LETRAS DE COPLAS (A)

ACACIA DE MADRID

PASODOBLE
MARTÍNEZ PINTO Y GARCÍA MORCILLO

De las niñas que pasean por Pardiña
calle arriba, calle abajo su ilusión
es Acacia la muñeca de mas gracia
que ha pisado en ese barrio chulapón
desde Cibeles a Goya
anda buscando un cariño
sin mas adornos ni joyas
que una sonrisa y un lindo guiño

Acacia la de Pardiña
jilguero de los madriles
Acacia fina y sencilla
juguete de veinte abriles
Acacia buena y castiza
igual que la revoltosa
Pardiña te piropean
por gata, por chata y preciosa

Cuando sueña la muñeca madrileña
con el beso que un amante le dará
el perfume del amor que la consume
llena el aire de la calle de Alcalá
canta bajito el Retiro
sus esperanzas secretas
y se le escapa un suspiro
que solo entienden las violetas

Acacia buena y castiza
igual que la revoltosa
Pardiña te piropean
por gata, por chata y preciosa

ANTONIO MOLINA

ACACIA
Canción (1942)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Conchita Piquer

I
Los días se van pasando
y yo sigo siempre igual
la cruz a cuesta llevando
de mi pecado mortal.
No tengo una mano amiga
que en mi amargura repare,
ni una boca que me diga:
¡Acacia, que Dios te ampare!
Siempre un dedo me señala,
¡igual que una maldición!
Siempre un mote me apuñala
el centro del corazón.

Estribillo
Acacia sin primavera,
amor que no tiene nombre,
panal sin miel y sin cera,
mujer sin ley y sin hombre.
No hay quien al pueblo convenza
de que estoy arrepentida
y aunque la muerte me venza
siempre seré malquerida.
¡Malquerida de un amor
que me mancha de vergüenza
y me llena de dolor!

II
Mi nombre traen y llevan
en coplas de mal amor
siempre unido al del Esteban,
para aumentar mi dolor.
Al presidio iría a buscarlo,
no para llamarlo padre,
iría para matarlo
¡igual que él mató a mi madre!
Mas me contiene de hacerlo
algo dentro de mi ser,
porque a lo mejor al verlo
lo volviera a querer.

Estribillo
Acacia sin primavera,
amor que no tiene nombre,
panal sin miel y sin cera,
mujer sin ley y sin hombre.
No hay quien al pueblo convenza
de que estoy arrepentida
y aunque la muerte me venza
siempre seré malquerida.
¡Malquerida de un amor
que me mancha de vergüenza
y me llena de dolor!

ACUARELA DE MADRID
Pasodoble (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Carmen Morell y Pepe Blanco

Pepe Blanco:
Madrid, corazón de España,
Madrid de Goya y Lucientes,
Madrid de la Malasaña,
de chisperos y valientes.
Madrid de Casta y Susana,
de Bretón y de Chapí,
Madrid de la Cayetana;
eso sí que era Madrid.
Ay, si volvieran aquellos tiempos
de aquel Café de la Unión,
donde paraban Curro Cúchares,
el Tato y Juan León.

I
Pepe Blanco: Madrid,
de las chulas castizas de ole con ole.
Carmen Morell: Madrid,
de los guapos que cantan por caracoles.
Pepe Blanco: Madrid,
que pasea su gracia por la verbena.
Carmen Morell: Madrid,
el de tantas y tantas cositas buenas.

Estribillo:
Pepe Blanco: ¿Dónde te has ido,
Carmen Morell: Madrid querido,
Pepe Blanco: blasón y nido
de lo chulón?
Carmen Morell: Madrid,
yo no quiero ni puedo darte al olvido.
Pepe Blanco: Madrid,
pues te guardo muy dentro de mi corazón.


I
Carmen Morell: Madrid,
de las tardes de toros y las manuelas.
Pepe Blanco: Madrid,
de los bailes alegres de la Zarzuela.
Carmen Morell: Madrid,
Cuando empieza Mendoza con la Guerrero.
Pepe Blanco: Madrid,
cuando acaban las glorias del Espartero.

Estribillo:
Pepe Blanco: ¿Dónde te has ido,
Carmen Morell: Madrid querido,
Pepe Blanco: blasón y nido
de lo chulón?
Carmen Morell: Madrid,
yo no quiero ni puedo darte al olvido.
Pepe Blanco: Madrid,
pues te guardo muy dentro de mi corazón.

ACUARELA DEL RÍO

PAQUITA RICO

Un canilla poí una balsa,
una guaira, una flor en el río,
un paisaje de cielo
reflejan las aguas del gran Paraná.
Más allá, un camalote va flotando
hacia la orilla que arbolada de sauces
Nos invita a soñar...

Acuarela del río que pintas de luces
mi dulce romance.
En el mundo no hay marco
más divino y bello para nuestro amor,
con su sol,
Con sus fúlgidos matices
con su brisa perfumada
en mágico arrebol
de un lento atardecer...

A la deriva el bote va
con mi amada por el río.
Meciéndonos con su vaivén
que acompasa nuestro amor.
Y apoyado en mi hombro
me musita al oído
mientras beso mis manos
completan mi dicha
aromas de azahar.


Acuarela del río que pintas de luces
mi dulce romance.
En el mundo no hay marco
más divino y bello para nuestro amor,
con su sol,
Con sus fúlgidos matices
con su brisa perfumada
en mágico arrebol
de un lento atardecer...

A la deriva el bote va
con mi amada por el río.
Meciéndonos con su vaivén
que acompasa nuestro amor.
Y apoyado en mi hombro
me musita al oído
mientras beso mis manos
completan mi dicha
aromas de azahar.

https://www.youtube.com/watch?v=HD1yNFf5RQQ&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=90

ACUSACIÓN
Autores: Izquierdo / Alcántara

ACUSACIÓN -MARIFÉ DE TRIANA- (VIDEO)
Yo te vi tan arrogante
con un sello en el semblante
de ser un hombre de honor
y creí con inocencia
que dictaban tu conciencia
las palabras de tu amor.
El tributo de tus besos
con mi honra yo pagué
porque ya no soy tu novia
ni tampoco tu mujer.
Tú solamente tú
fuiste la causa de mi perdición.
Yo solamente yo
puedo lanzarte tal acusación.
Tu castigo llegará
porque Dios está conmigo
Y es el único testigo
que pregona la verdad.
Sé que otra mujer tenía
y que con ella vivía
como el vicio con el mal
y en un acto de despecho
le clavaste en el pecho
el acero de un puñal.
Hoy he visto en un diario
tu retrato y el pregón
a tu honor de presidiario
Por un crimen sin perdón
Tu solamente tu.
fuiste la causa de mi perdición.
Yo solamente yo
puedo lanzarte tal acusación.
Tu castigo ya llegó
porque Dios está conmigo
Y es el único testigo
Que jamás se equivocó.
Autores: Izquierdo / Alcántara
https://www.youtube.com/watch?v=YfbIJwPoUxE

ADELFA
Bulerías (1941)
Letra: Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Carmen Amaya

I
Como una magnolia fragante y pulía,
la piel como el bronce, en la boca un clavé;
que sus ojos negros guardó en celosía,
por donde asomaba su raza calé.

La gente, con miedo, huía de ella;
no la hubo más guapa, ni más desgraciá,
estaba mardita, tenía mala estrella
y todos decían que estaba embrujá.

Estribillo:
Y a eso de la media noche,
la campana de la Vela,
el viento trajo esta copla
que el mismo viento se lleva:

A mí me llaman Adelfa
y soy Adelfa del mal,
con mis besos hago daño
a quien me venga a besar.

Adelfa llevo por nombre
y en mi signo soy fatá;
la perdición de los hombres,
la perdición de los hombres
a mí me van a llamá.


II
Currillo el de Loja, gitano valiente,
cayó en el hechizo de aquella mujé
y sin hacer caso pa na de la gente
en busca la Adelfa, un día, se fue.

Curro ya no tuvo ni paz ni sosiego
desde que sus besos marditos probó,
ya no hallaba alivio pa su desconsuelo;
cerca de la cueva, la muerte encontró.

Estribillo:
Y a eso de la media noche,
la campana de la Vela,
el viento trajo esta copla
que el mismo viento se lleva:

A mí me llaman Adelfa
y soy Adelfa del mal,
con mis besos hago daño
a quien me venga a besar.

Adelfa llevo por nombre
y en mi signo soy fatá;
la perdición de los hombres,
la perdición de los hombres
a mí me van a llamá.

ADIOS A ESPAÑA

Autores: Perelló y Montorio

“Adiós a España” es un sentimental y bello pasodoble que Antonio Molina interpretó en su primer largometraje titulado “El pescador de coplas”, de 1953. Esta pieza tuvo un rotundo y prolongado éxito en nuestro país durante todo el decenio de los cincuenta y forma, junto a “En tierra extraña” y “El emigrante”, la gran tríada de canciones que tratan de la nostalgia por la lejanía de la patria.


Tengo una copla morena echa de brisa, de brisa y de sol
cruzando la mar serena, con ella te digo adiós
Adiós mi España preciosa, la tierra donde nací
bonita, alegre y graciosa como una rosa de abril
ay, ay, ay, voy a morirme de pena viviendo tan lejos de ti.

Cruzando la mar serena, con ella te digo adiós
que lejos te vas quedando España de mi querer
a Dios le pido llorando que pronto te vuelva a ver
como una rosa encendida perfuma mi corazón
adios mi España querida pa' ti canto mi canción
y al darte mi despedida, y es beso, y es oración

Mi España tierra querida, pa' siempre adiós.

ADIÓS A ROMERO DE TORRES
Canción (1942)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Maruja Tomás


A la memoria del gran pintor.
A su alta gloria.
Sea esa copla como una flor
¡Julio Romero!
Nombre torero tuviste,
y garbo y rumbo torero.
Lleno de gloria moriste
y te lloró el pueblo entero.
¡Julio Romero!
Entierro cual tú tuviste
no tuvo igual “Espartero
Recibe mi adiós más triste.
¡Julio Romero!
Toas las mocitas de Córdoba
se arrancan del pecho
flores y las derraman al paso
del pintor de los pintores.
De luto está la guitarra
y en silencio está el bordón
que ha muerto el más grande artista
que lo flamenco inspiró.
El pintor de la “Musa gitana"
y “La consagración de la copla";
el pintor de la gente cristiana
con los ojos y el alma de mora.
El que lleva a sus lienzos la pena
del cantar de su tierra tan triste
y en los ojos de una hembra morena
vio el misterio que en Córdoba existe.


Nombre torero tuviste,
¡Julio Romero!
y garbo y rumbo torero.
Lleno de gloria moriste
y te lloró el pueblo entero.
¡Julio Romero!
Entierro cual tú tuviste
no tuvo igual “Espartero"
Recibe mi adiós más triste.
¡Julio Romero!

ADIÓS SEVILLA
Canción - Malagueña (1949)
Letra: Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

(Malagueña)
Adiós Sevilla querida,
jazmín, rosita y clavé.
Adiós Sevilla querida
me voy lejos de tu vera,
¿cuándo te volveré a vé?
Adiós Sevilla querida
en el alma mía
yo te llevaré
y aunque esté muy lejos
no te orviaré.

(Canción)
I
Adiós, Sevilla la llana,
cuando de ti me alejo ya ni vivo
en la crú de mi ventana,
yo por ti el corazón dejo cautivo.
Adiós, Sevilla mía,
rincón lleno de flores,
pa mi no hay alegría.
Ya sin ti
sabré lo que son dolores
y sabré lo que é sufrí.
Ay, Sevilla de mi vía,
de noche y de día,
estás siempre en mí.

II
Me dejo aquí mi cancela
y er patio donde viví,
me dejo un amó en vela
y una rosa a medio abrí.
Me dejo del sol un rayo
y mi calleja sin lú
y dejo en mi crú de mayo
la fló de mi juventud.

(Malagueña)
Sevilla del alma mía,
jardín de la primavera.
Sevilla del alma mía,
a la virgen trianera
dos velas dejo encendías
pa que me traiga a tu vera.

ADIÓS MARINERO
Habanera (1962)
Letra: Rafael de León
Música: Fernando Moraleda

Versión cantada por:
Paquita Rico (película ‘El Balcón de la luna’)

I
En un barco velero,
mar adelante,
se va quien yo más quiero,
es navegante.

Como una caracola
rota de pena, rota de pena
me quedo triste y sola
sobre la arena, sobre la arena.

Y sube por los cielos la copla mía
sobre el mar de pañuelos de la bahía:

Estribillo:
Adiós mi marinero
niño bonito
soñando aquí te espero
vuelve prontito.

Me roba tu cariño
la mar salada
mas no te olvides niño
que seré siempre tu enamorada

II
Palomita que vuela
por esos mares
en la cruz de tus velas
van mis cantares.

Yo me quedo ojerosa
bajo la luna, bajo la luna,
deshojando la rosa
de mi fortuna, de mi fortuna.

Mi copla dolorida sube a los cielos
en una despedida de amor y celos:

Estribillo:
Adiós niño adorado
sueño con verte;
pues no tenerte al lado
me da la muerte.

Y pienso a todas horas,
loca de pena,
que sigue y enamoras,
por esos mares, a una sirena.

Final:
Y pienso a todas horas,
loca de pena,
que sigue y enamoras,
por esos mares, a una sirena.

AGUA DE COCO
Bulerías (1946)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Manolo Caracol

A ti te dio la locura,
a ti te dio la locura.
Yo me estoy volviendo loco,
serrana, por tu hermosura.
Yo me estoy volviendo loco,
Serrana, por tu hermosura.

Por culpa de los amores,
la niña desvariaba;
llamaron a los doctores
y el más sabio le cantaba:
¡qué guapa eres! , llevas en la cara
dos luceros negros de la luna clara.

A la calle me salí.
Yo a la calle me salí
y a too el mundo que yo veía
le preguntaba por ti.
Como los locos por la calle.
Y a la calle me salí.

Explícame cómo puedes,
explícame cómo puedes,
cuando estás con el ataque,
subirte por las paredes.
Cuando estás con el ataque,
subirte por las paredes.

Por mi puerta pasó.
Por mi puerta pasó
uno que vendía canastas
y a mi niña se llevó.
Qué, canastitos, vendía
y a mi niña se llevó.

¡AGUÁNTATE NIÑA!
Pasacalle (1950)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Del espectáculo:
Rosa Espinosa

I
A mi novio, en un desplante,
yo le dije: “Se a
Y er gachó pilló el portante
sin desirme ni con Dió.
Para darle explicaciones,
treinta veces lo sité,
y me pega unos plantones,
que estoy muerta de los pié.
- No te enfades, vida mía,
te lo dije por probá.
- ¡Se lo cuentas a t
y no he vuerto a verlo má.
Diga usté si es mentira y razón
pa dejarme sobre er poyetón.

Estribillo:
Niña feliz, que sueña con un marío,
nunca le debe ar novio desir ni pío.
Deja que venga y vaya por donde quiera;
yo, por poner reparos, estoy sortera.
Da lo mismo Juan, que Carlo,
que Migué, que Nicolá …
¡Er que sea , hay que aguantarlo,
pues la cosa está fatá!

II
Con er velo y mi corona
yo reñí con mi Manué …
¡Y ahora voy como las monas
dando sartos detrás de é!
La ocasión la pintan carva;
si la vuervo a conseguí,
más humirde que una marva,
yo mi pico no he de abrí.
Si se va con otra al sine,

yo pasiensia y barajá …
¡Que nos digan los latines
y otro gallo cantará!
Que no vuervo yo a darle ocasión
pa dejarme sobre er poyetón.

Estribillo:
Niña feliz, que sueña con un marío,
nunca le debe ar novio desir ni pío.
Deja que venga y vaya por donde quiera;
yo, por poner reparos, estoy sortera.
Da lo mismo Juan, que Carlo,
que Migué, que Nicolá …
¡Er que sea , hay que aguantarlo,
pues la cosa está fatá!

III
Aunque esperes en la reja
de las diez hasta las dó,
tú, en lugá de darle quejas:
- ¡Qué corbata! ¡Qué primó!
Y aunque ya esté amanesiendo,
no le digas - ¡Vete ya!,
que se agarra a un clavo ardiendo
y aterrisa en Portugá.
Y aunque fuese jorobeta,
tú a casarte y luego ar tren.
No lo mires con mucha atensión,
que te queas en er poyetón.

Estribillo:
Niña feliz, que estudia para casada,
hay que pasar las negras y las moradas.
Porque mujeres guapas las hay de sobra;
tú, a lo primero aguanta; después, te cobras.
Da lo mismo Juan, que Carlo,
que Migué, que Nicolá …
¡Er que sea , hay que aguantarlo,
pues la cosa está fatá!

AGÜITA DEL QUERER

Autores: Kola y Castellanos

Un gran compositor cordobés fue el maestro Carlos Castellano (1904-2002), autor de la música de famosísimas piezas como “La morena de mi copla”, “El cordón de mi corpiño” o “La luna y el toro”. Esta semana volvemos con este gran autor cordobés y escucharemos una preciosa farruca-canción que el maestro Castellanos compuso junto a Antonio García Padilla, Kola, padre de Carmen Sevilla. Esta canción, que fue una de las más aplaudidas del repertorio de Miguel de Molina, es “Agüita del querer”, que Martirio recuperó en 2005 en un disco grabado junto al pianista gaditano Chano Domínguez.

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El agüita del querer

Como sigue el lucero a la luna
y la luna se va tras el sol,
voy siguiendo tu mismo sendero
y tus pasos siguiendo voy yo.

Soy hojilla que arrastra tu viento
y el velero que mece tu mar...
y si quiero olvidarte un momento,
tan pronto te alejas, te vuelvo a buscar.

Sin saber por qué será
y sin podérmelo explicar.

Y es que un sorbo te pedí
del agüita del querer.
Y al beberla yo sentí,
de quererte, mucha sed.

Era dulce al empezar
y amarguita fue después.
Y me falta voluntad
pa dejarla de beber.

Poco a poco he de morir
si veneno pa mí fue.
Que en tus labios yo bebí
el agüita del querer.

Que te deje me dice mi gente,
que te aparte de mi corazón,
sin saber que eres luz de mi Oriente
y de mis noches perfume y color.

Cuando salga candela del frío
y cuando el lirio no brote en abril,
y se sequen los mares y ríos,
quizás para entonces me olvide de tí.

Me miraste y te miré,
me besaste y te besé.

Y es que un sorbo te pedí
del agüita del querer.
Y al beberla yo sentí,
de quererte, mucha sed.

Era dulce al empezar
y amarguita fue después.
Y me falta voluntad
pa dejarla de beber.

Poco a poco he de morir
si veneno pa mí fue.
Que en tus labios yo bebí
el agüita del querer.

A LA LIMÓN
Rumba (1975)
Letra: Rafael de León
Música: Juan Solano


Esta salerosa copla dio título genérico al l.p. que Isabel Pantoja editó en 1981 con temas de León y Solano.



Versión grabada por:
Isabel Pantoja

Soy estrella, sol y luna;
lamparita de tu altar,
que de tu altar.
Como yo, no más que una
y te sobran las demás.

¡A la limón!, mis ojos son dos ladrones,
¡a la limón!, que roban los corazones.
¡A la limón!, andamos con el cariño,
¡a la limón!, Jugando como los niños.

Me gusta mi gitano por lo que vale,
y no porque su gente tenga caudales.
Que a gusto estoy, moreno, con tu persona,
te voy a hacer, de besos, una corona.

¡A la limón!, tomara niño a tu vera,
¡a la limón!, veneno que tú me dieras.
¡A la limón!, por culpa de mi cintura,
¡a la limón!, tus males no tienen cura.

El querer que pega gritos
no es por eso más verdad,
que más verdad.
El querer es más bonito
callaito y sin chistar.

¡A la limón!, mis ojos son dos ladrones,
¡a la limón!, que roban los corazones.
¡A la limón!, andamos con el cariño,
¡a la limón!, Jugando como los niños.


Si dejas un momento la vera mía,
se queda mi persona sin alegría.
No sé lo que me pasa, ni lo que tengo,
sin ti no se mi vía si voy o vengo.

¡A la limón!, tomara niño a tu vera,
¡a la limón!, veneno que tú me dieras.
¡A la limón!, por culpa de mi cintura,
¡a la limón!, tus males no tienen cura.

Yo contigo y tú conmigo,
los dos juntos y amarraos
igual que el pan con el trigo.

¡A la limón!, mis ojos son dos ladrones,
¡a la limón!, que roban los corazones.
¡A la limón!, andamos con el cariño,
¡a la limón!, Jugando como los niños.

AL PIE DE LA CRUZ DE MAYO

Autores: Guerrero y Castellano


“Al pie de la cruz de mayo” es una preciosa y elegante pieza del letrista gaditano Salvador Guerrero, recientemente fallecido, y el maestro cordobés Carlos Castellano que Antoñita Moreno grabó en 1958, el mismo año en que triunfó con su famoso y prohibido “El cordón de mi corpiño”, que también fue compuesto por estos grandes autores andaluces.




Se paró ante mi puerta casi temblando,
diciendome, serrana, yo quiero hablarte,
y junto a los jazmines, me fue jurando,
quererme para los restos sin olvidarme.
Me sentí la mujer más feliz de España,
su palabra machosa, yo le creí,
y a la sombra morena de sus pestañas,
en el patio florío, le oí decir:

Cruz de Mayo que a tu planta,
rompe el silencio Sevilla,
Cruz de Mayo, pura y blanca,
retablo de maravilla.
La persona que yo quiero,
me lo tiene que jurar,
al llegar el mes de Mayo,
que pa mi sola será.
Cruz de Mayo, cancionera,
de mis sueños y verillas
Dios te puso para que fueras
sí, que sí, Cruz de Mayo, si, que si,
retablo de maravilla.

De Sevilla, el mocito, se fué cantando,
prometiendo escribirme todos los días,
y al pie de La Esperanza, quedé rezando,
esperando su vuelta con alegría.
Pero el tiempo pasaba, y aquella carta,
que en mis noches soñaba, nunca llegó,
y entre risas y coplas, con voz amarga,
otra noche de Mayo, cantaba yo:

Cruz de Mayo que a tu planta,
rompe el silencio Sevilla,
Cruz de Mayo, pura y blanca,
retablo de maravilla.
La persona que yo quiero,
me lo tiene que jurar,
al llegar el mes de Mayo,
que pa mi sola será.
Cruz de Mayo, cancionera,
de mis sueños y verillas
Dios te puso para que fueras
sí, que sí, Cruz de Mayo, si, que si,
retablo de maravilla.

Dios te puso para que fueras
sí, que sí, Cruz de Mayo, si, que si,
retablo de maravilla.

AL PIE DE UN LIMONERO
Canción (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Isabelita Sánchez

I
Desde que era tarmente un comino
ya cantaba regando mis flores,
despertando al corrá del vecino
con mis coplas de celos y amores.

Y aquel hombre que al lado vivía,
ca vez que sentía
mis cantes en fló;
se asomaba riendo a la puerta
dejándome muerta
de pena y doló.

Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.

Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío
marchiten mis claveles resién nasíos.


II
Con mis coplas como un peregrino
yo me fui por el mundo adelante
y las rosas de tóos los caminos
me nombraron la reina del cante.

En un trono yo he vuerto a Sevilla,
y aquella letrilla
conmigo vorvió …
Yo ya sé que él se muere por dentro
ca vez que al encuentro
le sale mi vó.

Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.

Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío
marchiten mis claveles resién nasíos.

ALGO SE ME FUE CONTIGO

Autor: Manuel Alejandro

La cantante sevillana, que ha sido premiada esta semana como “concursante ejemplar”, ha elegido para interpretar una canción de Rocío Jurado titulada “Algo se me fue contigo”, que Rocío editó en 1979 en un l.p. de R.C.A en el que también figuraron éxitos de Manuel Alejandro como “Señora”.

Algo se me fue contigo,
madre,
algo se me fue prendido,
madre,
en las alas de tu alma,
madre,
o en tu último suspiro,
madre,
esa eterna madrugada,
madre,
algo se me fue contigo,
madre.
Algo se me fue contigo,
madre,
algo siento que me falta,
madre,
las raíces de mi vida,
madre,
en tu vientre se quedaron,
madre,
en la tierra que tú abonas,
madre,
algo mío te acompaña,
madre.
Algo se me fue contigo,
madre,
las raíces de mi vida y de mi sangre.

ALMUDENA
Pasodoble (1942)
Letra: Rafael de León
Música: Manuel López-Quiroga

Versión grabada por:
Conchita Piquer (1ª versión)

I
Yo iba vendiendo violetas,
una tarde de mayo, por la Plaza de Oriente,
y me encontré con sus ojos
que me dieron la vida
y me dieron la muerte.

¿Me querrás un poquito?,
él me dijo bajito,
con voz de primavera.
Te querré tanto y tanto,
y a lo mejor un llanto
me cueste el que te quiera.

Y aquella tarde clara
no vendí mis violetas
en la Plaza de Oriente,
ni escuché aquel romance
que cantaron los niños
enredor de la fuente:

Estribillo
Almudena, mi Almudena,
no te vayas tú de aquí,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid.
A ese hombre lo hemos visto
con el rey ir y venir,
con su sable y su plumero
y su capa carmesí.
Arroyo claro,
fuente serena,
si te vas con el duque,
¡pobre Almudena!,
¡pobre Almudena!


II
Ya no vendí más violetas,
y viví entre damascos como reina y señora,
pero su amor fue cambiando
y ahora soy yo quien pide,
quien suplica y quien llora.

Mi papá ¿nunca viene?,
me pregunta quien tiene
derecho a preguntarme.
Y le digo: mañana,
y miro a la ventana
para no delatarme.

Y hoy he vuelto, de nuevo,
a pasar como entonces
por la Plaza de Oriente,
y he escuchado el romance
que cantaban los niños
enredor de la fuente:

Estribillo
¿Dónde vas pobre Almudena?,
¿Dónde vas triste de ti?,
Voy en busca de mi amante
que ayer tarde no lo vi.
Nosotros sí que lo vimos
con su capa carmesí,
dando el brazo a una duquesa
más bonita que un jazmín.
Arroyo claro,
fuente serena,
olvídate del duque,
¡pobre Almudena!,
¡pobre Almudena!

ALONDRA DEL CIELO

Autores: Murillo y Segovia


“Alondra del cielo” es una bella composición de Murillo y Segovia que Marifé de Triana incluyó en 1960 en un disco de cuatro canciones editado por Zafiro, y en el que también se encontraban los temas “Échale la red, “Calandria, Calandria” y “El torito del desengaño”. Fue precisamente en 1960 cuando Marifé realizó su primera gira por Hispanoamérica.


Era una alondra del cielo
caminando por la tierra,
ese color de su pelo
dio a Sevilla mucha guerra.

Paloma ladrona de mucho cuidao,
guardaba veneno tras de su abanico.
La luz de sus ojos morunos, rasgaos
podían comprarla tan sólo los ricos.

Alondra que canta y vuela,
cuando nace la mañana,
si un amor te desconsuela
carita de filigrana.

Que repiquen esas manos
unas palmas al compás,
y que canten los gitanos
un fandango verdial.

Arcoiris en el cielo,
en un brindis de alegría
y campanas al revuelo
levanta orgullosa el vuelo,
alondra del alma mía.

Vino un mocito de Utrera,
morenito y bien plantao.
Fue como si reviviera
una sombras del pasao.

El mozo le dijo:
te enteras Alondra,
jaulita de oro, pa ti te he comprao,
que tu cinturita morena y redonda,
yo quiero pa siempre, tener a mi lao.

Alondra que canta y vuela,
cuando nace la mañana,
si un amor te desconsuela
carita de filigrana.

Que repiquen esas manos
unas palmas al compás,
y que canten los gitanos
un fandango verdial.

Arcoiris en el cielo,
en un brindis de alegría
y campanas al revuelo
levanta orgullosa el vuelo,
alondra del alma mía.