FLEXIONES Y REFLEXIONES

Cuando mi hijo Pablo comenzaba la E.G.B., apareció un día con un control de Naturales en el que una de las preguntas era: ¿en que se diferencia un hombre de un animal? a lo que que él había respondido (quedándose tan campante), - En que el hombre flexiona y reflexiona, desde entonces soy incapaz de reflexionar sin antes flexionarme un poco y hartarme de reir.

Todo esto viene a cuento porque pensando un poco en lo ocurrido con Mari Carmen en el programa de Se llama copla y a la polémica que está levantando, me ha venido a la cabeza que en España hay una ley de protección al menor y a mí entender nos la estamos saltando a la torera; de acuerdo que estos niños se presentan a un concurso con, me imagino, el permiso de sus padres o tutores, pero se presentan para cantar o bailar o tocar un instrumento musical, en definitiva para demostrar el arte que puedan tener, nunca para servir de burla o escarnio de algún aburrido que no puede resistir la tentación de ensañarse con alguno de estos crios solamente porque no son de su agrado; esto se evitaría si se impusiera como condición la no participación en programas de adultos hasta alcanzar la mayoría de edad.

Desde aquí pido un poco de respeto para todas las Naomis, Mari Cármenes, Lauras, Isabelitas, y todos los menores que hayan participado en este y en otros programas, pensemos en como estas cosas nos afectarían como padres y sobre todo el daño irreparable que se les puede causar solo porque nosotros los adultos somo incapaces de divertirnos sin tirarnos los trastos a la cabeza, aunque en estos casos los trastos sean niños artistas.

Muy interesante tu reflexión, pero hay detalles que se te han escapado:
Despues de muchos estudios sobre criminales, los psicólogos han concluido que los culpados de la mayoría de ellos han sido su propios padres; éstos, durante su infancia, los llamaban de malos sin motivo alguno a no ser alguna chiquillada o porque no tenía tiempo para ellos; los niños crecieron creyéndose que eran malos y malos se volvieron terminando en el corredor de la muerte para seren executados. Lo mismo pasa con aquellos niños cuyos padres, por orgullo propio insisten en decirles a sus hijos lo bueno que son sin serlos, los llevan a escenarios para que actúen desde una temprana edad, concursos, etc. Estos niños acaban creyéndose lo que les dicen sus padres y crecen pensando que son los mejores en aquello que hacen.

Como esta reflexión va en torno de Mari Carmen González, esta niña ya cantaba desde los dos años, dicho por ella; ya a los seis años comenzó a subirse en escenarios y participar de concursos y hoy día con 16 años después de haber oído tantas veces de sus padres lo bien que canta no hay un Jesus Cristo que la convenza de lo contrario. Así, con esa creencia de lo buena que es cantando, ha participado, además de varios concursos en menuda noche donde cantaba flamenco con la misma sosería que canta copla; ella misma dijo que le gustaba el rock y el resultado en todas esas actividades no ha sido otro sino el descubrir, aunque ella todavía no lo ha hecho ni conseguirá hacerlo, que no sirve ni para el rock, ni para el flamenco, ni para la copla. Sólo hay una pregunta para eso ¿quiénes son culpables de eso? En primer lugar la ley que permite que un niño participe en estas actividades siempre que tengan la autorización de los padres y en segundo lugar los padres que autorizan tal actividad exponiendo a sus hijos a lo que encontrarán al participar en ellas. No se critica a ningún niño por cantar pero sí se criticará lo bien o mal que lo hacen si entran en una competición.

Por otro lado está la realidad social: cuando un concursante gusta a alguien, no deberían criticar de manera negativa a los demás para desmerecerlo sino que debería resaltar las cualidades de su favorito. La realidad es que no es así que actúan sino que cuando perciben que hay otros mejores que ellos harán todo lo posible para desmerecerlo y el resultado de eso es que los seguidores de otros concursantes pagan con la misma moneda, es el ojo por ojo y diente por diente o ley del talión.

Yo no sé lo que se cuece en el twitter o en facebook porque no entro en ellos; sin embargo sí entro en el foro despótico y allí lo que se cuece es un constante ataque a Naomi por los seguidores de Mari Carmen. Allí, aunque el asunto fuese la derrota del Betis por el Atlético de Madrid, aparecería Naomi en medio de la discusión. Me parece muy bien que lleguen a mencionar el problema de su tesitura que no es necesario que ellos lo mencionen ya que es evidente; pero de ahí a desmerecer hasta su arte eso pasa de los limites. Quizá ellos piensan que los seguidores de Naomi no somos capaces de ver su problema de tesitura que es provisional y naturalmente, como ellos son incapaces de ver los problemas que tiene Mari Carmen, que son permanentes, me veo en la obligación de hacerles el mismo favor mencionándolos para que puedan verlos. Aquí viene otra pregunta ¿quienes son los culpables de eso?

Yo, si tuviera una hija con la edad de Mari Carmen no la expondría a eso; si fuese mayor de edad y ella entrase en un concurso, haría lo posible para que sus seguidores dejasen de desmerecer a los demás pidiéndolo como padre. Eso no es lo que pasa ya que a los padres lo único que les importa es poder decir que tienen una hija que es un genio cantando. ¿Le importaba, por acaso, a la madre de María Espinosa, menor de edad, andase con un tio de 23 años? !Para nada, era sólo verle la cara! Igualmente, tampoco dejaría que Naomi hubiese entrado en el concurso si fuese mi hija aunque ya es bastante madura para hacerlo y sabe muy bien cómo defenderse; ya vimos cuando dijo que a ella le molestaría cierta actitud del jurado y la Jabato no sólo lo reconoció sino que pidió disculpas; en otra gala, que se trataba de una habanera, mencionó lo del movimiento del culo como si nunca hubiese visto cómo lo hacen las niñas en general con mucho menos años y si va al Caribe o específicamente a Cuba de donde vienen has habaneras se asustaría ver cómo se mueven por allí, por lo que si se trata de una habanera habrá que hacerlo debidamente y sin movimiento de culo en vez de habanera sería malagueña como ella, sin gracia.