Se llama copla democrático


Unirse al foro, es rápido y fácil

Se llama copla democrático
Se llama copla democrático
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Página 2 de 8. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8  Siguiente

Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 1:37 pm




Amor y pasión, ocultos



[b]La función debía de haber empezado ya. Pasaban veinte minutos de la hora estipulada. El público, impaciente, abarrotaba la sala ocupando todas las butacas. Detrás del telón, una batahola candente flotaba en el ambiente. Y no era para menos: Encarna Sanz Remedios, la conocida y famosa actriz, de 37 años, que iba a representar el personaje de una anciana de 80 en la obra, misteriosamente había desaparecido de su camerino, como si su cuerpo se hubiese volatizado. Su sustituta, una actriz de un escalafón inferior, se encontraba ya preparada. Pero este no era el problema; el problema era que nadie de la dirección ni del elenco, ni del público de la sala aceptaba aquella increíble realidad. Las preguntas que flotaban en las molleras de todos los asistentes era sólo una: “¿Dónde está la abuela”.

Los recuerdos de aquella noche, que con el tiempo llegaba a ser una noche sin fin, reaparecían de una forma impetuosa, al igual que las olas castigaban las indefensas rocas agolpadas en los acantilados, encharcando la agotada mente de un hombre, sentado en una de las sillas de alrededor de una mesa de una cafetería tomándose un café negro. Mirándole a cierta distancia, parecería que hablaba consigo mismo o quizá con el vaso, inmóvil frente a él.

El camarero se le acercó susurrándole algo, ya que este asiduo cliente no soportaba los altos volúmenes de voces, razón por la cual se emplazaba siempre, como era su costumbre de toda la vida, en la última mesa del fondo del local, evitando en todo lo posible el ruido molesto del trajín de los clientes y de los chillidos desmesurados de los camareros.

____ ¿Le traigo algo de comer o beber?

El hombre no respondía. Es que ni siquiera levantaba la vista ni entornaba la cabeza hacia el camarero.

El camarero, conocedor por su dilatada experiencia, captó la indirecta, y como vino se fue, sin conseguir ninguna respuesta del cliente.

La Agrupación Teatral Hispalense, conocida en la ciudad, tanto por sus puestas en escena como por contar en su haber decenas de prestigiosas figuras de renombre nacional, que habían pasado por sus tablas, había decidido en su última asamblea anual (sobre las investigaciones policiales, relacionadas con el caso sin respuesta de la desaparición de la actriz y teniendo presente que habían transcurrido ya un año de la desgracia) suspender todas las entrevistas o diálogos con la prensa sobre este misterioso suceso. Y era porque esto perjudicaba a los miembros de su familia, a raíz del manoseo informativo destructivo, que en nada les ayudaba y que además era perjudicial para la reputación de la empresa teatral.

Los dos oficiales destinados para atender el caso, enviados desde la jefatura central, revisaban por enésima vez las voluminosas carpetas del expediente 113A/1007/13B, que aún estaba abierto y que por culpa de él les impedía volver a sus respectivos lugares de trabajo y a estar con la frecuencia habitual con sus esposas e hijos.

La desaparecida en cuestión no tenía antecedentes policiales. Nunca fue molestada o agraviada. Pasó por la vida como si fuese un viaje de placer, sin ningún obstáculo ni problemas económicos, familiares o sociales.

Investigaron a todos los empleados del teatro. Uno por uno, prestaron declaración todos los miembros de su familia. Fueron interrogados los amigos y conocidos de la susodicha. Nada. Ni una pista. Posiblemente era este uno de los casos sin solución más comentados en los últimos años.

Su familia la componía un escaso número de personas; una hermana soltera a su vez actriz, dos primos hermanos que vivían desde hacía mucho tiempo en Suiza, y un hermano mayor, el más afectado de todos por la tragedia, que dejó su trabajo y se dedicaba exclusivamente a deambular por las calles de Sevilla visitando los sitios donde solía acudir su hermana. Hablaba con todas las personas que de una u otra manera se habían relacionado con la desaparecida. Los días iban transcurriendo y el peso de su desesperación le agobiaba, casi le asfixiaba.

Aquel día era un sábado frío y con lluvia. Pasada las diez de la noche sentado en su bar, que era como su segunda casa, o la única, sacaba de uno de los bolsillos de su chaqueta un bloc y no paraba de escribir datos. Al cabo de un rato ponía el manojo de papeles garabateados dentro de un sobre, que le facilitó el mismo camarero, que sin hablar lo entendía. Abonó su consumición y, sin despedirse, salió de la cafetería a enfrentarse a las semi desiertas calles de la ciudad.

El domingo, todo el elenco del teatro, la hermana soltera y los oficiales de la policía tenían el diario ABC en sus manos, como muchos habitantes de la ciudad de Sevilla. Era la edición dominical con las últimas noticias, y las últimas novedades.

En una de las páginas dedicadas a sucesos estaba publicada a doble tamaño y con un remarco especial, una carta que concentraba la atención de los lectores. El texto era el siguiente:


Querida Encarna

Quisiera tu perdón, que con seguridad ya me brindaste. Te conozco lo suficiente, tal vez demasiado. Tú, con tu inmenso corazón, pleno de amor y de comprensión, y yo, con el mío, bañado en lágrimas. Yo no te maté, pero fui la causa de tu muerte. No fue por maldad, y sabes bien que no soy un hombre malo. Mi amor por ti es mucho mayor que nuestra relación carnal.

Una y otra vez mis actos comprobaron mis intentos de congraciarte, y de esta forma poder vivir en un mundo imaginario pero real; un mundo en el que estuviésemos tú y yo solos; yo, que siempre fui tu fiel servidor, para amarte, atenderte, defenderte y adorarte. Desde pequeños, siempre fue así contigo.

Es verdad que, en ocasiones, y sabes bien a qué me refiero, tu cuerpo se estremecía, cubriéndolo una frialdad. Pero nuestros encuentros reiterados, por mí incentivados, pusieron en evidencia los sentimientos de delirio que sentía por ti, e incluso por tu sola presencia, por tu escultural cuerpo, por todo lo que fuese tuyo. Todavía no veo la realidad como algo verdadero.

Te quiero, te deseo, te busco... Todo esto que ha ocurrido y que sigue ocurriendo es más fuerte que yo. Y sólo tú podrías entender mi dolor. Un lastimoso quejido es sólo lo que mi desabrido cuerpo exhala. Sé que nunca volverás. Pero, a pesar de ello, no dejo de esperarte.

Tu querido hermano



A primera hora de la mañana fue extraído de las aguas del Guadalquivir, el río que recorre la ciudad de Sevilla, el cadáver desnudo de un hombre de unos 50 años. Se considera la posibilidad de un suicidio.

El departamento de la policía científica de la ciudad de Sevilla comunica que en el transcurso de las próximas veinticuatro o cuarenta y ocho horas, después de hacer las pertinentes, minuciosas y necesarias averiguaciones e inspecciones, se dará a conocer el nombre y los apellidos de la víctima, y tal vez el motivo del suicidio, si es éste el que ha sido la causa de su fallecimiento.
[/b]


SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Amor_y10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 4:43 pm




Amores adolescentes


Los significativos recuerdos de esta bonita historia dan un verdadero sentido a mi vida. Y ahora, a mis 36 años recién cumplidos y sentado de por vida en una silla de ruedas, dan más sentido verdadero, si cabe.

Recuerdo que el camino se hacía eterno. La noche era negra y la brisa se hacía cada vez más áspera. Mis mejillas enrojecían. Corría tanto que no sentía los pies, tratando de encontrar un rastro de luz en aquel crepúsculo.

Manuela estaba cansada. La cogía de la cintura y sentía su esbelto cuerpo junto al mío, proporcionándome un calor carnal. Sus suaves labios me besaban en el cuello, y una extraña sensación me recorría todo el cuerpo. Sus manos bajaban a mi pubis acompañadas de apasionados y largos besos húmedos con labios de rubí. No podía ya contenerme, la deseaba tanto…  

____ Ya no hay nadie aquí -decía con la respiración agitada en un silencio solemne.

La besaba apasionadamente apretándola contra mí. Empezaba a desabrochar cada uno de los botones de su blusa, hasta ver sus suaves senos, descubiertos ante mí. No dudaba en tocarlos y en acariciar la cima de ellos con mis dedos.

Nuestras respiraciones eran más veloces. Nos tumbamos en la húmeda yerba de la noche, y ella seguía besándome, empezando a bajar mi pantalón, pero mi cinturón estaba apretado. Mentalmente maldije el momento en que me lo puse. La ayudaba a desabrocharme entre un enredo de manos, hasta que al fin mi pene era liberado. Una de sus manos lo cogía. Estaba excitado, dejando escapar un enorme orgasmo, llenándose su mano de mi semen.

Al otro día acudía al instituto, como era costumbre. Y allí estaba Carmelo, mi mejor amigo desde niños, casi mi hermano.

Uno de los alumnos del instituto dibujaba un desnudo de mujer. Yo era distinto a él, aunque por lo de anoche se me contagiarían sus maneras. Lo que me ocurrió con Manuela no se lo había contado a nadie todavía. No quería hacerlo, pero mi lengua me traicionaría…

____ Hola, Juan –me dijo Carmelo, dándome unas palmaditas en la espalda.
____ Hola, Carmelo.
____ Oye, ¿has visto ya a la compañera nueva?
____ No… no… -me ruboricé.

____ ¡Chicos, a mi clase!

Nos interrumpió la profesora. Fuimos a sentarnos a nuestros respectivos sitios. Aún no había llegado Manuela. Quería verla, pero sentía vergüenza. Carmelo me miraba sonriendo, a la vez que escribía algo en un papel, que luego empujaba hacia mí:

“Las lenguas viperinas dicen que ayer te vieron salir del jardín de detrás del instituto a altas horas de la noche acompañado de Manuela y ella iba medio vestida”. ¡Ya me contarás, querido hermanito!

Cuando lo leí me puse rojo e intenté hacerme el desentendido, pero Carmelo me conocía mejor que nadie; sacó su móvil y en él había una foto que delataba todo. ¡Jodido paparazzi! Escribí en aquel papel y caí en su juego. Y seguí escribiendo…

“Manuela y yo fuimos a regar unas flores al taller de Agricultura. Se nos pasó la hora y comenzamos a correr para que no nos viese la directora. En el jardín sucedió todo. Nos besamos. Ella estaba pasada de copas”.

Se lo entregué a hurtadillas, para no ser visto por la profesora. Carmelo lo recibió, y apenas lo leyó estalló en una carcajada ante todo el alumnado.

____ ¿Qué ocurre, Carmelo? -le dijo la profesora.
____ Nada, profesora -conteste yo, al ver que él no paraba de reír.
____ Juan, ¿qué le diste a Carmelo por debajo del pupitre?
____ Nada -respondí nuevamente.
____ ¡Carmelo, dame eso! –dijo, airada, la profesora, percatándose de la cosa.

Carmelo me miró, como preguntándome: “¿se lo doy?” Pero sí se lo dio, y entonces me di cuenta de lo que me iba a aguardar el destino.

____ ¡Vamos a ver qué es lo que dice este papelito! -dijo la profesora, en voz alta.
____ ¡Qué lo lea…! ¡Qué lo lea…! -gritaba toda la clase.
____ ¡No, profesora, no, por favor! -le dije yo, casi rogando.

La profesora (la señorita Santos) no atendió mis súplicas y no dudó ni un segundo en leerlo en voz alta. Carmelo me miraba con cara tonta, como pidiéndome perdón. Lo mire indiferente, pero ruborizado.

Minutos después, nada podía ser peor. Llegó Manuela. Apenas entró, todo el curso sonrió. Ella sonrió a la vez, sin entender aún la situación. Lisa, su amiga, la esperaba en su asiento y le contó todo. Entonces Manuela agachó la cabeza. Era incapaz de mirar a nadie, menos a mí…

La clase acabó y todos salimos del aula. Ahora nos tocaba en otra aula.  La situación parecía olvidada.

____ Hola, hermanito –me dijo Carmelo- Sabía bien que tan angelito no eras, ni tan inocentito tampoco...
____ ¡Estoy cabreado! ¡La señorita Santos es una hija de…!
____ Tranquilo, hermanito. Esa vieja lo va a pagar caro. ¿Qué edad tiene?
____ 37. Al menos eso es lo que dice ella. ¿Pero qué tiene que ver la edad en esto?
____ No está nada mal para ser mi próxima víctima. Hace rato que le tengo ganas, y para mí todo es posible. Me he acostado con cuántas he querido, así que una más pasará por mi reconocido pene. Pero con esta lo publicaré en todos lados –dijo con su habitual aire de superioridad, y sonriéndose.
____ Definitivamente estás loco -dije tocando su pequeña frente de cabeza hueca, que no tenía más que aserrín.
____ Lo sé, pero ahora vamos a desayunar.
____ ¿No quieres que esa vieja pase la vergüenza de su vida? Como te la hizo pasar a ti -añadía mientras caminábamos hacia el bar.
____ Bueno… vale… Pero si se puede evitar un escándalo...
____ ¡De eso nada, hermanito! Déjalo de mi cuenta -se refregaba las manos.

El bar se encontraba repleto de estudiantes. Pedimos lo nuestro, y entre la multitud buscaba la cabeza pelirroja de Manuela. Sabía que, aunque estuviese, se escondería de mí, pero yo no quería delatarla, sólo hablarle, pedirle perdón por lo ayer, porque empezaba a sentir algo por ella. Carmelo me mataría si se lo dijese. Me diría: “¿cómo se puede querer a una tía por un solo polvo? Tienes que disfrutar”. Pero este es su criterio. Manuela era para mí una delicia: su cuerpo suave, sus curvas perfectas, su pelo pelirrojo que le tapaba la espalda, su cuello, su boca, sus pechos, esos pechos que habían estado en mis manos. Para mí, Manuela era un diamante en bruto, tan frágil que se rompería con cualquier cosa. Nunca, antes había tocado yo las tetas a una chica. Una vez lo intenté con una, pero era tan estrecha que salió corriendo y no me habló más en su vida.

Bueno, estas cosas son algunas anécdotas de mi adolescencia.

____ Juan, sentémonos aquí. Aquellas dos nenas nos están mirando.
____ Querrás decir que te están mirando.
____ Y a ti también. Si no, mira la rubia, no te quita ojo.

Y era verdad. Cruzamos miradas y la rubia era muy coqueta. Se acercaron a nuestra mesa; una se sentó junto a Carmelo, y la rubia se puso a mi lado.

____ Hola, ¿cómo estás? -me dijo la rubia.
____ Bien -respondí.
____ Chicas, os invito a algo -soltó Carmelo.
____ ¡Carmelo… Carmelo…! -le miré, preocupado, y él sabía por qué…
____ Vale -respondieron las dos, casi al unísono.

¡Jo, Carmelo las invitó a comer! La última vez que lo hizo tuvimos que quedarnos a fregar platos hasta la una de la mañana. Y si no era esto, era otra cosa. Y después no tiene nunca dinero ni para el bono semanal del autobús.

____ Y tú, lindo, ¿cómo te llamas? -me preguntó la rubia.
____ Juan -respondí.
____ Dónde vais a ir esta noche de viernes. Nosotras iremos a nuestra discoteca y no tenemos pareja. ¿Os gustaría acompañarnos? -me preguntó la rubia.
____ ¡Hecho! -contestó rotundo Carmelo.
____ Bueno… yo quizás no pueda –y dije eso porque pensaba en Manuela.
____ Como quieras. Invitaremos a otro -dijo la rubia.
____ Espera. Quizá no haga falta. Creo que finalmente podré ir -respondí, pensando que quizás Manuela estuviese enfadada conmigo.
____ En ese caso, después nos veremos aquí mismo.

Eran cerca de las ocho y media. Las chicas estarían fuera del instituto a las nueve, y Carmelo y yo estábamos ya en el bar.

Cuando llegaron las dos chicas, Carmelo iba delante con ellas. Rocío era la rubia, y Lucía la morena, las dos guapas y apuntaban espectaculares palmitos. Rocío se veía bien, con un vestido ajustado de escote semi abierto que dejaba ver el comienzo de unos hermosos pechos.

Y bailamos, y bebimos, y hablamos, y reímos. Pero cuando llegó la hora de “un algo más” y Carmelo ya había empezado, me levanté de mi silla y, sin despedirme, corrí hacia “El Dragón Rojo”, que era la discoteca a la que iba Manuela los findes

En la actualidad, Manuela es mi esposa y tenemos dos niños, la tan cacareada parejita. Seguimos enamorados. Ella es una mujer maravillosa: trabajadora, responsable y buena ama de casa. Me acompaña en todo, y más ahora que me encuentro semi inválido por culpa de un accidente laboral.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Amores10

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Amores10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 5:23 pm





El BDSM  



Intentaré modelar la eliminación y la descortesía de los que llaman “viejos mitos, los demonios y los miedos”, que siempre han acompañado a esta clase de relaciones, la cual trata de uno de los mayores placeres que siente el ser humano; el sexo. Quiero destapar una de las prácticas más antiguas: llegar al placer primitivo a través de la dominación. Imagino lo que pensarán en sus camas, envueltos en el calor y en la suavidad de las sábanas leyendo esto. Algún lector, con ansía; otros, con cierto pudor, y la mayoría, simplemente por curiosidad.

Cuando nos hablan de estas prácticas sexuales, nuestra subconsciencia nos abruma con iguales adjetivos tenebrosos: denigrantes, humillantes y depravados, junto con los artilugios de fustas, correas, cadenas, e incluso sangre.

¿Cómo enterrar esta serie de estigmas comparándolos con otros estigmas?

¿Serán estigmas de relaciones más estandarizadas, o más arraigadas en nuestros días?

Su competidor es el AMOR, y sólo son tres las versiones del rey indiscutible:

El matrimonio

La relación de pareja o amantes

Y “el follamigos”, llamados así por esta generación, lujuriosamente vanguardista

Las comparaciones se irán haciendo a medida que se vayan pasando las páginas. Ni mucho menos pretendo que al terminar de leer esto os hagáis practicantes de esta clase de relaciones. Ni por asomo lo había pensado. Cuando escuchéis de alguien, cercano o lejano hacer alguna mención de cualquiera de estas tres relaciones, que las miradas detractoras no intenten desprender desprecio ni prejuicio como si de un psicópata o similar se tratase.

El personaje principal de este relato será el encargado de ir sepultando todos estos estigmas, las comparaciones con su competidor el AMOR y el erotismo de este tipo de prácticas:

El BDSM (Bondage y Disciplina y Sumisión, Sadismo y Masoquismo).

El protagonista era un personaje de otras categorías literarias, cinematográficas, o poéticas. Su estilo no pertenece al género de una novela erótico-romántica. Ha sido una apuesta arriesgada meter la seducción de este personaje, dando con ello algo nuevo al lector, rescatando este personaje olvidado.

Antes de empezar, voy a reservar mis primeras letras para dos preguntas con igual semántica, pero a disímiles destinatarios, lo que se conoce como ‘pregunta espejo’. Es sólo una pregunta recíproca, simétrica como el vidrio del espejo. Empezaré con los hombres para seguir después con el público femenino:

El espejo

¿Qué hombre no ha fantaseado alguna vez en su más ingenua intimidad con tener lo mismo que los emperadores romanos o los faraones?

Ahora estoy refiriéndome al ‘poder de la dominación', tan primitivo que parece que nuestra sociedad contemporánea ha olvidado ya o no se atreve a hacerse con este poder del antaño. Quizás pueda deberse a que, en nuestras vidas ajetreadas, llenas de números y de letras en nuestros aparatos electrónicos, no hay espacio suficiente para atraparnos en ella.

El poder, siempre de la mano de su milenaria compañera la seducción y su longeva amiga la elegancia. Poder que permitía a nuestros antepasados el poder elegir entre cualquier mujer de aldea, pueblo o villa, para que el marqués de turno comenzase con el ritual en su lujoso castillo. El poder para cumplir con cada una de las fantasías más ocultas de nuestros egos, por morbosas o extremas que fuesen.

Pero no podemos ni debemos olvidar el pilar básico de esta clase de relaciones: la obediencia hacia la persona que nos está dominando; una obediencia tan férrea que no podemos denominarla sólo como respeto, tiene un nombre más específico: lealtad.

Es el momento de lanzar la pregunta espejo

¿Qué mujer no ha fantaseado con sentirse dominada por un hombre? ¿Cuántas de estas fantasías tan lubricantes que humedecen nuestros sueños, no les han dado nunca cobijo? Sentirse como un hombre vuelve a sus principios más primarios, y así aislar el último grito del hombre del siglo XXI: metro-sexualidad. A estos hombres no les preocupan en absoluto si tienen su brazo derecho o izquierdo más corto que el otro; hombres que expresan su masculinidad con algo más que no sólo levantando pesadas pesas entre máquinas de acero, para asemejarse a los exánimes maniquíes de las tiendas de ropa.

Hablo de hombres que todavía no han renunciado a ella; hombres que no tienen miedo de unirse con su testosterona e incluso de asfixiarla. Hacer que la mujer que comparte su lecho y que se enreda entre sus sábanas, se sienta sucia, ultrajada y humillada. Que algunas sientan de nuevo, o por primera vez, lo que la sociedad contemporánea les ha arrebatado durante todos esos años, en forma tan insultante como cobarde.

Este anhelo no es otro que sentir algo diferente: salir del rutinario y monótono sexo del matrimonio o pareja. Practicar un tipo de sexo salvaje e indecente que un buen número de féminas ansía; perder la noción de todo entre el olor a sexo prohibido, resbalando por su vaporosa piel, ignorando las arcanas intenciones de los hombres, y sólo dejándose llevar como una podrida madera de una balsa en un océano, sin rumbo, pero con la seguridad de ver cómo en el timón están esos capitanes; sentir cómo las mujeres, al estar bajo la sumisión de los que ellas llaman amos, vuelven a recrear y relucir la indecencia de la mujer de antes. Un sexo diferente, impredecible al arquetípico de la pauta de las empresas de la pornografía, siendo sus escenas tan simples, tan predecibles como la sota, el caballo y el rey de la baraja española.

Disfrutar del sexo sin tener que, al acabar dar explicaciones de lo sucedido, sin que las mujeres no se sientan más humilladas que la propia humillación del sexo con sus dominantes, desterrando en los momentos de anhelos el protocolo estandarizado, por no sabemos quién. Un grupo de gente que de la noche a la mañana no se sabe en qué época, propusieron que a la mujer en la cama su trato debería ser tan dulce, y tan respetuoso como el de una reina. Sólo se aceptaban besos, caricias y palabras hermosas. Se me antoja... ¿este grupo de personas puede ser la gente VIP?

Una vez que he acabado de preguntar esas dos preguntas, os propongo un último argumento antes que os seduzca esta historia fantasiosa.

Los pensamientos que he hecho mención, imagino serán que las relaciones BDSM se basan en el más pecaminoso vicio, siendo el sexo su única finalidad.

Seguro que la media es de un 80-90%. Los que hayan coincidido con tal porcentaje, su relación de amor es más lasciva que una relación de BDSM.

¿La razón? Sólo nos hemos centrado en el porcentaje de amantes. ¿Dónde se halla el porcentaje de la compañera o amiga?

El porcentaje del sexo en una relación de pareja debería ser el 33%, siendo unísono al de la amistad y al de la compañera. ¿Y el 1% restante?: las rencillas. En cambio, en una relación de dominación, el porcentaje no llega al 50. ¿Qué relación es entonces más lasciva y lujuriosa?

La mujer que practica este tipo de sexo se siente vulnerable; es tratada en forma vejatoria, y humillada con adjetivos desdeñosos, despectivos e insultantes.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Bdsm10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 5:31 pm



¿Cómo enamorar a una mujer?



"Desdenes reiterados reavivan el amor en enamorados"

Ahora recuerdo las palabras que mi madre me decía cuando era un niño: “no le compres caramelos a las niñas, que después se ríen de ti”. Y me lo decía en andaluz, que parece menos agresivo y que tiene más gracia.

Y nunca la obedecí. Les regalaba caramelos e incluso otras cosas si podía a las niñas que me gustaban. Pero más tarde me percaté de que mi madre tenía razón, por eso y porque ninguna niña antes y ninguna mujer ahora se ha enamorado de mí.

Todo lo que voy a contar seguidamente es para le gente joven; a la gente mayor no le interesa leer un escrito como este, porque a su edad, ellas no les dan ninguna posibilidad de enamorarlas, es que ni siquiera mirarlas. Ellas no se beben los vientos por los viejos.

Este escrito mío está basado en lo que he leído y en lo que he aprendido a lo largo de mi existencia.

De niño escuchaba decir a mi madre (cuando hablaba con su sobrina, que pasaba mucho tiempo en casa) que cuando las mujeres se sienten atraídas por un hombre y este no les hace caso, aumenta más la atracción hacía él. Ella les ponía de ejemplo a su marido, mi padre, al que más tarde adoraba, pero cuando eran novios decía, incluso estando él delante, que era un pesado que sólo hablaba de dinero. Pienso que de él heredé la inocencia y lo que se deriva de ella con las mujeres, el nulo éxito para enamorarlas, porque ellas se enamoran de los golfos. Y les seguía contando, y mi padre presente, que le gustaba un chico guapo que era profesor de la ESO en un pueblo cercano, pero que él no le hacía caso. Algo similar decía Cervantes en su Don Quijote de la Mancha: “la mujer es como la sombra, si la sigues se va, y si te vas (y está interesada por ti) te sigue”. Lo de entre paréntesis no lo dijo Cervantes. Me lo he inventado yo.

También lo relataba Corín Tellado en sus novelas, y, la vedad, tanta cantinela como que harta e incluso al más adicto lector de sus más que famosas historia u obras… ¿literarias?

Siempre me gustó leer buenos libros. Cuando era joven, como estaba enfrascado en gustar a las chicas, en vacaciones también leía novelas de Tellado que había en mi casa, que imagino leían mi madre y mi prima, y en ellas también sucedía lo mismo. La escritora asturiana opinaba como mi madre… “¿por qué siempre la chica de la novela perseguía a un hombre a veces con novia o casado que la embelesaba, pero ella no le hacía caso porque detestaba a la enamorada que quería casarse con él?”.

Considerando lo anterior, mi primera recomendación es “aunque tengas interés por una chica que te guste, no se lo hagas ver; por contra, haz como si no te interesase (y más si es guapa), porque si está interesada por ti, no parará hasta no conseguir lo que desea, porque las mujeres nunca se rinden”. Y la segunda “nunca hagas regalo, espera a que te los hagan a ti antes”. Y luego, piénsatelo, porque si rompéis, tú has salido ganando.

Siendo niño, cuando mis padres pasaban días fuera de casa, dormía con mi prima, mayor que yo. A veces le preguntaba cosas sobre qué había que hacer para atraer a una chica, porque yo estaba interesado y no tenía éxito. Y también le preguntaba: “¿qué te gusta más, un chico, que te acompañe a casa después de una fiesta, que hable mucho y que sea simpático, pero que no intente acariciarte, o uno que hable menos, pero que te meta mano?’.

Por entonces en mi aldea no había discoteca, y los jóvenes se iban los domingos a una aldea cercana a bailar con las chicas, y después las acompañaban a su casa. Y mi prima me respondió: “mejor las dos cosas, pero si me gusta mucho, prefiero que intente ser atrevido, aunque hable poco”. Sería así, porque, más tarde, en el primer año de universidad, decía un compañero que después de salir con su novia un año, una noche en el cine intentó darle un beso, y ella le dio un bofetón. Le dijimos que se merecía dos o tres por no haberlo intentado mucho antes.

3ª recomendación: “si quieres enamorar a la chica que quieres, no te andes por las ramas ni con rodeos absurdos, trátala como a otra por la que no tengas interés”. La 3ª y la 2ª podrían unirse en una sola: “sé egoísta; primero tú, segundo tú, y después tú, y después, si acaso, ella”.

Una encuesta a mujeres francesas (más avanzadas en estas cosas que las españolas) dio como resultado esto: “el rasgo que más les gusta de un hombre es su ego”. O lo que es igual, que les gustan que los hombres sean posesivos.

Las recomendaciones anteriores te pueden venir bien si eres joven, pero si tienes ya tus años, voy a hacer una cuarta que quizás funcione mejor: “tu cuenta en el Banco debe ser sabrosa”. Estarás de acuerdo conmigo en que las chicas guapas y famosas no se enamoran de un albañil o un mecánico (podría decir otros oficios con salarios cortos). Siempre se van con tíos con pasta. Es verdad que muchos son guapos, pero también hay mecánicos y albañiles que lo son. Y también pienso que los hombres con dinero se hacen más guapos. Lo pienso, porque cuando vi hace tiempo en una foto del “Hola” a Lady Di y Dodi Al Fayed, hijo del dueño de los almacenes Harrod de Londres en una lancha con motor, Diana veía guapo y atractivo a su novio, pero si no supiese que su padre y él tenían dinero, seguro que los vería menos guapos y menos atractivo, e incluso feos.

Si después de seguir estas recomendaciones (bueno, la última no la podrás seguir si estás tan tieso como yo) no tienes éxito, no enamoras ni a una farola.

Pero no desesperes, haz lo que yo hice cuando me pasó eso mismo. Cómprate ese disco, que ahora no recuerdo el autor, cuya letra dice: “por los desdenes en el amor se achican los flojos, y hay mujer muerta de antojo que no te da consentimiento; tía buena y perro hambriento dicen sí con los ojos”. Pero realmente no sé lo que quería decir ese argentino, gran autor, músico, compositor y otras cosas más, al escribir esa letra, pero a mí me venía de perla cuando no lograba enamorar a una chica. Y me pasé mucho tiempo rememorando la letra de esa canción.

Cuando se dice estar enamorado como un loco, se exagera demasiado, porque en realidad se está enamorado como un tonto.

Ahí va una lección del Pitágoras ese, el maestro de los maestros de los números…


Enamoramiento es igual a 6: 2 Vocales 2 Consonantes 2 Idiotas


SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Ll10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 5:37 pm



Descubriendo el sexo



En mi adolescencia pensaba a diario en el sexo. Iba al Instituto a fingir que me estaba sacando la ESO, y no era verdad porque era un pésimo estudiante. Había besado a veces a algunas chicas e incluso en la boca, sin amor por mi parte, pero sólo era para presumir delante de mis amigos.

En aquella etapa de mi vida disfrutaba de popularidad, sin motivo aparente, pues lo único que se me daba medio bien era jugar al fútbol, y también de formar parte de una panda de otros como yo. Pero era innegable que a las chicas les gustaban los “niños malos”, y era por esto, que no me faltaban oportunidades para besarme con alguna, pero no me llenaba. La inmadurez reinaba en las aulas.

La primera chica de la que me encapriché de verdad era “la empollona” de mi clase. Rocío se llamaba; mis colegas decían que pasase de ella, que era una aburrida. Pero a mí me atraía y siempre quería verla, aunque de lejos. Se daba la casualidad de que nuestro tutor nos sentaba juntos en el aula, así que la tenía a mi lado todo el rato.

Intentaba entablar charla con ella, pero me respondía con monosílabos y por pura fórmula. Yo no tenía nada interesante que decirle, pero no podía ignorarla. A veces le pedía un lápiz o cualquier otra cosa con tal de disfrutar de su mano. Soñaba con ella: su forma de hablar, escribir, masticar chicle, expresarse con los profesores si no estaba de acuerdo con ellos…

Pero yo lo tenía crudo; no era su tipo, sólo un golfo, sin nada que aportar a su vida. A veces me dejaba llevar hasta que llegaba el verano, estación en la que la perdía de vista, pero algo en mi interior no me lo permitía.

Decidí cambiar de estrategia. Como no había nada en mí que le gustaba, me fijé en las cosas que le gustaban a ella, y quizá así podría conseguir la información que me hiciese saber cómo comportarme para ser visible a sus ojos.

Durante las horas del recreo, se encerraba en la biblioteca del Instituto. Le gustaba leer. Descubría algo que podía explotar a mi favor. Así que lo que hacía era irme a la biblioteca todos los días a leer. El primer día pasé vergüenza porque mis colegas me observaban y no se lo creían, pues nunca había ido a la biblioteca, y cuando me pasaba los recreos leyendo, se sorprendían por mi metamorfosis. Pero todos a todo nos vamos acostumbrando.

Insospechadamente, leer me gustaba. Fue un hechizo para mí. Estuve todo el 4º de la ESO devorando libros. Y no sólo eso; ya me hablaba. Me preguntaba qué estaba leyendo, y cambiábamos opiniones, nos contábamos cosas, reíamos. Descubría algo importante para ella y lo convertía en importante para mí. No hacía falta simular que no me gustaba leer, porque en realidad adoraba las horas de patio, pero eran los momentos del día en que podía viajar a otro planeta, leyendo un libro.

El curso finalizaba y como cada año empezamos a montar una fiesta. Aquel año fue en casa de un amigo de familia rica que vivía en chalé con jardín y piscina. A Rocío nunca la invitábamos porque la veíamos muermo.

Pero aquel año era diferente. Sin la presencia de Rocío la casa estaba vacía para mí. Pero logré que mi amigo la invitase. No olvidaré el día que entró en la biblioteca, se fue hacia ella y la invitó. Estaba yo leyendo en la mesa atrás, pero cuando mi amigo salió, alcé la cabeza y dirigí la mirada a Rocío. Me sonreía. ¡Había aceptado!

La fiesta fue un desenfreno de lujuria, aleado con drogas, sexo y alcohol. Había tres grupos repartidos en la casa: uno, se bañaba en la piscina; otro, se ‘rifaba' con quien irse a la cama; y el tercero, estaba perdido por las habitaciones de la casa, haciendo ni Dios sabe qué. Bueno, Dios si lo sabe, pero apartaba la vista...

Estaba yo en el salón hablando con uno, pero con la vista en la puerta de entrada, cuando, por fin, Rocío entró. Apenas pude reconocerla. Lucía minifalda verde sexy y melena rubia al aire. Era la primera vez que la veía maquillada. Me vio, se me acercó y me dio los besos típicos. Mientras yo preparaba las bebidas, me dijo que su madre no la dejaba venir, pero el pretexto de las buenas notas ayuda a permisiva. Rocío tomaba ron con naranja, y yo opté por lo mismo; bebida dulce da un buen sabor a la boca, “preparado para lo que pudiese ocurrir…”

Con copas en manos la invité al cuarto de mi amigo, como lo tenía pactado. A Rocío le dije que allí estaríamos más cómodos y sin música podríamos charlar. Accedió. Un cosquilleo bailaba en mi barriga. La cosa se acercaba. Ya en el piso de arriba, fue al baño a retocarse. La miraba y tenía que tragar saliva, pues se me estaba agolpando en la boca. Me miró por el espejo, sonriendo nerviosa.

Al fin llegó la oportunidad que llevaba esperando desde el inicio del curso, así que me acerqué más a ella y nos besamos. Temblaban nuestras piernas, pero seguíamos hasta que nos relajamos y ella rodeó mi cuello con sus brazos. Cerré los ojos y metí la lengua en su boca buscando la suya, que mientras jugaban, mi mano bajaba a su cueva. Me retiró la mano y cogida de ella me llevó a la cama. Mi palo se endurecía.

Siempre me quedaré con la duda de qué hubiese ocurrido si no hubiera aparecido en el cuarto una amiga suya llorando. Y lloraba porque el alumno más grosero del Instituto se había pasado montonazo con ella. Rocío me dijo que lo sentía, pero que tenía que irse con su amiga a consolarla.

Antes de salir le dije que me diese su móvil. Y accedió, pero tan decepcionada como yo por aquel inesperado contratiempo.

Cuando llegué a casa, inmediatamente tuve que meterme en la ducha. Mientras me enjabonaba me masturbaba y así mi pene calmando se iba.

Al otro día la llamé y le propuse vernos en una cala cerca de casa. Aceptó. Atravesé toda la playa hasta llegar, escuchando el rumor de las olas contra la arena caliente. Me ayudaba a pensar ese sonido. Le iba a decir que quería iniciar una relación. Me gustaba mucho, hasta el punto de que estaba enamorándome de ella.

Estaba allí, esperándome. Mi corazón se disparaba. Nos besamos y di riendas sueltas a mis sentimientos. Le dije que quería ser su novio. Respondía que llevaba saliendo semanas con un chico de su barrio. Había oído eso, pero no quería creerlo. Añadía que no quería dejarlo y venirse conmigo porque no estaba segura de que yo fuese en serio, que lo de la noche anterior había sido un calentón y que no se arrepentía, pero precisaba conocerme más para convencerse de si merecía la pena. Así de claro y de rotundo me habló.

Y yo, imbécil de mí, sin controlarme dejé que me venciese el orgullo y la mandé a paseo. En realidad, era la primera vez que me enamoraba, y aquel duro golpe no lo supe encajar. Me fui de la cala dejándola con la palabra en la boca.

Mientras caminaba hacia mi casa, mi corazón se iba rompiendo. Ya en ella, lo tenía hecho trizas. Aunque la realidad es que un corazón nunca se rompe, sólo sufre.

Me metí directamente a la ducha, pero ahora no me apetecía masturbarme.

Agua a chorros corría por mi cuerpo y lágrimas abundantes por mis mejillas…

Pasados algunos años, Rocío se casó con aquel chico, que resultó ser una buena persona. Tienen dos hijos, niña y niño, la parejita, que podrían haber sido míos si yo hubiese sabido controlar mi estúpido orgullo.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Desc_110

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Desc_210



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 5:43 pm



Efímero pero intenso


Aún recuerdo la fría brisa de aquel otoño, los esqueléticos árboles, la niebla, la lluvia, que eran lágrimas que caían del cielo. Era un otoño como cualquier otro otoño, pero desde aquel otoño ningún otro otoño venidero sería igual.

Te hallabas sentada en un banco de madera, con un árbol a cada lado. Al fondo, una montaña, vestida de blanco, y más acá, solitarias calles expelían penetrante olor a humedad.

No distinguía tus rasgos faciales, ni tampoco el contorno de tu cuerpo, pero sí podía ver con claridad tu cabello argén.

Sentía fuego en mis adentros y temblor en las piernas, porque iba a conocerte Me acercaba más a ti para verte mejor, para oír tu voz, respirar el mismo aire. Avancé pasos y olí tu aroma a azahar. Instintivamente cerré los ojos para sentir el olor más profundamente. Segundos después, los abría.

Pero no estabas. Quedé aturrullado. Elevaba la cabeza con la vista al suelo, como si tus huellas hubiesen quedado impresas en él. Llegué hasta ver cómo cruzabas la esquina, cual brisa, cual soplo de viento. Me quedé en el banco acompañado por el desconcierto y mirando al frente con la vista perdida.

El cielo se teñía de gris, pensaba que lo había teñido de algún modo mi agonía. El aire se volvía más frío, a la vez que el viento ganaba la fuerza suficiente para que los cantos de los pájaros callasen, para que los niños regresasen a sus casas y para que yo siguiese en el mismo lugar.

Miraba de nuevo al suelo intentando ver tus invisibles huellas, y se cruzaba ante mis ojos un lazo del mismo color que el pelaje de un oso polar, de vacías páginas, o del mismo color con el que estaban vestidas las montañas en las frías épocas del año. Me apresuraba a cogerlo, era fino, lo aproximaba más a mí y me llegaba el intenso y fresco olor a azahar. Me sentía emocionado, cual si hubiese encontrado el mayor de los tesoros. Y así era.

Al otro día volví al mismo sitio donde te encontré, y allí estabas sentada en el mismo banco con las piernas cruzadas y la mirada ausente.

Iba caminando hacia ti, mientras iba tragando saliva, mientras el frío sudor se hacía presente, mientras mis latidos iban creciendo, y así, una invisible fuerza me robaba la voluntad...

Cada paso acortaba distancia, cada paso hacía que todo lo anterior se volviese más intenso. Me paraba delante de ti. Seguías en la misma postura, que me permitía poder contemplarte.

Tu esbelto cuerpo era delicado, como alas de mariposa. Tus finas manos eran como secas ramas de árbol seco.

____ ¿Qué haces? -te limitabas a preguntar, haciendo que me sobresaltase.
____ Perdona, creo que ayer se te cayó esto –te decía, en un tono nervioso.

Te entregaba el lazo. En ese momento rozabas las yemas de tus dedos con las mías, podía sentir tu fragilidad y la suavidad que te arropaba, como si de pluma de pájaro se tratase.

Tu voz resonaba cual dulce melodía, cual suspiro de un viento, cual el susurro de un agua cristalina. No podía contenerme por más tiempo...

____ ¿Sabe dónde queda La Catedral? -interrumpías mi pensamiento, sin embargo, no podías ofrecerme mejor pregunta.

____ Por supuesto, déjame acompañarte –me ofrecía.

Me contabas que no conocías Sevilla, que eras de Madrid y que habías venido por razones personales, que te gustaba dar paseos a la luz de la luna, con el fin de mirar las luces del cielo, cuando éste era negro, e imaginar que cada una de ellas era un mundo. Te interesaba el Arte y la Literatura. Uno de tus sueños era escribir tu vida, tu historia, tu biografía.

Mientras te hablaba no podía dejar de mirarte. Tenías la cara pálida cual muñeca de porcelana, tu melena argén cubría la mitad de tu espalda. Tu nariz y tus ojos daban la impresión de sumergirse en río profundo, tus labios carmesíes incitaban besarlos, sin parar.

Se me ocurría llevarte a un bello lugar de Sevilla, en el cual se veía unos jardines (los jardines de Murillo) con árboles que parecían competir por la vertical distancia, y un césped verdísimo y tan limpio que daba la impresión de estar purificado.

De pronto, decías que te apetecía irte, que era tarde. Pero no quería que te fueses, no quería que te apartases de mí. Y cuando te habías dado la vuelta, te cogía de la mano, volvía tu cara hacía mí y antes de que abrieses los ojos te besaba.

Sentía cómo tu esencia se iba apoderando de mi cuerpo, sentía tu piel, tu aroma, tu calor, tu corazón latía junto al mío, sentía que el tiempo se paraba, que no había nada ni nadie, sólo tú y yo.

A partir de ese entonces, la relación era por día más estrecha. Sentía que estábamos conectados, sentía que entre nosotros no había límites. Los días parecían horas y las horas, segundos. Cada instante era efímero, pero realmente inolvidable.

Conocía tus miedos, igual que tú los míos. Una sonrisa tuya me bastaba. Tanto te estremecías que oías las palabras de un piano. Te veía todos los días al despertar, tus párpados abrirse tan intensamente cual flor en la mañana y cerrarse en la noche para volver a abrirse al día siguiente.

Aún recuerdo la primavera en que paseamos por los aledaños del Guadalquivir. Era un cálido día y los rayos del sol acariciaban las nubes y jugaban a crear sombras. Las flores se marchitaban para volver a renacer. Mientras te sentabas en un banco para sentir más cerca el agua del río y notar la brisa que traspasaba tu cuerpo. Recuerdo que ponías la mano encima del agua para sentir su frescura. Yo a ti me aproximaba para compartir tu silencio conmigo.

Hasta que llegaba aquel fatal día, que jamás llegué a entender. No hallaba ninguna explicación...

Era un caluroso día de verano y el despejado cielo dejaba asomar el sol, y las calles solitarias sevillanas dejaban de serlo, y el día no podía ser más bello junto a ti.

Estábamos sentados en el mismo banco en el que nos conocimos, en el banco que percibía tu aroma y todo se volvía de otro color, donde aún recuerdo el contacto de las yemas de tus dedos con las mías...

Tenía cogida tus manos con las mías, estabas entre mis brazos mientras te besaba. De pronto veía un abatimiento en ti, tus pulsaciones iban descendiendo, te costaba respirar...

Me sentía confuso. Te pedía que dijeses algo, lo que fuese. Tartamudeabas. Viendo tan inútil el esfuerzo posaba mis dedos en tus labios rogándote que hablases.

____ ¡Por favor, no te vayas sin decirme te quiero! -te decía.

Y lágrima se abría paso en tu cara. Alzabas tu mano, acariciabas mi cara y yo notaba el hielo en tus dedos.

Comprendía que no podía hacer nada. Invadido por la frustración, besaba tus labios por última vez y tú cerrabas los ojos para siempre.

Incineraba tu cuerpo y después rociaba tus cenizas sobre el Guadalquivir, para que pudieses seguir sintiendo la brisa, para que escuchases al viento bailar con las hojas, para que siguieses queriendo a Sevilla tanto como yo a ti, y para te quedases en mi ciudad para siempre.

Antes de morirte te prometí cumplir tu sueño. Quizás no conocía tu historia, pero sí conocía nuestra historia.

Y hoy, un año después de tu muerte, he cumplido mi promesa. He escrito nuestra historia. Y Jamás olvidaré tu rostro, tus ojos, tus labios, tu aroma... Porque aún sigue resonando la melodía de tu voz en mi alma. Porque me lo enseñaste todo, todo lo que necesitaba saber de la vida.

Nunca desaparecerá de mi memoria la imagen de aquella chica sentada en uno de los asientos corridos de aquel banco que navegaba por el Guadalquivir. Siempre la echaré de menos. Debí conocerla mucho antes…



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Efzyme10



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 5:57 pm



El Árbol del Olvido


Querido amigo. Cuando salí de nuestro pueblo y empecé este viaje en búsqueda de conocimientos, te prometí hacerte llegar noticias mías y también información de los extraños sitios que he visto hasta ahora.

Cumplo con mi promesa haciéndote saber que a mes de haber partido y luego de recorrer grandes distancias es poco lo que he podido aprender; el mundo responde a unas mismas reglas, por lo que más allá de pequeñas diferencias en la disposición de las cosas, en casi nada difiere nuestra tierra de las que hasta ahora he recorrido.

Si esperas relatos de raras criaturas te diré que desilusionado quedarás, ya que sólo faunos como nosotros y náyades como las del otro lado del río es lo que he hallado en mi caminar. Pero en cuanto a las costumbres y las leyendas, llevo la cabeza llena y rebosante el corazón, pues pródiga es esta tierra en estas cosas.

La que más fresca tengo en la cabeza, por la impresión que me ha dejado y por haberla vivido en carnes propias y por haber variado el destino de mi viaje, es la del 'Árbol del Olvido'.

Ocurre, según he entendido, que en esta parte del bosque que cubre las montañas que desde las rocas altas del río se pueden ver hacia el sol naciente, las náyades son más bellas que las que conocemos, y también más longevas; tres veces más largas son sus vidas que las de nuestras vecinas, ya que llegan a contar doce veces cien en su mayoría, y algunas han sobrepasado las trece veces cien.

Cuentan los que de ellas tienen conocimiento de vivir tanto, carga sus cabezas y sus corazones de tantos recuerdos que amargadas, y tristes acaban pidiendo la muerte desde la mitad de sus vidas y maldiciendo la longevidad que otras razas envidian.

Hace mucho una de ellas, de quien no me han dicho su nombre, descubrió, por un casual, el Árbol del Olvido, del que te hablo.

La náyade que te relato vivió tres veces cien de su vida, sin conocer el amor, hasta que de alguien se enamoró, pero quien lo cuenta no tiene memoria de su nombre. Vivieron felices en el bosque un amor que los colmaba, sin pensar en el mañana. El amado fue envejeciendo, mientras ella conservaba la lozanía que la convertía en la más bella de su especie. Pero el tiempo mató a su amado y el sobrevivirlo tanto tiempo enloqueció a la náyade, que una noche se internó en el bosque buscando la muerte, que pensaba debía de llegarle pronto a raíz de las salvajes bestias que allí moran o de los humanos que lo recorren, matando toda vida que se les atravesase.

Pero increíblemente para ella y para los que hemos conocido este relato, sobrevivió al primer día entre montes, y cuando llegó la noche, segura de que en la oscuridad habría de cumplirse su destino, se posó bajo un añoso árbol y reclinando su espalda contra su áspero tronco, la muerte esperó.

Parece ser que antes llegó el sueño y pasó la noche sin que ningún hecho alterase la tranquilidad de esa parte del bosque. Con la aurora y el murmullo del canto de los druidas, festejando la aparición del astro rey, volvió la conciencia a su cuerpo y despertó. No recordaba el motivo de hallarse en el bosque, y, aunque algo sí de sus pasados recuerdos, no conseguía precisarlos; los había olvidado. El recuerdo de su amado, el de su propia felicidad y de su posterior pena, habían dejado en su cabeza una nube de piadoso olvido, y, atravesando el bosque, volvió a su morada.

Las náyades de esa región que sabían su tristeza y su decisión, asombradas estaban de verla retomar la rutina de su vida, e insólitamente iba cantando por los senderos mientras recogía nueces, almendras y castañas, para su sustento diario.

Tan extrañadas estaban que organizaban un cónclave entre las más ancianas, para tratar el asunto y se preguntaban unas a otras: 'si todas sufrimos tanto como antes ella, ¿podríamos ser felices como lo es ahora ella?'.

Convencidas de que eso era posible por algún conjuro secreto decidían preguntar para disfrutar también de tan esplendorosa oportunidad. Al ser la interpelada, sólo pudo contar lo que vagamente recordaba de aquella noche, que no debe de haber diferido en nada de lo que yo te cuento.

Puestas al tanto de todo lo ocurrido, las náyades concordaban que el secreto debía estar en ése árbol; la afortunada, también de acuerdo, las guiaba hasta él. Una por noche y por riguroso orden de edad, dormían bajo el tupido follaje, perdiendo sus tristes recuerdos y recuperando su felicidad.

Desde entonces hasta ahora, cuando una náyade comienza a cambiar su juvenil carácter por ansiedad, las más viejas las llevan al bosque, a dormir bajo el árbol.

Hasta aquí, la historia como te la cuento debe parecerte inverosímil como a mí me hubiera parecido, si no mediaran circunstancias especiales, que paso a referirte.

Antes de conocer los hechos, pues era la primera noche que pasaba en este lugar, estaba en un bosque al anochecer, y cansado detuve mi marcha junto a un arroyo, donde refresqué mis pies en agua clara.

Cené tallos tiernos de hierba y busqué algún lugar donde dormir. Sabes que a mi edad creo tener la vida aprovechada y, no temiendo la muerte, no gasto tiempo en precaución, así que decidí pasar la noche bajo un árbol. Como te podrás imaginar, el árbol elegido al azar, por extraña casualidad, es el mismo de esta historia.

Avanzada ya la noche pude conciliar el sueño y durante esas horas los recuerdos de mi infancia y mi juventud volvían con nitidez, y los detalles más insignificantes se me presentaron palmariamente y nada escapaba a tan inaudita revisión.

Desperté al alba, recordando vivencias insólitas de mi pasado; por ejemplo, el lugar exacto donde dejé mi primer juguete, algo que nunca había podido recordar en su momento, por lo que lo daba por perdido.

Confundido con esta nueva dimensión de mi memoria, a punto he estado de dejar este viaje y volver a casa, para, junto con ustedes, pasar lo poco de vida que aún me quede, y por supuesto, más entregado a los recuerdos de lo ya conocido que al aprendizaje de siempre ignorado.

Pero ha querido el azar que al emprender la vuelta topase con un campamento de nuestros congéneres y, bien recibido, conté mi extrañeza e informados me pusieron al tanto de la historia.

Supongo que, como a las diferentes especies, el árbol afecta distintamente a faunos y náyades, bendiciendo a ambos.

A aquellas longevas, quitando de sus almas los recuerdos que en sus largas vidas van acumulando, y a nosotros, que sólo vemos unos pocos inviernos, potenciando nuestras vivencias para que nuestras cortas vidas sean más plenas.

Amigo, el mundo aún guarda secretos para los de nuestra raza, pero veo necesario dejar a la gente joven la tarea de desentrañarlos. Volveré a tu lado y te prometo, junto al calor de una buena hoguera y con un café de por medio, contarte el resto de las leyendas que hasta ahora he podido conocer.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 El_zer11



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 6:01 pm



El Borreguismo Humano



Los días transcurren como una procesión de borregos, que se encamina a su triste redil; un redil que mata definitivamente la poca libertad que tienen estos animales. Porque los borregos no piensan, sólo obedecen a los estímulos de comer y de reproducirse.

Los borregos son a veces como los humanos, que sólo respondemos a los estímulos básicos. Cuando la cultura se eleva en el pensamiento, no pensamos por nosotros mismos, no conocemos la libertad. Compramos, vendemos, comemos, hacemos el amor… y celebramos un día más en la vida. También fumamos, pero sólo como un remedio tonto de medir el tiempo; decimos: “vamos a echar un cigarrillo”, y se pasa el tiempo mientras se consume y se convierte en cenizas. Los días son así, como los borregos, como los humanos que vivimos en el mismo redil, sin saber nunca cuál es nuestra libertad, ni cómo conseguirla.

Debemos reconocer que estamos atrapados en un sistema, llamémosle capitalista, pero podría tener otro nombre, pero en esto último no me pronuncio para evitar las consecuencias de la suspicacia.

Hay seres humanos que a través de la Ciencia o la Literatura se evaden de este redil y se construyen leyes e invenciones. Pero, finalmente, es un espejismo.

La verdadera libertad, la única, debe venir cuando no existan sistemas o estructuras que nos sometan a todo, cuando los sistemas o las estructuras no sean excusas para quitarnos la libertad de ser lo que queramos ser. Y no quiero hablar de anarquía, que es otro sistema creado por el hombre para conseguir fines. Hablo de otro tipo de sistemas: el hombre en libertad no atado al trabajo ni al matrimonio ni a los hijos ni a nada; náufrago de la sociedad imperante, surcador de un mar sin norte, sin sur, sin nada que imponga límites a la navegación. Que no haya ni un tuyo ni un mío, ni un dieciséis horas en el trabajo; que cada quien haga lo que quiera hacer y que sea creativo, que fabrique lo que necesita sus congéneres, que comer sea gratis, porque en el mundo abunda todo lo necesario y más para dar de comer a todos los que lo habitan; que no haya que vender ni que comprar, que el que quiera una paella que se la haga o que colabore para hacerla, y así se la gane; que el puto dinero no sea un intermediario entre las cosas y el hombre, aunque esto es algo que pertenece al ámbito de la llamada utopía.

Si hubiese la posibilidad de instalar una utopía, en el mundo aparecería la libertad humana, que es lo más hermoso por lo que se puede luchar.

Porque, aunque la utopía está definida como un sistema ideal, en el cual todos los individuos desarrollan sus existencias en unas condiciones perfectas, en realidad es un sistema imposible de llevar a cabo. El adjetivo “utópico” se aplica, por tanto, a las reformas sociales y a las actuaciones que se presumen imposibles.

A pesar de esta científica definición de ínclitos humanistas, más cualificados que yo para definir el concepto “Utopía”, me aventuro a decir que utopía es el principio de un progreso, el marketing para de un mundo mejor.

Si una buena parte de la humanidad; no, rectifico, si la totalidad de la humanidad adulta se pusiese de acuerdo y eliminase los sistemas que nos asfixian, seguro que dejarían de ser los días como borregos, y los humanos sólo pensaríamos en el bien colectivo, porque las únicas instituciones que admitiríamos como válidas serían: la libertad, el progreso y la cultura.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Borreg11



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 6:11 pm



El destino se ocupó de que no hubiese ataduras



Un viernes de octubre a las 19;00 horas fue el final de ella. Él no podía creérselo. Estaban los dos en una habitación del hospital, sosteniendo él la mano fría de ella entre las suyas. No paraba de preguntarse el porqué de todo esto: “¿Por qué ahora? ¿Por qué de esta forma? ¿Por qué me habrá llamado a mí en su último aliento? ‘¿Por qué se ha refugiado en mí si yo era uno de sus amigos que últimamente no había tenido ningún contacto con ella?”.

No podía dejar de mirarla. Si no fuese por la palidez de su piel, se podría decir que dormía. En su cara se veía tranquilidad, paz, felicidad. Parecía que de un momento a otro iba a abrir los ojos y obsequiarle con una de sus preciosas sonrisas. Pero sabía que eso no iba a ocurrir. Caprichoso era el destino que después de tanto tiempo los había vuelto a unir, y ahora se la arrebataba de esta forma, de una forma tan cruel, y tan despiadada.

Pensaba en el día en el que la había conocido, nueve años atrás. Era casi una niña, con sólo 17 años. Como muchas otras chicas de las que había allí, nada había que la hiciese diferente a las demás, o al menos esto era lo que parecía a simple vista. La química empezaba a funcionar bien en el laboratorio de cada uno desde el primer segundo en el que se habían conocido.

Al inicio, él no pensaba que pudiese llegar a tener con ella algo más que amistad, pero fruto del mucho tiempo que pasaban juntos, o por el alcohol ingerido en una fiesta, aquella noche la besaba. Y la besaba en la boca, con las lenguas como reinas invitadas. Y las dos lenguas se saludaban, se gustaban y se explayaban...

Recordó que yendo vestido de animadora había hecho lo imposible por acercarse a ella, e incluso se lo contó a una amiga en común para que la advirtiese, pero ella no reparaba en él; estaba entregada a la fiesta, charlando y bailando con unos y otros, sin pararse en quien fuese, pero siempre varón. Aunque en sus adentros había una atracción por alguien, que él se auto erigía como el alguien.

Más a menudo de lo normal en dos desconocidos, cruzaban miradas insinuantes, y ella siempre le sonreía al mirarle. Era entonces en que ella se percataba de que él le sonreía también mientras la miraba. Hacía tiempo ya que él no experimentaba esta sensación y por eso se lanzaba. Los amigos iban dejándolos solos, pero él temía que ella se fuese sin haber tenido la oportunidad de hablarle; así que se armaba de valor y se iba hasta donde estaba. La música estaba demasiado alta para hablar con voz normal, por lo que decidían irse hacia una ventana, alejada del jolgorio.

Ya en la ventana, la brisa hacía que su olor le inundase todos los sentidos. Hablaban de cosas intrascendentes, pero seguían cruzando miradas, y cada vez la atracción era mayor entre ellos.
Por un momento pensaba que la iba a besar allí mismo, pero no la besaba. Uno de los amigos se acercaba para intentar ligar con una chica que había en la ventana, pero al percatarse de que era un chico, se iba avergonzado. Entonces, él caía en la cuenta de que seguía vestido de animadora, de ahí la confusión del otro.

Él pedía a ella que le esperase unos minutos mientras subía a cambiarse a su cuarto; ella asentía. Aunque la fiesta estaba terminando, buscarían otro lugar donde seguir divirtiéndose. Eran para ella los minutos más largos de su vida.

Subía él y seleccionaba de su ropero una ropa adecuada para la ocasión. No quería vestirse con cualquier trapo, quería que ella sólo tuviese ojos para él; así que decidía jersey verde y pantalón y abrigo negros. Recordó que cuando se vieron por primera vez en una parada del autobús, ella le había comentado que le gustaba muchísimo la combinación del verde con el negro en la ropa.

Cuando volvía a recepción, donde ella le esperaba, se encontraba con que había otros dos amigos que, durante su ausencia, al verla sola le proponían seguir la fiesta en otro lugar, y ella no podía negarse; así que, aunque lo que en realidad le hubiese gustado era estar con ella a solas, accedía a ir en pequeño grupo a algún otro coto, y así continuar la fiesta.

Él, por una experiencia anterior, sabía que eso no iba a ser posible. Eran casi las 3 de la madrugada y por aquel sector sólo había garitos nocturnos en los que no quería que ella entrase. Así que caminaban en busca de una discoteca. Durante el trayecto conversaban y él se cercioraba de que el color castaño de los ojos de ella conseguía hechizarle.

Luego de caminar dos horas, se daban por vencidos. Aunque por ser viernes tenían permiso de la dirección, debían regresar a la residencia porque era muy tarde. En el camino de vuelta, el grupo se dispersaba, quedando ellos dos y un chico rezagado. Pero él sólo quería estar con ella; abrazarla, besarla y perderse en sus ojos que no se atrevía a dar el paso pensando que ella se podía incomodar, así que se resignaba y seguía caminando a su lado, hechizado con sus ojos.

Antes de lo que le hubiese gustado llegaban a la residencia de ella. Era el momento del despido. El otro amigo no estaba dispuesto a dejarlos ni un instante a solas, así que él se lanzaba, la cogía del mentón, lo llevaba desviándolo a su boca y la besaba de la forma más tierna que se pueda besar.

Veía cómo le brillaban los ojos, y no le sorprendía. Todo lo contrario. Le confirmaba que también estaba loca por besarle de la forma que lo había hecho. Se despedían hasta mañana. Él miraba, contrariado, cómo ella se iba alejando hacia la residencia femenina de estudiantes, a tres manzanas de la suya, la masculina.

Mientras iba subiendo hacia su cuarto, rulaba en su cabeza la extraña sensación de no haber hecho lo correcto. Ella le atraía mucho, pero sus padres le encarecían que no buscase una novia hasta no acabar sus estudios. Pero, por otro lado, su corazón le empujaba a salir con ella, para conocerse mejor, para seguir descubriendo lo que se podían ofrecer.

Por el momento, desechaba dar vueltas al asunto. Pensaba que lo mejor era que la sabiduría del tiempo decidiese. Convencido estaba de no perderla de pista, pero sin ataduras, sin ponerle nombre a su relación, que no fuese el de amistad.

Pero la amistad se rompía con la muerte de ella que, en su lecho de muerte, acudía a la última oportunidad que da la vida de hablar antes de irse, y ella la aprovechaba para decirle, con un tono de voz débil pero audible, que desde que se habían visto por primera vez, sabía que era el amor de su vida.

Esas dos fotografías de ahí abajo (un montaje por separado), fueron hechas a las 7 de la tarde de un viernes de octubre. Ella se encontraba en la sección de libros de aventuras de una biblioteca pública de la ciudad; y él, en la puerta de salida de la misma biblioteca, hasta que coincidían más tarde en la parada 247 del autobús, comenzando a partir de ese momento todo lo narrado anteriormente. ¿A qué habrían formado una bonita pareja? ¿No lo ven ustedes así?



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Des_111

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Dest_211




achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 6:17 pm



El Desamor

Para saber lo que se siente con tan doloroso cambio del amor al desamor, necesariamente hay que estar enamorado. El sentir de un desamor, habiendo estado enamorado, es de los peores sentires que puede sufrir una persona, por fuerte que sea

Cuando la música no se hace palabra, se estremece el alma y arrastrado hasta las entrañas de la desesperación, hasta las honduras más negras, hasta donde no hay amor…

Cuando la música no se hace palabra, la vida se para unos instantes, mientras el corazón, nunca risueño, siempre lloroso, queda suspendido entre el amar y el odiar…

Cuando la música no se hace palabra, se va por sendas peligrosas, antes no transitadas; se arrastra hasta lo más hondo, hasta donde el silencio tiene voz de Satanás, hasta donde el silencio tiene garras, hasta donde el silencio suena a son de sangre...

Cuando la música no se hace palabra, se sufre si no se ha aprendido a vivir entre el amor y el desamor, pero si la música es la música que suena a grito desgarrador, antes celestial, el desamor oye la música cuando no se hace palabra...

No asusta llorar, no asusta el dolor, se sabe con cuánta intensidad se está sufriendo…

No asusta el llanto, quiere verse llorar, oírse llorar, descubrir en cada lágrima cuánto amor es capaz de dar todavía...

EL DESAMOR ES UN SENTIR
DE UN TRISTE CAMINAR,
SIN SIQUIERA DESCANSAR,
HASTA LA HORA DE MORIR

ES CORROBORAR QUE TU ALMA
PRISIONERA ES DE UN AMOR.
TU CORAZÓN TE PIDE CALMA,
¿PERO QUÉ QUITA TU DOLOR?



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Desa10




achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 6:20 pm



El Éxito


El éxito es una borrachera
que se coge por su miel,
pero ojo con los de afuera,
que tienen un mal beber

Que se te sube a la cabeza
y necesitas de escaleras,
para, si al estar arriba tropiezas,
hacerte nudo a su madera

Ten siempre a mano amoniaco
para ser tu eterno dueño,
y no rompas nunca el trato
que hiciste con tus sueños

Si dudas, baja pronto, que es preciso,
no sea que te vayan a intimidar,
y cuando no te encuentres indeciso,
es cuando lo vuelves a intentar

Pero en esta nueva intentona,
ándate con pies de plomo,
que está más cerca la encerrona
y la traición consta en los tomos

Si lo alcanzas nuevamente,
agárralo fuerte, como a tu pan,
y no te detengas, ve directamente
a defenderlo con fe y sin cesar

Y cuando estés de nuevo arriba,
repasa todo, e incluso con lupa,
que tú ya sabes mucho de fatigas
y de lo poco que a nadie preocupa

Seguro que te acosarán tus detractores,
que harán lo imposible por hacerte bajar,
pero niégales hasta los simples favores,
pagándoles con la misma moneda, igual

Y ya otra vez arriba, mide tus decisiones,
porque, sin duda, serás más el objetivo
y aunque tú nunca actúes por cojones,
hagas lo que hagas, la tomarán contigo

Y si tu ansiado fin está asegurado,
en alguien tendrás que confiar,
procura ahora que sea de tu lado,
y si es de tu misma sangre, mejor será

Controla toda clase de situación,
inclusive la de tus incondicionales,
y que nunca se ablande tu corazón,
que estas ternuras resultan fatales

Siempre debes estar muy en alerta,
porque la vida trae y lleva sorpresas,
y apestilla bien todas las puertas,
no sea que te cojan como presa

Pero si tomas precavida nota,
tendrás preparado tu cicuta,
porque, aun a falta de pelotas,
aparecerá más de un hijoputa

Si lo quieres ver por el lado bueno,
bájate tú solo, pero dignamente,
que, para estar entre cajas de truenos,
mejor es ser exitoso espiritualmente

Empero, si tu sino es estar ahí, arriba,
no te rindas así porque sí, olímpicamente,
márcate el camino, incluso hasta con migas,
por si subes y bajas simultáneamente

Todo esto que os expongo,
es la dura y cruel realidad,
y si pensáis que un supongo,
que Dios os dé a probar



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Ex10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 6:24 pm



El mentiroso por excelencia



Jorge era el líder más grande entre todos los líderes grandes de la mentira. Presumía siempre de valiente, pero siempre huía por cobardía. Su mirada era carámbano, su corazón iceberg y su alma nido de víboras.

Y cada mentira de Jorge, fuertemente se clavaba en el corazón de Ana; un corazón que, al igual que su alma, se hallaban plagados de heridas. Y cada dádiva, era un rosal, y cada rosa, una espina, a la que Ana hería. El alma de Ana desgarrada lloraba a todas horas.

De los labios de Jorge nunca salía verdad, siempre mentira, sin pausa, sin tregua, sin ningún miramiento. Jorge no sabía hablar con honestidad. Jorge era un pedazo de carne alérgico a la sinceridad. Para el embustero Jorge, la verdad era una infecciosa enfermedad, sin ninguna posibilidad de cura.

La grandiosa palabra “verdad” no constaba en el diccionario de Jorge, y tampoco “lealtad” y “amor”. Su diccionario era exiguo: sólo se reducía a mentira y a falacia. La mentira era su amiga, su socia, su amante, su refugio… ¡Su todo! Se regocijaba con la mentira, y aún tenía el grandísimo descaro de decir que si mentía era por amor, por evitar hacerle daño a Ana.

A Jorge nunca le importaba el dolor de Ana, y se reía de sus llantos. Ana le hablaba, pero Jorge no la escuchaba. Ana era guapa y hermosa, pero Jorge ni tan siquiera la miraba. Ana amaba mucho a Jorge, pero Jorge no sabía qué significaba el verbo amar. El egoísmo de Jorge no tenía límite. Nadie le importaba, sólo él mismo.

Ana no se daba cuenta o no quería darse cuenta. Estaba ciega de amor por Jorge, cuya ceguera ONCE de amor la conducía a perdonarle permanentemente e incluso a justificar sus mentiras.

Jorge era la persona más importante en la vida de Ana, a la que confiaba todas sus interioridades y todos sus secretos, pero Jorge la traicionaba siempre, diariamente, y sistemáticamente, sin escrúpulos, sin ninguna clase de remordimientos y sin la más mínima consideración.

Ahora, Ana bendice el día en el que se separó de Jorge. Su última mentira, la que los separó definitivamente, fue la mentira más cruel que Ana había oído salir de unos labios, pero también era la mentira que hacía que Ana se quitase la venda.

Con el paso del tiempo, las heridas de Ana iban cicatrizando y las mentiras de Jorge quedaban soterradas en el olvido. El amor de Ana por Jorge se convertía en odio, y el odio en indiferencia.

Luis, un nuevo amor de Ana, llamó a las puertas de su corazón, y Ana no dudó en abrírselas de par en par.

En el pueblo natal de ambos, donde viven, Ana coincide a veces en alguna calle con Jorge, pero, tan pronto ve la expresión en su cara, intuye que no es feliz, y que nunca lo será hasta que no aprenda a amar y a hablar sin mentir.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Ment10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 8:09 pm



El Palmo de Narices

Era un Palmo de narices inconforme por el sólo hecho de que no tenía nada, ni siquiera esencia

Renegaba día y noche por ser un ente hueco y vacío, además de solitario.

Mascando tristemente su frustración, fue a dar a un lugar, en donde había muchos Palmos de narices.

Se puso contento por ver que tenía compañeros, hasta que uno de ellos lo volvió a la realidad:

____ Los Palmos de narices no tenemos nada. Somos huecos, sin esencia. Deberías saberlo ya -le dijo.
____ Pero en este lugar, lleno a tope de Palmos de narices, nos tenemos los unos a los otros. Al menos es algo -dijo el primer Palmo de narices, esperanzado.
____ No te engañes tú mismo. Este sitio sólo es un refugio de Palmos de narices, no es un grupo de amigos. Aquí nadie tiene nada. Me permití ser tu interlocutor por un momento, sólo para ubicarte a la pura realidad de los Palmos de narices, pero no soy tu compañero ni tu amigo. Sigues siendo hueco y siempre lo serás, como yo y como estos otros –matizó el otro, mientras se iba alejando de aquella insólita e inútil conversación.

Tras escuchar esto, nuestro Palmo de narices del cuento supo por fin que los Palmos de narices no son más que eso: Palmos de narices.

Jamás, en el resto de su vida, pretendió tener algo más allá de la soledad y la oquedad. Definitivamente, nuestro Palmo de narices estaba empezado a madurar.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Palmo10



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 8:14 pm



El Personaje que apestaba


El escritor fabricaba un personaje para un cuento de un terror abominable, pero jamás se imaginaba el alcance que podía llegar a tener su personaje.

Cuando quería insertarlo en el cuento, los demás personajes amenazaban al escritor con abandonar la historia si lo incluía, y no era más que porque apestaba como un perro muerto. El escritor reescribía el argumento sin él, para que la narración saliese al público y pensando en darle otra oportunidad más adelante.

Pero cada vez que intentaba incluirlo en alguno de sus cuentos, los otros personajes lo vetaban elevando serias amenazas al escritor, y siempre por el mismo motivo, por lo que tanto el escritor como su creación empezaban a frustrase.

Tras reiterados fracasos, el escritor decidía modificar su personaje; que se bañase y se cambiase de ropa a diario. Y también lo obligaba a que usase una colonia y un desodorante. Le ordenaba que se afeitase que se peinase y que se lavase los dientes después de cada comida. Le compraba ropa a la moda, y ordenaba a su gabinete de estética que modificasen su look de peinado y sus formas.

Fue entonces cuando Oscar Wilde se atrevía por fin a darle a su personaje el papel protagonista de Dorian Grey en su más exitosa novela: “El retrato de Dorian Grey”, cuya novela es conocida mundialmente y reconocida como la mejor.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Pero10



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 8:21 pm



Mi primo Javier

El teléfono fijo, reposando en la mesita del salón de mi casa, en Huelva, empezaba a sonar muy temprano insistentemente aquella mañana de sábado, cuando todavía estábamos acostados y dormidos.

Desperté y, presurosa, le di al botón del supletorio sobre la mesilla.

____ ¡Paula, hija! -gritaba mi madre-. ¿Sabes que se casa tu prima Luchi?
____ Sí mamá -alejé el auricular de mi oreja como una medida terapéutica- Ya me ha llegado la invitación -respondí.
____ Se casa aquí, en Sevilla, en la Catedral, así que podrás parar en mi casa con tu...
____ Novio, mamá. Y se llama Julián.
____ Eso, hija, Julián. Y vendréis a la boda, ¿no? -notaba incertidumbre en su voz-. Aunque a ti no te va eso de los casorios...

Julián se incorporó y me miró con los ojos cargados aún de sueño.

____ ¡Joder, que son las siete de la mañana y es sábado! -airado, se dio la vuelta.
____ Viene tu primo “el Chulo” -seguía mi madre-. Y viene solo, por cierto. Se ve que la vida le va bien. Gana muchísimo dinero.
____ Mamá, mejor será que le vayas llamando Javier, no vaya a ser que se te escape “chulo” y vas a tenerlas con él -espeté, un poco molesta.

Luego de varios intentos fallidos por despedirme, logré colgar. Puse al tanto a Julián de la charla. Mi novio, que es gracioso –y lo digo con retintín-, se revolcaba entre las sábanas, como riéndose de la situación.

Javier era el único hijo de mi tío Josema. No teníamos relación estrecha con ellos. Habían emigrado a Madrid y desde su ida apenas si nos veíamos. De vez en cuando recibíamos noticias suyas. En Navidad, las felicitaciones del rigor popular: “angelitos gordos, virgencitas fluorescentes...”.

Cuando tenía yo 13 años, aparecían por Sevilla a pasar las vacaciones en casa de mi abuela. Javier me caía como un tiro desde que le veía. Era tres años mayor que yo, pero deslizaba sobre mí su mirada de “adulto condescendiente”. ¡Jo, que era ya casi una mujer!

Luego supe que me llamaba “pelotitas”, y sólo porque conservaba la redondez de la niñez. Y esto me jodía tela marinera, porque en plena adolescencia no sienta bien que te traten como renacuajo, sobre todo porque el que me lo decía era un “chulo” rechoncho con la cara picada por el acné.

No volví a verle hasta cuatro años después. Mi tío Josema llamó a casa y habló con mi madre, su hermana:

____ Ángela, al niño le ha tocado hacer la mili en Sevilla, y, como tú comprenderás no puede estar subiendo y bajando Sevilla Madrid y viceversa cada dos por tres. ¿Te importaría que pare en tu casa durante los permisos de los fines de semana?

Mi mami, que tenía vocación de Madre Calcuta, aceptó que Javier durmiese en casa siempre que quisiera. Pero no creo que la idea le entusiasmase a mi primo, pues mi madre era la que inventó el mote por el que todos llamábamos a Javier: “el chulo”.

____ ¡Vaya chulo que está criando tu tío Josema! Se cree alguien porque vive en la capital -se quejaba mi madre.

Un viernes se presentó en casa de mi madre vestido de militar. Estaba en Infantería y llevaba ladeada con chulería la boina negra de los Cuerpos Especiales.

Lo que nunca nos explicó él era que tenía un destino de chupatintas, en el que no tocaba un fusil ni por error. Pero Javier había cambiado físicamente. ¡Vaya si había cambiado!: estilizado remangada la camisa caqui marcando bíceps. Yo ya era toda una mujer y, sin modestia, a mis 17 años era un bombón.

Javier me miró de arriba a abajo un rato largo.

“Ahora sí me miras, ¿no chulo?”, me pregunté para mi interior, pero ante él sonreía con fingida amabilidad.

____ Bienvenido a tu casa, Javier -esto sí le dije a la vez que le daba los típicos besos, uno por mejilla.

Podía ser yo de pronto cínica e hipócrita, no bien me lo proponía.

Javier se hospedaba con nosotros todos los findes, y se comportaba conmigo como un hermano mayor: a veces, insoportable, o encantador cuando le salía de la polla. Jugábamos al parchís después de comer, arropados con el paño de la mesa-camilla, mientras mis padres dormían la siesta. Caída la tarde salía con sus amigos y volvía a casa antes de las doce.

Una tarde me excusé por ir al baño. Javier llevó sus labios a mi oreja, tan cerca que sentía su aliento, que me erizaba la piel.

____ Cuando bajes, “no traigas bragas puestas”.

No me atreví ni a mirarle. A mis 17 años era aún muy inocente. Sólo me dedicaba a estudiar y nunca acompañaba a mis amigas a discotecas. Mi relación con los chicos se limitaba a los intercambios de miradas, sonrisas o charlas tontas y breves, quizás por el atolondramiento de la edad, llamada “la edad del pavo”.

No le obedecía y él no hacía por averiguarlo, pero desde esa tarde no era capaz de pensar en otra cosa. El morbo de las cuatro palabras… “no traigas bragas puestas”, me tenía alterada, mientras él permanecía en el cuartel.

El sábado siguiente, en mitad de una partida de parchís amenizada por una sinfonía de ronquidos en estéreo de mis papás (dormían siesta en butacones, a ambos lados de la mesa), si yo subía a la planta de arriba a por algo, Javier repetía:

____ Cuando bajes “no traigas bragas puestas”.

Subí cual autómata los escalones que conducían a la planta superior, pues vivíamos en un dúplex.

“Paula, que te conozco, ni se te ocurra”. “Pero es que no dejo de pensar en eso todo el tiempo”, me decía y yo misma me respondía.

Hacer tamaña locura con mis padres cerca de nosotros, tranquilamente durmiendo su siesta, era la excelencia del morbo.

Pero me la metí. La locura en la cabeza, matizo.

Bajé nerviosa hasta el salón y me senté a su lado. Pero, de pronto, temblábamos los dos mientras veíamos la tele, cuando sentía su mano subiendo por mis muslos y con decididas intenciones de escalar a más...

Nunca había sentido algo así. Un anticipo que se veía venir me hacía jadear. Javier me acariciaba los muslos y seguía subiendo. Sus dedos recorrían todos los pliegues, que hasta ahora habían permanecido territorio virgen e inexplorado.

No sabía qué me estaba pasando. Yo era inexperta e ignorante en materia del sexo, porque mi educación en colegio de monjas había logrado que sintiese el peso de la culpa por “actos impuros”, que nos machacaba el cura a diario. Javier me tocaba y me retocaba por todos lados y se paraba en mi coño, lo que me hacía sentir como una descarga eléctrica. Oleada de placer sacudía de punta a punta mi anatomía, y si no gritaba era porque él ponía la palma de la mano en mi boca.

Esto se repetía cada sábado durante los dieciocho meses en los que Javier hacía su servicio militar en Sevilla.

Pensaba toda la semana y a todas horas en la mano lujuriosa de Javier -siempre la derecha- recorriendo la ruta peligrosa hacia mi coño. Nunca quería salir conmigo, nunca me pedía que le lamiese la polla, ni siquiera que se la tocase, nunca llegamos a besarnos. Cuando acababa mi dulce suplicio, subía a ponerme las bragas y bajaba y seguíamos con el parchís, tratándome como “su primita pequeñita”.

Acabó su servicio militar y regresó a Madrid, y pasaron un porrón de años, y ya no nos volvíamos a ver. Hasta el día de la boda de mi prima Luchi.

El seis de septiembre acudíamos toda la familia a la Catedral.

Yo, que siempre iba uniformada con mis vaqueros azules, elegí para la ocasión un vestido largo, rojo y ceñido. Estaba muy morena de playa, y las curvas de mi cuerpo se marcaban. Mi canalillo era objeto de miradas, tanto de pichas como de rajas. Mi Julián me follaba a diario y por eso me mantenía joven y feliz. Lo cierto y verdad era que yo estaba muy buena. Todos los que acudían a la boda me decían que a mis 36 estaba más guapa, y más hermosa que nunca.

Mi Julián, que tenía mucho de brujo, me miraba desde todos los ángulos posibles, y me decía, en forma de pregunta:

____ ¿Quieres que tu primo se cabree por la mujer que se perdió?

“No lo admitirá, aunque le claven astillas en las uñas y le quemen un huevo a fuego lento”, pensé. Y después respondí a mi pareja:

____ No me importa mi primo, sólo me he esmerado en todo para ti -ronroneé, en un vano intento de disimular mi azoramiento.
____ ¡Sí, sí, ya, ya! –exclamaba doblemente “sí” y “ya” sonriéndome.

Llegamos a la entrada de la Catedral. Saludamos a los familiares que no veíamos en años. Nuestras vecinas criticaban los modelitos de todos los chochos que pasaban frente a ellas. La Avenida de la Constitución se hallaba llena de chicos y chicas que bebían y hablaban alegres sentados en terraza de alrededores. Momentáneamente constituíamos una distracción para ellos.

Miraba entre el gentío sin hallar a Javier. Imaginaba al mismo hombre alto y guapo con algunos años más. “¿Será ahora un maduro interesante, sólo con alguna arruga y con las sienes plateadas?”, pensé.

Miré a mi Julián. No quería que se percatase de que el recuerdo de los magreos de Javier, bajo la mesa-camilla, seguían siendo una cosa atrayente para mí.

De pronto, alguien me tocó el hombro con delicadeza. Al principio no reconocía al hombre que intentaba llamar mi atención: estaba pasado de peso, y el botón de su chaqueta amenazaba con salirse disparado, si simplemente él tosía. Su cabeza era un poema falsete peinado con un horroroso flequillo que le cubría la frente y teñido de un rubio imposible. Bigote y perilla con pocos pelos, y una sonrisa de fumador dejaba ver unos piños desiguales que nunca se habían citado con el señor Colgate. Me largó dos largos sonoros besos, uno por mejilla:

____ ¡Prima Paula qué guapa vas, tú y yo nos lo pasábamos bien con el parchís! -me guiñó el ojo-. Debimos salir juntos. ¿No lo lamentas?

Miré desde lejos a mi Julián que, elegantísimo con su traje azul marino, hablaba con dos de mis primas, más jóvenes que yo.

____No, no lo lamento -respondía, me daba media vuelta y me alejaba de él.

Con la misma inercia me acercaba a mi Julián por la espalda, lo abrazaba por detrás, le daba dos mordisquitos en el cogote y le decía a sovoz, entusiasmada:

¡Macizo y guapo novio mío, ¿sabes algo?! ¡Hoy no llevo bragas ni sujetador! ¡Así que, cuando a tu hermosa y fogosa polla le salga de ella misma, puede follarme por detrás o por delante, o por ambas concavidades, una vez que encontremos por ahí algún rinconcito oscuro y solitario!

Y he aquí a mi primo Javier el día de la boda

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Mi_pri13



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 9:08 pm




El tiro por la culata

[b]Se podía oír palmariamente desde la calle un violento portazo, y también se podía ver un hombre caminando con pasos presurosos y hablando solo por un pasillo, como si llevase prisa. Y la llevaba en realidad. Pero unas prisas locas por alejarse de aquella compañía. Quería a su esposa, pero ésta no le echaba cuenta porque era una frígida compulsiva, y lo peor era que no se imponía cambiar. Hacía un repaso mental de “las cosas” que le habían pasado durante dos horas de aquella noche, que sin saber cómo habían llegado a oídos de su esposa, pero él no sabía que su esposa lo sabía. ¿Quizás una trampa?

A la mañana siguiente, fue a recoger a su esposa al aeropuerto de San Pablo. Aquel día había algo que celebrar. Se moría de ganas por ver la cara de su señora cuando viese el regalo sorpresa que le había comprado.

Pero su felicidad se rompía en añicos al padecer el frío del beso del saludo. Se sentía como si estuviese en Siberia. Y la peligrosidad de la mirada de ella, era un silencioso aviso de la tormenta que se gestaba tras sus ojos.

El trayecto hasta el hotel lo hacían en el silencio más sepulcral, y él notaba que le costaba respirar.

Luego de entrar a la suite del hotel, sin darle tiempo a preguntarle qué era lo que estaba pasando, la sorpresa le golpeaba con fuerza.

____ Salga de esta suite -decía ella con hiriente frialdad-. No acostumbro a compartir cama con necios –pero él no se iba de allí.

Si existía una sorpresa mayor a la que estaba viviendo, no lo sabía. Y esto se veía en la expresión de su cara, y más al escuchar lo que ella le decía a continuación:

____ ¿Qué parte no entendió? ¡Ah! Debe ser que usted es sordomudo. Aunque no tengo ni idea de cómo será porque no le conozco de nada.

No había forma de que su cerebro sincronizase con su lengua. Daba un paso hacia ella, pero se quedaba quieto ante su amenazante mirada.

Su corazón se abría el camino que su cerebro era incapaz de hacer.

____ Cariño, tenemos que hablar -conseguía decir al fin.

Por toda respuesta le daba la espalda, yéndose al dormitorio. Trataba de seguirla, pero ella lo detenía y le tiró con fuerza un paquete. No pudo ver lo que era, hasta que llevaba la vista a lo que le había causado el susto. No se lo podía creer: un reloj de oro y brillantes (el regalo sorpresa) posaba medio destrozado en el suelo, mientras la mujer soltaba una risita malévola.

____ Mi risa ha hablado por mí, señor -decía en un tono indiferente.
____ Cariño, por favor, hay una explicación para...
____ Claro –le interrumpía con cara de asco-. No me cabe duda. Pero, francamente, no estoy interesada en escucharla.
____ Cariño, te lo suplico, escúchame...
____ Tengo algo más urgente que hacer que oír su patética explicación –le decía, y de nuevo le volvía la espalda.
____ Reina... -se detenía por ver que ella se giraba con ira en la mirada.
____ ¡¿Reina?! -se enfurecía- ¡Paso de ser reina de un reino de mierda!
____ Cariño, sólo déjame explicarte algo...
____ Si fuese usted inteligente, pero eso es mucho pedir, me libraría del calvario de su presencia -sentenciaba con frialdad.
____ ¡No, no me iré hasta que no me escuches! -su paciencia se agotó y le habló más alto de lo conveniente en estos casos.
____ ¡Si me obliga usted a escuchar lo que sea que quiera decirme, seré yo la que me vaya para no volver! -dicho esto, se alejó hacia el baño.

Le costaba admitir sus palabras. Pero no la quería perder, era tan esencial en su vida como el aire que respiraba. Pensaba que había sido un tonto por haberse acostado con Rita, esposa de un amigo común. Pero sonreía al recordar lo que ella a menudo le decía: “en vez de cacarear tanto, lo que debes hacer es conquístame”.

Y su respuesta, tranquila pero muy clara, a esto fue...

____ Te conquisté de novios y también durante los cinco primeros años de casados, pero renuncié a ello porque me percataba de que te habías acomodado al lujo que te había dado merced a mi trabajo y mi dinero, y en ningún momento te daba por pensar en mis necesidades sexuales. Pero mi error ha sido no haber reparado antes en la malicia innata en las mujeres, y es por esto, que caí en la red de añagazas que me tendiste, seguro que con las malas intenciones de estafarme, en colaboración de tu puta amiga Rita. Por todo esto y por más que te contaré cuando me salga de los cojones, ahora soy yo quien pasa de ti. Así que hoy mismo hablaré con mi abogado para que vaya preparando los papeles del divorcio.

Dicho eso, salió de la suite y del hotel y ya en la calle llamó al esposo de Rita, que lo puso al tanto de la situación, el cual, como venía sospechando infidelidades de su esposa, meses atrás la excluyó de su herencia.

Después se fue en busca de Rita, y cuando la halló, como era un hombre atractivo y seductor, y además millonario, le dijo que su encuentro sexual había afluido en que se había enamorado de ella, que por más que lo intentaba, no la podía olvidar, que quería que formalizasen una relación de pareja y que antes iba a divorciarse de su mujer que era amiga íntima de Rita.

Rita le dijo a su marido que se había enamorado del esposo de su amiga y que por eso lo dejaba y le pedía el divorcio. Su marido no ponía traba e inmediatamente ordenó a su abogado que presentase los trámites en el juzgado.

Seguía viviendo con Rita justo el tiempo en que los divorcios fueron firmados. Llegó Rita a enamorarse profundamente de él.

Al día siguiente de la referida firma, los ex maridos, amigos de toda la vida, llamaron por separado a sus ex esposas y las citaron en un café del centro, sin que ninguna de ellas supiese que iban a aparecer los dos juntos. Una vez reunidos los cuatro, con el consiguiente asombro de ellas, nuestro hombre miró a las mujeres y le dijo:

Tengo a bien en informarles, señoritas solteras, que tenemos en nuestro poder dos documentos oficiales que afectan muy positivamente a nosotros y muy negativamente a vosotras dos; uno de ellos es un acta notarial de una irrevocable separación de bienes; y el otro, es una sentencia judicial que dicta tu exclusión de mi herencia. Y sin más, las dejó atónitas y mudas y, riéndose ambos amigos, salieron juntos de aquella céntrica, conocida y siempre concurrida cafetería.
[/b]


SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Tiro_c10




achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 9:26 pm



¿Existe la amistad entre hombres y mujeres?


Una relación de amistad entre un hombre y una mujer puede traer la sospecha de convertirse en algo más. Pero lo cierto y verdad es que esta clase de vínculos afectivos no entiende de géneros, sino de personas.

¿Pero qué es lo que pasa en la amistad entre un hombre y una mujer? ¿Es posible? Lo concreto, es que es posible ser amigos/amigas, sin que esto implique que pueda convertirse en un romance, algo que suele ocurrir en algunos casos.

Hay mujeres que prefieren tener amigos varones, porque consideran que con las de su sexo se puede generar una envidia o un recelo competitivo, que con ellos no es tan frecuente que ocurra.

Por su parte los hombres, ven mejor sostener una amistad con mujeres por la simple razón de que pueden poner en juego el lado femenino que todo varón lleva dentro sin que necesariamente sea homosexual, como el prejuicio popular indica.

En todo caso, sea de uno o de otro sexo la persona con la que vayamos a construir un vínculo amistoso, lo esencial es la confianza, la entrega y, como bien sustenta el origen etimológico de la palabra, el amor por encima de todas las cosas.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Mamma10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 10:06 pm





La Amistad


La Amistad químicamente pura no existe. Así de rotundo, porque, a lo largo de mi vida, no he conocido a nadie que haya sido un virtuoso de ella. Por tanto, difícil me va a resultar convencer a mi coco para que se beba los vientos por incorporar a su medianamente bien amueblado habitáculo un chip pro-Amistad. Pero, por contra, sí existe el conocimiento y la relación entre las personas. Pero, insisto, a lo que gratuitamente llaman Amistad guay, caca de la vaca de Paraguay.
   
Soy consciente de que mis criterios son radicales, y es debido a que en muchos años de mi vida he ido de por libre; indudablemente por mis propias convicciones, exentas de rebuscamientos, e indiscutiblemente por “cosillas” que veo a diario. Pero nada de esto supera a una realidad: la Amistad que tuve con algunas personas que, precisamente, por no ser Amistad se esfumó como por arte de birlibirloque, o que yo corté por lo sano antes de que se pudriese más.

Consecuentemente, creo exponer suficientes razones para que dé marcha atrás el más albo mensajero de la Amistad. Pero también tengo que decir, aunque suene a inmodestia, que he podido comprobar que personas que simplemente conozco de vista, les gustaría conseguir mi Amistad.

Bien, pues así veo la Amistad, con los razonamientos que he expuesto y con estos que siguen.
   
La Amistad que busco y no encuentro es la de...

Alguien que sea próximo a uno, a quien confiar tus confidencias
Alguien que comparta todo contigo, como si de una sola persona se tratase
Alguien que enfoque las situaciones con objetividad
Alguien que se sienta orgulloso por ser igualmente correspondido
Alguien que dé la cara por su amigo en los momentos claves
Alguien que se sienta feliz por el bienestar de su amigo
Alguien que luche por la Amistad, mimándola, conservándola, perpetuándola
Alguien que llene u ocupe el hueco que dejó su extinto amigo
Alguien que esté al tanto de las inquietudes de la otra parte
Alguien que se adelante antes que se dé un paso en falso
Alguien que proteja el honor de su amigo, sin ninguna clase de alardes
Alguien que intuya las inquietudes de su amigo, que se involucre
Alguien altruista y desinteresado en el terreno de la compartición
Alguien que llore contigo y cuyas lágrimas mojen el mismo pesar
Alguien que ría contigo, con cuyas risas se festejen los corazones de los dos
Alguien que luche por aunar decisiones, por pequeñas que sean
Alguien... hombre/mujer, guapo/a, feo/a, obeso/a, delgado/a, rico/a, pobre, torpe, listo/a, inteligente; ¡da igual!, que se vea como una prolongación de la otra parte, y sólo por Amistad.
Alguien... ¿A qué es tela pedir? ¿A qué no existe? ¿A qué no es alguien, sino nadie? Jamás entenderé a la gente que dice “mi amigo”, así porque sí. A veces me digo: “yo soy seré un bicho raro”.

La Amistad no es una pegatina que se cuelga en el pecho, ni un pavoneo por quien sea la persona, por importante que se crea o sea; tampoco es un traje que se cambia a discreción. La Amistad no es para el abuso, sino para el uso.

Como única finalidad, la Amistad debe certificar algo fetén que nos haga sentir bien.

Empero, mis criterios pueden suscitar complejidad. Sé y me consta que hay un sector, lamentablemente mayoritario, que se manifiesta de una forma diferente a la mía, y que a su libre albedrío cambia la base de Amistad por la de conocimiento y relación. Pero como vislumbro ingenuidad e incredulidad, que cada cual revise su círculo de Amistad y… ¡verá la sorpresa que se va a llevar!

Mi ADN psicológico debe delatar que soy un tipo del todo o del nada, que no me van las medias tintas. Durante buena parte de mi vida he mimado mis relaciones, controlando todos los puntos para un buen entendimiento mutuo. Pero he sufrido reveses ajenos a mí de feos pleonasmos (en mi etapa empresarial). Porque si llegué a perjudicar, más me perjudicaron a mí. Por tanto, mejor dejar las cosas como están. No estoy por la labor de remover la mierda de un toro muy lidiado ya.

Me culpo a mí mismo, y también lo harán los demás con más frivolidad que certeza, de los defectos que tengo, que son obvios, pero llevo a gala que no soy hipócrita, sin que se deba confundir esto con que a veces obre como “apañador”. Me explico. No evitaré mentir en mi favor para salir airoso en algo puntual, sin salpicar a nadie, por supuesto. Y puestos a reconocer, todo humano debe admitir que miente, que al menos una vez ha mentido, que no tiene importancia si es algo banal y no complica a otros. Los que se creen sus mentiras no prestan atención a su conciencia porque ven sus mentiras necesarias para seguir navegando en los mares revueltos de esta complicada vida que nos tocado vivir.

En una acción de careo, a lo máximo que puedo llegar es a callarme por prudencia, pero según en qué y para qué, no me pronuncio para gustar, pues aparte de fiasco, mezquino es. No hay mayor bajeza que adular, conociendo carencias de virtudes. Por tanto, lo que debe predominar en todo ser humano es la honestidad, ya que a veces no atinamos a ver el alcance de algo hasta la consecuencia. Y aunque viene a este son, paso de hablar de maldades. En definitiva, si a todo humano que puebla el planeta Tierra le diese por indagar lo que largan unos de otros (algo imposible por otro lado), seguro que no había amigos en el mundo. Así de claro. Y así de crudo.

Amistad por interés, no es Amistad. Amistad obligada, causa recelos, simplemente porque no es Amistad. Amistad por devoción, es tan enrevesada que podría trocar los términos Amistad-enemistad. Pero Amistad pura garantiza toda clase de relación como base de principios para una buena convivencia. Es más, ésa última la veo más crucial que la fidelidad. Sí, no digo tontería, porque si nos proliferásemos más en esa clase de Amistad, se produciría tan buena comunicación y entendimiento que sería prácticamente imposible que se produjese una traición.

Pero me apresuro a aclarar que no es lo mismo Amistad que amor. Amar y no ser amigos, aunque parezca incongruencia, podría verse normal. Pero si se dan ambas cosas juntas es sublime. Porque el tópico de: “te aprecio, pero no tenemos Amistad para hablar sobre cosas íntimas”, viene a confirmarlo. Y esto no es sino porque la capacidad de comprensión, siempre supera el grado de expresión.

La Amistad es un dogma. Es presentarse unos a otros, y sólo con el ceremonial del alma, las credenciales, sin lacrar ni cerrar, a la vez que tener la suficiente honestidad para alertar a la otra parte cuando, por los motivos que sean, se nos está yendo la ilusión por conservarla y mantenerla, llevándonos necesariamente a una transparencia. Actuando así, es como sólo podrían evitarse males mayores; los mismos males que darían paso al enemigo más férreo de la Amistad: el odio. Y éste y para esto no es precisamente “la otra forma de amar”, a decir del poeta, sino un inductor aguijón imprevisible, pero que se le vislumbra violento y quizás hasta sangriento.

Amistad es muy diferente a cualquier otra relación. A diferencia del vínculo entre extraños, el vínculo entre amigos se basa en la confianza; a diferencia entre los amantes o cónyuges, los amigos no sienten celos; a diferencia de los lazos entre padres e hijos, los amigos pasan de críticas y resentimientos.

La Amistad no es un estado civil. Las sociedades mercantiles se rigen a través de un contrato, igualmente las sociedades conyugales. Los padres adquieren obligaciones con respecto a su hijo, que les imponen la ley. Por contra, la Amistad se da, se recibe y se ejerce libremente.

Todo lo escrito en ese párrafo anterior sería maravilloso de llevarse a cabo. Pero, con las razones que he expuesto y con las que quedan en mi tintero de la misma índole, sigo en mis trece.

Pero. ojo, si yo tuviese una sola posibilidad que me haga decir lo opuesto de lo que siento, enseguida me retractaría; que, a decir verdad, deseando estoy por hacerlo.



SI UNA AMISTAD NO ES DE CORAZÓN
Y NO OFRECE UN PERMANENTE AMOR,
COJONES U OVARIOS NECESITA LA RAZÓN
PARA LUCHAR CONTRA TAMAÑA CERRAZÓN



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Amista10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 10:16 pm



La Conciencia

Todos hemos oído alguna vez, frente a determinadas situaciones estresantes, una voz interior que susurra un sibilante consejo para tratar de superar airosos algún problema puntual que hayamos encarado. Pero a veces sólo vemos la sugerencia como si ley fuera, y en forma sibilina pasamos olímpicamente de ella no bien hemos superado la encrucijada coyuntural. Y siempre hacemos al fonador el responsable de la voz a la Conciencia, con la pragmática pretensión de ocultar nuestra ignorancia al respecto. Por desconcertante que pueda parecernos, desconocemos por completo el verdadero origen de la voz.

Cuando pensamos que la vocación o la profesión de nuestra vida es, por ejemplo, la abogacía, oímos la voz. Ahora somos abogados y odiamos nuestro trabajo.

Cuando conocemos a una mujer y sentimos que jamás podemos amar a otra, la voz reafirma nuestras impresiones con su opinión favorable. Ahora estamos divorciados y solos.

Cuando nace muestro hijo, decimos que va a superar en todo a su mediocre padre, pero la voz no está de acuerdo con nosotros, porque nuestro hijo, influenciado tal vez por es vorágine de vicios, o por el consumismo, o por acompañado de malas compañías, se arrastra por la vida, perdido y sin rumbo.

Maldecimos con todas nuestras fuerzas esa repulsiva voz, la misma voz que hace de nuestra travesía por la vida un perenne Gólgota.

“¡Somos los culpables de nuestros males!” -gritamos con rabia.

Y entonces, la presencia se revela junto a nosotros en el mismo reducto de la mente que habitamos en soledad que creemos de una exclusiva propiedad. No somos uno más de nuestros propios pensamientos. Descubrimos un velo de inconsciencia, cual ladrón que roba joyas de una casa, que el legítimo dueño creía suyas, palideciendo a consecuencia de la impresión recibida.

Y así vamos, sacudiendo nuestro ego interno, deseando sea debido a un trastorno mental transitorio, o a un desdoblamiento de la personalidad (bipolar). Escuchamos sus palabras destinadas a nuestra persona, sin susurro, sin prestarse a dudas. Jamás hemos escuchado una voz tan espantosa:


No te atrevas a culparme de tu mediocridad. Todos los consejos que has recibido te indicaban las mejores opciones a seguir. Has sido tú, inepto, quien las has truncado y desaprovechado por desidia. Naciste perdedor y así morirás. Ni por asomo pienses que te di mis consejos por amor u obligación. Para mí, no eres sino una carcasa de carne vacía que necesito para seguir perpetuándome. Tampoco debes verme como un ente informal. Yo he cumplido con mi parte del pacto, de la que los dos somos beneficiarios. Que tu propia ineptitud haya se haya atrevido a desaprovechar la ayuda recibida, no es un asunto de mi incumbencia


Reconociendo noblemente que todo es muy triste e ineludiblemente verdadero, apenas si acertamos a balbucear una pregunta:

____ ¿Y quién eres tú?

Y después tenemos que admitir, sin reparos, su implacable respuesta:


Yo soy tu necesidad por excelencia

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Concie10



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 10:41 pm



La Curia


Con uno de los oficios, o con una buena parte de sus integrantes, que me siento especialmente crítico es con la Curia, y es por ello, que voy a intentar ponerla verde con mis dardos envenenados, y a ver si consigo que reaccione de una vez

La Curia es una banda perfectamente organizada que desarma a cualquiera, por muy al loro que se esté y por más advertencias se hagan.

Y comienzo por clasificarla en dos especies; bueno, clases, que tampoco es cuestión de ponerme a su altura. Por tanto, hablaré de dos clases, pero me temo que tanto la una como la otra son de las mayores lacras de nuestra sociedad. A saber:

La Curia Eclesiástica

Integran cura raso, sacerdote, obispo, arzobispo, cardenal y Papa, que se autodefine como El Representante de Cristo en la Tierra, aunque mi menda prefiera siempre a Cristo, esté donde Él quiera estar.

Y…

La Curia Jurídica

Entiéndase abogado, procurador, fiscal y juez, y añado notario por ser del mismo lote y por manejar similares tomos. Sí, notario: ceremonioso y escrupuloso dios que si nos da por pedirle fe, nos cuesta un huevo, la yema del otro, los tetas de tu mujer y… bueno… eso….

Comienzo con la Curia Eclesiástica, y voy a retratarla con mi óptica particular; pero seguro que tendré que velar más de un carrete por el tema susceptibilidad, pero no dejaré de hacerlo echando mano de una realidad patente y con la máxima crudeza que circunstancias permitan, y también, como debe ser, con mis formas controladas y con obligada distensión, pensando en que los lectores se lo pasen pipa.

Parto de la base de que todos sus integrantes son hombres como otros, aunque es sabido que hay “demasiadas excepciones”, y siempre las ha habido (Ahora, en la actualidad del siglo XX, Francisco, con mano dura, está dando leña a este espinoso asunto). Y sin más preámbulo, voy a enjuiciarlos como lo que son, seres humanos, y no dioses. Hasta aquí, todo normal. Pero un buen porcentaje de ellos, dependiendo de la religión que profese, está atado al voto de castidad, “celibato de los co...”, que es una tapadera para cubrir o descubrir sus deslices contra la Pureza. Pero existe un sector, por día más numeroso, que no soporta su situación de culpa permanente en la que está inmerso, y pide a El Vaticano algo así como “una excedencia laboral, sin código de barras de caducidad”.

Desde la era de mis abuelos, y más adelante con la dictadura del General Franco (que se auto proclamó Generalísimo: mediocre estratega y pésimo estadista, anterior a la aún adolescente democracia), quien no encontraba trabajo “se metía”, como antes se decía, a cura o a guardia civil, siendo éstas las dos únicas salidas posibles para buscarse la vida, sin necesidad de tener que emigrar, como lo hacían bastantes criaturas, y no precisamente para hacer turismo, o para retirarse a un dorado exilio. (De esas criaturas y sólo por política y por supuesto sin ningún exilio dorado, había unas pocas de miles que, si no se iban de España, la trena era su dulce hogar).


Antes de seguir con mi relato sobre la Curia eclesiástica, quiero dejar claro que no hay en mí animadversión contra el Cuerpo de la Guardia Civil. Todo lo contrario. Mi admiración y respeto a todos sus integrantes, que una inmensa mayoría es ejemplo de abnegación, honradez y profesionalidad, y más en los tiempos que ahora corren de terrorismo, drogadicción, maltratos, pederastia…, que arriesga y hasta pierde su vida en defensa de sus conciudadanos y sin más objetivo que conseguir un sueldo normal para llevar adelante a su familia. Además, tiene la particularidad de que es una profesión visceral, lo que significa una entrega especial, mayor a cualquiera otra profesión. ¡Chapó por los Picoletos!


He dejado reflejado lo anterior porque es justo, pero no por ello quiero /debo callar lo que ocurría en la España de entonces, en cuanto al desempleo. Pero también es significativo añadir que ciertos números de la Benemérita cometen “torpeza”, hecho que viene a confirmar la regla, dando respuestas la justicia con sumarios, lo que no interesa aquí y ahora porque para lo único que serviría es para extrapolarme.

Y ahora retomo la Curia Eclesiástica...

Los curas hacen bueno el dicho: “haz lo que yo diga, no lo que yo haga”. ¡Y hasta lo logran! Pero, vamos a ver, si su doctrina está basada en La Vida, Ejemplo y Milagros de Nuestro Señor Jesucristo, milagro es que hagan las cosas bien pues, obviamente, no son los mejores imitadores.


Tampoco ahora quiero seguir sin antes significar que mi disconformidad se debe a mi nulo convencimiento de la presencia masiva de tanto clero. Pero que quede muy cristalino que no haré ningún giro negativo que pueda empañar mi fe en Dios y en su Santísima Madre. Conste


Luego de ésa, también obligada aclaración, prosigo...

Entornos y consecuencias del clero

Empiezo por el lujo de la iglesia. ¿No es cuánto menos dañino que todas las iglesias sean tan lujosas? ¿No es una contradicción con la hambruna y las necesidades que sufre buena parte de la humanidad? Es por esto, que no tiene sentido que el clero pregone a viva voz que practica el voto de pobreza, viviendo en palacios. Y como es realmente cierto lo del lujo y nadie se cree lo del voto de pobreza, ¿no es también verdad, que de niños, de la Historia Sagrada nos enseñaron que Cristo nació y vivió pobre, viniendo a la vida en un mísero pesebre, con hambre y frío, y que todo su afán era peregrinar de un lugar a otro hasta quedar extasiado en pro de los pobres, enfermos y necesitados? Entonces, ¿a qué se debe semejante atrocidad? ¿Y por qué extraña regla de tres el clero es por día más prepotente que ni repara en las críticas exteriores, incluso de católicos practicantes?

Y si hablo del Vaticano, “la casita del Papa”, la cosa tiene mandanga. ¡Bueno, bueno, bueno con Vaticano! Una espectacular mansión de una preponderancia insultante ¡Qué derroche! ¡Cuánta riqueza! ¡Cuánto lujo, qué infundio contra la humanidad! Y hasta tiene un Banco: el Banco Vaticano, y además su propia moneda, “la Santa Lira Vaticana”, y a buen seguro que pingües sabrosos dividendos, y esto sin contar una parafernalia desmesurada. ¡Qué descrédito para la cristiandad y para los que somos y nos sentimos cristianos!

¿Y qué me dicen de los constantes y largos viajes de El Papa? Desproporcionados, costosísimos, innecesarios. ¡Qué Papa éste tan viajero! Y no sólo por lo que supone de dinero, también por la que se origina. Seamos juiciosos. ¿No viajaba Jesucristo, kilómetros y kilómetros en un burro, sin temor a nadie y nada? ¿Por qué entonces El Papa circula en coche blindado y no sé cuántas cosas más? Y no admito que digan que eran otros tiempos, porque ahora todo esto se puede hacer sin despilfarro, que es lo que en definitiva da pie a perder la fe en la Iglesia, en el clero e incluso en Dios. Y no es justo que pague Un Justo por tantos pecadores.

Si El Sumo Pontífice quiere propagar en el mundo entero el cristianismo, a su Santa Disposición tiene el mejor medio: la omnipotente y omnipresente televisión llega a todos los rincones del globo, sin necesidad de crear tanto lastre, que Dios sabrá de dónde sale el dinero. Todo lo relacionado con el clero es alucinante, impresionante, increíble, la hostia, nunca mejor dicho. No me extrañaría que el Mismísimo Dios esté cabreado (con perdón) por tanta atrocidad junta cometida aquí abajo, en la Tierra. Y el día menos pensado nos vamos a enterar de lo que vale un peine. Pero me da a mí que mi reflexión no hará reaccionar a estos carotas con sotana.

De los curas y de toda su jerarquía, lo censuro todo. Parto de la base de que hablo del sacerdote, pero también del hombre. Es mezquino, desde toda perspectiva, que les importen ripio tanto desastre mundial, para cuya misión, de lo opuesto (luchar contra él), les suponía más entregados. Pero no. En lo que se proliferan es en… pues no lo sé, o no lo quiero saber, pero sus comportamientos se prestan a infinidad de zozobras, y ninguna de ellas tiene luz de razón.

Si pudiese persuadir a la gente, para que fundase su propio jurado, y así definiese a estos ocupas, nos percataríamos de que mi censura no va desencaminada. Pasa que nos acomodamos a falsas conveniencias y nos falta… “eso” para denunciar lo que de siempre ha sido tabú. Pero la verdad llama a catedral.

En vista de estas circunstancias sugiero que ‘La Máxima Figura de Cristo en la Tierra’ promulgue una encíclica que autorice a los curas católicos a formar una familia, que se casen y que vivan en su casa con su mujer e hijos, cual quisqui, y en su tiempo libre y organizados que ejerzan su vida pastoral, procurando que no se les desvíe ni un alma. Y veríamos entonces como las cosas irían mejor, incluso para ellos mismos. Pero como está montado el tinglado… No obstante, como los curitas son avispados, lo que acabo de decir se lo pasarás por el forro, y es por esto que convendría que se les impusiese, y así aunarían méritos para empezar a recuperar la confianza que han perdido. Que es mucha ya, demasiada…

Pero debo añadir que también hay un clero serio y disciplinado, aunque oscurecido y vilipendiado por esta ola vanguardista, que es la que fulmina las reglas del juego, creando confusionismo en los tradicionales creyentes. Es obvio que ahora estamos atravesando una era transgresora, pero hay normas que deben ser perennes, sobre todo porque las creó El Creador.

Bueno, ya me despaché a gustito con los curas, que si me leen espero reaccionen. No obstante, la actitud que adopten, me acojo al dicho: “quien avisa no es traidor”, y en todo caso sé a ciencia cierta cuáles son los errores que podrían subsanarse, por supuesto con fe, trabajo y ahínco.

Y ahora el turno de la otra, la Curia Jurídica.
(¿Y esta rata quién la mata?)

En este oscuro oficio se prolifera un grupo en permanente acecho de sus víctimas. Y me explico. En él hay un mugriento sector que aboga por determinados delitos que no deberían ser defendibles: crímenes, terrorismo, pederastia, violaciones, maltratos, drogas. Pero hay letrados que se prestan, “interesadamente”, a actuar como un pilar defensor; bien por querer figurar para salir del anonimato, bien por sabrosa bolsa, o bien porque es de un riguroso obligado en las leyes españolas, que en su apartado correspondiente reza así:

No se exime a nadie de su defensa, sea cual fuere el delito. Y todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario

Si sus fueros van por ahí, son disculpados por ser de obligación, pero sería necesario que endureciesen la ley para casos extremos. De todas formas, hay abogados que “se dan fervorosamente” y, aparte del lucro económico, tendrán que sobrellevar de por vida una carga moral. Pues el pueblo sano y llano, que es mayoría, no ve con buenos ojos a los picapleitos sin escrúpulos. Desde mi óptica, no exenta de razón y cordura, los veo como socios solidarios de sus defendidos. Y podría citar nombres y apellidos de algunos que están en esta picota, que segurísimo que son la injuria del colectivo, y tan culpables o más que los propios culpables. Pero si tienen un poco de dignidad/conciencia, que lo dudo, les hostigará permanentemente.

Mi menda pertenece al grupo que cree a pies juntillas que es más gratificante tener paz de conciencia que riqueza material, que tampoco estaría mal el dúo.

En la Abogacía, sálvese quien pueda y deba, hay profesionales que, al igual que en la Medicina, no aplican tarifa clara y definida por servicios prestados, aun reglada estando; es decir, según cliente, grado de candidez, disponibilidades monetarias, su coeficiente intelectual, y demás rasgos de similar índole, así minutan. Y, al igual que políticos (de esta corrupta ralea no se libra ni el apuntador), nos toman por gilipollas y nuestras opiniones no cuentan, ellos mismos, y solos, se bastan para liar todo lo liante y desliar todo lo que quieran desliar; y mientras, jeje, siguen embalados a lo Fórmula Uno sus “taxímetros”. ¡Partida de…!

Siempre se ha oído decir que los abogados son tunos: defienden nuestros intereses de nuestros enemigos para ellos quedárselos, los intereses, claro. Y merced al Paro no todos están en ejercicio, porque para el Paro no hay tu tía. Bueno, en realidad no quiero Paro para nadie. Sólo lo hago constar como de apoyo, aunque irónico, a mis comentarios.

Ciertos abogados son siniestros personajes que abusan de su cliente porque tienen conocimiento de la ley, y sobre todo por el temor, por parte del cliente, a sentencia negativa. Y como huelan ‘pelas’, exprimen hasta el último céntimo, sin piedad, y con suerte podría el cliente de turno lograr un fallo positivo. Además, hay casos en que intentan meter a su cándida víctima en el círculo fatídico de especialistas: todo un hato de rufianes dentro de un clan perfectamente sincronizado, sin que un bulón se sale de su pistón, y seguro que harán intercambios de comisiones “por endosos”. O sea, del dinero que tanto sudor les cuesta a los sufridores que caen en las garras de esta mafia con toga.

¡Y pobre de quien entre en esa cadena perniciosa!, porque no es sólo el dinero, que tampoco es moco de pavo, es que lesa la salud del más sano, importándoles bien poco a sus verdugos lo que les ocurra si ya cobraron sus sabrosas minutas. Y este manojo astuto y con vista de lince sabe elegir; apenas ve un caso fácil en el que no pueda minutar pingües beneficios, lo rechaza olímpicamente. Y algo peor. ¿Peor? Sí, peor: que es que se entrega con más o menos velocidad en función de la bencina que vaya recibiendo. Y nadie me aterriza del mulo de mi convencimiento. Además, tengo experiencia de haber sufrido eso en mis carnes. Pero no quisiera que por mi vivencia se autentificase esto, sólo basta con darse una vuelta por esos juzgados del diablo y estar al loro de las charlas que mantienen letrados y clientes, y pronto se ve in situ la amplia gama de subterfugios que manejan, con la particularidad de cómo se las avían para defender su minuta, incluso in extremis; es decir, a escasos minutos de entrar a la sala de juicio, y así actuar en consecuencia.

Qué sí, que es verdad, que le ha pasado a gente que conozco, que puede contar su caso con pelos y señales de nombres, datos “y más cosas”. Pero a todo, el picapleitos de turno hará oído sordo porque sólo buscan y persiguen pasta gansa y candelabro Sofía ¿Y cómo se podría erradicar esta plaga? Porque es necesario y urgente es un exterminio fulminante.

Sé y no me pesa ratificarlo, que todo lo expuesto sobre esos abogados es duro, pero más lo es sus imperecederas artimañas. Aunque la salvedad de que haya excelentes profesionales de la Abogacía que se conducen con honestidad, confirma la regla por excepción, de la misma. Conste.

Del sector de este oficio que censuro, muchos de sus defendidos son hasta capaces de soportar sentencias negativas, o pagar importantes fianzas, antes que tener que someterse de nuevo al yugo de un suplicio diario (más minutas, más mentiras, más estrategias falsas, más cambios súbitos extraños) de quien se suponía que abogaría en su favor. Lamentable. Realmente lamentable…

Y más de lo mismo con los Procuradores

Ese clan persigue dejarte el bolsillo vacío en el menor tiempo posible, además de ser el pionero inventor del ínclito ritual de entrega de pasta a cuenta, para ir aviando el papeleo. “Provisión de Fondos” le llaman, y que no por elevado lo dado, devuelve lo sobrado. Al contrario. Pide más alegando no sé qué, con la seria amenaza de que, si no recibe lo pedido, detiene el proceso. Y tan pancho. ¡Pero ¿en manos de quiénes estamos?! ¡Cuánta impotencia! ¡¿Todo tiene que ser así?! ¡¿No hay solución?! ¡¿Por qué se venda el Gobierno?! ¡¿Por qué siempre ganan los mismos y siempre pierden los mismos?! ¡Cuidado, cuidado, que hay mucha jerga violenta por ahí…!

Ya casi acabo...

De sus Señorías los Jueces, no quiero hablar. Lo único que puedo hacer es discurrir sobre cómo pueden impartir justicia justa sin que les influya su estado de ánimo a la hora de sus fallos. Es que también son humanos y pueden errar. No es de recibo, es importante pero no decisivo que se lean y relean los sumarios todas las veces que le vengan en ganas, porque intuyo algo raro, de lo que no tengo certeza y como sé lo mácula que es el tema, lo dejo ahí quietecito. No quiero complicarme tontamente. Pero da que pensar, de ahí mi duda, la novedad de jueces VIP que últimamente han surgido con sus martillos: Echevarría, Garzón, Liaño, García Castellón, Torres… que vislumbro un lucimiento personal y con más fijación de la cuenta, según con quién, con qué y para qué. Toco madera por si las moscas...

Pero dentro de la Curia Jurídica, a los jueces son a los que menos culpo, aun siendo los más decisorios del sistema, porque creo, quimera aparte, que sin ellos es cuando realmente no habría justicia. Pero no debemos obviar, como ya dije antes, que son humanos, y sus errores…

Y termino con...

La Fiscalía - Los Fiscales

He preferido dejar para el último lugar a la fiscalía: los Fiscales. Y con ellos me ocurre exactamente lo mismo que con los jueces; yo, mutis. Porque, si no me equivoco, los fiscales son los que fiscalizan, y no vaya a ser que llegue a sus manos estos papeles y les dé por abrirme sumario. Pero si esto llegase a ocurrir, me acogería a la cacareada “libertad de expresión”.


LA CURIA ES DE CUIDADO:
LOS CURAS NO SON DE FIAR,
TAMPOCO LOS ABOGADOS.
¿DÓNDE ESTÁ LA VERDAD?



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Curia_10

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Curia_11



achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 10:49 pm



La Listeza - La Inteligencia



Tengo que reconocer noblemente que, con frecuencia, me enredo con los significados de los términos Listeza e Inteligencia, como son dos conceptos con tantas similitudes, es fácil caer en el error. Y, además, ni en el propio DRAE se contemplan unas definiciones netamente específicas. Y corroboro esto anterior porque hace poco leí un Tratado sobre este asunto, escrito por un eminente profesor y psicólogo, Howard Gardner, que imparte clases en la Universidad de Harvard (Massachusetts), especialista en esta materia, y sin embargo no acabo de desenredarme. Es por ello, que, si mis lectores interpretan que las definiciones que expongo no las admiten como correctas, las mediten y me hagan llegar por algún medio las que ellos vean más acertadas. Pero, en cualquier caso, y a pesar de mi evidente confusionismo, así las veo yo, y de ahí, consecuentemente, mi punto de vista plasmado en estos papeles.

Ahondando en este tema: ‘el listo es más torpe que el inteligente, y el inteligente es más listo que el listo, porque tiene la Inteligencia de la que carece el listo y porque se permite ceder la Listeza al listo, precisamente, por su calidad de inteligente’.

Parece un trabalenguas, pero no es difícil de entender. Si no, reléelo. Y si necesitas ayuda, escríbelo, que así harás más bueno el dicho: ‘escribir es leer dos veces’.

El listo es intuitivo, muy capacitado para lo difícil, por enrevesado que sea o parezca; retentivo y de rápidas reacciones, brillante en las concepciones y muy certero en las soluciones, más todo lo relacionado con esta línea y las deducibles. Y el inteligente, además de todo lo anterior es estudioso, estratega, hábil previsor del cuándo, cómo y qué, y no es necesario que se prepare borrador, porque a su llegada a lo que sea, e incluso en el peor de los momentos, se percata enseguida de todo lo que se esté tramando, sin el temor a confundirse en su apreciación, además del poco esfuerzo que necesita para poner en vía tan magnánimas virtudes, que para alguien normal le puede representar un mundo, sencillamente por no estar a tan alto nivel. A bote pronto, se puede decir que el listo es quien evita los problemas y, en el caso de producirse, el inteligente los resuelve.

El inteligente que además sea listo es el no va más porque poseer estas dos joyas es un privilegio y obligatoriamente letales en el difícil caminar. No es frecuente hallar a personas así, pero las hay, y que por lógica deben ocupar puestos brillantes y recibir salarios sabrosos, dentro de un círculo mercantil o técnico. Pero de su oficialidad y de las remuneraciones no voy a hablar, habidas cuentas de que sólo lo analizaré conceptualmente, en evitación de injerencias que puedan extrapolarme.

Pero es obligado que haga saber que hay que tener cuidado con el Poder con este doble Don, porque si lo usa para hacer el bien, altruistamente, y bondadosamente, bienvenido sea, pero si hay uso, abuso e intenciones malévolas, perversas, aviados vamos. Aunque, a Dios gracias, no se sabe de ningún mandatario con esta dualidad en el panorama mundial, sino más bien gente mediocre y siempre corrupta. Pero es importante tener presente que es mortal de necesidad toparse con uno que posea poder y malvado corazón.

Y llegado a este punto tengo que decir que omito voluntariamente a esos mandatarios dictadores, porque van a ser objeto de un más amplio comentario en mi escrito titulado “La Política -Los Políticos”

Aunque suene a incongruencia, no es bueno, ni tan siquiera estético, que se asigne para sí, arbitrariamente, algún mandatario este doblete y para un mismo fin. Es más, seguro estoy de la conveniencia de que sólo sea uno, porque más de uno sería un obstáculo para lo que se pretenda alcanzar. Al igual que existe una jerarquía para todo en la vida, incluso tácita, en esto no debería haber excepción, y así se evitarían enfrentamientos de consecuencias imprevisibles, que se producirían sobre todo por las convicciones y los intereses creados de los que se erijan con unos contrapuestos conceptos. Y, como siempre, el único perjudicado sería el sufrido pueblo.

Básicamente debe reinar un canon según conocimiento y capacidad para ocupar una cabeza rectora. Porque el que actúa a su libre albedrío no hace sino obviar una carencia de masa gris. Por tanto, es necesariamente obligado que haya ‘un capitán y el resto que reme’, pero en favor de una misma corriente, para así fortalecer unas decisiones que sólo redunden en un beneficio común. En ese paquete se entienden incluidos los fatuos sabelotodo, que creen que por suplantar enmendando planas son más aptos. ‘Curiosamente’, esos suficientes patéticos que al final se ‘sorprenden’ de los resultados negativos. Es que hay gobernantes que únicamente piensan en sí mismos, sin tener en cuenta el colectivo que ‘dirigen’.

La Inteligencia está muy por encima de las vicisitudes encontradas. Me explico. La Inteligencia sabe emular a la Listeza en igual medida que ésta lo hace. Es decir, desempeña un auténtico cometido de inteligente, consistente en no pasarse de las aptitudes reconocidas en la Listeza, porque si se pasa podría causar confusionismo, que es el que aturdiría a ambas virtudes juntas, incluso por separado Es por ello que el inteligente tiene un rol doblemente crucial: ‘por poseer tanta excepcionalidad junta y por un exhaustivo control, con un buen final, de situaciones concretas, de casos previstos y de casos surgentes’, pero siempre desde la perspectiva de sentirse un ser superior.

La Inteligencia es más valiosa que la riqueza, y aunque a veces se vea relegada por la deslumbrante aureola que conlleva y sobrelleva, tarde o temprano ocupará el puesto que le corresponde, que no es otro que el primero. Es evidente que todo lo material se puede perder, pero la Inteligencia jamás. Naturalmente, me refiero a las personas que estén en pleno uso de sus facultades mentales.

De siempre, el inteligente ha tenido más en cuenta al intelectual que al capitalista, y aunque reconoce que la riqueza material es la gran demoledora, no se le pasa por alto que además de eso es torpe. La riqueza puede comprar personas. Cierto. Pero la Inteligencia puede persuadir para lo contrario, que no es menos cierto. Es decir, doctrinar hasta el punto de hacer ver que lo material no es lo único, sino sólo eso: material. La Inteligencia quiere demostrar con esto que mientras fe se le profese, sin ninguna presión y con convencimiento, nos dispondríamos a fortalecer una de las grandes piedras filosofales de la vida.

Desde la iniciación del mundo, existió, ahora existe, y en adelante existirá, personas expertas y no expertas. Y siempre hubo, hay y habrá listos, inteligentes y torpes, y un sitio para todos. Desde tiempos arcaicos, se crearon, hoy se crean y en un futuro se crearán unas tácitas jerarquías reconocedoras de las aptitudes de las personas. Y así lo entendió, lo entiende y lo entenderá el humano como lo más acertado para un mejor engranaje de toda la humanidad. Es por ello que se debe admitir, sin paliativos, la necesidad lógica y trascendental de que exista una jerarquía de seres racionales: inteligentes, listos, buenos, regulares, mediocres y nulos. Y no digo malos para no confundir.

Se me ocurre hacer un símil, nada serio, algo como de andar por casa, que define exactamente mi enfoque sobre la Listeza y la Inteligencia. Y es que el listo, un decir, es el que inventa cosas, pero el inteligente puede modificarlas sin por supuesto herir susceptibilidades, que para eso posee inteligencia.

Y sigo.

El bueno digiere y dirige el cotarro, el regular hace el trabajo, lo mejor que pueda y sepa; el que denomino mediocre ayuda en la medida de sus posibilidades, y el que cito como nulo completaría el censo, sin obligaciones concretas, para que haya de todo, y no falte de nada. Curioso, ¿no?

En todo caso, símiles rocambolescos aparte, en la escala de valores y en los méritos a alcanzar en la travesía de la vida, por siempre será lícito y además encomiable un entusiasta afán de superación en todo y en todas las personas y en todas las cosas, siendo además justo, humano e incluso necesario, pero será imposible de alcanzar la exención de inteligente o listo o ambas cosas, porque esta gracia no se obtiene ni se mantiene sólo con constancia, esfuerzo y trabajo, sino por Otorgación Divina, y no a todos, a la vista está, nos concedió Dios este don o dones.



LA LISTEZA ES COSA DE “VIVOS”
QUE SIEMPRE LLEGAN ANTES,
Y SUS DESTREZAS Y SUS OBJETIVOS
SON SUS DOTES MÁS BRILLANTES

LA INTELIGENCIA ES UNA ENORME LUZ
QUE SÓLO POSEEN ALGUNOS CEREBROS,
Y ES TAN EXTRAORDINARIA SU MAGNITUD,
QUE DESLUMBRA EN TODO MOMENTO

LA LISTEZA Y LA INTELIGENCIA APUNTAN
QUE SON DE LAS MAYORES PROEZAS,
Y COMO ACTÚEN LAS DOS, Y JUNTAS,
SÓLO DIOS PUEDE PARAR ESTA FUERZA



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Inteli10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Dom Ago 30, 2020 10:53 pm



La Madurez en la Mujer



"Una mujer madura es símbolo de respeto y confianza".

Con el transcurrir de los años, las mujeres maduras se van dando cuenta de que los conceptos y las prioridades cambian. La madurez les llega con el paso del tiempo y con las experiencias adquiridas en la vida.

Las maduras son mujeres que han vivido lo suficiente como para saber qué es lo que quieren, y tienen el don de la seguridad en sí mismas.

No tienen dudas de quiénes son, han vivido y aprendido hasta el punto de saber qué les llena de felicidad y qué le hacen llorar o enojar. Saben cuál es su esencia y no tienen miedo a disfrutarla, e incluso compartirla.

Nunca temen al rechazo, saben que están bien siendo como son. No importa si se hallan en relación de pareja. Al poseer madurez, adquieren la confianza necesaria para conseguir su amor propio, y ello les permite que el rechazo sea algo que sólo afecta a otras que no tienen autoestima.

Las mujeres maduras no se preocupan por su autoestima, ya que han adquirido ese amor propio para el difícil caminar por la vida.

A veces prefiere estar solas, en su propia compañía es bueno cuando se sienten cómodas en su propia piel y no dudan quiénes son ni tienen miedo.

La madurez hace que al conocerse a sí mismas, olviden los miedos y entren en un proceso de total aceptación personal, en el que valoran el estar consigo mismas.

Dedican el tiempo necesario a estudiar lo que más les gusta. Estando con su propia compañía, aprenden que todas las personas necesitamos tiempo y espacio para desarrollar nuestras habilidades y nuestros talentos.

Las mujeres maduras dedican tiempo a aquello que las hace felices, que piensan les hace falta para mantenerse ocupadas, y/o las ayuda a liberar el estrés.

Afrontan los problemas de una forma calmada. Han vivido lo suficiente para decidir de qué manera afrontar las cosas. La experiencia de la vida les sonríe al afrontar situaciones difíciles. No están pendientes de las opiniones externas. Lo que digan los demás no les importa. La madurez trae una consciencia individual y no colectiva.

Saben lo que les gusta, pues han desarrollado sus gustos, sus deseos. Saben qué les gusta y qué no, y buscan llegar a adquirir lo que realmente quieren, alejándose de todo aquello que les quita energía para lograrlo. La madurez les enseña a distinguir entre lo que es relevante y lo que no es importante.
Pueden dar consejos. Con su experiencia, pueden hablar de lo vivido. Las maduras pueden analizar las cosas en manera diferente. La capacidad racional y analítica se expande, y es por esto, que pueden ser fuente de consejos para otras que no han vivido tanto, o que aún no han alcanzado este nivel de capacidad intelectual y emocional. De la misma forma, no hacen un drama por nada y entienden que cada cosa tiene su lugar y su propósito.

Han tenido sus trayectorias profesionales, han hecho sus carreras y conocen como expertas sus áreas de trabajo y cómo ser buenas en lo que sea que hagan.

La madurez también les trae un gran sentido de responsabilidad, que se refleja en el compromiso con otros y en la fuerza laboral.

Las mujeres maduras reciben preguntas y opiniones de otras mujeres, porque la madurez es sinónimo de sabiduría, y así es percibida por las otras.

Y les piden consejos para así ellas poder y saber tomar sus propias decisiones de todo lo que sea, porque, obvio, todavía no han llegado hasta donde ella se encuentra.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Madure11


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Lun Ago 31, 2020 12:59 am



Mi imagen en el espejo

Mi padre me enseñó todo lo que sé, y en lo que más interés ponía era en meterme en la mollera una cosa importante: “¡uno debe conocer siempre sus propios límites, quien los traspase, nunca llegará a buen puerto!”. Y me lo decía con frecuencia e incluso con énfasis, como si le fuese la vida en ello. Pero yo no siempre hacía caso a sus palabras.

Reconozco noblemente que no soy un hombre deslumbrante. Digamos que soy del montón o poco más. Pero ahora no vale la pena entrar en detalles. Simplemente, mi solvencia en la vida no es para tirar cohetes.

Pero, eso sí, he aprendido a arreglármelas solo. Y no quiero más, porque sé que no puedo llegar a más. No es que envidie a quienes viven del éxito o como lo quieran llamar. Sencillamente, no es lo mío. Quizás por esto nunca me he insinuado a una mujer con la picardía suficiente. Mantuve una relación sentimental en mi juventud durante tres años, pero a estas alturas de mi vida, 49 y todavía soltero y sin pareja ni amigas con derecho a nada, supongo que sólo necesito compañía.

No obstante, un día conocí una mujer, luego de montar mi droguería-perfumería. Entró con un tío rubio y me compró un gel. Me regaló una sonrisa cuando recogió el cambio. Ahora sigue igual; siempre educada y risueña. Habla moviendo los labios despacio. Nunca me enrollé con ninguna de mis clientas, a menos que insistan, que las hay. Volvió a visitarme hasta hacerse asidua. Quizás le resuelva los pequeños olvidos de costumbre, porque nunca me compra gran cosa: carmín, siempre rojo; pasta dental, rímel…, pero siempre me deja una sonrisa. En realidad, salgo ganando.

Dejó al rubio, y desde entonces me percaté que venía más por mi tienda y que me compraba más cosas. Un día le dije que tenía ojeras. “Ya ve”, me respondió. Pasado un mes, entró a mi tienda un tío trajeado. Me preguntó cuánto costaba el lirio que estaba en un jarrón de adorno para la tienda. Le respondí que no estaba en venta. Se dio la vuelta y miró hacia la calle, y entonces la vi a ella en la acera, esperando. Logré que el tipo aceptase el lirio como un regalo, por más que insistía en pagar. Vi su sonrisa cuando recibía la romántica flor de mano de su acompañante, amigo o lo que fuese que a mí me pareció un hombre insulso y afectado. ¡Qué bien conocía yo la sonrisa de aquella mujer…!

Un día decidí averiguar dónde vivía. Fue tan fácil como recorrer su barrio y hacer preguntas a una antigua clienta mía, jubilada, que me encontré en una calle. Esa tarde escribí un verso en una cuartilla, la metí en un sobre y lo dejé en su buzón. Hago las cosas sin meditarlas, porque es la única forma de ir venciendo mi inseguridad.

Al otro día vino a mi perfumería. Quería un perfume sencillo. Siempre quería cosas sencillas. Le pregunté cómo le iba mientras empaquetaba el frasco. “Muy bien, ¿y a usted?”, respondió, pero la expresión en su cara decía otra cosa.

Volvía a visitarme con frecuencia. Me pregunté para mis adentros si leería las pobres letras que le seguía enviando. Decidí abandonar mi patética costumbre, cuando un día descubrí el color pálido del folio en su mano mientras caminaba. Miraba de vez en cuando al frente. Lo guardaba en el bolso y seguía con paso lento. Esa tarde, mi habitual y fatal tranquilidad se veía turbada por eso. Nadie lee lo que no quiere leer. Se lee porque gusta o no se lee. Simple. Pero, mi proverbial sensatez no quería sacar conclusiones. Quizá mis rimas no eran tan anodinas como yo pensaba o a ella le gustaban. Qué más da. Lo importante era no dejar que aquella mujer se agrandase en mi corazón como una esperanza. “Sigue con tu vida, Antonio”, me dije.

Una tarde entró a la tienda con un aire misterioso. No recuerdo qué me pidió. La veía extraña. Le di lo que me había pedido y me preparé para admirar su sonrisa. Pero no hubo ninguna sonrisa. Me miró y me dijo “¿Me respondería una pregunta?”. Sobresaltado por la novedad, esperé su pregunta.

____ ¿Sabe si hay algún poeta en nuestro barrio que acostumbra a distribuir gratuitamente sus obras? Supongo que aquí oirá usted de todo, máxime siendo su clientela mayoritariamente femenina.
____ Ni idea –respondí, nervioso, pero ella se percató de mi nerviosismo.
____ Es que recibo poemas de un desconocido -añadió.
____ ¿Le molestan? -le pregunté, intrigado, e interesado también.
____ ¡Oh no, al contrario, me gustan! -y se despidió, olvidando otra vez su sonrisa.

Ya en casa, repasé otro de mis poemas antes de meterlo en sobre. “No le molestan, le gustan”. Recorrí el pasillo dando vuelta a sus palabras. Pero no estaba seguro de que mis poemas fuesen buenos. A punto de salir para emprender la marcha hacia su casa, vi mi imagen en el espejo; un hombre maduro con un papel colgando de la mano. Aparté la vista y dejé el sobre en el mueble de entrada. Nació dentro de mí algo parecido a la ira. Pero tenía que llevarle mi último poema.

Antes de cerrar el sobre, añadí una línea al final, como post data “espero no haberla molestado; este será mi último envío”. Ella no entendería nada, y quizá era lo mejor. Cerré el sobre con una sensación de ansia. Me miré al espejo antes de salir. “A veces que me pregunto quién coño habrá diseñado esta estúpida sonrisa mía’” le dije al espejo; o sea, a mí mismo.

Pasadas tres semanas, antes de cerrar la tienda, la vi en la acera de enfrente una lluviosa tarde. Caminaba con tal lasitud que parecía enferma. Llevaba un paraguas de color café, que hacía juego con su gabardina.
Cerré la tienda y la seguí sin saber por qué. La luz exigua de las farolas filtraba una lluvia apacible.

Caminé detrás ella por unas calles concurridas hasta llegar a una plaza. Entró a una cafetería de grandes ventanales y se sentó en una de las sillas de una de las mesas frente a la puerta. Me resguardé bajo el toldo de una tienda de enfrente, a escasos metros de ella. El camarero apareció y le sirvió un café. Se quitó la gabardina y la extendió sobre la silla de al lado. Abrió su bolso y sacó mis papeles. Se recostó sobre su silla y empezó a leer, a la vez que removía su café. Al poco, dejó la lectura y miró hacia fuera, puso la cucharilla en el plato y bebió un pequeño sorbo, llevó la taza a su lugar y después siguió leyendo.

Acabó con su café y se quedó mirando la calle con mis papeles en las manos. Decidí acercarme a ella con la misma sensación que debe sentir el recluta cuando ve al general. Con gesto de satisfacción, me miraba cuando comenzaba a cruzar la calle. Pero, sin poderlo evitar, por el gentío y la lluvia, topé con la cristalera. Miré los papeles y a ella, fija e intensamente. Asomó una mueca de alegría en su cara, y sus bellos ojos estaban abiertos de par en par, y asombrados también. Pero de pronto sus ojos se volvían brillosos y caían dando tumbos, echando ella mano de pañuelo para que la socorriese.

Sollocé una sonrisa, y el cristal me devolvió la imagen desvalida de un don nadie que quería ser poeta, pero a ella le gustaban mis versos y, a juzgar por el brillo en sus luceros, también yo le gustaba.


SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Espejo10




achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Lun Ago 31, 2020 1:04 am



Mis sueños


Por contra de la mayoría de mis sueños, este último de anoche, quedará grabado en mi alma y en mi corazón hasta el final de mis latidos.

No se me ocurrió pensar que los sueños pudiesen ser premonitorios de algo que iba a pasar. En realidad, deambulaban sin parar infinidad de ideas absurdas por mí, ya atormentada cabeza.

Un pasillo, una voz, una risa... Una insólita confusión deterioraba mi cabeza. Por un lado, quería echar a correr hacia quien emitía la voz, y por el otro, huir de ella. Pero como siempre, la voz terminaba imponiéndome obediencia.

Empujé y abrí la puerta. Vi una cara oculta tras la cortina, de nuevo era gigantesca y tras su risa burlona vi sus dientes blancos como cal.

Eché a correr pensando que había escapado. Pero el corazón me daba un vuelco, al ver que no era así. Había caído en una trampa.

Escuché reiterados martillazos

Miré como loca aquí y allá. No veía nada. Regresaban los martillazos, y, de pronto, sabía dónde me encontraba: era un patio de ejecuciones.

Inmediatamente se iba a proceder a un ahorcamiento; los martillazos que se podían oír eran la preparación del patíbulo.

Seguidamente, llevaban al reo hacia el patio.

Vi en una pronunciada esquina de un zaguán abovedado que, por él, dos soldados obligaban a caminar al reo con las manos atadas a la espalda. Después lo ataban al patíbulo, con cadenas de acero. Le tapaban los ojos, y empezaba la ejecución, y yo la iba a presenciar. Por eso estaba allí.

____ ¡Cariño, despierta que vas a llegar tarde a tu trabajo!'.

Desperté jadeante. El corazón me latía con fuerza en la penumbra.

Ni siquiera el despertador hacía su trabajo. Las malditas pesadillas me tenían cada vez más absorbida.

____ ¿Qué te ocurre?
____ Nada... nada...

Parecería ridículo no tener valor para contarle mi problema, mi tormento al hombre con el que había compartido mis últimos años, mi único amor.

Quizá por miedo a su desdén, o a su vacío; sinceramente, mi temor era que pensase que estaba loca y, por eso, que me dejase. No podría soportar que me dejase. Estoy sola en este mundo. Sólo cuento con él. Sin él me moriría ahora mismo.

Pero últimamente veo que está distante. No quiero obsesionarme, pero me duele. No pretendo que nuestra relación se mantenga como al inicio. Irremediablemente, la pasión se apaga y difícilmente se enciende de nuevo, al menos como al principio.

Vuelvo a mi casa después de mi trabajo. Otro día cumplido en un trabajo sin futuro. Llego con hambre. Desde que empecé a tener las pesadillas, he engordado 30 kilos. Estoy horrible. Cada vez que me miro al espejo me quiero morir. Me queda el alivio de pensar que en mis mejores tiempos era atractiva y tenía cuerpazo.

A las dos de la madrugada comienza a llamarme el sueño, y en el último parpadeo ruego pensando: “¡por favor, sólo quiero dormir, no más pesadillas!”.

Pero mi ruego no servía, de nuevo: pasillo, voz, risa. Intento despertarme. Sé que así comienza la pesadilla, aunque la historia nunca es igual. No es la misma, pero todas derivan en muertes. Así que, al fin y al cabo, tratan de lo mismo.

Pero la voz me llama, y no sé por qué, pero tengo que obedecerla. Proviene de una habitación. Giro el picaporte, me veo la mano pálida y trémula mientras miro, a la vez que voy alzando la cabeza hasta conseguir enderezarla. Veo una sala llena de gente. ¡Es un parlamento! Me fijo en la ropa que visten los allí presentes sentados en un estrado: túnicas y pelucas blancas rizadas. Sin duda, es un juicio.

La gente que abarrota las gradas, chilla hasta desgañitarse. No consigo captar nada de lo que dicen.

De pronto, una muchacha, con una grasienta y larga melena, es conducida hasta el centro de la sala. La sientan con excesiva brusquedad en una silla. No han pasado diez minutos cuando el juez dicta sentencia.

Al parecer, la joven envenenó a una pueblerina, sólo por el hecho de ver la vida tan maravillosa que llevaba comparándola con la suya, que era un desastre.

Sin más espera, la arrastran hasta el exterior.

Se ve al fondo de aquel lúgubre y sombrío patio una especie de silla de madera con unos artilugios, que mi cabeza no llega a saber qué es.

La gente se amontona para contemplar la macabra escena.

Vuelta y media de manivela es más que suficiente para romperle el cuello a aquella desgraciada, que acababa de cumplir 25 años y que fue arrojada al otro mundo sin compasión. De pronto, supe descifrar los gritos; “¡la gente pedía El Garrote Vil!”.

Y la muchacha abandonó la vida, sin saber leer ni escribir, sin conocer el amor y sin haber gozado de ninguno de los placeres de este mundo.

Me despertó el brutal chasquido que emitió el cuello de aquella infeliz.

____ ¡¡No, por Dios, no!! –chillé sobresaltada.

Me incorporé de la cama. Mi compañero me dijo:

____ Tranquila, que hoy no llegas tarde a tu trabajo. Vuélvete a dormir

“Ya va siendo hora de explicárselo”, me dije para mí.

____ Cielo, no me sobresalté porque pensase que llegaba tarde a mi trabajo.

Le expliqué todos mis horribles sueños, pero sin profundizar en detalles. No quería recordar aquellos macabros sucesos.

____ ¡Estás loca! -me gritó.

Justo ésas eran las dos palabras que nunca quería escuchar de él. Estaba preparada para soportar lo que pensase, pero no para que me lo dijese.

Lástima que todo lo estropease con su molesta sinceridad, la misma que al principio de nuestra relación tanto me atraía y me iba enamorando.

El mundo se me vino encima. Pensaba que ya no tenía pilar donde apoyarme. En el trabajo intento mantenerme tranquila, que la expresión en mi cara no refleje lo que siento en mi interior. Pero a veces me parece que estoy viviendo muerta.

Mi jefe me ordena que traiga una silla de madera que hay en el almacén.

Va a comenzar una reunión de peces gordos en el hotel, si a esto se le puede llamar hotel. No tiene categoría ni de fonda, es un hotel cutre y sin estrellas. Me dispongo a irme al almacén para traer la maldita silla.

Al entrar en el almacén, un escalofrío recorre mi gordito cuerpo. El almacén huele a humedad. Reina en él un inquietante silencio, como si sólo hubiese cadáveres.

Pronto localizo la silla. Era difícil no verla, estaba justo en medio. Todo está a oscuras y no hay ventanas, de ahí el hedor a humedad. No encuentro la luz. “Da igual, será sólo un momento”, pienso.

Antes de coger la silla, un fuerte viento cierra la puerta. Doy un bote. “¿Y ahora qué hago?”, y sólo pienso en cómo salir de allí cuanto antes.

Con la mirada fija en la puerta alargo el brazo con el fin de coger la silla, pero, antes de rozarla con mis dedos, escucho un familiar chasquido.

Mis ojos se abren de par en par, y, sin pestañear, giro lentamente la cabeza hacia la silla. Y allí estaba la muchacha decapitada mirándome.

Retrocedí unos metros mordiéndome los nudillos, sin perder el contacto visual con ella, hasta hurgar en la cerradura de la puerta y salir horrorizada al pasillo.

Ya en el pasillo, me cruzo con mi jefe.

____ Tienes mala cara -me dijo.

No articulo palabra. Mi jefe me zarandea hasta que logro decirle:

____ La verdad es que no me encuentro bien.
____ Pues tómate el día libre.

Ya en casa, todavía con el terror en el cuerpo, escucho gemidos, como de lamentos. Me dirijo a la habitación de la planta de arriba.

La abro, pero ya desde la escalera sabía lo que estaba ocurriendo, pues los gemidos, a medida que me iba acercando, se iban convirtiendo en gemidos sexuales.

____ ¡Dios!
____ ¡Dios no, soy yo, tu mujer, a la que supuestamente amabas, cabrón!
____ Pero... ¿tú no tenías que estar trabajando?
____ ¡Fuera de mi casa, hijo de puta! ¡No quiero volver a verte en mi vida! ¡Muérete!
-le dije apuntando con el dedo hacia la puerta- ¡Y no olvides llevarte tu putita!

Fue entonces que me convencí de su evidente distanciamiento, que yo, tonta de mí, excusaba como normal con el paso de los años. ¡Me estaba poniendo los cuernos el hijo de la grandísima puta! ¡Y Dios sabe desde cuándo!

Una vez sola en casa, con la cara desencajada, pensé que un baño me limpiaría por dentro y por fuera. Me desvestí, cogí mi albornoz y me lo puse, y enseguida empecé a reunir los enseres de higiene en la bañera.

Pero no estaba consciente de lo que hacía, por eso eché algo en el agua pensando que eran sales. Estaba agotada, como si llevase sin pegar ojos desde la noche que empecé a tener las pesadillas. Me miré al espejo. Parecía un zombi.

Me quité el albornoz y me metí en la bañera. Por mi alto peso y por la mucha agua en la bañera, rebosó y el suelo se encharcó.

Comencé a quedarme dormida, y conmigo la tortura. Un pasillo, una voz, una risa... Una cara gigantesca con los dientes blancos que su risa burlona dejaba mostrar, ya no se escondía tras la cortina. Mi subconsciente me decía que algo no cuadraba. Así no empezaban mis pesadillas.

Mi cara ahora se veía más clara, relajada. De pronto empecé a soñar algo realmente maravilloso. Algo insólito hasta esa noche.

Un frondoso valle emanaba vida. Una sensación de libertad recorría mi entraña. Era feliz como hacía mucho tiempo que no lo era.

Sentía que mis pesadillas habían terminado, que podía empezar de cero, retomar mi vida, volver a tener mi esbelta figura, encontrar el verdadero amor, mejor trabajo, sentirme realizada, soñar felicidad… ¡vivir!

Desperté de golpe con una sonrisa de oreja a oreja. “Todo ha acabado ya”, pensé.

De pronto vi que el secador de pelo, enchufado estaba cerca; se tambaleaba. Traté de incorporarme, pero mi cuerpo no me permitía moverme a la velocidad que mi mente pedía.

Sin explicación, llevé la mirada al espejo del baño. Y allí estaba la cara reflejada con su risa burlona. Lo entendí todo en el acto; iba a morir. La cara, al fin y al cabo, no era tan mala, tan malvada, me había avisado antes de morir. De pronto, dejó de reír y pronunció sus últimas palabras: “ahora te toca a ti”.

El secador de pelos cae al suelo, sin nadie tocarlo; y yo, con una amplia sonrisa en la cara, pienso: “ya nada importa”.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Mis_su10


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  achl Lun Ago 31, 2020 1:10 am



¿Por qué amor prohibido si nos queremos
y nos compenetramos en todo?

Acabo de cumplir este mes los 20 años y estoy locamente enamorado de una mujer madura de 41, siendo “excesivamente” correspondido por ella. Hace seis meses que tuvimos un accidente de tráfico, del que mi novia salió ilesa, pero yo me fracturé un brazo y una pierna, y aún no estoy bien del todo. Nuestra relación sentimental es mal vista por mis padres, que me tienen ametrallado con consejos y controles, y más todavía desde aquel aparatoso accidente, que me pudo costar la vida. Nunca he faltado a dormir a mi casa. Hasta la pasada noche.

Era un sábado a las doce de la noche. Estuvimos bebiendo y divirtiéndonos en una lujosa discoteca nueva, a la que nos invitaron; o, más bien, a mi novia y a quien ella quisiese llevar de acompañante. A aquel local sólo acudía gente de alta escala social y de alto estatus financiero. Permanecimos en la discoteca hasta el alba. Llamamos a un taxi para que nos recogiese y nos llevase a la casa de ella.

El sol entraba a raudales por la ventana, y mi postura en la cama era la misma que cuando mis párpados habían dicho basta ya, y se rendían antes de que el resto de mi cuerpo echaban las persianas.

Ella buscaba ansiosamente mi boca, pidiéndome sexo, mientras yo miraba el techo, rogando volver atrás para que hubiese ocurrido lo que no ocurrió. Como si los dos al mismo sueño de amor y sexo nos hubiésemos acogidos, pero no con un final tan desastroso.

____ ¿Qué hora es? -le pregunté.

Estaba aturdido. Aquel no era el sitio donde despertaba los domingos, en los que el sol hacía el rol de madre y te animaba a levantarte. Este no es mi cuarto, y en este momento no sé dónde estoy, pero tengo claro que no es donde suelo estar, y más un domingo a media mañana.

____ No lo sé -respondió.

Pero me habló sin abrir los ojos, esforzándose para que no se le notase la rabia tan descomunal que tenía.

A ella nadie la controlaba. A mí sí. A ella nunca le importaba la hora. A mí sí. Quizás era mejor que no le hubiese preguntado la hora. En su siguiente reacción respondí diciéndole las mil cosas que le hubiese dicho y hecho en su elegante dormitorio.

____ Tengo que irme ya. En mi casa estarán preocupados y yo lo estoy ya. Quizá no debimos beber tanto.

Abrió los ojos de repente. Algo de lo que dije parecía no gustarle.

____ Dices que bebimos demasiado, pero creo que simplemente estabas deseando de no hacer el amor conmigo.

Intenté inventarme una respuesta, pero acabé sonriendo con esa clase de sonrisas con las que sin decir nada das la razón; porque ella, tocante al sexo, es una mujer insaciable, hasta me arruga a mí, que soy un chico fogoso y joven. Pero esa noche estaba realmente agotado por tanto alcohol que había ingerido.

Se levantó.

____ Te voy a preparar un exquisito desayuno. Buscaré en la nevera y en la alacena. Yo no me encargo de estas cosas. Lo hace mi asistenta. Además, nunca tomo nada cuando despierto por las mañanas.

Mientras relataba todo eso, iba abriendo y cerrando puertas y cajones levantándose de puntillas para llegar a lo más alto de los muebles de la cocina. Claramente se veía que lo que me había dicho de que tenía una asistenta era verdad.

____ Deja de buscar. Me estarán esperando. Y me harán preguntas, y lo peor es que no tengo respuestas.

Pero no, tenía prisa por atenderme. Tenía prisa por saber cómo sería su vida sin mí, si finalmente no era aceptada por mis padres. El no haber hecho el amor durante la noche, la tenía impaciente al no saber cómo le iba a responder en adelante.

Soy de esos que suele hablarle al espejo, y lo hago con la esperanza de que me dé la razón a través del silencio. Al fin y al cabo, me cuento mis propios problemas ante él, y como se me da bien dar consejos, yo mismo me respondo.

____ Te dejarás influenciar por tus padres, y a mí que me den. Pero deben saber que te quiero de verdad y que lo de la edad es sólo un puto número. Además, soy una mujer libre, independiente y con dinero.
____ Nos obligan nuestros padres a lo que ellos quieren. Pero eso no me preocupa, porque mi memoria se lleva tan mal con el olvido que siempre acaban peleándose; nunca hay un vencedor, pero el olvido siempre golpea más fuerte. Y sé de lo que estoy hablando...

Cogió un cabreo tan descomunal que dejó de prepararme “el exquisito desayuno”, para decirme, “amablemente”, que me lo preparase yo si finalmente lo quería.

Sólo le había dado tiempo a verter la leche en una taza blanca, en la que aparecía el dibujo de una vaca que sonreía como nadie sonreiría con una horrible resaca. No soy de esas personas que se despiertan con muchas energías, con ganas de reír, de hablar, de contar cosas...

____ Respuestas válidas es lo que busco y nunca las encuentro.

Le dije eso anterior pensando en ganar tiempo para lograr respuestas ante las más que seguras preguntas al regresar a mi casa.

No quería desayunar ni tenía hambre, como de costumbre en noche de juerga vino y clavel. Es que ni sed tenía, cosa anormal en resaca.

Pero ella, sentada en el suelo del baño, con las manos en la cabeza cogiéndose el pelo y una copa con Coca Cola a su lado, estaría pensando que se sentiría una birria ante mis ojos y los de mis papás. Y todo por no haberse dado la pasada madrugada una sesión plena de amor y sexo salvaje, que tantas veces habíamos tenido desde que nos conocíamos año y mes atrás.



SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Por_qu12


achl
achl

Mensajes : 28377
Fecha de inscripción : 06/05/2012

A achl le gusta esta publicaciòn

Volver arriba Ir abajo

SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS - Página 2 Empty Re: SÓLO ESCRITOS NARRATIVOS

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 2 de 8. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.