LETRAS DE COPLAS
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La pena mía
LA PENA MÍA
Marcha (1956)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Tengo un queré, un queré que es sagrado
y que no es cosa de echarlo a broma;
vamos a ve si por el caminito
que yo he soñao se llega a Roma.
Na de llorá, que yo sé que llorando
en dos semanas te pones vieja;
hay que cantá y lucí como una rosa
con la intención de olviá mi tristeza.
¡Serrano!, es tu cariño un tesoro
y es mi gloria de mujé;
mi mano luce un anillo de oro
y lo voy a defendé.
Estribillo:
Vamos, que vamos andando,
que está llorando la pena mía.
Vamos, que vamos viviendo,
la estoy vistiendo con alegría.
¡Pena!
y tené que llorá cuando se canta.
¡Pena!
que es igual que un puñá en la garganta.
Es una estrella ensendia,
de noche y día, por tu pasión;
y aunque me mata ¡mí vía!,
esta pena mía de mi corazón.
II
Vine a sabé si ella tiene buen gusto
y se merece que tú la quieras;
esa mujé, de quien yo me figuro,
que es una rosa de primavera.
Vine, mi amó, a decirle al oído,
sin ofenderla, dos palabritas;
que a lo mejó, de que tú eres casao
no se ha enterao la pobresita.
Mi suerte yo contra viento y marea,
como sea, salvaré
y a muerte defenderé en la pelea
la razón de mi queré.
Estribillo:
Vamos, que vamos andando,
que está llorando la pena mía.
Vamos, que vamos viviendo,
la estoy vistiendo con alegría.
¡Pena!
y tené que llorá cuando se canta.
¡Pena!
que es igual que un puñá en la garganta.
Es una estrella ensendia,
de noche y día, por tu pasión;
y aunque me mata ¡mí vía!,
esta pena mía de mi corazón.
Marcha (1956)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Tengo un queré, un queré que es sagrado
y que no es cosa de echarlo a broma;
vamos a ve si por el caminito
que yo he soñao se llega a Roma.
Na de llorá, que yo sé que llorando
en dos semanas te pones vieja;
hay que cantá y lucí como una rosa
con la intención de olviá mi tristeza.
¡Serrano!, es tu cariño un tesoro
y es mi gloria de mujé;
mi mano luce un anillo de oro
y lo voy a defendé.
Estribillo:
Vamos, que vamos andando,
que está llorando la pena mía.
Vamos, que vamos viviendo,
la estoy vistiendo con alegría.
¡Pena!
y tené que llorá cuando se canta.
¡Pena!
que es igual que un puñá en la garganta.
Es una estrella ensendia,
de noche y día, por tu pasión;
y aunque me mata ¡mí vía!,
esta pena mía de mi corazón.
II
Vine a sabé si ella tiene buen gusto
y se merece que tú la quieras;
esa mujé, de quien yo me figuro,
que es una rosa de primavera.
Vine, mi amó, a decirle al oído,
sin ofenderla, dos palabritas;
que a lo mejó, de que tú eres casao
no se ha enterao la pobresita.
Mi suerte yo contra viento y marea,
como sea, salvaré
y a muerte defenderé en la pelea
la razón de mi queré.
Estribillo:
Vamos, que vamos andando,
que está llorando la pena mía.
Vamos, que vamos viviendo,
la estoy vistiendo con alegría.
¡Pena!
y tené que llorá cuando se canta.
¡Pena!
que es igual que un puñá en la garganta.
Es una estrella ensendia,
de noche y día, por tu pasión;
y aunque me mata ¡mí vía!,
esta pena mía de mi corazón.
La presumida
LA PRESUMIDA
Canción (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Yo dejé mi palacio de madrugada,
cuando el cielo se tiñe color de rosa
y al pasar por la plaza de la Cebada
me cantaron los hombres “La Revoltosa”.
Yo seguí caminando
y llegué a la Florida
y allí estuve rezando
por cumplir mi devoción.
Y una copla acechando
me esperó a la salida,
no sé cómo ni cuándo
se clavó en mi corazón.
Estribillo:
Presume, ve presumiendo,
niña, presume to lo que quieras,
presume, que no te arriendo
el desengaño que a ti te espera.
Tu hermosura y patrimonio
no te tienen que valer
que detrás de San Antonio
van las cruces de un querer.
Presume, ve presumiendo,
que no te queda ni media hora,
y cuando se está queriendo
lo que se ríe, después se llora.
II
El Madrid de las majas y los chisperos
ha cruzado de pronto por esta calle. Mentiría si digo que ya le quiero,
pero siento su sombra junto a mi talle.
Dime, niña orgullosa,
dónde está tu alegría:
¿por qué tiembla la rosa
que ilumina tu mantón?
Porque ya estoy celosa,
porque yo no quería
y una espina amorosa
se clavó en mi corazón.
Estribillo:
Presume, ve presumiendo,
niña, presume to lo que quieras,
presume, que no te arriendo
el desengaño que a ti te espera.
Tu hermosura y patrimonio
no te tienen que valer
que detrás de San Antonio
van las cruces de un querer.
Presume, ve presumiendo,
que no te queda ni media hora,
y cuando se está queriendo
lo que se ríe, después se llora.
Canción (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanita Reina
I
Yo dejé mi palacio de madrugada,
cuando el cielo se tiñe color de rosa
y al pasar por la plaza de la Cebada
me cantaron los hombres “La Revoltosa”.
Yo seguí caminando
y llegué a la Florida
y allí estuve rezando
por cumplir mi devoción.
Y una copla acechando
me esperó a la salida,
no sé cómo ni cuándo
se clavó en mi corazón.
Estribillo:
Presume, ve presumiendo,
niña, presume to lo que quieras,
presume, que no te arriendo
el desengaño que a ti te espera.
Tu hermosura y patrimonio
no te tienen que valer
que detrás de San Antonio
van las cruces de un querer.
Presume, ve presumiendo,
que no te queda ni media hora,
y cuando se está queriendo
lo que se ríe, después se llora.
II
El Madrid de las majas y los chisperos
ha cruzado de pronto por esta calle. Mentiría si digo que ya le quiero,
pero siento su sombra junto a mi talle.
Dime, niña orgullosa,
dónde está tu alegría:
¿por qué tiembla la rosa
que ilumina tu mantón?
Porque ya estoy celosa,
porque yo no quería
y una espina amorosa
se clavó en mi corazón.
Estribillo:
Presume, ve presumiendo,
niña, presume to lo que quieras,
presume, que no te arriendo
el desengaño que a ti te espera.
Tu hermosura y patrimonio
no te tienen que valer
que detrás de San Antonio
van las cruces de un querer.
Presume, ve presumiendo,
que no te queda ni media hora,
y cuando se está queriendo
lo que se ríe, después se llora.
La querida
LA QUERIDA
AUTORES: MANUEL ALEJANDRO
ROCÍO JURADO
Se que no lo quieres como yo,
aunque no sea mío;
se que no le das lo que le he dado yo,
aunque se que al fin se irá contigo.
Pero cuando sueña, yo lo se,
pronuncia mi nombre,
y a ti te cuesta llorar
noche tras noche.
A que dice "amor" muy diferente
a cuando no me conocía,
a que en la mañana tiene prisa
por salir corriendo a verme...
Por algo llegue después,
por algo llegue mas tarde,
en algo tengo que ser la que gane.
Se que vuelve tarde, yo lo se,
oliendo a besos y a vino;
tu no le preguntas como y donde fue
porque sabes bien que fue conmigo.
Te habrás dado cuenta que por mí
se cuida y presume
y vive alegre y feliz
como en las nubes.
A que ahora sacia tus caprichos
a que te da lo que le pidas,
todo a cambio que no le impidas
verse cada día conmigo.
Por algo llegue después,
por algo llegue mas tarde,
en algo tengo que ser la que gane,
la que gane.
https://www.youtube.com/watch?v=asU_LJ0hpBg&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=4
AUTORES: MANUEL ALEJANDRO
ROCÍO JURADO
Se que no lo quieres como yo,
aunque no sea mío;
se que no le das lo que le he dado yo,
aunque se que al fin se irá contigo.
Pero cuando sueña, yo lo se,
pronuncia mi nombre,
y a ti te cuesta llorar
noche tras noche.
A que dice "amor" muy diferente
a cuando no me conocía,
a que en la mañana tiene prisa
por salir corriendo a verme...
Por algo llegue después,
por algo llegue mas tarde,
en algo tengo que ser la que gane.
Se que vuelve tarde, yo lo se,
oliendo a besos y a vino;
tu no le preguntas como y donde fue
porque sabes bien que fue conmigo.
Te habrás dado cuenta que por mí
se cuida y presume
y vive alegre y feliz
como en las nubes.
A que ahora sacia tus caprichos
a que te da lo que le pidas,
todo a cambio que no le impidas
verse cada día conmigo.
Por algo llegue después,
por algo llegue mas tarde,
en algo tengo que ser la que gane,
la que gane.
https://www.youtube.com/watch?v=asU_LJ0hpBg&list=UUu0PUg6asKfzo9Zsxkl5nbw&index=4
La radio de mi madre
LA RADIO DE MI MADRE / LIMOSNA DE AMORES
Farruca (1954)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores, Isabel Pantoja
I
Yo debí serrano cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciega que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, me dijiste así: Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
II Yo no necesito tus pobres caudales, ni quiero que cumplas aquel juramento; me basta y me sobra que llores canales, comío de pena y de remordimiento. Pero lo que nunca, jamás de la vía, podrás tu sabé, es que hasta el momento que esté en la agonía te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Final:
No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Joana Jiménez
I
Yo debí serrano cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Y a mí , solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciega que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, me dijiste así: Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
II Yo, yo no necesito tus pobres caudales, ni quiero que cumplas aquel juramento; me basta y me sobra que llores canales, comío de pena y de remordimiento. Pero lo que nunca, jamás de la vía, podrás tu sabé, que hasta en el momento que esté en la agonía te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Miguel Poveda
Yo debí serrana, cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciego que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, yo te dije así: ¡Ay!, dame limosna de amores,
Dolores, y dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará.
Ya, no me niegues, mi serrana, el agüita pa beber.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
Que ¿no te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Y dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Farruca (1954)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Lola Flores, Isabel Pantoja
I
Yo debí serrano cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciega que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, me dijiste así: Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
II Yo no necesito tus pobres caudales, ni quiero que cumplas aquel juramento; me basta y me sobra que llores canales, comío de pena y de remordimiento. Pero lo que nunca, jamás de la vía, podrás tu sabé, es que hasta el momento que esté en la agonía te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Final:
No me niegues mi serrana el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Joana Jiménez
I
Yo debí serrano cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Y a mí , solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciega que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, me dijiste así: Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
II Yo, yo no necesito tus pobres caudales, ni quiero que cumplas aquel juramento; me basta y me sobra que llores canales, comío de pena y de remordimiento. Pero lo que nunca, jamás de la vía, podrás tu sabé, que hasta en el momento que esté en la agonía te habré de queré.
Estribillo:
Dame limosna de amores,
Dolores, dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará. No me niegues mi serrana y el agüita de bebé.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
¡Ay!, ¿No te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Ay, dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
Versión grabada por:
Miguel Poveda
Yo debí serrana, cortarme las venas cuando ante los ayes de una copla mía pusiste en vilo mis carnes morenas, con una palabra que no conocía. Solo de pensarlo me da escalofríos. ¡Qué ciego que fui! Cuando con tus ojos, mirando a los míos, yo te dije así: ¡Ay!, dame limosna de amores,
Dolores, y dámela por cariá. Pon en mi cruz unas flores,
Dolores, que Dios te lo pagará.
Ya, no me niegues, mi serrana, el agüita pa beber.
Ten piedad samaritana de lo amargo de mi sed.
Que ¿no te da pena que llore?,
Dolores, ¿No te da pena de mí? Y dame limosna de amores, dámela tú,
mi Dolores, porque me voy a morir.
La Rajahdesa
LA RAJAHDESA
Canción (Hacia 1930)
Letra: Rafael de León y Antonio García Padilla ‘Kola’ / Música: Luis Rivas y José Gardey
I
La hija del Rajah de Kapurtala,
nación la más cañí del viejo Oriente,
yo soy, que viene a España por un hombre
que le sepa apagar su sed ardiente.
Yo tengo en el harén catorce esclavos
que obedientes se postran ante mí,
pero ninguno sabe comprenderme
y en busca de un amor hoy vengo aquí.
Estribillo
Rajahdesa de mi alma,
la de los labios de fresa,
quién pudiera conseguir
la Rajahdesa
y en sus brazos morir.
II
Un indio sesentón, mi viejo esposo,
a solas no me deja ni un momento,
y como me resulta tan celoso
siempre gozo mirando su tormento.
Y si alguno de ustedes se decide
y a la India conmigo ha de marchar,
ha de tener presente a todas horas
que quiero me repita este cantar:
Estribillo
Rajahdesa de mi alma,
la de los labios de fresa,
quién pudiera conseguir
la Rajahdesa
y en sus brazos morir.
Canción (Hacia 1930)
Letra: Rafael de León y Antonio García Padilla ‘Kola’ / Música: Luis Rivas y José Gardey
I
La hija del Rajah de Kapurtala,
nación la más cañí del viejo Oriente,
yo soy, que viene a España por un hombre
que le sepa apagar su sed ardiente.
Yo tengo en el harén catorce esclavos
que obedientes se postran ante mí,
pero ninguno sabe comprenderme
y en busca de un amor hoy vengo aquí.
Estribillo
Rajahdesa de mi alma,
la de los labios de fresa,
quién pudiera conseguir
la Rajahdesa
y en sus brazos morir.
II
Un indio sesentón, mi viejo esposo,
a solas no me deja ni un momento,
y como me resulta tan celoso
siempre gozo mirando su tormento.
Y si alguno de ustedes se decide
y a la India conmigo ha de marchar,
ha de tener presente a todas horas
que quiero me repita este cantar:
Estribillo
Rajahdesa de mi alma,
la de los labios de fresa,
quién pudiera conseguir
la Rajahdesa
y en sus brazos morir.
La real gana
LA REAL GANA
Canción
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Isabel Pantoja
I
Te mueres por saber si está conmigo,
el hombre que, cansado de aguantarte,
huyó dejando abierto tu postigo,
en busca de otro amor, para olviarte.
Te mueres por saber en que regazo,
apoya su cabeza tos los días,
y quieres conocer que nuevo lazo,
despierta su pasión recién nacia.
Estribillo
Te mueres por saber, más yo no quiero,
que sepas que en mi boca prisionero,
lo tengo hasta que viene la mañana,
lo tengo hasta que viene la mañana.
Y te vas a morir con ese pío,
de no saber que es mío, mío y mío,
hasta que a mí,
hasta que a mí me dé, la real gana,
la real gana,
hasta que a mí me dé, ¡la real gana!
II
Te mueres por saber, si te ha olviao,
si otros labios le dicen ‘vida mía’,
si por otra pa siempre te ha dejao,
si recuerda tu nombre todavía,
te mueres por saber.
Estribillo
Te mueres por saber, más yo no quiero,
que sepas que en mi boca prisionero,
lo tengo hasta que viene la mañana,
lo tengo hasta que viene la mañana.
Y te vas a morir con ese pío,
de no saber que es mío, mío y mío,
hasta que a mí,
hasta que a mí me dé, la real gana,
la real gana,
hasta que a mí me dé, ¡la real gana!
Canción
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
Isabel Pantoja
I
Te mueres por saber si está conmigo,
el hombre que, cansado de aguantarte,
huyó dejando abierto tu postigo,
en busca de otro amor, para olviarte.
Te mueres por saber en que regazo,
apoya su cabeza tos los días,
y quieres conocer que nuevo lazo,
despierta su pasión recién nacia.
Estribillo
Te mueres por saber, más yo no quiero,
que sepas que en mi boca prisionero,
lo tengo hasta que viene la mañana,
lo tengo hasta que viene la mañana.
Y te vas a morir con ese pío,
de no saber que es mío, mío y mío,
hasta que a mí,
hasta que a mí me dé, la real gana,
la real gana,
hasta que a mí me dé, ¡la real gana!
II
Te mueres por saber, si te ha olviao,
si otros labios le dicen ‘vida mía’,
si por otra pa siempre te ha dejao,
si recuerda tu nombre todavía,
te mueres por saber.
Estribillo
Te mueres por saber, más yo no quiero,
que sepas que en mi boca prisionero,
lo tengo hasta que viene la mañana,
lo tengo hasta que viene la mañana.
Y te vas a morir con ese pío,
de no saber que es mío, mío y mío,
hasta que a mí,
hasta que a mí me dé, la real gana,
la real gana,
hasta que a mí me dé, ¡la real gana!
La reina Juana
LA REINA JUANA
LA REINA JUANA
PASODOBLE (1950)
GERRERO, REYES Y ALGARRA
LUISITA CALLE
ANTONIO AMAYA
Hablado:
Blasón sobre el escudo soberano
Su madre le legó desde la Mota
Recuerdos de su infancia, allá en Castilla,
Mi mente bebe en épocas remotas,
Fue Reina, de Castilla propietaria,
Amo a un hombre con loco frenesí
La sombra de Felipe fue en su vida,
La locura de amor fue su existir.
De Isabel tuvo la sangre poderosa,
Y el sentir de su buen padre, Don Fernando,
La belleza de Granada fue en sus ojos,
Talismán de un corazón enamorado,
Burgos clama por su reina,
Valladolid de Don Pablo
Un mesón que hay en Tudela,
Acecha al enamorado,
A los pies del rey hermoso,
Sin descanso noche y día,
La nobleza de Castilla,
Suplicante le pedía,
Celos de la luz y el viento, que tormento,
Celos de la mar y el aire,
Doña Juana está rendida, que fatiga,
Que no se lo diga nadie,
Reina Juana por qué lloras
Si es tu pena la mejor
Por que no fue mal cariño,
Que fue locura de amor.
Encerrada entre paredes de un castillo,
La esperanza de su amor se le desboca,
Y en la sombra de los largos corredores
Las doncellas rezan por su reina loca,
Burgos, llora su locura,
Valladolid se lamenta,
Tordesillas la recoge,
De celos, ya, medio muerta.
En Granada Don Felipe
Sueño de mármol reposa,
Y en Castilla vive presa,
La locura de su esposa,
Celos de la luz y el viento, que tormento,
Celos de la mar y el aire,
Don Felipe se ha dormido, su cariño,
Que no lo despierte, nadie
Reina Juana por que lloras
Si es tu pena la mejor
Por que no fue mal cariño,
Que fue locura de amor
La reina Juana
Autores: Guerrero, Reyes, Algarra
De Isabel tuvo la sangre poderosa,
y el sentir de su buen padre, Don Fernando,
la belleza de Granada fue en sus ojos,
talismán de un corazón enamorado,
Burgos clama por su reina,
Valladolid le da un palío
Y un mesón que hay en Tudela,
acecha al enamorado,
A los pies del rey hermoso,
sin descanso noche y día,
la nobleza de Castilla,
suplicante le pedía,
Celos de la luz y el viento,
que tormento,
celos de la mar y el aire,
Doña Juana está rendida,
que fatiga,
que no se lo diga nadie,
Reina Juana ¿por qué lloras?
si es tu pena la mejor,
por que no fue mal cariño,
que fue locura de amor.
Encerrada entre paredes de un castillo,
la esperanza de su amor se le desboca,
y en la sombras de los largos corredores
las doncellas rezan por su reina loca,
Burgos, llora su locura,
Valladolid se lamenta,
Tordesillas la recoge,
de celos, ya, medio muerta.
En Granada Don Felipe
sueño de mármol reposa,
y en Castilla vive presa,
la locura de su esposa.
Celos de la luz y el viento,
que tormento,
celos de la mar y el aire,
Don Felipe se ha dormido,
su marido,
que no lo despierte, nadie
Reina Juana ¿por que lloras?
si es tu pena la mejor,
por que no fue mal cariño,
que fue locura de amor.
LA REINA JUANA
PASODOBLE (1950)
GERRERO, REYES Y ALGARRA
LUISITA CALLE
ANTONIO AMAYA
Hablado:
Blasón sobre el escudo soberano
Su madre le legó desde la Mota
Recuerdos de su infancia, allá en Castilla,
Mi mente bebe en épocas remotas,
Fue Reina, de Castilla propietaria,
Amo a un hombre con loco frenesí
La sombra de Felipe fue en su vida,
La locura de amor fue su existir.
De Isabel tuvo la sangre poderosa,
Y el sentir de su buen padre, Don Fernando,
La belleza de Granada fue en sus ojos,
Talismán de un corazón enamorado,
Burgos clama por su reina,
Valladolid de Don Pablo
Un mesón que hay en Tudela,
Acecha al enamorado,
A los pies del rey hermoso,
Sin descanso noche y día,
La nobleza de Castilla,
Suplicante le pedía,
Celos de la luz y el viento, que tormento,
Celos de la mar y el aire,
Doña Juana está rendida, que fatiga,
Que no se lo diga nadie,
Reina Juana por qué lloras
Si es tu pena la mejor
Por que no fue mal cariño,
Que fue locura de amor.
Encerrada entre paredes de un castillo,
La esperanza de su amor se le desboca,
Y en la sombra de los largos corredores
Las doncellas rezan por su reina loca,
Burgos, llora su locura,
Valladolid se lamenta,
Tordesillas la recoge,
De celos, ya, medio muerta.
En Granada Don Felipe
Sueño de mármol reposa,
Y en Castilla vive presa,
La locura de su esposa,
Celos de la luz y el viento, que tormento,
Celos de la mar y el aire,
Don Felipe se ha dormido, su cariño,
Que no lo despierte, nadie
Reina Juana por que lloras
Si es tu pena la mejor
Por que no fue mal cariño,
Que fue locura de amor
La reina Juana
Autores: Guerrero, Reyes, Algarra
De Isabel tuvo la sangre poderosa,
y el sentir de su buen padre, Don Fernando,
la belleza de Granada fue en sus ojos,
talismán de un corazón enamorado,
Burgos clama por su reina,
Valladolid le da un palío
Y un mesón que hay en Tudela,
acecha al enamorado,
A los pies del rey hermoso,
sin descanso noche y día,
la nobleza de Castilla,
suplicante le pedía,
Celos de la luz y el viento,
que tormento,
celos de la mar y el aire,
Doña Juana está rendida,
que fatiga,
que no se lo diga nadie,
Reina Juana ¿por qué lloras?
si es tu pena la mejor,
por que no fue mal cariño,
que fue locura de amor.
Encerrada entre paredes de un castillo,
la esperanza de su amor se le desboca,
y en la sombras de los largos corredores
las doncellas rezan por su reina loca,
Burgos, llora su locura,
Valladolid se lamenta,
Tordesillas la recoge,
de celos, ya, medio muerta.
En Granada Don Felipe
sueño de mármol reposa,
y en Castilla vive presa,
la locura de su esposa.
Celos de la luz y el viento,
que tormento,
celos de la mar y el aire,
Don Felipe se ha dormido,
su marido,
que no lo despierte, nadie
Reina Juana ¿por que lloras?
si es tu pena la mejor,
por que no fue mal cariño,
que fue locura de amor.
La remanguillé
LA REMANGUILLÉ
Rumba (1969)
Letra: Rafael Vargas y Rafael de León / Música: Manuel Clavero y Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rocío Guerra
I Mi novio siempre me está sermoneando pa que no fume, ni salga de paseo, y el sinvergüenza por lo que estoy notando tiene más cuento que un saco de tebeos. Estribillo La remanguillé que cosa, cosa, cosa, cosita, prima, primita, cosita es. La remanguillé es una papa, papa, labrita que mi tía Rita dice en francés. Es darte un timo, timo, con vaselina, es un remedo, medo, del paripé, es una especie de coba fina pa que te creas lo que no es. Y a mí no me la das, con todo tu saber, pues yo sé por demás que entre calé y calé no cabe niño la, que mira, miramé, no cabe niño la, que la remanguillé. II Piensa mi novio que estoy medio jilona y que de tonta me sube hasta la fiebre, y aunque se cree más listo que Carmona a su persona le doy gato por liebre. Estribillo La remanguillé que cosa, cosa, cosa, cosita, prima, primita, cosita es. La remanguillé es una papa, papa, labrita que mi tía Rita dice en francés. Es darte un timo, timo, con vaselina, es un remedo, medo, del paripé, es una especie de coba fina pa que te creas lo que no es. Y a mí no me la das, con todo tu saber, pues yo sé por demás que entre calé y calé no cabe niño la, que mira, miramé, no cabe niño la, que la remanguillé.
Rumba (1969)
Letra: Rafael Vargas y Rafael de León / Música: Manuel Clavero y Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rocío Guerra
I Mi novio siempre me está sermoneando pa que no fume, ni salga de paseo, y el sinvergüenza por lo que estoy notando tiene más cuento que un saco de tebeos. Estribillo La remanguillé que cosa, cosa, cosa, cosita, prima, primita, cosita es. La remanguillé es una papa, papa, labrita que mi tía Rita dice en francés. Es darte un timo, timo, con vaselina, es un remedo, medo, del paripé, es una especie de coba fina pa que te creas lo que no es. Y a mí no me la das, con todo tu saber, pues yo sé por demás que entre calé y calé no cabe niño la, que mira, miramé, no cabe niño la, que la remanguillé. II Piensa mi novio que estoy medio jilona y que de tonta me sube hasta la fiebre, y aunque se cree más listo que Carmona a su persona le doy gato por liebre. Estribillo La remanguillé que cosa, cosa, cosa, cosita, prima, primita, cosita es. La remanguillé es una papa, papa, labrita que mi tía Rita dice en francés. Es darte un timo, timo, con vaselina, es un remedo, medo, del paripé, es una especie de coba fina pa que te creas lo que no es. Y a mí no me la das, con todo tu saber, pues yo sé por demás que entre calé y calé no cabe niño la, que mira, miramé, no cabe niño la, que la remanguillé.
Adiós a Madrid
ADIÓS A MADRID
Habanera (1941)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Maruja Tomás
I
Queda con Dios, fuentecita del limonar,
que refrescó mi sueño de abril;
quédate con Dios, barquita
dond,e desde pequeñita,
bebí el aire de Madrid.
Estribillo:
Nunca las dos ya nos volveremos a ver
ni aquel amor, en ti, meceré.
¡Ay, mi Madrid!,
si supieras que pena da
decirte adiós y volver más.
Recuerdo la noche de aquel San Antonio que en los caballitos yo te conocí
y fuiste el Felipe que yo imaginaba
con el que soñaba desde que nací.
II
Nunca sabrás lo que te he llegado a querer,
nunca sabrás mi sueño de amor
ni que me muero de pena
porque dejo en la verbena
junto a ti mi corazón.
Estribillo:
Nunca los dos ya nos volveremos a ver,
pobre de mí, que desilusión.
¡Ay, mi Madrid!
donde dejo todo mi ser
¡Ay, mi Madrid!
y mi corazón.
Habanera (1941)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Maruja Tomás
I
Queda con Dios, fuentecita del limonar,
que refrescó mi sueño de abril;
quédate con Dios, barquita
dond,e desde pequeñita,
bebí el aire de Madrid.
Estribillo:
Nunca las dos ya nos volveremos a ver
ni aquel amor, en ti, meceré.
¡Ay, mi Madrid!,
si supieras que pena da
decirte adiós y volver más.
Recuerdo la noche de aquel San Antonio que en los caballitos yo te conocí
y fuiste el Felipe que yo imaginaba
con el que soñaba desde que nací.
II
Nunca sabrás lo que te he llegado a querer,
nunca sabrás mi sueño de amor
ni que me muero de pena
porque dejo en la verbena
junto a ti mi corazón.
Estribillo:
Nunca los dos ya nos volveremos a ver,
pobre de mí, que desilusión.
¡Ay, mi Madrid!
donde dejo todo mi ser
¡Ay, mi Madrid!
y mi corazón.
Agua que no has de beber
AGUA QUE NO HAS DE BEBER
No se porque andas diciendo que soy mala
Que el alma tengo negra muy negra
Que soy interesada y pretenciosa
Que de orgullosa no cabe más
Ya se por que de mi vas así hablando
Es que el despecho, te esta matando
De no ver tu pasión correspondida
Y eso en la vida lo lograras
No te ocupes de mí
No he de ser para ti
No te canses déjame ya
Agua que no has de beber déjala correr
Déjala, déjala
Si hablando así de mí vas a la gente
Mi nombre echando, por el arroyo
Porque en mi reja lloras como un niño
Y mi cariño vas a implorar
Si dices que soy mala y soy perversa
Y el alma tengo endurecida
Porque pensando en mi pasas la vida
Y mi cariño vas a enlodar
No te ocupes de mí
No he de ser para ti
No te canses déjame ya
Agua que no has de beber déjala correr
Déjala, déjala, déjala
No se porque andas diciendo que soy mala
Que el alma tengo negra muy negra
Que soy interesada y pretenciosa
Que de orgullosa no cabe más
Ya se por que de mi vas así hablando
Es que el despecho, te esta matando
De no ver tu pasión correspondida
Y eso en la vida lo lograras
No te ocupes de mí
No he de ser para ti
No te canses déjame ya
Agua que no has de beber déjala correr
Déjala, déjala
Si hablando así de mí vas a la gente
Mi nombre echando, por el arroyo
Porque en mi reja lloras como un niño
Y mi cariño vas a implorar
Si dices que soy mala y soy perversa
Y el alma tengo endurecida
Porque pensando en mi pasas la vida
Y mi cariño vas a enlodar
No te ocupes de mí
No he de ser para ti
No te canses déjame ya
Agua que no has de beber déjala correr
Déjala, déjala, déjala
Al margen de la vida (1)
AL MARGEN DE LA VIDA
Canción (1967)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Canción de la película
“Digan lo que digan”:
interpretada por Raphael
Yo tengo por misión cantar
y dejo en mi canción volar;
va mi corazón feliz
al margen de la vida.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Tal vez al final llegue a recoger,
del mundo, traiciones
mas yo, sin dudar, siempre seguiré sembrando canciones.
He visto por amor vivir
dos seres y, después, reñir
y luego, cuando les canté,
llorando se buscaron.
Me gusta ser así, lo sé,
tal vez un día cambiaré;
os puedo asegurar
que no hay razón para cambiar.
A mí, por quitar penas al amor,
ni gracias me han dado;
con ver sonreír a mi alrededor
me siento pagado.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Y así, tan feliz, voy con mi canción
por tierras y mares.
Me iré cuando ya en mi corazón
no queden cantares.
Canción (1967)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Canción de la película
“Digan lo que digan”:
interpretada por Raphael
Yo tengo por misión cantar
y dejo en mi canción volar;
va mi corazón feliz
al margen de la vida.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Tal vez al final llegue a recoger,
del mundo, traiciones
mas yo, sin dudar, siempre seguiré sembrando canciones.
He visto por amor vivir
dos seres y, después, reñir
y luego, cuando les canté,
llorando se buscaron.
Me gusta ser así, lo sé,
tal vez un día cambiaré;
os puedo asegurar
que no hay razón para cambiar.
A mí, por quitar penas al amor,
ni gracias me han dado;
con ver sonreír a mi alrededor
me siento pagado.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Y así, tan feliz, voy con mi canción
por tierras y mares.
Me iré cuando ya en mi corazón
no queden cantares.
Al margen de la vida (2)
AL MARGEN DE LA VIDA
Canción (1967)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Canción de la película
“Digan lo que digan”:
interpretada por Raphael
Yo tengo por misión cantar
y dejo en mi canción volar;
va mi corazón feliz
al margen de la vida.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Tal vez al final llegue a recoger,
del mundo, traiciones
mas yo, sin dudar, siempre seguiré sembrando canciones.
He visto por amor vivir
dos seres y, después, reñir
y luego, cuando les canté,
llorando se buscaron.
Me gusta ser así, lo sé,
tal vez un día cambiaré;
os puedo asegurar
que no hay razón para cambiar.
A mí, por quitar penas al amor,
ni gracias me han dado;
con ver sonreír a mi alrededor
me siento pagado.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Y así, tan feliz, voy con mi canción
por tierras y mares.
Me iré cuando ya en mi corazón
no queden cantares.
Canción (1967)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Canción de la película
“Digan lo que digan”:
interpretada por Raphael
Yo tengo por misión cantar
y dejo en mi canción volar;
va mi corazón feliz
al margen de la vida.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Tal vez al final llegue a recoger,
del mundo, traiciones
mas yo, sin dudar, siempre seguiré sembrando canciones.
He visto por amor vivir
dos seres y, después, reñir
y luego, cuando les canté,
llorando se buscaron.
Me gusta ser así, lo sé,
tal vez un día cambiaré;
os puedo asegurar
que no hay razón para cambiar.
A mí, por quitar penas al amor,
ni gracias me han dado;
con ver sonreír a mi alrededor
me siento pagado.
Yo gozo con hacer el bien
Y, siempre, sin mirar a quien;
pues donde vi pesar
mi voz logró la paz llevar.
Y así, tan feliz, voy con mi canción
por tierras y mares.
Me iré cuando ya en mi corazón
no queden cantares.
Al pie de un limonero
AL PIE DE UN LIMONERO
Canción (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Isabelita Sánchez
I Desde que era tarmente un comino
ya cantaba regando mis flores,
despertando al corrá del vecino
con mis coplas de celos y amores.
Y aquel hombre que al lado vivía,
ca vez que sentía
mis cantes en fló;
se asomaba riendo a la puerta
dejándome muerta
de pena y doló.
Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.
Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío marchiten mis claveles resién nasíos.
II Con mis coplas como un peregrino
yo me fui por el mundo adelante
y las rosas de tóos los caminos
me nombraron la reina del cante.
En un trono yo he vuerto a Sevilla,
y aquella letrilla
conmigo vorvió …
Yo ya sé que él se muere por dentro
ca vez que al encuentro
le sale mi vó.
Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.
Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío marchiten mis claveles resién nasíos
Canción (1955)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Isabelita Sánchez
I Desde que era tarmente un comino
ya cantaba regando mis flores,
despertando al corrá del vecino
con mis coplas de celos y amores.
Y aquel hombre que al lado vivía,
ca vez que sentía
mis cantes en fló;
se asomaba riendo a la puerta
dejándome muerta
de pena y doló.
Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.
Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío marchiten mis claveles resién nasíos.
II Con mis coplas como un peregrino
yo me fui por el mundo adelante
y las rosas de tóos los caminos
me nombraron la reina del cante.
En un trono yo he vuerto a Sevilla,
y aquella letrilla
conmigo vorvió …
Yo ya sé que él se muere por dentro
ca vez que al encuentro
le sale mi vó.
Estribillo
Ar pie de un limonero
me ha floresío
la rosa de un: “Te quiero”,
cariño mío.
Que estoy enamorada, nadie lo sabe,
pues bajo la almohada guardo la llave.
No sea que las hieles de tu desvío marchiten mis claveles resién nasíos
Aligera y ole
¡ALIGERA Y OLÉ!
Bulerías (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión de la película
La Lola se va a los puertos
cantada por Juanita Reina
Aligerá y olé, Bersebú,
y embísteme tú, que no tengo mieo;
tu no ves que tranquilo me queo.
Aligerá y olé, Barrabá,
te voy a matá, que hay una mosita
y no quiero dejarla viudita.
Ahora que estoy quieto,
anda y cógeme, corniveleto.
Huye que te pillo,
Que te ví a queré en zarsillo.
Er mataó verde y oro,
la niña verde lauré,
y negro de rabia, er toro,
en medio del reondé.
Er niño de Santiponse,
dinamita de la suerte,
es un muñeco de bronse
que está ensayando una muerte.
Y hasta los tendíos
llega esta chufliya
que da escalofrío.
Aligerá y olé, Bersebú,
y embísteme tú, que no tengo mieo;
tu no ves que tranquilo me queo.
Aligerá y olé, Barrabá,
te voy a matá, que hay una mosita
y no quiero dejarla viudita.
Ahora que estoy quieto,
anda y cógeme corniveleto.
Huye que te pillo,
Que te ví a queré en zarsillo.
Bulerías (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión de la película
La Lola se va a los puertos
cantada por Juanita Reina
Aligerá y olé, Bersebú,
y embísteme tú, que no tengo mieo;
tu no ves que tranquilo me queo.
Aligerá y olé, Barrabá,
te voy a matá, que hay una mosita
y no quiero dejarla viudita.
Ahora que estoy quieto,
anda y cógeme, corniveleto.
Huye que te pillo,
Que te ví a queré en zarsillo.
Er mataó verde y oro,
la niña verde lauré,
y negro de rabia, er toro,
en medio del reondé.
Er niño de Santiponse,
dinamita de la suerte,
es un muñeco de bronse
que está ensayando una muerte.
Y hasta los tendíos
llega esta chufliya
que da escalofrío.
Aligerá y olé, Bersebú,
y embísteme tú, que no tengo mieo;
tu no ves que tranquilo me queo.
Aligerá y olé, Barrabá,
te voy a matá, que hay una mosita
y no quiero dejarla viudita.
Ahora que estoy quieto,
anda y cógeme corniveleto.
Huye que te pillo,
Que te ví a queré en zarsillo.
Aliquindoy
ALIQUINDOY /TANGUILLO DEL ALIQUINDOY
Tanguillo (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
I
La gente de mi linaje te van a poner espías, apártate de mi vera que estoy mu comprometía. Mas no te distansies mucho, no te vayas a perdé y estate a la mira mira, que ya veremos a vé. Estribillo: Que sí que me voy, que tú no te va, que al aliquindoy tenemos que está. Me da arferesía que tú me cameles y en la sacristía ya están los papeles. Cariño y parné se tiran rentoys. Les vamos a dá que hasé con er paripé del aliquindoy.
II
Los sabios der nigromante que están con er cucurucho, leyeron en las estrellas que tú me camelas mucho. Mas se le acabó en el inte la torsía der candí, por eso no endiquelaron que yo te camelo a ti. Estribillo: Que sí que me voy, que tú no te va, que al aliquindoy tenemos que está. Me da arferesía que tú me cameles y en la sacristía ya están los papeles. Cariño y parné se tiran rentoys. Les vamos a dá que hasé con er paripé del aliquindoy.
Tanguillo (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
I
La gente de mi linaje te van a poner espías, apártate de mi vera que estoy mu comprometía. Mas no te distansies mucho, no te vayas a perdé y estate a la mira mira, que ya veremos a vé. Estribillo: Que sí que me voy, que tú no te va, que al aliquindoy tenemos que está. Me da arferesía que tú me cameles y en la sacristía ya están los papeles. Cariño y parné se tiran rentoys. Les vamos a dá que hasé con er paripé del aliquindoy.
II
Los sabios der nigromante que están con er cucurucho, leyeron en las estrellas que tú me camelas mucho. Mas se le acabó en el inte la torsía der candí, por eso no endiquelaron que yo te camelo a ti. Estribillo: Que sí que me voy, que tú no te va, que al aliquindoy tenemos que está. Me da arferesía que tú me cameles y en la sacristía ya están los papeles. Cariño y parné se tiran rentoys. Les vamos a dá que hasé con er paripé del aliquindoy.
Ay, Amapola
¡AY. AMAPOLA!
Zambra (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Del espectáculo:
Salero de España
I
Tiene una penita de amores secreta,
guarda sus pesares iguá que oro en paño
desde que una noche, como una saeta,
corasón adentro llegó er desengaño.
Pinta de colores tu puerta y ventana,
seca tus mejillas de nardo y marfí,
que ha vuerto un cariño de tierras lejanas
pa que remanezcan tus rosas de abrí.
Estribillo:
Amapola, tu amor errante
viene disiendo:
¡cariño mío!
Yo te quiero poné diamantes en los remiendos
de tu vestío.
¡Ay, Amapola granate,
reina der claro trigá,
mi corasón, arriate
de tu hermosura será!
Er sielo cuentas me lleve
si vuervo a dejarte sola,
que está de color de nieve
la grana de mi Amapola.
II
Ponte tu peineta de espuma labrada,
mírate al espejo como una marquesa,
que en los candelabros de la madrugada
van a ardé las brujas que te tienen presa.
Tú que eres humirde como una mendiga,
que en tus soledades resabas por é,
vas a sé la reina, que Dios te bendiga,
de tóos los vasallos del reino calé.
Estribillo:
Amapola, tu amor errante
viene disiendo:
¡cariño mío!
Yo te quiero poné diamantes en los remiendos
de tu vestío.
¡Ay, Amapola granate,
reina der claro trigá,
mi corasón, arriate
de tu hermosura será!
Er sielo cuentas me lleve
si vuervo a dejarte sola,
que está de color de nieve
la grana de mi Amapola.
Zambra (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Del espectáculo:
Salero de España
I
Tiene una penita de amores secreta,
guarda sus pesares iguá que oro en paño
desde que una noche, como una saeta,
corasón adentro llegó er desengaño.
Pinta de colores tu puerta y ventana,
seca tus mejillas de nardo y marfí,
que ha vuerto un cariño de tierras lejanas
pa que remanezcan tus rosas de abrí.
Estribillo:
Amapola, tu amor errante
viene disiendo:
¡cariño mío!
Yo te quiero poné diamantes en los remiendos
de tu vestío.
¡Ay, Amapola granate,
reina der claro trigá,
mi corasón, arriate
de tu hermosura será!
Er sielo cuentas me lleve
si vuervo a dejarte sola,
que está de color de nieve
la grana de mi Amapola.
II
Ponte tu peineta de espuma labrada,
mírate al espejo como una marquesa,
que en los candelabros de la madrugada
van a ardé las brujas que te tienen presa.
Tú que eres humirde como una mendiga,
que en tus soledades resabas por é,
vas a sé la reina, que Dios te bendiga,
de tóos los vasallos del reino calé.
Estribillo:
Amapola, tu amor errante
viene disiendo:
¡cariño mío!
Yo te quiero poné diamantes en los remiendos
de tu vestío.
¡Ay, Amapola granate,
reina der claro trigá,
mi corasón, arriate
de tu hermosura será!
Er sielo cuentas me lleve
si vuervo a dejarte sola,
que está de color de nieve
la grana de mi Amapola.
Ay compañera
¡AY, COMPAÑERA!
Zambra (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanito Valderrama
Con mi queré yo te he dao
alma, vía y voluntá,
y ¿a qué viene ese nublao
de querernos separá?
Tú ponte a bordá primores,
deja a los toros vení;
la ley de nuestros amores
se tiene, ar fin, que cumplí.
La mía se desepare.
¡Ay, compañera!
que no vea yo a mi mare
er día que no te quiera.
¡Ay, compañera!,
que la sangre se me pare
si me aparto de tu vera.
De tu aliento nesesito
y eres lú pa mi seguera;
¡qué me quede sieguesito
si te farto, compañera!
¡Ay, compañera!,
que la sangre se me pare
si me aparto de tu vera.
Zambra (1947)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Juanito Valderrama
Con mi queré yo te he dao
alma, vía y voluntá,
y ¿a qué viene ese nublao
de querernos separá?
Tú ponte a bordá primores,
deja a los toros vení;
la ley de nuestros amores
se tiene, ar fin, que cumplí.
La mía se desepare.
¡Ay, compañera!
que no vea yo a mi mare
er día que no te quiera.
¡Ay, compañera!,
que la sangre se me pare
si me aparto de tu vera.
De tu aliento nesesito
y eres lú pa mi seguera;
¡qué me quede sieguesito
si te farto, compañera!
¡Ay, compañera!,
que la sangre se me pare
si me aparto de tu vera.
Ay con el ay (1)
¡AY CON EL AY! / NON ME OLVIDES, CARIÑO
Canción gallega (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
I Quisiste olvidar, rapaza, mis bicos, pero non puedes y escribes a todas horas mi nombre por la paredes. Tu nombre por las paredes lo escribo, prenda querida; como me debes mil duros tu nombre no se me olvida.
Estribillo:
¡Ay, con el ay, non me olvides, cariño,
que te lo pido por san Benitiño!
¡Ay, con el ay, non me des empanada! Dame el anillo, mi amor, de casada.
II Te debo mil duros, dices, pagártelos bien quisiera; a falta de los dineros te ofrezco mi vida entera. Me ofreces la vida entera, de apuros tú non me sacas; non son monedas los años para comprarme seis vacas.
Estribillo:
¡Ay, con el ay, non me olvides, cariño,
que te lo pido por san Benitiño!
¡Ay, con el ay, non me des empanada! Dame el anillo, mi amor, de casada.
Canción gallega (1953)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
I Quisiste olvidar, rapaza, mis bicos, pero non puedes y escribes a todas horas mi nombre por la paredes. Tu nombre por las paredes lo escribo, prenda querida; como me debes mil duros tu nombre no se me olvida.
Estribillo:
¡Ay, con el ay, non me olvides, cariño,
que te lo pido por san Benitiño!
¡Ay, con el ay, non me des empanada! Dame el anillo, mi amor, de casada.
II Te debo mil duros, dices, pagártelos bien quisiera; a falta de los dineros te ofrezco mi vida entera. Me ofreces la vida entera, de apuros tú non me sacas; non son monedas los años para comprarme seis vacas.
Estribillo:
¡Ay, con el ay, non me olvides, cariño,
que te lo pido por san Benitiño!
¡Ay, con el ay, non me des empanada! Dame el anillo, mi amor, de casada.
Ay con el ay (2)
¡AY, CON EL AY!
Bulerías (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por: Paquita Rico
I
No quiero que ninguno suspire y llore, suspire y llore, porque se va María, ¡ay, ay, María de los Dolores! Quién bien me quiera, quien bien me quiera, yo sé que ha de tenerme siempre a su vera, ¡ay, ay del ay!, siempre a su vera.
II
En la sombrita fresca de mis jardines, de mis jardines, cantarán como nunca,¡ ay, como nunca!, los colorines; porque en la brisa, porque en la brisa, para quien bien me quiera dejo mi risa, ¡ay, ay del ay!, dejo mi risa.
III
Aunque no dejo a nadie recuerdos míos, recuerdos míos, todo el que bien me quiera, ¡ay, que me quiera!, que vaya al río; porque mi casa, porque mi casa, la encontrará en espuma de agüita clara, ¡ay, ay del ay!, de agüita clara.
Bulerías (1948)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por: Paquita Rico
I
No quiero que ninguno suspire y llore, suspire y llore, porque se va María, ¡ay, ay, María de los Dolores! Quién bien me quiera, quien bien me quiera, yo sé que ha de tenerme siempre a su vera, ¡ay, ay del ay!, siempre a su vera.
II
En la sombrita fresca de mis jardines, de mis jardines, cantarán como nunca,¡ ay, como nunca!, los colorines; porque en la brisa, porque en la brisa, para quien bien me quiera dejo mi risa, ¡ay, ay del ay!, dejo mi risa.
III
Aunque no dejo a nadie recuerdos míos, recuerdos míos, todo el que bien me quiera, ¡ay, que me quiera!, que vaya al río; porque mi casa, porque mi casa, la encontrará en espuma de agüita clara, ¡ay, ay del ay!, de agüita clara.
Ay mulatito
¡AY, MULATITO!
Habanera (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmen Morell
I
Para esta amargura, que el alma me llora,
yo a nadie le pido consideración;
de penas mortales es reina y señora
la que llevo, a todas horas, en mi corazón.
Se van por el mundo mis pasos perdíos,
la gente que quiero se aparta de mí;
mi pena desborda de rumbo y tronío,
por lo bien que te he querío me voy a morí.
Estribillo:
Marinero de fragata,
¡ay, mulatito de Camaguey!,
esta pena que me mata,
es una pena de oro de ley.
Reyesita de señores,
no llorar por mi persona,
porque tienen mis dolores
mas brillos que una corona.
Esclavo de Alejandría,
¡ay, morenito, viva tu rey!,
que bandera le ponía
¡ay, ay, ay!, a esta penita de oro de ley.
II
Con esta amargura que, a mí, me aniquila presumo lo mismo que un pavo reá;
les pongo a mis penas mantón de Manila
y me duermo tan tranquila y amortajá.
Mirad cuanto lujo, mirad que hermosura,
mocitos cristianos, mirad que mujé,
rosal yo no he visto de rosas más puras,
las pintó la calentura de mi padesé.
Estribillo:
Marinero de fragata,
¡ay, mulatito de Camaguey!,
esta pena que me mata,
es una pena de oro de ley.
Reyesita de señores,
no llorar por mi persona,
porque tienen mis dolores
mas brillos que una corona.
Esclavo de Alejandría,
¡ay, morenito, viva tu rey!,
que bandera le ponía
¡ay, ay, ay!, a esta penita de oro de ley.
Habanera (1949)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Carmen Morell
I
Para esta amargura, que el alma me llora,
yo a nadie le pido consideración;
de penas mortales es reina y señora
la que llevo, a todas horas, en mi corazón.
Se van por el mundo mis pasos perdíos,
la gente que quiero se aparta de mí;
mi pena desborda de rumbo y tronío,
por lo bien que te he querío me voy a morí.
Estribillo:
Marinero de fragata,
¡ay, mulatito de Camaguey!,
esta pena que me mata,
es una pena de oro de ley.
Reyesita de señores,
no llorar por mi persona,
porque tienen mis dolores
mas brillos que una corona.
Esclavo de Alejandría,
¡ay, morenito, viva tu rey!,
que bandera le ponía
¡ay, ay, ay!, a esta penita de oro de ley.
II
Con esta amargura que, a mí, me aniquila presumo lo mismo que un pavo reá;
les pongo a mis penas mantón de Manila
y me duermo tan tranquila y amortajá.
Mirad cuanto lujo, mirad que hermosura,
mocitos cristianos, mirad que mujé,
rosal yo no he visto de rosas más puras,
las pintó la calentura de mi padesé.
Estribillo:
Marinero de fragata,
¡ay, mulatito de Camaguey!,
esta pena que me mata,
es una pena de oro de ley.
Reyesita de señores,
no llorar por mi persona,
porque tienen mis dolores
mas brillos que una corona.
Esclavo de Alejandría,
¡ay, morenito, viva tu rey!,
que bandera le ponía
¡ay, ay, ay!, a esta penita de oro de ley.
Ay que guapa eres
¡AY QUÉ GUAPA ERES!
Canción (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
La carita de mi mare
es un rosal ensendío,
y al age a de sus andaré
los hombres le dan chillíos.
Olé con ole y con ole,
suspiran enamoraos,
“¡Tus ojos son dos faroles
que alumbran hasta serraos!”.
Cuando, a comprá,
salimos por las mañanas,
oigo al pasá:
“Paresen, las dos, hermanas”.
¡Ay, mare mía de mis amores!,
los ruiseñores en sus cantares
me disen: “Puedes está orgullosa,
no hay una rosa como tu mare”.
Clavito y canela,
jasmín y heliotropo;
la calle entera revuela
al verte, a ti, de piropo.
No hay en toa Andalusía
ninguna que te supere
tú me diste el alma y la vía,
tu sangre es la mía.
¡Ay, qué guapa eres!
¡Ay, qué guapa eres!
Canción (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
La carita de mi mare
es un rosal ensendío,
y al age a de sus andaré
los hombres le dan chillíos.
Olé con ole y con ole,
suspiran enamoraos,
“¡Tus ojos son dos faroles
que alumbran hasta serraos!”.
Cuando, a comprá,
salimos por las mañanas,
oigo al pasá:
“Paresen, las dos, hermanas”.
¡Ay, mare mía de mis amores!,
los ruiseñores en sus cantares
me disen: “Puedes está orgullosa,
no hay una rosa como tu mare”.
Clavito y canela,
jasmín y heliotropo;
la calle entera revuela
al verte, a ti, de piropo.
No hay en toa Andalusía
ninguna que te supere
tú me diste el alma y la vía,
tu sangre es la mía.
¡Ay, qué guapa eres!
¡Ay, qué guapa eres!
Ay Serení
¡AY, SERENÍ!
Canción (1946)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Colomé
I
Los claveles son labios embrujaores,
que adornan las masetas de mis balcones.
Los blancos son mositos enamoraos
Y, galanes con faja, los encarnaos.
¡Vaya salero!, ay, que estribillo,
no me gustan, sentraña, los amarillos.
Estribillo:
¡Ay, Serení!,
de la buena, buena, vi,
las hojas de la arbahaca
siempre me disen que sí.
No me gusta la adelfa, ni la asusena,
Y me llena de gloria,
vaya salero, la hierba luisa
¡Ay, Serení!
heliotropo de alhelí
y las rositas más bellas son las de pitiminí.
II
El Dondiego es un novio desengañao
Y, los lirios, viudos desconsolaos.
Los nardos, señoritos con mucho cuento
y amantes con ojeras los pensamientos.
¡Vaya salero!, los más ruines,
por lo poco que duran, son los jazmines.
Estribillo:
¡Ay, Serení!,
de la buena, buena, vi,
las hojas de la arbahaca
siempre me disen que sí.
No me gusta la adelfa, ni la asusena,
Y me llena de gloria,
vaya salero, la hierba luisa
¡Ay, Serení!
heliotropo de alhelí
y las rositas más bellas son las de pitiminí.
Canción (1946)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Antoñita Colomé
I
Los claveles son labios embrujaores,
que adornan las masetas de mis balcones.
Los blancos son mositos enamoraos
Y, galanes con faja, los encarnaos.
¡Vaya salero!, ay, que estribillo,
no me gustan, sentraña, los amarillos.
Estribillo:
¡Ay, Serení!,
de la buena, buena, vi,
las hojas de la arbahaca
siempre me disen que sí.
No me gusta la adelfa, ni la asusena,
Y me llena de gloria,
vaya salero, la hierba luisa
¡Ay, Serení!
heliotropo de alhelí
y las rositas más bellas son las de pitiminí.
II
El Dondiego es un novio desengañao
Y, los lirios, viudos desconsolaos.
Los nardos, señoritos con mucho cuento
y amantes con ojeras los pensamientos.
¡Vaya salero!, los más ruines,
por lo poco que duran, son los jazmines.
Estribillo:
¡Ay, Serení!,
de la buena, buena, vi,
las hojas de la arbahaca
siempre me disen que sí.
No me gusta la adelfa, ni la asusena,
Y me llena de gloria,
vaya salero, la hierba luisa
¡Ay, Serení!
heliotropo de alhelí
y las rositas más bellas son las de pitiminí.
Canción del gitano loco
CANCIÓN DEL GITANO LOCO
Pasodoble (1946)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rafael Medina
Era lo mejó del Albaisín,
era la canela de Graná,
coló de aseituna revuerta con luna
era el coló de su piel bronseá.
Pero se prendó de una mujé,
rubia como el vino de Jeré,
que con sus hechisos
le segó los clisos
y lo esclavisó con su podé.
Lo embrujó con su amó,
le puso una caena
de selos y de pena
y luego de su vera se marchó.
Los calés de Graná
comprenden su locura,
y escuchan con ternura
lo que er gitano dise en su cantá.
Estribillo:
Quiéreme mujé, por tu salú,
y alíviame está crú en donde m’has clavao.
Dame de tus labios a bebé,
aplácame esta sé, que soy un desgrasiao.
Me tienes malherío y loco der sentío
de tanto padesé.
¡Ay, mujé!, solo por tu queré
píeme la sangre y er coló, que yo lo daré tó
con tal que tú me quieras.
Píeme la estrella de la má y yo la iré a buscá
lo mismo que un ladrón,
si me das tu corasón, si me das tu corasón.
Pasodoble (1946)
Letra: Antonio Quintero y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Rafael Medina
Era lo mejó del Albaisín,
era la canela de Graná,
coló de aseituna revuerta con luna
era el coló de su piel bronseá.
Pero se prendó de una mujé,
rubia como el vino de Jeré,
que con sus hechisos
le segó los clisos
y lo esclavisó con su podé.
Lo embrujó con su amó,
le puso una caena
de selos y de pena
y luego de su vera se marchó.
Los calés de Graná
comprenden su locura,
y escuchan con ternura
lo que er gitano dise en su cantá.
Estribillo:
Quiéreme mujé, por tu salú,
y alíviame está crú en donde m’has clavao.
Dame de tus labios a bebé,
aplácame esta sé, que soy un desgrasiao.
Me tienes malherío y loco der sentío
de tanto padesé.
¡Ay, mujé!, solo por tu queré
píeme la sangre y er coló, que yo lo daré tó
con tal que tú me quieras.
Píeme la estrella de la má y yo la iré a buscá
lo mismo que un ladrón,
si me das tu corasón, si me das tu corasón.
Carmelilla
TE QUIERO / CARMELILLA
Pasodoble (1936)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo la gracia e Dió.
Los señoritos van a Triana
a ver cuál de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito
qué bien la camela,
soñando bajito
le dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Ayer en Santa Ana
los dos se han casado,
y así a su gitana
Manuel le ha cantado:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Final:
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Miguel de Molina
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo la gracia e Dió.
Los señoritos van a Triana
a ver cuá de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito
qué bien la camela
cantando bajito
e dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Y anoche en Santa Ana
los dos se han casao,
y así a su gitana
Manuel le ha cantao:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los acais
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Manolo Escobar
I Rosa morena de mi alegría,
clavel de sangre de mi pasión,
te llevo dentro, de noche y día,
en lo más hondo del corazón.
Suspiro por verte,
de penas cautivo ,
de tanto quererte
estoy que no vivo.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
El mal de amores, cariño mío,
es como un toro de perdición,
que se me mete por el sentío
hasta que acaba con tu razón.
Por mor de tus labios,
que son mi locura,
me dicen los sabios
que no tengo cura.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Enrique Montoya
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo gracia de Dios.
Los señoritos van a Triana
a ver cuál de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito,
qué bien la camela,
cantando bajito
le dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, pues me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Ayer en Santa Ana
los dos se han casao,
y así a su gitana
Manuel le ha cantao:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, pues me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Pasodoble (1936)
Letra: Salvador Valverde y Rafael de León / Música: Manuel López-Quiroga
Versión grabada por:
Conchita Piquer
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo la gracia e Dió.
Los señoritos van a Triana
a ver cuál de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito
qué bien la camela,
soñando bajito
le dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Ayer en Santa Ana
los dos se han casado,
y así a su gitana
Manuel le ha cantado:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Final:
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Miguel de Molina
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo la gracia e Dió.
Los señoritos van a Triana
a ver cuá de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito
qué bien la camela
cantando bajito
e dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Y anoche en Santa Ana
los dos se han casao,
y así a su gitana
Manuel le ha cantao:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los acais
lo mismito que luceros.
Te quiero, que me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Manolo Escobar
I Rosa morena de mi alegría,
clavel de sangre de mi pasión,
te llevo dentro, de noche y día,
en lo más hondo del corazón.
Suspiro por verte,
de penas cautivo ,
de tanto quererte
estoy que no vivo.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
El mal de amores, cariño mío,
es como un toro de perdición,
que se me mete por el sentío
hasta que acaba con tu razón.
Por mor de tus labios,
que son mi locura,
me dicen los sabios
que no tengo cura.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías, que guapa eres,
la más hermosa de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Versión grabada por:
Enrique Montoya
I Es Carmelilla, la cigarrera,
una mocita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo gracia de Dios.
Los señoritos van a Triana
a ver cuál de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana,
porque es gitana de caliá.
Tan solo un mocito,
qué bien la camela,
cantando bajito
le dice a Carmela:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, pues me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
II
Igual que Carmen la cigarrera,
ya Carmelilla famosa es,
porque en las plazas, de España entera,
se aplaude el arte de su Manuel.
El chavalillo que la quería
sus ambiciones ya consiguió,
y es el torero de más valía
que en la Maestranza se consagró.
Ayer en Santa Ana
los dos se han casao,
y así a su gitana
Manuel le ha cantao:
Estribillo:
Te quiero, porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero, pues me sabes a canela
y me hueles romero.
Carmela mía, que guapa eres,
la más bonita de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres,
tú desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
Ceguera
CEGUERA
Canción (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
Es de buena familia, se llama Rosalía,
tiene los ojos grandes y fina la sintura;
hase el amor contigo y sigue siendo pura
y resa, por las noches, sus tré avemaría.
Y yo…, yo en cambio no soy nadie, suspiro y vivo al día,
es, mi oficio, más viejo que el robo y que la usura,
y me doy a los hombres pasando la factura
de unos besos sin fiebre, delirio, ni agonía.
A ti…, a ti no te los cobro porque fuiste el primero,
porque más que a los chorros de mi sangre te quiero, te quiero.
Y hoy que vas a casarte, sé bien lo que me espera, lo que me espera:
Ella irá de tu brazo, presumiendo de asahares,
y yo seguiré por la vía con mi seguera, por calles y por bares,
hasiendo la carrera, hasiendo la carrera, hasiendo la carrera.
Canción (1982)
Letra: Rafael de León / Música: Juan Solano
Versión grabada por:
María Vidal
Es de buena familia, se llama Rosalía,
tiene los ojos grandes y fina la sintura;
hase el amor contigo y sigue siendo pura
y resa, por las noches, sus tré avemaría.
Y yo…, yo en cambio no soy nadie, suspiro y vivo al día,
es, mi oficio, más viejo que el robo y que la usura,
y me doy a los hombres pasando la factura
de unos besos sin fiebre, delirio, ni agonía.
A ti…, a ti no te los cobro porque fuiste el primero,
porque más que a los chorros de mi sangre te quiero, te quiero.
Y hoy que vas a casarte, sé bien lo que me espera, lo que me espera:
Ella irá de tu brazo, presumiendo de asahares,
y yo seguiré por la vía con mi seguera, por calles y por bares,
hasiendo la carrera, hasiendo la carrera, hasiendo la carrera.
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