillo la copla
para el bien y para el mal
el viento que a ella le sopla
la corta como un cristal
porque el monte cala con su filo
la sombra de Andalucía
mientras la Parrala
en Moguer, una noche perdió la via
Desde entonces, la pena de los Górgomez
llora en lo más hondo de los corazones.
LA COPLA ESTÁ SIEMPRE SOLA.....
https://www.youtube.com/watch?v=BCIc0oV4fTg
La copla nueva
LA COPLA NUEVA
Marcha (1951)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Luisa Ortega
Coplas son de España,
aunque las oiga en tierra extraña,
primita mía,
viva la copla de Andalucía
La copla nueva cantando sale
la copla nueva cantando sale
como una alondra en los trigales.
La copla recién nacía
de pronto levanta el vuelo
y el aje de Andalucía
la lleva cantando al cielo.
¡Ay, cantares!
penitas de celos
llorando a mares;
y yo le pongo en el pelo
ramitos de soleares.
Cuando mis coplas van por Triana.
Cuando mis coplas van por Triana
suena el repique de las campanas
Final:
La copla recién nacía
de pronto levanta el vuelo
y el aje de Andalucía
la lleva cantando al cielo.
¡Ay, cantares!
penitas de celos
llorando a mares;
y yo le pongo en el pelo
ramitos de soleares.
Cuando mis coplas van por Triana.
Cuando mis coplas van por Triana
suena el repique de las campanas.
Marcha (1951)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Luisa Ortega
Coplas son de España,
aunque las oiga en tierra extraña,
primita mía,
viva la copla de Andalucía
La copla nueva cantando sale
la copla nueva cantando sale
como una alondra en los trigales.
La copla recién nacía
de pronto levanta el vuelo
y el aje de Andalucía
la lleva cantando al cielo.
¡Ay, cantares!
penitas de celos
llorando a mares;
y yo le pongo en el pelo
ramitos de soleares.
Cuando mis coplas van por Triana.
Cuando mis coplas van por Triana
suena el repique de las campanas
Final:
La copla recién nacía
de pronto levanta el vuelo
y el aje de Andalucía
la lleva cantando al cielo.
¡Ay, cantares!
penitas de celos
llorando a mares;
y yo le pongo en el pelo
ramitos de soleares.
Cuando mis coplas van por Triana.
Cuando mis coplas van por Triana
suena el repique de las campanas.
La cruz de mayo
LA CRUZ DE MAYO
Letra: Salvador Valverde
Música: Manuel Font de Anta
Intérpretes:
Grabada por Mercedes Serós en 1915
Grabada por La Goya en 1927 aunque en 1922 ya era uno de sus éxitos
El mocito parose tras la cancela,
contemplando la hermosa fiesta gitana,
preguntole a mi madre: ¿Qué es eso, abuela?
La mejor cruz de Mayo que hay en Triana.
Derramó en la batea cuanto tenía,
en el patio metiose muy decidío,
y, aunque toditos los ojos le sonreían,
se fijaron sus ojos solo en los míos.
Lucerito de la noche,
me dijo al verme bailar,
tú eres de luz un derroche,
quién te pudiera robar,
lucerito de la noche.
Cruz de Mayo sevillana,
Cruz de Mayo
que en mi patio levanté,
te echaré muchas más flores,
si consigo su querer,
Cruz de Mayo sevillana.
Se pasaron los años en un segundo,
Y se hundieron mis sueños de chavalilla.
Me sentí el alma rota, cansada del mundo,
y, una noche de mayo, volví a Sevilla.
Se escuchaban las coplas en la plazuela,
Me acerqué a mi casita limpia y galana,
y quedé contemplando, tras la cancela,
la mejor Cruz de Mayo que hay en Triana.
En la Cruz de la alegría
yo sólo vine a rezar,
por el dolor de mi vida,
y nadie me vio llorar,
donde todo el mundo reía.
Cruz de Mayo sevillana,
Cruz de Mayo,
que en mi patio levanté,
quién pudiera verte ahora,
como la primera vez,
como la primera vez.
Mercedes Serós (grabación 1915)
http://bdh.bne.es/bnesearch/CompleteSearch.do?field=todos&text=la+cruz+de+mayo&showYearItems=&exact=on&textH=&advanced=false&completeText=&pageSize=1&pageSizeAbrv=10&pageNumber=4
La Goya (grabación 1927)
https://www.youtube.com/watch?v=bq2Da6jDKSs
Letra: Salvador Valverde
Música: Manuel Font de Anta
Intérpretes:
Grabada por Mercedes Serós en 1915
Grabada por La Goya en 1927 aunque en 1922 ya era uno de sus éxitos
El mocito parose tras la cancela,
contemplando la hermosa fiesta gitana,
preguntole a mi madre: ¿Qué es eso, abuela?
La mejor cruz de Mayo que hay en Triana.
Derramó en la batea cuanto tenía,
en el patio metiose muy decidío,
y, aunque toditos los ojos le sonreían,
se fijaron sus ojos solo en los míos.
Lucerito de la noche,
me dijo al verme bailar,
tú eres de luz un derroche,
quién te pudiera robar,
lucerito de la noche.
Cruz de Mayo sevillana,
Cruz de Mayo
que en mi patio levanté,
te echaré muchas más flores,
si consigo su querer,
Cruz de Mayo sevillana.
Se pasaron los años en un segundo,
Y se hundieron mis sueños de chavalilla.
Me sentí el alma rota, cansada del mundo,
y, una noche de mayo, volví a Sevilla.
Se escuchaban las coplas en la plazuela,
Me acerqué a mi casita limpia y galana,
y quedé contemplando, tras la cancela,
la mejor Cruz de Mayo que hay en Triana.
En la Cruz de la alegría
yo sólo vine a rezar,
por el dolor de mi vida,
y nadie me vio llorar,
donde todo el mundo reía.
Cruz de Mayo sevillana,
Cruz de Mayo,
que en mi patio levanté,
quién pudiera verte ahora,
como la primera vez,
como la primera vez.
Mercedes Serós (grabación 1915)
http://bdh.bne.es/bnesearch/CompleteSearch.do?field=todos&text=la+cruz+de+mayo&showYearItems=&exact=on&textH=&advanced=false&completeText=&pageSize=1&pageSizeAbrv=10&pageNumber=4
La Goya (grabación 1927)
https://www.youtube.com/watch?v=bq2Da6jDKSs
La de la Puerta Triana
LA DE LA PUERTA TRIANA
Pasodoble (1952)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Colomé
I
La de la Puerta Triana
¡vaya salero!
tiene muñecos en la cabeza.
La de la Puerta Triana
¡ay, que te quiero!
vive soñando con la riqueza.
A su puerta llamó un día
la voz de un hombre bueno y cabal.
- Lo siento mucho sentrañas mías
si no hay dinero no hay na que hablá.
- Yo te traigo el mundo entero
no me importa ni er morí;
la mujer que tanto quiero
no tiene más que pedí.
La de la Puerta Triana
anda en boca de la gente;
igual que una soberana
pasa en coche por el puente.
Cuajaíta de brillantes
se jarta de presumí;
lleva escrito en el semblante
‘na de na me importa a mí’.
¿A ver si alguno lo acierta?
¿Tanto lujo quien lo gana?
era pobre y dio la vuelta
¿Qué tiene la de la Puerta,
la de la Puerta Triana?
II
La de la Puerta Triana
¡niña bonita!
ya no hace cuenta de la riqueza.
La de la Puerta Triana
¡ay, que penita!
se ha echao un velo por la cabeza.
A la puerta de la Audiencia
sus ojos negros van a llorá
- pague yo sola la penitencia
la culpa es mía, mía na más
- Perdonar a este cristiano
que robó por mi queré;
las caenas de esas manos
yo me las quiero poné.
La de la Puerta Triana
le da penita a la gente;
de negro mu de mañana
va llorando por el puente.
Ya no lleva ni un brillante,
ni ha vuelto ya a presumí
y ahora tiene su semblante
como el que se va a morí.
¿A ver si alguno me acierta?
¿Por qué llora esta serrana?
era rica y dio la vuelta
¿Qué tiene la de la Puerta
la de la Puerta Triana?
Pasodoble (1952)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Colomé
I
La de la Puerta Triana
¡vaya salero!
tiene muñecos en la cabeza.
La de la Puerta Triana
¡ay, que te quiero!
vive soñando con la riqueza.
A su puerta llamó un día
la voz de un hombre bueno y cabal.
- Lo siento mucho sentrañas mías
si no hay dinero no hay na que hablá.
- Yo te traigo el mundo entero
no me importa ni er morí;
la mujer que tanto quiero
no tiene más que pedí.
La de la Puerta Triana
anda en boca de la gente;
igual que una soberana
pasa en coche por el puente.
Cuajaíta de brillantes
se jarta de presumí;
lleva escrito en el semblante
‘na de na me importa a mí’.
¿A ver si alguno lo acierta?
¿Tanto lujo quien lo gana?
era pobre y dio la vuelta
¿Qué tiene la de la Puerta,
la de la Puerta Triana?
II
La de la Puerta Triana
¡niña bonita!
ya no hace cuenta de la riqueza.
La de la Puerta Triana
¡ay, que penita!
se ha echao un velo por la cabeza.
A la puerta de la Audiencia
sus ojos negros van a llorá
- pague yo sola la penitencia
la culpa es mía, mía na más
- Perdonar a este cristiano
que robó por mi queré;
las caenas de esas manos
yo me las quiero poné.
La de la Puerta Triana
le da penita a la gente;
de negro mu de mañana
va llorando por el puente.
Ya no lleva ni un brillante,
ni ha vuelto ya a presumí
y ahora tiene su semblante
como el que se va a morí.
¿A ver si alguno me acierta?
¿Por qué llora esta serrana?
era rica y dio la vuelta
¿Qué tiene la de la Puerta
la de la Puerta Triana?
La deseada
LA DESEADA
Canción (Hacia 1930)
Letra: Rafael de León y Antonio García Padilla ‘Kola’ / Música: Luis Rivas y José Gardey
I Al borde del camino hay una venta,
por tierras de Castilla la más nombrada,
de la cual es orgullo, según se cuenta,
una moza de temple: La Deseada.
La prodigan piropos los caminantes
que pretenden ser dueños de su hermosura,
sin saber que hay un mozo que ronda, amante,
en las noches calladas la venta oscura.
Y en el sendero
se escuchan los cantares
del carretero.
Estribillo La Deseada,
merece por un hombre
ser bien amada.
Y nadie intenta
cantar coplas de amores
junto a su venta.
Que un arriero
a su ventana abierta
llegó el primero,
y enamorada
quedó del guapo mozo
la Deseada
II Al borde del camino hay una venta,
que por los caminantes ya está olvidada,
desde que en mala hora, según se cuenta,
huyó por un cariño la Deseada.
Al correr de los años dicen que un día
una sombra cruzaba la carretera
y en sus ojos de negra melancolía
todos reconocieron a la ventera.
Y en el sendero
se recordó la copla
del carretero:
Estribillo La Deseada,
por un querer maldito
se vio burlada.
Fue malquerida
del hombre en cuyos brazos
dejó su vida.
Que haciendo alarde
después de que fue suya,
huyo cobarde.
Y despreciada
está por todo el pueblo
la Deseada.
Canción (Hacia 1930)
Letra: Rafael de León y Antonio García Padilla ‘Kola’ / Música: Luis Rivas y José Gardey
I Al borde del camino hay una venta,
por tierras de Castilla la más nombrada,
de la cual es orgullo, según se cuenta,
una moza de temple: La Deseada.
La prodigan piropos los caminantes
que pretenden ser dueños de su hermosura,
sin saber que hay un mozo que ronda, amante,
en las noches calladas la venta oscura.
Y en el sendero
se escuchan los cantares
del carretero.
Estribillo La Deseada,
merece por un hombre
ser bien amada.
Y nadie intenta
cantar coplas de amores
junto a su venta.
Que un arriero
a su ventana abierta
llegó el primero,
y enamorada
quedó del guapo mozo
la Deseada
II Al borde del camino hay una venta,
que por los caminantes ya está olvidada,
desde que en mala hora, según se cuenta,
huyó por un cariño la Deseada.
Al correr de los años dicen que un día
una sombra cruzaba la carretera
y en sus ojos de negra melancolía
todos reconocieron a la ventera.
Y en el sendero
se recordó la copla
del carretero:
Estribillo La Deseada,
por un querer maldito
se vio burlada.
Fue malquerida
del hombre en cuyos brazos
dejó su vida.
Que haciendo alarde
después de que fue suya,
huyo cobarde.
Y despreciada
está por todo el pueblo
la Deseada.
Página 1 de 20. • 1, 2, 3 ... 10 ... 20
Temas similares
» LETRAS DE COPLAS (U)
» LETRAS DE COPLAS (F)
» LETRAS DE COPLAS (V)
» LETRAS DE COPLAS (G)
» LETRAS DE COPLAS (H)
» LETRAS DE COPLAS (F)
» LETRAS DE COPLAS (V)
» LETRAS DE COPLAS (G)
» LETRAS DE COPLAS (H)
Página 1 de 20.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.